Capítulo 2
El viejo del sex shop II: Continuación
Me estaba recuperando de la cogida y mamada que terminaba de recibir, pensando en lo bien que lo estaba pasando, cuando en eso entró otro hombre a la derecha, se asomó por el hoyo de la pared, era un hombre ya viejo, como de unos 50 o 55 años, y me dijo,
¡Te está yendo bien eh!
Siiiiii.
¿Quieres más?
Siiiiii.
Metió su verga y yo empecé a mamársela, era una verga deliciosa, un poco más grande que las otras dos, no tardó mucho en correrse en mi boca, se la dejé bien limpia, la saco y se volvió a asomar.
Que rico mamas, me dijo.
¿Te gusta mucho la verga?
Sí contesté.
¿Quieres venir a mi casa?
No sé, dije dudando.
No es muy lejos, vivo muy cerca, te prometo que lo vamos a pasar muy bien, que dices.
Pues no sé.
Mira, si te animas te espero afuera. Se salió y se fue.
Yo me subí los pantalones, me arreglé y me salí decidido a ir con aquel viejo a su casa.
Ahí estaba en el parqueadero fumando un cigarrillo, cuando me vio se le dibujo una cara de lujuria y deseo.
Veo que te animaste, me dijo a modo de saludo.
Sí, le contesté.
Pues que bueno, ya verás que lo vamos a pasar muy bien, vivo solo desde hace algunos años, tengo un hijo que vive con su mama en fortworth, también tengo un hermano, pero vive en otro
estado con su familia, así que nadie nos molestará. Solo déjame entrar a comprar algo que vamos a ocupar y nos vamos.
Sí, está bien, le dije.
Entró de nuevo a la tienda, saliendo algunos minutos después con una bolsa de plástico en la mano.
Listo, sígueme, es por ese camino, son unos veinte minutos.
Lo seguí en mi caso, fuimos por aquel camino unos 20 km. luego tomamos un caminito ranchero y seguimos por unos 5 km. Se detuvo y entramos a un acceso, dimos vuelta a un grupo de árboles y ahí estaba la casa escondida de la calle, era una casa no muy grande, muy cuidada, con un porche donde había dos mecedoras.
Vamos adentro, me dijo, abrió la puerta y se hizo a un lado para dejarme pasar, entramos a una salita con dos sofás y un reclinable, una televisión grande y una mesita de centro,
Siéntate, ¿quieres una cerveza? Me preguntó.
No, tengo que manejar un buen rato para llegar a mi casa, le dije a modo de contestación.
Pero una no te hará mucho efecto, ¿o sí? Además, para cuando te vayas ya no tendrás problema
Está bien, pero solo una.
Fue a la cocina y trajo dos cervezas, me dio una y destapo la otra para él.
Ven, déjame enseñarte la casa.
Lo seguí, pasamos a la recamara, tenía una cama grande, una mesita de noche a cada lado, una silla y un televisor, luego fuimos al baño, entrando estaba la regadera, el lavamanos, el toilet y una tina tipo jacuzzi. Ven me dijo, falta lo principal, salimos del baño y me llevo a otro cuarto, era más pequeño, con una alfombra más gruesa que la de la sala y la recamara, en aquel cuartito había un Sling (columpio), en las paredes laterales había estantes con bebidas y todo tipo de juguetes sexuales, había vibrador, dildos, buttplugs, cockrings, en fin, allí había de todo.
En la pared del fondo una pantalla gigante y un estante con muchas películas, porno por supuesto.
Ven, vamos al baño, ahí es donde te quería coger primero, me dijo el viejo.
Entramos, el viejo me abrazó y me empezó a besar, me metí su lengua, yo la chupé con ganas, me empezó a quitar mi camisa y yo hice lo mismo con la suya, luego se quitó los pantalones y yo los míos mientras me acariciaba la espalda, presionando mis cachetes a la vez que me daba la vuelta, mmm, qué bueno estás.
