Lorena I
Mi nombre es Lorena, y hoy voy a contaros algunas de mis experiencias, de las cuales espero que disfrutéis.
Cuando tenía 17 años, conocí a Eduardo en el instituto, era el típico chico popular de la clase y nada más verle pensé «este tío va a ser mío».
Edu tenía novia y ella estaba todo el día al lado suyo por lo que era imposible tontear con él. Un día en clase el profesor hizo equipos por orden de lista, y resultó que nos tocó a mí , a Eduardo y a otro compañero que se llamaba Marcos.
Ese día los 3 nos sentamos juntos en clase, para ponernos de acuerdo en cómo hacer el trabajo.
Mientras hablábamos yo no dejaba de observar a Edu, y sentía como me estaba poniendo cachonda, y como mi coñito se iba mojando, durante la clase intentaba rozar disimuladamente su pierna e imaginaba su cuerpo desnudo.
Cuando me fui a casa estaba como una moto, y no me podía quitar de la cabeza la imagen de Eduardo desnudo encima mía, estaba tan caliente que comencé a tocarme mi mojado chochito y me masturbé pensando en él.
Al día siguiente les dije a Edu y a Marcos que se viniesen a mi casa a hacer el trabajo del instituto.
Cuando llegué a casa, me puse un tanga blanco, y decidí no ponerme sujetador, para así excitar más a Edu, me puse una blusa blanca con 2 botones desabrochados que dejaban ver un buen escote, me puse una faldita de tablas de esas al estilo colegial.
El primero en llegar fue Marcos y cuando me vio se quedó mirándome sorprendido y no quitaba la mirada de mi escote, yo me sentía genial sintiéndome deseada, y empecé a sentir un calorcillo agradable en mi coño.
Cuando llegó Edu, le di dos besos y le apreté contra mí hasta que pudiese sentir bien mis tetas en su pecho, al mirarle vi como se le encendía la mirada y supe que ese día iba a follar con Eduardo, lo que nunca se me pasó por la cabeza fue imaginar lo que pasaría ese día.
Empezamos a hablar del trabajo, yo me olvidé de Marcos y centré toda mi atención en Edu, de repente llamaron por teléfono y les dejé solos durante 5 minutos; cuando regresé los dos se miraron y Marcos me dijo que iba al servicio.
Nada más cerrar la puerta Edu se acercó a mí, se puso de rodillas, levantó mi faldita, apartó mi tanga y me pegó un lametazo en mi excitado coño.
Entonces se levantó y me dijo al oído «estás muy mojada, zorrita…» y respondí «eso es porque mi coño desea a tu rabo».
Me quité el tanga, Edu me desabrochó la blusa y le empujé su cabeza hacia mis tetas, que tenían los pezones duros de la excitación que me recorría el cuerpo, para que me las chupase, con mi cuerpo le empujaba a hacia la mesa y le desabroché los pantalones, cogí su polla en mi mano….ahhhh tenía un rabo precioso, y me lo tuve que comer, Edu estaba extasiado, no sabía muy bien lo que estaba pasando, cuando me dijo que se iba a correr, dejé de mamársela, me subí a la mesa y empujé con fuerza su cabeza a mi coño para que me lo comiese, la verdad es que no lo comía muy bien, pero estaba tan excitada que me daba igual, sólo necesitaba y quería recibir todo el placer que Edu fuese capaz de darme.
Con su cabeza entre mis piernas tuve mi primer orgasmo, el cual en vez de dejarme satisfecha hizo que creciese mi deseo, entonces le dije a Edu «quiero que me folles ya», él me miró excitadísimo y me dijo que era la tía más puta que había conocido y que me iba a follar hasta que no le quedase una gota de semen, eso me excitó muchísimo y me sentía como una verdadera furcia.
Le dije que me gusta que me follen metiéndome el rabo hasta el fondo y que me pone mucho que los cojones me rocen el coño.
