Quiero volver a hacerte lo mismo que aquella noche

Lo soñé o fue real, no solo en mi pensamiento sino que también en mi vida.

Ella era una chica que él conoció hace un tiempo, por aquel entonces ella tenía un novio, aunque su deseo por hacerlo conmigo era claro, sobre todo aquella noche después de una cena y una velada agradable, el deseo continuaba allí.

Pasaron los años de universidad compartiendo todo tipo de vivencias, aunque yo ya no pude llegar a proponerle de nuevo mis deseos.

Hasta que un día qué casualidad una llamada telefónica, me sorprendió y era ella, me pedía que si quedábamos algún día, para hablar, ya que no sabía de mi vida, perfecto me pareció muy bien, hacía mucho tiempo que no sabía de ella, bueno todo hay que decirlo yo por aquel entonces vivía con una chica con la cual estoy casado en la actualidad.

Tras quedar en un mes varias veces ella me indico que ya no tenía novio, lo habían dejado hacía un tiempo, en el último encuentro, tras besarnos, decidimos quedar otro día pero esta vez iríamos a una casa de ella.

Por fin llegó el día, fuimos a un chalet, y tras una cena divertida en el porche, llegó el momento que tanto habíamos deseado, a la hora de enseñarme el chalet en la parte trasera nos cogimos en un abrazo y se juntaron nuestras bocas en un beso largo, la pasión se había desatado, apreté fuertemente su culo con mis manos, y la bese en la boca la cara y el cuello recorriendo con mi lengua sus labios y con mis manos su cuerpo moviendo sus senos hacia todos los lados.

Ella me indico que seria mejor que pasásemos dentro, por los vecinos.

Una vez dentro, siguió nuestro intenso beso un poco más.

Cuando ya junto a la cama y despojándonos de nuestra ropa vi su cuerpo totalmente desnudo, yo procedí a quitarme la ropa, mientras no paraba de mirar su desnudez, y el deseo que tenía de tenerla entre mis brazos.

Me acerque a ella note la firmeza de sus curvas, sus senos en mi pecho, su precioso culo, sus labios, pasados unos segundos estábamos en la cama girando y moviéndonos en todos los sentidos, paramos un momento para besarnos en un beso largo, después de esto le cogí la caja de preservativos, tras ponerme uno de ellos, ella se puso boca arriba en la cama, cogí sus piernas las levanté y penetre su sexo moviéndome en todos los sentidos esperando que ella, disfrutase mucho, muchísimo, cambiamos de posición varias veces, me tumbe se puso encima se movió con unos movimientos rítmicos luego más salvajes, después agarré su culo con mis manos, por debajo de las piernas sujetándola y me moví en golpes de placer rápidos lentos, rítmicos, salvajes.

Me incorpore besándola, y seguimos de nuevo con ella debajo otra vez, después y en un movimiento rápido le di la vuelta ayudado por ella y se puso con la espalda hacia arriba, tras esto le dije que le iban a dar un masaje por todo su cuerpo, comencé besándole el cuello, seguí con mi lengua, por la espalda, llegue hasta su sexo el cual chupe, bese, lamí metí mi lengua hasta el fondo subí y continué besando su culo

Pienso que le gustaba, me levanté de la cama y fui a por un bote de aceite corporal, unte todo su cuerpo y frote mi pene por su vagina, por su espalda mi pecho, mis manos resbalaron por todo su cuerpo, y el placer era sólido.

La penetre varias veces después nos incorporamos del sueño.

Y decidí lamerle su sexo, deseaba que se lo pasara muy bien, deseaba verla gozar, lo succione y bese como creo nunca haberlo hecho, hasta que llega su clímax sus flujos salieron del y se movió hasta no querer que la siguiese besando, no podía soportarlo, agarro mi pene y lo beso, se lo metió a su preciosa boca y chupó lamió, besó trago, todavía recuerdo esos movimientos de lengua, me gusto mucho muchísimo, me encantó todo.

Después de esto ya nos vestimos y salimos a pasear. Cerca de la playa.

Al día siguiente nos despedimos en una despedida un poco seca, seguramente culpa mía, no supe estar a la altura, creo que se me quedaron cosas pendientes y que debería de remediarlo volviéndola a ver.

Ahora tras pasar algún tiempo la volví a ver en una discoteca, le dije que me había casado, y le confesé que tenía la necesidad de volverla a ver, que necesitaba estar con ella otra vez, cuando ella sonrió y me dijo que había cambiado, y que eso no lo haría más, me fastidió un poco pienso que ella había creído que la infidelidad no es buen asunto, yo también pienso lo mismo pero ante esta necesidad que ha cambiado mi vida sexual, yo lo que pienso es que en su día ella me necesito y yo estuve hay.

Ahora soy yo el que la necesita y no esta hay.

Es más yo sé que ella sabe que yo no soy el amor de su vida, no somos ninguno el amor de nuestras vidas, eso lo sabemos los dos, sin embargo esto no está reñido con una noche de pasión.

Estoy seguro que ella lo desea, al igual que yo, hoy miércoles la llamaré por teléfono y hablare con ella le diré mi deseo, que espero sea el suyo.

Me gustaría que si puede leer esto, me dijese algo el viernes y quedar con ella, y poder repetir esa velada tan agradable, quedaría en su casa donde vive, o si fuera muy difícil en algún lugar que pudiésemos los dos.

Aunque no se como reaccionara si lee este relato pero yo sé que a mi mujer la siguió queriendo, y que una noche así no cambiara mi deseo, si ese es el temor.

Deseo, besarla otra vez, acariciar sus piernas, sus labios tocar sus senos, besar su culo,

Estremecerme entre sus piernas, que disfrutemos juntos de una noche intensa, sé que quizás sigue siendo reacia a esta experiencia pero sé que te apetece, aunque no se como reaccionaras si leyese este relato yo también sé que tu quiere a alguien que no soy yo.

Pero qué mal te puede hacer esta experiencia, te sigo diciendo que deseo, mucho esto y te necesito para llevarlo a cabo, te recuerdo también que cuando tu me necesitaste yo estuve hay y ahora yo lo deseo y espero que estés hay.