Desde muy pequeño me ha gustado mucho oler, lamer, besar, hacerle el amor a los tacones, chanclas, baletas, sostenes y calzones de las mujeres, mas cuando ellas no lo saben, y aunque esta historia paso hace mucho tiempo, un bello recuerdo me hizo escribir este relato con mi prima Liliana.

Mi prima es bonita, tiene sus dotes, es blanca, de cabello liso castaño, pecho y cola a su medida del cuerpo, pero unos pies muy muy ricos, deliciosos, pero no puedo olvidar aquellas  sexys, baletas, uffff, realmente me ponían la verga muy dura, y hoy les contare lo rico que fue hacerle el amor a sus baletas doras hermosas, sexys que tenía en ese tiempo, y que pude probar y llenar de semen.

Mi relación con mis tias, primas y primos es algo lejana, nos hablamos en momentos específicos, reuniones familiares o cuando nos encontramos por la calle, pero no soy de los que visita muy seguido a la familia, a menos de que tenga un interés, como en este caso, desde que vi que mi prima tenía esas baletas doradas que me pusieron la verga dura, me puso como objetivo tenerlas en mi boca y verga, pues eran muy deliciosas, de punta larga y con unos adornos que las hacían ver muy ricas, muy deliciosas, y aunque nunca le había llenado de semen algo a ella, esta vez fue diferente, pues encontré la motivación perfecta para conocer el aroma y sabor de sus pies.

En ese entonces vivía en mi lugar de origen, y ella vivía con sus padres, una hermana (Jazmín) y un sobrino, así que debía pensar la manera en la cual podía tener esas ricas baletas solo para mi, donde pudiera disfrutar de todo su aroma y sabor sin que nadie me interrumpiera, y por mi poca cercanía a ella, no quería que sospechara nada, por lo que me acordé que un amigo tenia un grupo de teatro y pensé (Le diré que el amigo necesita un estilo de zapato tal como las baletas que ella tenía, misma estrategia que use con la profesora Adriana “estrategia que use para obtener unas ricas chanclas de su hermana Jazmín y de otras mujeres que ni conocía, no me fallaba”) era una excusa perfecta para obtener sus ricas baletas y de esa manera podría tenerlas en mi cama sin que ella sospechara algo.

Deje pasar unas semanas más, quería que sus baletas absorbieran mucho de sus pies, quería que mi  primera vez su aroma y sabor fuera mágico y recordarlo siempre, como en este momento que me lleva a escribir el relato.

Al paso del tiempo que me di de espera tome la decisión de ir a la casa de la tía donde vivía mi prima Liliana y sin dudarlo le presente la excusa que me había inventado, ella se rió y me dijo,

Liliana: Enserio necesitan algo así? Y para que?

Yo: Si, resulta que mi amigo piensa una parafernalia diferente y piensa en ese tipo de zapatos para darle un toque de realeza (pues su baletas eran tan hermosas que parecían de princesas)

Liliana: Jjajaja, listo Juan, yo te las presto, pero me las cuidas mucho y cuidado me hacen vudú jajaja

Yo me reí y le dije, no cómo se te ocurre, yo estaré presente y les pondré cuidado.

Ella fue a buscarlas y me las entregó muy inocente de lo que realmente les iba a pasar, las tomé en mis manos, las empaque en el bolso que llevaba del colegio y con el corazón muy acelerado por lo que estaba haciendo (apenas estaba iniciando en este gusto de prestar cosas de otras mujeres para tenerlas en mi casa) me fui para mi casa, recuerdo que eran las 4 de la tarde, sabía que no las podía follar hasta la noche, puesto mis padres estaban en casa, así que las deje en el bolso, era un lugar muy seguro y con muchas ansias esperaba que llegara la noche para poderlas tener y llenar de semen.

Al llegar la noche y al ver que todos están acostados, no dude en llevarme las baletas para el baño, un lugar solo y privado, perfecto para hacerle el amor a las baletas de mi prima. Cuando llegue al baño le pongo el seguro a la puerta y de inmediato saco las baletas de la bolsa donde me las entregó la prima, ufffff que ricoooo, el aroma era tan rico, ufff, un olor tierno, dulce, sudor de sus pies con crema, el olor perfecto, mi verga se empezó a poner dura, el aroma era tan delicioso, nunca pensé que los pies de Liliana fuera tan rico, nunca me había fijado en algo de ella, porque usaba cosas que no me llamaban la atención, pero esas baletas rompieron esa situación, me desvestí, y me arrodille, primero me acerque el par de baletas a mi cara, quería sentir mucho su olor, respiraba muy fuerte para tener más de su aroma, las lamia y me embriagaba con su sabor, después de un rato llegó el momento de penetrarlas, de quitarles la virginidad, así que cogió la baleta izquierda y muy suave le fui metiendo la verga, ufff que ricooo, estaba tan llena de pre seminal que resbalaba muy rico en su interior, que rico que sentía, mientras mi verga penetraba una, la derecha la olia y besaba mucho, en ese entonces no mencionaba el nombre de las dueñas de las cosas que me comia, pero si disfrutaba mucho, decía “que rico, mmm, que rico, huelen tan rico, saben tan rico” así arrodillado le hacia el mete y saca, hasta que no aguante mas y me vine en el interior de su baleta izquierda, ufff, que rico fue hacerle el amor, y cuando me retiro la baleta veo como todo el semen se apodera de todo el interior de la baleta, mmm que ricooo, que morbo tan delicioso se sentía.

Me limpie y termine de reflejar todo el semen en la baleta, para que el semen fuera secándose y así podérselas devolver a mi prima para que las usara de esa manera, me vestí y me fui para la habitación, totalmente satisfecho por lo que había disfrutado de las baletas de mi prima Liliana, las empaque en la bolsa, luego en el bolso y al otro día se las entregue, llenas de mi semen seco, a los días vi que las llevaba puestas, ufff que ricooo, mi semen ya estaba en su pie, que rico es ver eso, es una sensación deliciosa.

Y no fue la única que vez que pude disfrutar de esas ricas baletas, pero además pude disfrutar de otras y sus tacones, totalmente desnudo en su propia cama, al igual que unas ricas chanclas rosadas de su hermana, mi otra prima Jazmin, a quien también le hice orgia con sus tacones en su cama.