Me hizo ponerme de rodillas y empezó a culiarme la boca, despacito primero, de pronto me la mandó hasta el fondo de la garganta, casi me hizo vomitar, luego la saco un poco y me culio otra vez la boca, me agarro de la cabeza y hundió su verga hasta el fondo, la dejó ahí un momentito, yo sentía ahogarme y me moví desesperado para que la sacará.
¡Ahhh! Grité a la vez que trataba de respirar.
Ufff, sudaba tratando de recuperar el resuello.
Tranquila putita, ya pasó, ya pasó. ¿Lista? Me preguntaba mirándome a la cara. Abre tu boquita, me decía mientras me volvía a meter su polla en la boca, empezando a culiarme la boca y otra vez hasta el fondo.
Yo quería parar, pero no me dejaba, me tenía bien asido de la cabeza.
trágatela putita, trágatela, me decía.
Yo casi me vomitaba, la sacó y con ella salieron un montón de Babas.
Ya putita, ya pasó, ya pasó, tranquila, ya pasó.
Agarró la bolsa que había traído de la tienda y saco un cockring y un tubo de lubricante, puso el lubricante en la tina y abrió el grifo del agua, se colocó el cockring, su verga pareció crecer un poco, seguía igual de grande, pero se veía más gruesa, sus venas se marcaban a todo lo largo de su tronco.
Vamos a seguir un ratito más putita, mientras se llena la tina de agua te voy a seguir entrenando esa boquita, de aquí vas a salir una experta mamadora, ya verás.
De nuevo me hizo abrir la boca y me la culio por unos minutos.
Ufff, que rico la mamas, ojalá te pudieras quedar toda la noche conmigo!
Aggg, no puedo, le dije sacando su verga de mi boca, soy casado y tengo que llegar a casa.
Mmm, lástima, la pasaríamos muy bien en aquel cuartito, Ándale, anímate putita. Mañana es sábado y no trabajas, ¿o sí?
No sé, aunque déjame ver, puedo llamar a mi esposa y decirle que algo se atrasó en mi trabajo y tendré que quedarme hasta mañana.
En aquel tiempo trabajaba para una compañía que fabricaba cabañas y seguido tenía que salir junto a otros compañeros para instalarlas, a veces teníamos que ir a otras ciudades e incluso a otros estados, en ocasiones nos íbamos por días o incluso semanas, aquel día yo había ido solo hasta una ciudad bastante alejada para hacer una reparación en un baño, había manejado casi tres horas para hacer una reparación que solo me llevo 20 minutos, de regreso tenía que pasar por fortworth, ahí aparte para comer y luego fui decidido hacia aquel sexshop, antes de volver a la compañía que estaba como a 40 km más al sur, yo vivía aún un poco más allá, casi otros 30 km.
Llamé a mi esposa y le expliqué que algo se había retrasado y que terminaría muy tarde así que había decidido quedarme hasta la mañana siguiente pues no quería manejar de noche, ella me creyó, sabía que no me gustaba manejar de noche y menos si tenía que pasar por alguna ciudad grande donde el tráfico era terrible.
Listo, le dije si viejo, ya está.
¿Ya ves que si podías?
Ahora sí, vamos a la tina, te voy a romper ese culito goloso que tienes, ven putita.
Nos metimos a la tina, me empezó a besar otra vez, luego me beso el cuello y los pezones, yo ya me moría por sentir aquella verga hasta el fondo de mi culo, ¡ahhh! Gemía de placer, entonces me hizo volverme de espaldas a él y empezó a besar mi culo, pasaba su lengua por toda la raja de mi culo, mmm, que rico Papi, que rico, así Papi. Metió su lengua todo lo
que pudo, luego puso un poco de lubricante en la entrada de mi culo y metió un dedo, ¡ahhh! Que rico, luego fueron dos, los movía adentro y afuera, los giraba y los abría dilatando mi ano, ¡ahhh! Que rico Papi, que rico.
¿Te gusta mi putita?
Siiiiii, gritaba yo.
¿quieres más?
¿Quieres que te meta mi verga?
