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Mi compañera de la facultad

Todo comenzó a fines de agosto de 1993, empezaba mi segundo cuatrimestre del Ciclo Básico Común, en Avellaneda. 

Era sábado…, y sin ganas de hacerlo tuve que concurrir a mi 1er clase de Análisis, la facultad estaba plagada de unas minas tremendas, no muy altas, bien desarrolladas y con unos pechos y unas colas que ningún varón podía resistirse a ver…, pero en mi curso de Análisis no había ninguna de esas… estaba lleno de feúchas y gordas (por lo menos fue lo que vi los primeros 15 min. de clase). 

Pero ese día, luego de casi 20 minutos de comenzada la clase llego una chica de esas que parecen sacadas de una edición de lujo de playboy, cuando abrió la puerta todos miraron quien era…todos los muchachos quedaron con la vista clavada en sus curvas, sus piernas, sus pechos…era algo perfecto, media no más de 1.70, era rubia y de ojos verdes intensos…, era un sueño.

Se sentó una fila más adelante que la mía y en una posición que no tenía a nadie tapándome para observar incansablemente sus hermosas piernas y su rostro angelical, nunca se me hubiera ocurrido que esa mujer de apariencia angelical me haya echo vivir lo que sucedió un par de meses más tarde… (Pero no nos adelantemos). 

Con el correr de los días, mis compañeros y yo notamos que la chica solo hablada con un par de compañeras que tenía al lado de ella, ninguno de nosotros se animaba a decirle una palabra…, no es que fuéramos tímidos, sino que la belleza de aquella chica llamada Natalia dejaba mudo a cualquiera al queres saludarla siquiera… 

Los días pasaban y todos estábamos cada día más calientes por ella, ningún chico salía al intervalo de 15 min que nos daban, aunque Natalia saliera, ya que estábamos todos con una excitación tan grande que no podíamos disimular que estábamos al palo, nuestros jeans nos apretaban de tal forma que no podríamos siquiera ponernos de rodillas… 

Al salir del curso me di cuenta que podría obtener información de Natalia gracias a una amiga que charla siempre con ella, Sandra me contó que era bastante tímida y no charlaba excepto que alguien le diera el pie, (ahí me di cuenta que era más difícil de lo que pensaba de que algo llegara a pasar entre ella y yo), siguió contándome Sandra acerca de ella, hablamos bastante sobre Natalia, aunque Sandra estaba podrida de hablar de ella, me hacia la gamba porque sabía que moría por ella, lo más importante fue lo que llego al final, me comento que noto hace un par de días que suele mirarme de reojo, ya que estoy en la fila de atrás y un poco más a la derecha, yo no podía creer lo que Sandra me contaba…, le dije : ‘Me estas gozando?’, aunque la convicción de su respuesta me saco de dudas :’ No nene, te digo la verdad…, sino mírala durante un rato y lo vas a notar’…, no dude en saludar a Sandra y tomarme el colectivo después de eso…, era lo único que necesitaba saber. El Martes de la semana que viene llego mi siguiente clase con ese minon alucinante…, no dude de entrada en comenzar a fijar mi vista en ella, pero pasaban los minutos y solo tomaba apuntes y prestaba atención a la profesora, como se supone que una chica estudiosa y responsable haría, pensé en levantar me dé la silla y comenzar a putear a Sandra por el verso que me había metido, pero en el instante en que gire mi cabeza y deje de observar a Natalia, note que había girado su hermoso y suave cuello para comenzar a mirarme con esos hermosos ojos verdes, sus labios carnosos y gruesos me hicieron caer la primer gota de transpiración, yo comencé a mirarla de la misma forma y ella deslizo un leve sonrisa insinuante, no podía creer lo que mis ojos veían… 

Después de ese echo desperté la envidia de todos mis compañeros, ya que además comencé a charlar con Natalia y a sentarme junto a ella. 

