El cumpleaños de mi novio

Era el cumpleaños de César, mi novio, y quise darle una velada inolvidable.

Fui a buscarlo a la oficina, salimos y lo llevé a un restaurante muy elegante, nos situamos en una mesa lejana, nos sirvieron vino y terminamos rápidamente esa botella, entre charla y besos.

Tenia puesto un corpiño negro su color favorito, un diminuto hilo dental, con ligueros y medias negras, tenia puesta una falda corta.

Mientras el mesero nos tomaba la orden de la cena, bajé una de mis manos y empecé a tocarle la pierna, luego voy subiendo y toco su bulto, que poco a poco empieza a aumentar de tamaño, pues empiezo a susurrarle como quiero comerme su tranca, eso lo enloquece, yo lo se muy bien, solo me mira y trata de tranquilizarme, pero el vino hace efectos espectaculares en mi.

Cuando estemos en casa, le digo, voy bajando lentamente mi lengua por tu cuello, voy abriendo uno a uno los botones de tu camisa, y mis manos te recorren todo el pecho, bajo hasta llegar a tu pantalón, que voy abriendo y dejo caer, tú estas de pie, frente a mi, saco tu gran palanca que esta algo crecidita pues mis manos están agarrando tus nalgas, apretándolas y mi boca esta ya lamiendo y besando tu puntita, que brilla con la gota que aparece por tu excitación, paso mi lengua por toda tu cabecita, dando vueltas, te gusta agarrarme el cabello con tu mano, y que te mire fijamente a los ojos, vuelvo a mis labores, y ahora paso la punta de mi lengua por toda la gran vena que se brota, tus suspiros y tu respiración entrecortada es genial, subo de nuevo y de una vez me meto tu pija en mi boca, empiezo el entre y saque, acompañado de mi lengua que me ayuda a que la fricción sea máxima, tu me ayudas con tu mano empujando mi cabeza para que el ritmo sea igual o mejor que si estés en mi chonchita, lamo, muerdo suavemente tu tranca, muevo mi lengua como loca, es la mejor mamada que te he dado, y tu cuerpo empieza a moverse desenfrenadamente, me indica que vas a acabar, y sigo con mi movimiento, haciéndolo mas rápido, y terminas de una vez, los chorros de leche son geniales, me tomo toda tu leche, sin dejar una gota, y vuelo a tu gran pene, para dejarlo totalmente limpio.

Cuando acabo mi relato toco el pantalón de Cesar y me doy cuenta que esta mojado, no puedo negar que yo estoy también muy mojada, bajo de nuevo mi mano, pero esta vez voy hasta mi rajita, meto mi dedo, y lo saco totalmente húmedo, lo paso por los labios de cesar quien casi me lo arranca por su afán de saborear mis jugos, ¡así me tienes! ¡Con solo pensar que te voy a comer la pija me tienes volando!

No se como soportamos tanto tiempo en el restaurante, medio probamos los platos, pedimos la cuenta y salimos, le pedí que condujera, yo a su lado, no le doy tregua y bajo mi mano a su entrepierna, me pide que lo deje, porque esta conduciendo y podría pasar algo, pero hago caso omiso de sus peticiones y lentamente bajo su cremallera, saco de su ropa interior su pene que esta mojado y necesitando atención, bajo, y empiezo a pegarle una suculenta mamada, algo incomoda, por ir en el auto, Cesar reduce la velocidad, y trata de concentrarse en la vía pero empieza sus gemidos y a veces cierra los ojos por instantes pequeños, a raíz de los deliciosos momentos que mi lengua le hace pasar, no lo hago terminar, solo lo dejo antojado, llegamos a la casa, abrimos rápidamente la puerta, y lo dejo en paredo, para bajarle los pantalones como loca, y terminar lo que había iniciado en el auto, me llevo su tranca a la boca inmediatamente y después de una corta mamada, me dice que no soporta más y que se va a venir, ¡Siiiiiiiiiiiiiii!¡Que delicia!¡Es el mejor cumpleaños de mi vida! ¡cométela toda, se buena, ahhhhhhh! Siiiiiiiiiiiiiiii, y termina en mi boca, me trago todo lo que puedo, pero es una corrida fenomenal, nunca había terminado así debió ser por tanta excitación.

