Mis primeras experiencias

Que tal, como muchos aquí, buscamos la forma de contar nuestros secretos referentes al sexo y esta es mi historia.

Actualmente tengo 54 años, casado por segunda vez, con dos hijas la cual una, ya me hizo abuelo.

Me llamo Samuel y todo comenzó a la edad de 18 años, en ese tiempo era muy delgado, deportista y alto, lo cual me hacía aparentar más edad. Trabajaba en una imprenta como aprendiz por las tardes y por las mañanas asistía a la secundaria. Como todos los niños de mi edad, me encantaba ver revistas porno, que en aquel tiempo era el único acceso para masturbarse imaginado que uno, aunque, muy difícil conseguirlas. El dueño del taller un hombre de unos 42 años, muy buena onda, nos trataba muy bien a mi y a otro empleado que trabajaba ahí de unos 19 años.

A veces, muy seguido, el se salia del taller y nos dejaba solos y llegaba hasta casi la hora de salir, en esos momentos, el otro chavo y yo aprovechamos para ir a su oficina para ver unas revistas que, «accidentalmente » encontramos en un mueble que tenia junto a una cama individual qué tenía ahí mismo. Esto lo hacíamos, regularmente, a la hora de la comida en que no estaba el, mi compañero agarraba una y yo otra y nos acostábamos en la cama para verlas. Casi no hablábamos solo las veíamos y de vez en cuando mi compañero comentaba «que buena vieja», «Que culote», etcétera.

En una ocasión en que sabíamos que no iba a regresar el jefe, fuimos a ver las revistas antes de la comida, yo siempre cuidaba, por pudor, esconder mi erección y mi compañero también pero en esa ocasión el sin ningún problema saco su verga del pantalón y comenzó a masturbarse, yo me quedé sorprendido tanto por su acción como por ver su verga de fuera, nunca antes había visto una verga de cerca, solo las de películas y revistas porno. Aunque no la tenia muy grande si era más grande que la mía, morena, el grande un poco más claro y unos huevos qué se veían grandes y todo lleno de pelos. Yo no podía dejar de ver su verga y como la manipulaba de arriba a abajo y como se le hinchaba en cada apretón qué le daba, yo solo usaba la revista para tapar mi cara y no se diera cuenta de que lo veía, pero esto no paso, se dio cuenta e incluso cuando iba a terminar, me dijo, » Mira cuanta leche me voy a sacar», hice la revista a un lado y con la boca abierta, vi como aventó 5 chorros de leche blanca que caían en su abdomen y como su verga se hinchaba abriendo el ojillo de la verga con cada chorro. El con los ojos cerrados dejo de menear la verga y parecía dormido con una cara de satisfacción qué parecía totalmente relajado.

Cuando abrió los ojos solo me dijo «Que rico me vine cabrón, deberías jalartela para que veas lo que se siente». Yo solo sonreír nervioso y me negué, el se limpio y seguimos en el trabajo como si nada.

CONTINUARÁ…