Yo odiaba la clase, nunca le prestaba atención, pero Natalia que siempre fue dedicada y estudiosa y ahora pasaba las 3 horas de clase charlando conmigo y no dejábamos de vernos fijamente mientras que cada uno de nosotros miraba el cuerpo del otro con cierta timidez, yo no podía de dejar de ver un minuto sus hermosos y redondeados pechos de adolescente, sus piernas, su cintura, y aunque nunca podía pasar mi vista a través de su pollera no dejaba de intentar ver su concha, era algo que se tornaba incontenible… 

Llego el día de la primavera, y mis compañeros me habían invitado a ir a un campamento, pero ese mismo día a la salida de la facultad Natalia dijo las palabras que cambiaron el sentido de mi vida sexual para siempre : ‘No queres venir el sábado 21 conmigo a algún lado?'(con una sonrisa complaciente y asomando la punta de su lengua de forma amenazante)…, yo sin dejarla terminar conteste apresuradamente que sí, me dio su dirección y la anote en la primer hoja que tuve a mano…, le dije que iba a estar en su casa a las 20:00 horas y nos despedimos besándonos muy cerca de los labios, había entre nosotros, algo que no podía aguantar más tiempo… 

Pero llego el gran día, el 21 de setiembre, llegue a su departamento a la hora acordada, toque el timbre del 3ero ‘A’ y una voz suave y al mismo tiempo increíblemente excitante me dijo : “Pasa…”, me estaba esperando, tome el ascensor y en esos tres pisos pensé de todo, la calentura que tenía me hacía sudar de una forma increíble, mi pija empezó a endurecerse de a poco, como presumiendo que algo grande iba a pasar. 

llegue a su piso y me estaba esperando en la puerta del ascensor, abrí la puerta y me topé con ella, estaba más fuerte más nunca, tenía puesto un top muy ajustado y blanco con un corazoncito en el medio, tenía puesta una pollera más corta que la de costumbre, era algo increíble, no podía disimular lo caliente que estaba, ella directamente sin saludarme me tomo de la mano y me llevo adentro de su departamento, cerró la puerta con llave y sin decir una palabra desde que nos vimos en el ascensor me comenzó a mirar de una forma que suponía que me decía : “Que esperas?”, y supuse bien…muy bien, en ese momento la tome de la cintura y le di un pico bastante prolongado, cuando la solté ella comenzó a relamerse, lamiendo lo que había quedado de mi saliva en sus labios, en ese momento me llevo apresuradamente a su habitación, para mi sorpresa estaba llena de espejos desde el techo hasta por casi todo el piso de la habitación, había luces violetas y rojas por todos lados, el ambiente estaba muy caliente y la tome nuevamente de la cintura pero esta vez comencé a meterle la lengua hasta la garganta, y mis labios se perdían en los de ella, su lengua comenzó a buscar la mía y note que su mano se deslizaba por mi culo, tomaba cada uno de mis muslos de manera muy fuerte y yo mientras seguía besándola comencé a meterle la mano bajo su pollera, me encontré con una cola muy bien formada, está bastante dura y mis manos empezaron a perderse entre ellas, pero mientras seguíamos tocándonos y nuestros cuerpos estaban muy juntos, comencé a notar que sus pezones empeza- ron a sobresalir del top, notaba su forma, los sentía frente a mi pecho, separe por un instante mis labios de los de ella y quite su top rápidamente y note unos pechos que no podían contenerse en su corpiño, mientras acariciaba su espalda comencé a quitarle el corpiño, y ella comenzó a desabrocharme el cinturón apresuradamente, buscaba frenéticamente mi pija, en ese momento termine de quitarle su corpiño, me encontré con los pechos más hermosos que había visto en mi vida, era perfectos, redondeados, duros, y enormes… 

