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Nuestra amiga Maribel

Nuestra amiga Maribel

Mi nombre es Maribel tengo 40 años y estoy casada con José aunque ahora mejor seria decir separados, ya que por motivos de trabajo esta fuera de casa durante largos periodos, y voy a contarles una aventura que tuve hace un mes.

Yo soy flaca de mediana estatura con un pompi regular y hasta el año pasado tenía muy pocos senos, problema que se soluciono gracias a unas prótesis muy bien puestas.

Después del implante y los estupendos pechos que me pusieron, imagínense la emoción que tenia que comencé a comprar nuevas camisetas que permitieran que mis pechos se vieran provocativos, ahora que ya eran míos.

A José no le dije nada para darle una sorpresa cuando volviera, lógicamente a mis amigas si se lo conté ya que en realidad eran mis únicas confidentes, y de verdad que me ayudaron en todo el proceso.

Resulta que un día me invitaron a comer mi amiga María José y su pareja, por supuesto no pude evitar que el tema de mis nuevos pechos provocara que fuese el centro de la conversación, y por supuesto le llamó la atención a Marco (su pareja) y surgieron preguntas como que tan traumática es la operación, cuanto dura, se pierde el tacto en el pecho o se siente que son prótesis cuando se tocan, en fin una paliza teniendo en cuenta que ya se los enseñe a Mª Jose en varios momentos después de la implantación y me imagino que se lo contaría a Marco, para animarlo y quien sabe si para que ella se los pusiera, aunque los tiene muy bonitos y de tamaño normal.

Ese día fuimos los tres a comer a un restaurante y fui notando como Marco que conoce perfectamente la facilidad con que Mª Jose se pone a tono con el vino, insistió veladamente en que el vino no faltase de nuestras copas y nos animaba continuamente a beber.

La verdad la comida fue muy agradable y me percate totalmente como las miradas furtivas de Marco siempre tenían como objetivo mis senos, claro de una manera muy disimulada, cosa que me ponía incomoda ya que no es lo mismo que me la viera un desconocido a que me la trate de ver un amigo por la camisa, en fin creo que MªJose se dio cuenta de la situación y le comentó algo al oído, pero por las risitas Marco tuvo que aprovechar el momento para excitarla con sus comentarios.

Los postres continuaron entre copas, temas subidillos e intencionados de tono y más copas hasta estar todos un poco bebidos.

Después del restaurante y dado que mi casa estaba cerca se me ocurrió invitarles a tomar la ultima antes de que se fuesen para seguir con sus respectivas tareas.

Al llegar a casa Marco y MªJose se pusieron a bailar en el salón mientras yo preparaba unas copas, con la sorpresa de verles descaradamente demasiado acaramelados cosa que no habían hecho antes en mi presencia, fui a ponerme mas cómoda ya que no tenia intención de salir.

Cuando volví al salón, continuaban bailando y el cierre de su vestido estaba casi a la altura del ombligo debido a las caricias que Marco estaba suministrando a sus senos, al verme MªJose hizo el intento de subirlo ya que se podía apreciar fácilmente gran parte del sujetador, sin embargo, Marco de una manera muy disimulada la tomo de la mano evitando que lo subiera, es más, trato de bajarlo situación a la que ella presto resistencia.

Marco me pidió que preparara otra copa a Mª José y para todos ya que la anterior había ya desaparecido, luego comenzamos a conversar ya bastante bebidos, y bingo apareció el tema de mis senos, Marco comentó que Mª José se las quería poner pero él pensaba que se sentirían diferentes a lo que yo le dije que no que todo era igual, con la única diferencia que eran mucho más grande, pero Marcos no lo creía, diciendo que no era lógico que al tacto fuera igual, ya que el seno ahora tiene una masa de silicona y nunca podría ser lo mismo, nosotros le explicamos que la prótesis se coloca por detrás de los tejidos del seno, sin embargo, él insistía a tal punto que sin saber lo que decía le dije que me tocara un seno, a lo cual, Mª José puso remilgos tan tontos que por convencerla empece a decir que cual era el problema que Marco los tocara, que al fin de cuenta para hacerme la operación muchos hombres, médicos, pero hombres al fin me lo habían tocado y hasta visto un montón de veces, bueno tuve que convencer tan bien que Marco me toco el seno por encima del chandal, claro de una manera muy tímida y respetuosa, apenas rozando sus manos contra mi pecho pero percatándose de que ya no tenia sujetador.