Siiiiii, sí Papi, cógeme Papi, métemela.
Sacó sus dedos, puso más lubricante y apuntando su verga a mi culo, la empezó a meterla muy lentamente.
Ufff, la metió más de la mitad y se quedó quieto un ratito.
¿La meto más?
¿Quieres más putita?
Siiiiií, métemela toda.
Me culio un ratito, luego de un empujón la metió hasta el fondo de mi culo, sentí sus huevos pegando en la entrada de mi culo, se quedó quieto otra vez, la saco un poquito y volvió a empujar.
Me estuvo culiando un buen rato, se oía el ruido del agua y los gemidos llenos de lujuria que dábamos.
Sentado como estaba en el borde de la tina, me atrajo hacia él hasta que mi espalda quedó pegada a su pecho, me pellizcó los pezones mientras me besaba el cuello.
No me vayas a morder, le dije, soy casado y no puedo llegar a mi casa con marcas.
No te preocupes putita, no lo voy a hacer, muévete putita, mueve el culito tan tragón que tienes, volvió a besar mi cuello y mientras empujaba su verga más profundamente en mi culo me dijo:
¿Te gusta mucho la verga verdad putita?
Siií, gritaba contestándole.
Más tarde va a venir un amigo mío a traerme un encargo, quiero que lo conozcas.
Eh, pero…
Anda, ya verás te va a gustar, es joven y muy guapo, es hispano como tú y tiene una vergota más grande que la mía, vive aquí cerca.
Pues no sé, le contesté.
Mira, de todos modos, va a venir a traer mi encargo, te lo presento y lo conoces, si no te animas pues le invitamos a una o dos cervezas y lo despedimos, ¿qué dices?
Está bien, vamos a verlo.
Anímate putita, te va a gustar, deveras que tiene la verga bien grande, y le encanta coger putitas como tú.
¿Él sabe que estoy aquí?
No, no sabe nada, no te preocupes, es igual, si no te animas no pasa nada.
Está bien, vamos a conocerlo, le dije.
me siguió cogiendo mientras yo gemía como toda una puta llena de verga, el empezó a acelerar sus movimientos y un poquito después me llenó el culo de leche.
¡Ufff! Que rica estás putita, ¿te gustó?
Sí, le contesté.
Nos quedamos un ratito así abrazados, mientras él me cogió la verga y empezó a meneármela.
Espera, le dije, no quería acabar, quería disfrutar toda la noche y si me corría ahora sería muy difícil que se me pusiera dura de nuevo.
Está bien, dijo y salió de la tina.
Si quieres quédate un rato y relájate, yo voy por otras cervezas. Se fue y se llevó mi ropa y la suya.
volvió después de un buen rato, traía otra cerveza para mí, la destapó y me la pasó.
Te dejé ropa en la cama, cuando salgas te cambias y vienes a la sala, me dijo mientras me pasaba la cerveza.
Está bien, salí, me seque y fui a la recamara, sobre la caja encontré un pantalón deportivo, esa especie de pantalón que solo tienen un elástico en la cintura y una playera, me vestí y me fui para la sala, ahí estaba el viejo en el reclinable, siéntate me dijo, estaba viendo una película, en ella se veía un jovencito en un Sling como el que tenía el viejo en el cuarto, gemía como desesperado con la verga de un negro en la boca y otra en el culo, aquella verga le entraba hasta la garganta mientras el otro negro le introducía su gran verga hasta los huevos, los tres pujaban como locos.
En eso se escuchó el ruido de un carro, el viejo paró la película y puso un canal de deportes, Es el vecino me dijo, ya verás cómo te va a gustar.
Abrí la puerta y entró un hombre joven, como de unos 35 años , moreno, con bigote, tenía muy bonitos ojos y una sonrisa seductora, era un poco más alto que yo, y tenía un muy buen cuerpo, vestía un short deportivo, de esos con elástico en la cintura, como los que suelen llevar los activos en los gloryholes o cuando van a algún lugar a buscar culito pues son fáciles de subir y bajar, una camiseta sin mangas y sandalias.
