Capítulo 3
- Mi empleada I
- Mi empleada II
- Mi empleada III: Por fin se cumplió mi sueño
Mi empleada III: Por fin se cumplió mi sueño
La mujer mayor, aprovechaba todo momento en ensartarse mi verga, en realidad estaba viviendo un sueño, el sueño de un pendejo de 18 años, que lo único que quería era culiar, por lo cual oportunidad que tenía me culiaba a Chelda, mi empleada, la cosa cada vez era mejor, pero como le he contado anteriormente, faltaba una cosa por realizarle a Chelda, era que se tomara toda mi leche.
Después de haberle roto el culo, cada vez ella era más asidua a comerse todo mi pedazo tanto por detrás que por delante, ella me lo mamaba y se lo comía cada vez que teníamos una oportunidad.
En esa época enfermé por lo que fui operado, Chelda como ustedes se imaginarán me atendía muy prodigiosamente, era una gran empleada.
Una mañana cuando dormía, de repente sentí un placer exquisito en mi pico, era ella que me lo mamaba así me despertaba todos los días trayendo mi desayuno.
Chelda cada vez se encaramaba más y más en las mamadas se demora lo suficiente pero no podía acabar en su cara.
Una de las mañanas ella mamaba mi verga mientras Yo dormía, al despertar me saludaba y decía:
Hola como está mi regalón.
Bien y usted, Chelda
Te gusta como te lo mamo…..mmmmmmm, esta rico, quiero que me rompas la raja
Así eso es lo que quiera la perra, sigue así y te la partiré en dos.
Sí. Veo que con esta tranca puedes realizarlo, mientras me agarraba los cocos con las dos manos y lamía mi pico de arriba abajo, como una verdadera perra.
Esta rico, sigue, sigue,
Ella se levantaba el vestido, para poder verle su tremenda raja y levantaba su blusa y delantal para poner mi pico en sus gomas, las cuales apretaba mientras realizaba una paja rusa, no sé cuanto estuvimos en esto, el placer era enorme Chelda, venía con ganas de tragarse mi leche, ya que anteriormente ya hubiera estado arriba mío ensartándose mi pedazo de carne.
Seguía mamando como una verdadera puta, mientras me hablaba lo rico que estaba, en ese momento mis ojos se blanquearon y se nubló mi vista, venía la leche.
Viene todo, viene todo , le gritaba.
Sí, mmmm, parece que quiero que venga, que venga, quiero tragármela.
Sí, entonces te ahogaré puta, perra , te ahogaré lo juro.
Bueno hazlos, mientras me pajeaba con su lengua experta y masajeaba mis cocos.
Ahí va, ahí…
Toda mi leche se la trago era sorprendente ella, masajeaba sus tetas, mientras chupaba y se tragaba toda mi leche, era espectacular, la eyaculación.
Después ni tonta ni perezosa limpió todo mi pico dejando lo impecable.
Pero ella no había quedado completa satisfecha desde que la encule, ella quería que la enculara todos los días.
Por lo que siguió chupando el pico, hasta que nuevamente se levantó, al estar completamente erecto, se puso en cuatro patas mostrando toda su raja, abierta para que fuera traspasada, bueno así lo hice empecé con varios bombeos en su concha mientras agarraba sus tremendas tetas y pellizcaba sus pezones negros y grandes.
El bombeo era espectacular el mete y saca era violento y a veces lento y pausado ella gritaba y se movía no se cuantos orgasmos tuvo pero fueron varios, hasta que al final.
Tomó sus nalgas y las abrió mostrándome todo su culo, oyete que había sido roto por mi pico.
Puse mi cabeza al frente de su raja y de un solo empellón ensarte mi tranca, ella se limitaba a apretar sus cachetes mientras tenía mi pico dentro de ella, se movía como perra en celo, yo tenía entrelazado mis piernas con las de ella, en un momento ella siempre con mi pico en su culo, se sentó y comenzó a cabalgar sobre mi, yo le golpeaba sus cachetes, pro lo que ella mas se movía y gritaba a la vez, el orgasmo no tardo en llegar derrame todo mi semen en su culo, nos abrazamos y besamos mientras ella todavía gemía.
Fue una mañana espectacular, por fin realice mi sueño encule, hice tragar y me culié a mi empleada…
Obviamente nunca olvidare a Chelda, mas que una empleada.