Mi mujer (Eva) y yo (Pedro), nos casamos relativamente jóvenes, luego de cerca de cinco años de enamoramiento y de mantener casi una permanente relación intima.

Fui muy feliz cuando descubrí al tener nuestra primera relación sexual, que era VIRGEN ¡!!!, eso que había tenido como siete enamorados, pero nadie fue capaz de conseguir que le entregué su más preciado tesoro.

Yo fui el primero y me enorgullece que haya conseguido que sea así.

Luego de varios años de matrimonio también le rompí el culo, se resistió a que se lo haga , pero finalmente le pude hundir mi verga de 20 cm aproximadamente, cuando la rompí lloro un poco pero después le gusto y cada mes por lo menos le doy una cachada por el culo o como le llamamos por el canal dos.

Mi mujer es una mujer que no tiene un gran cuerpo, pero se defiende con las tetas que se maneja y sobre todo el poto que lo tiene bastante grande.

Tiene unos ojos encantadores y una boquita celestial, es decir una cara bella, es blancona. En la cama hay que calentarla bien para que responda en el momento del cachondeo, le gusta que la acaricien el poto, las tetas, le chupen la vagina (la enloquece) y la pose del perrito le gusta mucho. Cuando le estoy haciendo por la vagina le gusta que le meta un dedo o dos por el canal dos, eso la excita cada vez más , y pide que se lo meta hasta con los huevos incluidos: ¡¡más, mas, dame más de tu pene, tu verga ¡!.

Todo andaba bien hasta que un día leí en un artículo lo interesante que podía se para una pareja que se contara sus fantasías sexuales y que las tratara de escenificar cuando estábamos en nuestra relación íntima. Le propuse a mi mujer poner en práctica para mejorar más nuestra relación íntima; al principio no quería hasta que accedió, me parece más por curiosidad de saber de quién me estaba antojando yo, que por ella misma.

Es así que le conté a mi mujer que mi fantasía sexual era una vieja amiga común que la habíamos hecho nuestra comadre, al bautizar al tercero de nuestros hijos. Era una mujer de nuestra edad más o menos (43-45) que estaba bastante bien a pesar de que también tienen cuatro hijos, siendo una de ellas vivo retrato de su madre cuando tenía su edad. (20), dicho sea de paso cuando yo conocí a su madre me masturbaba con el solo hecho de pensar que podía tirármela.

Grande mi sorpresa cuando me dijo que su fantasía sexual el compadre , es decir el marido de mi comadre, y por ende la mujer que yo deseaba. Cuando me dijo eso pensé que lo decía por bronca, por rabia, por lo que yo deseaba a la comadre. Pero no, recién es que me comentó que en todas las fiestas que organizaban amigos comunes, y nuestros compadres estaban, bastaba que nos alegráramos con unos traguitos para que el compadre le diga que le gustaba mucho, que era muy linda, y un día le propuso llevársela a la cama, a lo cual según mi esposa le dijo que no, que ella le era fiel a mí. Pero este compadre quería de todas maneras poner me cuernos, e insistía e insistía, para lo cual utilizaba todas sus dotes de galán empedernido. Estos avances le habrían gustado a mi mujer, y sobre todo que le comenzó a gustar el compadre en sí mismo, por lo que decidió seguir el juego, aunque sin llegar a acostarse con él según me juró por nuestros hijos, y yo le creo, porque tengo confianza en ella.

El paso siguiente que acordamos con Eva, fue que por lo menos una vez a la semana íbamos hacer que el otro represente la fantasía correspondiente. Así entonces que una vez yo hacía del mi compadre, y ella me decía ACARIECIAME EL POTO QUE TANTO ALABABAS CUANDO BAILABAMOS JUNTOS, ACRAICIAME, CHUPAME LA ZORRA, ASSI ASIIII, METEME LA LENGUA HASTA EL FONDO, QUE RICA LENGUA TIENES, LARGA Y GRUES, AHORA YA NO AGUANTO HAZME EL AMOR COMPADRE, COMO TU ME HAS DESEADO TANTO TIEMPO, Y YO TAMBIEN AH….. QUE RICO , ASI ASIIIIIII, PRIMERO DEPSACIO Y DESPUES COMO UN TORO EMBISTE A UNA VACA, AYYYYYYYY, METEME TU PICHULA HASTA EL FONDO, QUE GRANDE QUE LO TIENES , ESOS HUEVOS QUE RICO ME GOLPEAN , AH…… QUE RICO, METEME LOS DEDOS EN EL ANO, UNO, DOS ¡¡¡, UY CREO CACHAS MEJOR QUE TU COMPADRE, QUE MI MARIDO, QUIERO TU LECHE PARA QUE LOS CUERNOS DE MI MARIDO ESTEN BIEN PUESTOS, DAME TU LECHE CALIENTITA, DAAAAAAME YA, AY QUUE RIIIIIIICO. Esas palabras de mi mujer me arrechaban un montón y le daba unos polvos de campeonato mundial a mi mujer. 

Cuando ella hacía de la comadre, yo decía palabras parecidas haciendo referencia a la comadre, al culo que tenía, al culo que yo deseaba de tantos años, y a ella también la excitaba bastante. Habíamos encontrado la forma de mejorar nuestra relación sexual.

Pero estas fantasías se podrán hacer realidad alguna vez, solo el tiempo lo dirá. Si es así se los contaré detalladamente.