Pasa, pasa le dijo el viejo, mira te presento a mi sobrino que vino a visitarme.
Mucho gusto, soy Manuel, me dijo.
Hola, yo me llamo Pedro, encantado.
Le entregó al viejo una bolsita de papel y le dijo, tenga vecino, son de lo mejor, los compré ayer en fortworth.
El viejo tomo la bolsita y la puso en la mesita de centro, fue a la cocina y trajo tres cervezas más.
Siéntate vecino, tomate una cerveza con nosotros.
Nos sentamos, el viejo en el individual y el vecino frente a mí, se acomodó su paquete y wow, pude ver que era una verga enorme, rápido me volteé hacia otro lado para que no se diera cuenta, pero lo hizo con Toda la intención de que yo lo viera.
Estuvimos platicando un poco, de pronto el viejo se levantó y caminó hacia la puerta. Voy a poner comida a los perros y aprovecho para fumar un cigarrillo, ahora vuelvo.
Esta bien vecino, no te apures.
El vecino se levantó y fue a la cocina por otras cervezas, me extendió una, pero yo le dije que no, Ya he tomado mucho y no estoy acostumbrado.
Haces bien, me dijo el vecino. ¿Y desde cuándo conoces a tu tío, ¿eh? Perdón, quise decir desde cuándo estás aquí con tu tío.
Ah, hoy llegue apenas, mañana me voy.
Oh que bueno, me dijo sentándose otra vez frente a mí con las piernas abiertas descaradamente, a la vez que se acomodaba su verga. ¿Y ya te enseñó su casa?
Sí, le dije.
¿Viste el cuartito de huéspedes?
Eh, contesté con cara de no saber de qué me hablaba.
El cuartito de allí atrás dijo señalando con la mano.
A, sí.
¿Y que te pareció?
Aquella plática y aquella visión de su verga me estaban poniendo nervioso y cachondo así que me levanté para ir al baño. Cuando entre al baño él estaba atrás de mí. Me abrazó y acercó su boca a mí oído susurrándome, Tu tío me invitó a cenar, ¿te dijo?
Yo estaba nervioso y súper caliente y él lo noto.
¿Ya te cogió tu tío?
Siiiiií, grité.
Él Cabrón del vecino había metido su mano por debajo de mi pants sobando mis genitales.
tenía razón tu tío, estás buenísima, me susurraba al oído mientras me bajaba el pantalón a la vez que sacaba su verga restregándomela por mi culo.
¡Ohhh ooohhh! Gemía yo, notando aquella verga restregándose por mi culo.
Cogió mi mano y me hizo agarrarle la verga. Era de verdad enorme.
¿te gusta?
Siiií, grité notando lo caliente que estaba aquel vergote.
Pues ya verás cuando la tengas dentro tuya, te voy a hacer gozar, hasta vas a querer más.
No, no creo que me quepa, le contesté.
Claro que te cabrá, ya verás cómo te entra toda, con poppers todo entra.
¿Poppers?
Sí, ¿no los conoces?
No, tengo una idea, pero nunca los he usado.
Pues ya verás cómo ayudan. Vámonos para la sala que ya viene tu tío.
Nos fuimos a la sala y en eso entro el viejo, tomo la bolsita de papel de la mesita de centro. Voy a ponerlos en su lugar para tenerlos a mano cuando los ocupemos.
Si, claro dijo el vecino con una risita y se encaminó al cuartito. Son Poppers, me dijo al oído.
¿Entonces que vecino, te quedas a cenar?
Sí, quédate le dije en voz alta para que me oyera el viejo.
Está bien, me quedo.
Entonces acá los espero, y se fue al cuartito de atrás, no se tarden.
No, ya vamos. Se terminó su cerveza y nos encaminamos al cuartito, el vecino me abrazó y así me llevó.