Esta situación puso a Marco y creo que también a Mª José, al rojo vivo, sirvió otra ronda de copas y me saco a bailar, luego empezó a tocar mis senos, y a tratar de bajar la cremallera del chandal para sacarlos, yo me aparté de él ya que me daba corte delante de ella, sin embargo, esto no sirvió de mucho.

Al sentarme le dijo a Marco que lo mejor de la operación es que no quedaban marcas e insistió en que le mostrara mis pechos quizás por llevarla antes la contraria o porque estaba ya muy cachonda, el caso es que me quede impresionada al oír a MªJose diciéndome ¡Si Maribel, si no hay ningún problema es simplemente para ver como quedan si total casi están fuera con la cremallera como la tienes!, de verdad que me di cuenta que asi era, y que estábamos todos cachondos y sin importarnos lo que decíamos.

Al poco tiempo ya estaba Marco bajandome totalmente la cremallera del chandar y sacando mis pechos fuera y al rato estaba yo solamente con el pantalón, y me fije que MªJose estaba enseñando su sujetador y bragas, en este momento yo estaba completamente mojada y al agarrarme Marco e iniciar sus masajes en mis senos quede a sus ordenes, hasta que sentí que mientras el me besaba y acariciaba mis tetas MªJose se había quitado el vestido y el sujetador y estaba bajándose las bragas, sentí unas manos quitándome el pantalón y las bragas, simplemente no hice el menor intento de evitarlo y deje que continuara, sentí su boca en mi senos, insertando sus dedos por mi vagina tratando de meter su lengua, esta situación hizo que tuviera un orgasmo, al ver como ella participaba tan activamente con mi cuerpo, era la primera vez que alguien del otro sexo me tocaba por estas partes, Marco se dio cuenta de lo lubricada que estaba al punto que prácticamente me metió toda su mano y con el flujo de mi vagina aceito mi ano para atravesarlo con su dedo gordo y moverlo a gran velocidad.

Mientras tanto tenia su pene en la boca de MªJose y le presionaba la cabeza contra su estomago de tal manera que casi no podía respirar, en eso Marco saco sus manos para aparecer entre ellas su polla, en ese momento MªJose reacciono y le dijo a Marco que tocar si, pero que el únicamente puede follar con ella, y me puso en cuatro patas y me penetro sus dedos delante de Marco, yo al ver su polla tan recta le eche una mamada mientras que sus ojos solo veían mi raja mientras que MªJose se entregaba a tocarla y chuparla, el caso es que antes de correrse en mi boca saco la polla y lleno mis senos de su liquido, entonces sin saber como me dedique a restregarlo y frotarlos, viendolo, vino Maribel a participar conmigo y empezo tambien a chuparlos.

Fue una situacion maravillosa y excitante que al terminar nos dejo a las dos mirandonos sin decir nada.

Creía que habíamos terminado y nos quedamos tendidos con él en medio de nosotras, pero MªJose no disfruto de ningún orgasmo, que yo hubiese notado, de los que es una viciosa empedernida, por eso al cabo de un rato le susurro algo a Marco al oído y note como su mano derecha iba a mi rajita y la izquierda a la de ella, me pidió que mis manos separaran los labios, a ella lógicamente no hizo falta ya que es algo deben hacer a menudo y yo iba a comprobar lo que sabia por ella de los orgasmos que conseguía con el así, y de verdad que fue lo mas maravilloso que he sentido nunca. No me acuerdo cuanto duro pero todavía tengo en mi memoria la sensación de esos dedos mágicos tocando de mil formas mi puntito y como me venían múltiples sensaciones orgasmicas que el mismo retrasaba con movimientos diferentes hasta que empece a oír los gemidos y gritos de MªJose retorciendose de placer y entonces me dije ir y tuve un orgasmo increíble de esos que repites continuamente que es lo mas maravilloso y no deseas que acabe nunca.

Definitivamente fue una experiencia muy fuerte para nosotros, al terminar con esta locura todos estuvimos de acuerdo en no repetir más esta situación y jamás contarle a José lo sucedido. Sin embargo, nosotros después de esa experiencia la hemos comentado entre nosotros como algo que nos hizo unirnos en nuestra amistad de forma distinta.

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