Entonces me abrió, y metió en de golpe su polla durísima, fue maravilloso, él sudaba del esfuerzo que hacía para envestirme lo más fuertemente posible, yo estaba disfrutando como una perra loca, follaba de maravilla y me corrí rápidamente, a los dos segundos Edu se corrió en mi coño, le dije que me limpiase el coño con su lengua y él obedeció.
Mientras lo hacía tuve otro orgasmo.
No me percaté de que Marcos no había vuelto del baño, había perdido la noción del tiempo, y justo Edu me dijo que iba al baño y entró Marcos, yo estaba semidesnuda.
Sin decir nada, me cogió en brazos, me besó profundamente y comencé a mojarme de nuevo, no podía creer lo que estaba pasando, sólo sabía que iba a disfrutar mucho, así que me dejé hacer lo que Marcos quiso. Me dio la vuelta , y sentí su pedazo de polla dura en mi culito.
Me empezó a lamer las orejas, a sobarme las tetas y el chocho, yo me estaba muriendo del placer, pero lo mejor fue cuando empezó a meterme un dedo por el agujerito de mi culo, a la vez que me sobaba todo mi coño, comencé a moverme y era tan excitante y placentero sentir la sensación de que me penetrase algo por mi parte trasera que me corrí.
Se bajó los pantalones y me dijo «hazme una mamada putita».
Rápidamente me metí su rabo (más grande que el de Edu) en mi boca y se la chupé una y otra vez hasta que se corrió en mi boca, me ordenó que me tragara su semen y así lo hice.
Pensé que ya se había acabado, pero su erección no bajaba, me cogió en brazos, me apoyó contra la pared, y comenzó a metérmela una y otra vez, me corrí a la vez que gritaba de placer, me bajó al suelo y se frotó su miembro con mis tetas y echó su leche sobre ellas.
Fue maravilloso sentirse dominada por Marcos y recordé que minutos antes yo era la que dominaba a Edu.
Marcos avisó a Edu de que entrase, y les dije «que cabrones… estabais compinchados, eh?» Ellos se rieron.
Estábamos cansados y muy agusto, y nos pusimos a hacer algo del trabajo.
Al rato les pregunté que qué les había parecido nuestro encuentro sexual, y me dijeron que me había portado de maravilla.
Les miré a los dos y les dije, pues aún no ha acabado la tarde, «quiero que hagamos un trío» antes de acabar la frase ya estábamos desnudos y tenía a Edu en mi coño, y a marcos en mi culo.
A los 5 segundos de tenerlos dentro de mi me orgasmé y ellos seguían empujando dentro de mis agujeros.
Los dos se corrieron a la vez y les dije que lamiesen el uno la leche del otro.
Edu me dijo que no, y le amenacé con contarle el episodio sexual a su novia, entonces comenzó a lamer la leche que Marcos había dejado en mi culo.
Cuando acabaron les dije que tenían que hacer todo lo que yo dijese o si no diría a mi padre que habían abusado de mi.
Les ordené que se empezaran a hacer una paja delante mía, y cuando ya estaba cachonditos, les dije que se comieran la polla el uno al otro.
Tuve un orgasmo increíble cuando vi meterse en la boca a Edu el inmenso rabo de Marcos, el cual se corrió en la boca de Edu.
Me acerqué a ellos le lamía la boca llena de leche a Edu.
Marcos le hizo una mamada a Edu, y le pedí que se corriese en mi cara.
Cuando lo hizo, Marcos me comió toda la leche de Edu.
Quedamos extasiados, ya no podíamos más.
Nos vestimos y les dije que mañana nos veríamos en clase, esa noche dormí de maravilla, y al día siguiente los 3 estábamos radiantes.
Durante los dos años que estuve en ese instituto, Marcos, Eduardo y yo, no dejamos de follarnos ni un solo día.
Cuanto añoro a estos dos tíos….!!