Ya verás que bien lo vamos a pasar mi amor, me decía mientras metía su mano por debajo de mi pantalón y sobaba mi culo. Cuando pasábamos por la recamara me dijo, espera un momento mi amor, quiero comerte ese culito antes que tú tío lo trabaje, ven, ponte de rodillas en la cama. Me bajo el pantalón y me puso en la cama de rodillas y se puso detrás de mí, abrió mis nalgas con sus manos y besó mi culo, mmm, qué rico mi amor que lindo culito tienes y que rico sabe. Metió su lengua en mi culo y agarro mi verga por debajo, mmm, que mojadita estás mi amor, eres bien cachonda.
Siiií, grité al notar su húmeda lengua.
dejó de besarme el culo y me dijo, vamos mi amor, tu tío nos está esperando, verás que bien lo vas a pasar, te vamos a culiar por todos tus agujeros.
Agarró mi mano y la llevo a su verga, la tenía super dura, gruesa y grande.
No te asustes mi amor, tu tío es un experto, es un viejo vicioso, ya verás cómo prepara tu culito para mí verga, le encanta ver cómo me culeo a sus sobrinitas.
Me llevó hacia el cuarto con su dedo en mi culo y besando mi cuello y orejas, entramos a aquel cuarto del placer, estaba casi a oscuras, pude ver una mesita junto al Sling, en esa mesa había dildos, lubricantes, buttplugs y otros artículos de placer, en la pantalla un jovencito era penetrado por una gran verga, mientras otra le culiaba la boca, saco la verga de su boca y abrió un frasquito de color oscuro e inhaló.
Ves me dijo el vecino, esos son los poppers.
El chavito puso una cara de vicio y se volvió a meter la verga hasta la garganta mientras un segundo hombre apuntaba su verga al culo que ya estaba ocupado por otra enorme verga, empujó y empezó a entrar mientras el chavito jadeaba y gritaba como loco, por poco tiempo porque el otro hombre agarro su cabeza y le volvió a hundir su verga hasta el fondo.
Lo ves mi amor, todo se puede me decía el vecino al oído mientras me desnudaba y luego se desnudó él.
Ven aquí putita, dijo el viejo que ya estaba totalmente en pelotas, siéntate aquí en el columpio.
Así lo hice, mientras el vecino me hizo acostar en el Sling, a la vez que el viejo me levantaba las piernas y aseguraba mis pies en el columpio.
Quedé con el culo al aire y mi boca a la altura de la verga del vecino. Él viejo empezó a besar mi culo mientras el vecino me pasaba un frasco de poppers, toma mi amor, ponlo debajo de tu nariz e inhala un poquito.
Así lo hice, apenas inhale sentí un gran calor en todo mi cuerpo, mi pulso se aceleró, sentí mi sangre correr más rápido por mis venas y una cachondez indescriptible. Abrí la boca y el vecino aprovechó para meter su verga en mi boca, apenas entro su cabeza, no creo que entrara, pero el vecino empujó y empujo, entró un poco, sentí que me ahogaba. El viejo vicioso metía su lengua todo lo que podía en mi culo y agarraba mi verga y la apretaba, luego les dio un apretón a mis huevos, abrí más mi boca y el vecino volvió a empujar su verga en mi boca, así mi amor así respira por tu nariz mi amor, vamos a dejarla un ratito así.
El viejo dejo de besar mi culo abrió una caja de lubricante y puso una buena cantidad en mi culo, metió dos dedos de un solo empujón, mmm, me dolió un poquito, el vecino empujó un poco más, metiendo algo más de la mitad de su verga en mi boca, yo ya no podía, hice un movimiento para que me la sacara de la boca, salió con un montón de Babas.
Ya mi amor, ya me dijo mientras me besaba, inhala otra vez mi amor, un poquito más profundo y abre tu boquita, mientras el viejo metía y sacaba sus dedos de mi culo. Inhalé otra vez. Volví a sentir aquella sensación de cachondez extrema.
Así mi amor, abre bien tu boquita, está ves vamos a ir un poquito más adentro. Volvió a meter su verga en mi boca, la metía y la sacaba culiando mi boca, cada vez la metía un poco más, el viejo metía un tercer dedo, mmm, gemí y el vecino agarro mi cabeza y empujo, empujó hasta que sentí aquella verga traspasando mi garganta, agggg, sentí que me ahogaba.