Subo, y le doy un beso muy intenso, lleno de sabor a su semen, nuestras lenguas se entrelazan y empieza a recorrer todo mi cuerpo con sus manos, me quita salvajemente la ropa, la rasga hasta dejarme en mi corpiño, me ve y se vuelve aun más loco, su cara, sus ojos tienen una mirada de lujuria, de pasión, me tira al suelo, ahí mismo lo vamos a hacer, y me besa, está sobre mi y su lengua recorre mi cuello, sus manos tocan todo mi cuerpo y no queda nada sin ser revisado, me va quitando el corpiño y mis tetas paraditas y excitadas saltan a la vista, su boca se encarga de ellas, pasa su lengua por mis pezones paraditos, va dándole la vuelta a mis tetas, mordiendo y succionando hasta dejarlas rojas, una de sus manos se va directo a mi chonchita, que esta mojada y no se sorprende por la avidez con que sus dedos se pierden en mi rajita, sus dedos hacen una obra maestra, mi cuerpo empieza a retorcerse y mis gemidos van subiendo de tono, mis piernas se cierran y tratan de que su mano entre y se aferré aun mas a mi conejito, su boca sigue saboreando mis tetas, que se mueven al compás de mis casi convulsiones por tanto placer, y su pene, esta de nuevo listo para la acción, estoy segura de que me va a clavar su pija de una, pero lo que hace es bajar con su boca y abrir paso con sus dedos y dejar mi clítoris expuesto, esta rojo, esta mas durito y salido que nunca y con su lengua le da sus mejores lamidas, introduce sus dedos en mi rajita y con su lengua sigue moviéndose sobre mi pepita y me arranca gemidos mucho mas agudos, me estremezco y entonces me corro, su cara queda inundada de tantos jugos y con mi mano clavo mas su cabeza en mi choncha, no quiero que se salga de ahí, y no lo hace, sigue tragándose todos mis jugos, lanzo un gran suspiro y va directo a mi boca para darme un beso profundo y para que pruebe mis jugos.

Nos abrazamos y descansamos de semejante sesión.

Sacamos mas vino del estante y tomamos y brindamos por su cumpleaños, él empieza a derramar vino por su cuerpo yo trato de no dejar derramarlo pero es inútil, reímos y empezamos de nuevo nuestros juegos sexuales, nos tocamos, nos miramos y existe en el ambiente un aroma a sexo que es imposible ocultar, nos abrazamos y besamos desmedidamente, me aferro a su cuerpo, mis por las caderas y mis brazos por su cuello y así me lleva hasta la cama, donde rodamos infinitamente tocándonos y besándonos, quedo debajo y el me agarra las muñeca y me extiende totalmente en la cama, sin ninguna dificultad empieza a restregar su pene por mi rajita, como alborotándome más de lo que estaba, hasta que su pene logra entrar un poco y entonces pega su gran embestida, que me arranca un gemido tremendo, vuelve a sacarlo y lo mete de un empujón hasta el fondo, y empieza a bombearme como nunca antes, salvajemente, me suelta y sus manos van a mis tetas, que las mueve, los movimientos hacen pensar que la cama se va a despedazar, nuestros movimientos son mas que armónicos y sus penetraciones son profundas, damos vuelta de nuevo y queda debajo, ahora cabalgo sobre César, que sube un poco para poder meterse a la boca una de mis tetas, yo me acerco más a él y me agarro el cabello con las dos manos, la imagen es espectacular, yo cabalgando sobre él como loca, estoy ida, y mi excitación es máxima, me corro una y otra vez y cambiamos de posición cada vez que llego, César se coloca al borde de la cama, y yo quedo enchufada a él, me doy vuelta y quedo penetrada, soy yo quien lleva el ritmo, pero con sus manos en mis caderas hace que acelere el movimiento, entra y sale, es monumental nuestros gemidos son largos, nuestra respiración es terrible, parece que nos vamos a ahogar de tanta pasión, luego me levanta una pierna, estoy contra la pared, y me inserta de nuevo su palo, esa posición es espectacular, entra completito, esa es mi segunda corrida, me lanza a la cama y me levanta ambas piernas las coloca en sus hombros y su instrumento entra de nuevo en acción, luego de un rato, agarra mis piernas y las mueve hábilmente hacia el lado izquierdo, uffffffffff es el límite de mi cuerpo, me estremezco y vuelvo a llegar, esta vez César no soporta más y llega conmigo, ¡Ahhhhhhhhhh! Siiiiiiiiiiiiiii, esas ultimas embestidas son mejores que todas, son más fuertes y parece que quisiera traspasarme y partirme en dos con su tranca, suelta su chorro de leche en mi choncha que arde en deseos de su leche, leche calentita que fue lograda con mucho entusiasmo y dedicación.

Ahhhhhhh, Si, es lo máximo, ah!!!!!!!!!!!! Nuestros cuerpos tiemblan, se estremecen y quedamos abrazados, entrelazados y tumbados en la cama.