En ese momento le comencé a chuparle sus erectos pezones, ella comenzó a echar su aliento sobre mi nuca y no demore más para quitarle la pollera, metí mis manos por su cintura y se la quite junto con una bombachita muy chiquita que llevaba puesta, la acosté sobre la cama y coloque sus piernas por sobre mis hombros, comencé a chuparle toda su hermosa concha, mi lengua hervía de placer mientras se perdía en lo profundo de su argolla, comencé a tocarle sus pechos al mismo tiempo que lamía, chupaba, y jugaba con mi lengua en todo su clítoris, ella comenzó a gemir y entre medios de sus gritos me llego a decir : ‘Metemela…’, no dude en acostar mi cuerpo sobre el de ella y comenzar a cogérmela, ella se movía acompañando cada penetración mía, mi pija estaba cerca de explotar y no le dejaba un solo pedazo fuera de su concha, ella pedía más, y yo la complacía, chupaba sus pechos y no dejaba ni por un instante de penetrarla, más y más…cada vez más fuerte y más adentro… no tardo mucho para que tuviéramos nuestro primer orgasmo, era el éxtasis total, en ese momento le pedí que se pusiera boca abajo, comencé en el instante que dejo su culo ante mis ojos a culearla desaforadamente, estaba empapada de mi semen por todos lados…, el olor que inundaba la habitación era fascinante, no paso un minuto que llego a su segundo orgasmo, su culo era tan perfecto que mi excitación no acababa, mis movimientos era muy continuos y ella no paraba un instante de pedir “mas” y “mas”…, era una mina insaciable, el llegar casi al 3er orgasmos le pedí que comenzara a chupármela y no dudo un instante en comenzar a saborear mi pedazo en su garganta, no podía creer lo que estaba pasando, pero no paraba un segundo, chupaba y chupaba, luego comenzó a lamerlo y a besármelo, fue ahí cuando estallo mi segundo orgasmo e inunde su rostro de semen, ella no pareció molestar le ya que comenzó a chuparme devuelta la pija rescatando cada gota de semen que chorreaba de mi enorme pija… yo estaba exhausto, pero esa mujer no dejaba de excitarme y de darme cada vez más ganas de cogerla… 

Al dejar mi pija limpia de semen y llena de su saliva me pidió un último favor…, yo estaba agotado pero la complací, preguntándole que deseaba ahora, me dijo : ‘Hagamos la 69…’, nos volvimos a acostar sobre su cama y mientras comenzó a juguetear nuevamente con mi pedazo, yo volví a chuparle toda su concha, tragaba si cesar sus flujos y ella saboreaba cada trago de mi semen… mi lengua volvió a acariciar los labios de su hermosa argolla, y tuvimos en ese instante en clímax total llegando a yo a mi tercer orgasmo y ella, no se ya había perdido la cuenta de sus orgasmos… 

Después de hacer la 69, quedamos agotados los dos y nos quedamos dormidos sobre el colchón todo empapado de sexo… 

Despertamos unas cuantas horas más tarde y nos pegamos una ducha para sacarnos el olor a sexo que teníamos después de esa noche increíble… aunque la ducha era fría no nos quitaba la calentura que seguíamos teniendo cuando estábamos juntos, seguimos tocándonos y besándonos durante los 15 minutos que duro nuestro baño…, nos despedimos sabiendo que el Martes nos volveríamos a ver. 

El martes al verme no dudo en saludarme con un tremendo chupón, todos mis compañeros quedaron mudos al ver a Nati’ darme semejante muestra de ‘afecto’… de ahí en más fueron unos hermosos 3 meses, cada semana (aunque a veces era 2 o 3 x semana) hacíamos el amor en su Dpto., fue algo fantástico lo que pase con ella, pero lamentablemente cuando terminamos el año, ella volvió a Uruguay y abandono sus estudios en la Argentina, y tenía que esperar 3 o 4 meses para volver a verla, nuestra relación se fue desintegrando poco a poco. 

La última vez que la vi. Fue hace 3 años en su casa de San Ignacio en febrero, fue la última vez que tuvimos sexo, fue la última y la mejor…, como si supiéramos que nunca más nos volveríamos a ver…

Y es el día de hoy que a mis 32 años solo guardo buenos recuerdos de ella…

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