Tranquila mi amor, ya entró toda, ya está toda adentro de tu boquita, vamos a dejarla así un ratito, respira por tu naricita mi amor, si, así.
El viejo metía y sacaba sus dedos de mi culo y con la otra mano meneaba mi verga, cuando casi me asfixiaba, el vecino saco su verga de mi boca con un montón de baba y vomito, limpió mi cara y mi boca con una toalla y me besaba con cariño. Ya mi amor, ya pasó, ¿lo ves? todo está bien, no pasa nada. Me dejó respirar un rato mientras besaba mi pecho y mordía mis pezones.
¿Lista mi amor?
Siiiiií, grité.
Toma, inhala más profundo, puse el frasquito en mi nariz, Por el otro poro mi amor, inhala más, volví a inhalar, Ahora sí mi amor, respira, abre tu boquita.
Volvió a meter su verga en mi boca, a la vez que el viejo puso más lubricante en mi culo, está vez metió sus cuatro dedos, mientras el vecino empujó y empujo hasta que su verga volvió a llenar mi garganta, argf, casi me ahogaba.
Así mi amorcito, la sacó un poco y la volvió a meter, mientras el vecino empujó su mano dentro de mi culo. ¡Ahhh! Gemí de dolor, el vecino pellizcó fuerte mis pezones haciéndome sentir un agudo dolor que me hizo olvidar por un momento el dolor que sentía en el culo, El viejo empujó y empujó hasta que la base de su dedo pulgar golpeó con la entrada de mi culo.
Agggg, jadeaba yo, con aquella verga en el fondo de mi garganta, la sacó un poquito y la volvió a meter.
Mientras el viejo hacía dar vuelta a su mano dentro de mi culo, dilatando y haciéndome sentir un dolor aún más agudo.
al fin el vecino sacó su verga de mi boca con un montón de vómito, volvió a limpiar mi cara y a besarme el cuello y mis pezones.
Ya no sabía que me dolía más, si el culo, la garganta o los pezones, pero era más el gusto y el placer, que ya no me importaba nada, lo último que quería era que pararan de culiarme entre los dos.
Inhale una vez más, está vez más profundo, quería seguir gozando con aquellos dos cabrones que me estaban rompiendo el culo y la garganta, el viejo sacó sus dedos de mi culo y agarro mi verga llena de precum, Ay putita, estás bien mojadita, se ve que lo estás gozando.
Siiií, grité.
El viejo metía tres dedos de su mano derecha, luego metió tres de su mano izquierda y comenzó a abrir más mi culo que ya estaba súper dilatado, mientras el vecino volvió a culiarme la boca. Metía la verga hasta la mitad luego la sacaba y la volvía a meter. Así estuvieron los 2 un rato, mientras uno distaba mi culo el otro me culiaba la boca.
Luego el vecino me la metió más profundo que nunca mientras me apretaba los pezones. Uff mi amor, que rica boquita tienes, me decía metiéndome aquella verga por la boca.
Te dije que la putita estaba bien rica vecino, le decía el viejo.
Sí, tenías mucha razón vecino, esta es la mejor sobrinita que te has conseguido.
Cabrones, no era la primera vez que lo hacían, yo solo era una puta más que traían a aquella casa y a aquel cuarto de placer.
Yo ya estaba sintiendo que me asfixiaba y a el parecía no importarle, seguía penetrando mi garganta con aquella verga. Mientras tanto el viejo saco sus dedos de mi culo, mmm, putita que rica estás, decía el viejo llevándose mi verga a la boca empezando a mamarla.
aggg, me ahogaba, el vecino saco su verga de un tirón y yo vomité. Rápidamente agarro la toalla limpiando mi cara y pecho, Ya mi amor, ya pasó, tenía razón tu tío, eres una putita bien tragona y se ve que te encanta la verga.
Siiií, grité. En ese mismo momento que yo gritaba me vine en la boca del viejo que se tragó toda mi leche.
Que rica, decía el viejo lujurioso. Ya te la puedes culiar, le dijo al vecino, su culito ya está listo. Quiero ver cómo le revientas ese culito…
Muy bien vecino, vamos a ayudarla a bajar del Sling, nos la vamos a culiar en el piso, ¿te gusta mi amor?
Siiií.
¿Quieres que te meta mi verga?
¿Verdad que sí la quieres?
Siiiií, métemela, métemela, gritaba deseando sentir aquella vergota dentro de mi culo.
Me ayudaron a bajar del columpio poniéndome en el piso. Mis piernas me temblaban y sentía que me caía.
El viejo, se sentó en el suelo con sus piernas abiertas y su verga bien dura frente a mí cara. Mientras el vecino se puso detrás de mí apuntando su verga a mi culo.
Espera, dijo el viejo pasándome un nuevo frasquito de poppers. Toma putita mía, este es más fuerte, inhala muy profundo, eso nos va a ayudar.
Inhalé, y era cierto, este era más fuerte. Me hizo ver estrellas, lo único que quería era una buena verga llenando todos mis huecos, estaba súper cachondo.
El vecino puso un poco de crema en mi culo, luego me agarro fuerte por mis caderas y empujo su verga. Ufff, apenas entró un poquito. Puso una de sus manos en mi espalda y me empujó hacia el piso. Mi boca quedó frente a la verga del viejo que rápidamente, agarrándome por el pelo metió toda su verga en mi boca.
Me sofoque un poco, pero nada que ver comparado con la verga del otro que estaba a punto de llenarme el culo.
El pinche viejo soltó mi pelo y con sus dos manos abrió mis nalgas para facilitarle al otro su trabajo.
El vecino empujó su verga dentro de mi culo hambriento. Sentí como entró un buen pedazo, mmm, gemí con la verga del viejo en mi garganta.
Cabrón vecino que buen culo tiene tu sobrinita. Ya se tragó la mitad de mi verga sin ningún problema.
Sí, te dije que era muy puta, que le encantaba que se la culiarán.
¿Verdad putita?
¿Verdad que te encanta que te rompan el culo?
Te he visto varias veces en la tienda y siempre vi cómo te pasabas la tarde chupando vergas. A mí ya me la habías mamado varias veces y también vi cómo varias veces te llevaban a aquel cuartito para cogerte, por eso planeamos traerte a mí casa y culiarte entre el vecino y yo.
¿Te gusta putita?
Siiií, me encanta dije sacándome la verga del viejo mientras el vecino me culiaba y lentamente iba enterrando su verga más y más en mi culo.
El viejo me volvió a meter su verga en la boca, mientras el vecino me llenaba el culo completamente con su verga. Mira mi amor, ya la tienes toda dentro.
El viejo agarrando mi mano la llevó a mi culo. ¿Lo ves mi amor? Ya no queda nada fuera.
Estiré mi mano por abajo de mi cuerpo, pudiendo tocar sus huevos que pegaban con los míos. Wow, estaba toda dentro de mi culo, sentía como chocaba su pelvis contra mis nalgas, escuchándose el plof, plof plof plof, cada vez que esta golpeaba mi culo.
Siguió culeándome lentamente, metía y sacaba su polla una y otra vez. Notaba sus huevos chocar con la entrada de mi ano, oyéndose el golpeteo que daba su pelvis contra mis nalgas, cada vez que me ensartaba su polla, plof, plof plof plof, se podía escuchar.
Mientras el vecino jadeaba haciéndome suyo, se escuchó gemir al viejo, ¡ooohhh ohhh! Me vengo, me vengo, gritaba.
Se vino en el fondo de mi garganta. Sentí como su leche pasaba a mí estómago, se quedó un ratito quieto y luego su verga se empezó a desinflar. La sacó de mi boca y se levantó como pudo.
Ahora sí, ya es toda tuya vecino, ahí te la dejo, disfrútala. Rómpele el culito.
Sí, no te preocupes, me la voy a culiar bien culiada, tu sobrinita también lo va a gozar, ¿verdad mi amor?
Siiiiií, grité mientras gozaba con la polla del vecino ensartada en mi culo.
Empujó mi espalda hasta que mi cara quedó apoyada en el piso.
Que buena estas mi amor, te voy a coger como lo que eres, una linda perrita…
Siiií Papi, gritaba sintiendo su polla entrando una y otra vez en mí, cógeme, cógeme, le gritaba.
Se puso en cuclillas con sus piernas a mis lados y me culio como una perra, yo me moría de gusto, no era la primera vez que aquellos Cabrones hacían esto, por lo que hablaban entendí que ya lo habían hecho con otros, pero no me importó, aquel viejo y ahora está verga me estaban haciendo gozar como nunca y eso era lo que importaba.
En eso me agarró por los hombros y me jaló hacia atrás hasta que quede de rodillas pegado a su pecho con su verga aun en mi culo.
Nos vamos a parar mi amor, te quiero culiar en otra parte, vamos a París despacito, no quiero que se te salga, te quiero llevar así ensartado.
Nos Paramos, y cómo pudimos me fue llevando hasta uno de los taburetes, haciéndome sentar con el culo al aire y su verga que casi se salía de mi culo cosa que yo tampoco quería, me puso los poppers, inhalé dos veces bien profundo, entonces fue metiendo su verga muy despacito pero firme, mientras me abrazaba y me decía al oído, así mi amor, así, ¿te gusta mi amor?
Siiiiií.
¿quieres más mi amorcito?
¿La meto más?
Siiiiií, métemela toda, cógeme, lléname el culo.
Que rico papi, que rico.
Estuvimos así un rato. Luego agarro mi verga desde atrás, ¡ufff! Qué mojada estás mi amor, ¿ya te corriste?
Noooo… grité notando como su mano acariciaba mi polla y genitales.
No te corras todavía mi amor, ya falta poquito.
¿Quieres mi lechita? ¿Te los echo en tu culito?
Siiiiií, grité con desesperación.
Me bajó del taburete, yo ya no sentía mis piernas, estaba agotadísimo.
Ven mi amor. Me fue llevando abrazado y ensartado hasta una de las paredes, ahí había una banquetita como de unos 15 Centímetros de alto.
Súbete, mi amor.
Me ayudó a subir uno de mis pies, luego el otro, quedé recargado sobre él, me agarré como pude de su nuca, mientras él me abrazaba fuerte. Me culio así un ratito.
¡Ohhh! Me vengo, me vengo bufé.
Espera mi amor, espérame. Apretó el tronco de mi verga, no acabes todavía. Empezó a acelerar su mete y saca…
Suéltame, mi amor, suéltate de mí nuca, no tengas miedo, no te vas a caer.
Me solté de su cuello.
¿Lo ves? Yo te dejo mi amor, me dio un empujón a la vez que me la sacaba un poquito y de repente me soltó haciéndome caer con todo mi peso.
Quedé ensartado en aquella enorme verga, sintiendo un dolor insoportable que pronto pasó, cuando de repente empecé a venirme a grandes chorros embarrando la pared, ¡ooohhh ohhh! Me vengo, me vengo, gritaba mientras su verga empezó a palpitar dentro de mi culo, sentí sus chorros derramándose en lo más profundo de mi culo.
Ahhh, ufff, agghgg, solo se oían jadeos y gemidos.
Al fin empezó a sacármela muy despacito. Cuando terminó de salir, solo se escuchó como un corcho, plofff.
Me bajó de la banquetita y me soltó. Sentí que me caía y rápido me abracé a él.
ya, tranquila mi amor. Ya pasó, ya pasó.
¿Te gustó?
Siiií.
Veo que ya acabaron, se escuchó la voz del viejo en la puerta, estaba vestido con un pijama. Que rico te cogieron putita, es increíble cómo te la tragaste toda.
Continuará…