Labores humanitarias
Mi mujer y yo llevamos 2 años casados, y aunque en el tema sexual nunca ha sido nada excepcional, últimamente la cosa viene muy a menos.
Tengo que decir que yo he sido el único hombre en su vida, ella es morena 1,70 ojos negros y cabello largo muy atractiva y apetitosa para muchos hombres porque aunque tenga 28 años aparenta 21 años de chica ingenua y dócil se llama Montse.
En la cama no hacemos nada fuera de lo normal, ni posturas raras para ella, ni a cuatro patas, ni anal, digamos que la postura común es la del misionero, aunque yo pruebe de hacer otras cosas ella me argumenta que le duele.
Y bueno de un tiempo hacia aquí soy yo el que no la deja satisfecha, ya que no sé si por aburrimiento o que, termino corriéndome antes, y le tengo que hacer unos dedos porque sino le irrita mucho otra penetración, digamos que últimamente esta caliente de veras y yo la dejaba a medias, tonto de mi, aunque siempre he tenido claro que nunca me engañara.
Ella trabaja en un centro de disminuidos, los fines de semana por la noche, y siempre me cuenta anécdotas de las personas que están ingresadas, ya que yo de alguna vez que he ido los fui conociendo, hubo uno de que me comento que se le irritaba él pené, ya que las masturbaciones se las hacia, frotándose él pené con el muslo, por mas que los monitores le hubiesen enseñado como hacerlo, un día le propuse a mi mujer que le enseñase ella como hacerlo a ver si se aplicaba, ella me dijo que estaba loco.
Pero 4 días después un lunes después de haber trabajado el domingo por la noche me contó lo que le había ocurrido, me dijo:
Estaba yo haciendo la ronda dando la medicación cuando Ramón (el hombre de los problemas masturbatorios, el cual eras muy sequillo y poca cosa), estaba tocándose la polla y estaba enojado porque tenia ganas de masturbarse pero le dolía al hacerlo malamente, entonces me senté a su lado, y le fui frotando la espalda poco a poco, acariciándolo, lo eché hacia atrás, aparte sus manos y lo empecé a masturbar, y no tardo mas de 20 segundos en correrse el pobre, le dije que si se había fijado como se hacia y me contesto que si.
Bueno mi cabreo fue monumental, me acababa de enterar que mi esposa había tocado una segunda polla en su vida, estaba súper irritado, pero ella me convenció de que lo que había hecho no dejaba de ser una labor de su trabajo, igual que lo hacen los monitores, y que si así se lograba que Ramón estuviese mas centrado en como hacerlo mejor que mejor, bueno al final me convenció.
Semanas mas tarde le pregunte si lo había vuelto hacer y me contesto que no, que Ramón se lo hacia solo.
Pero el hecho, es que mi mujer había dejado de estar caliente tal y como pasaba últimamente, y empezaron a surgir temores en mi mente, hasta que un sábado por la noche en agosto, después de irme a tomar un par de copas solo, me presente por sorpresa en la residencia donde trabaja seria las 2 de la madrugada, estaba con las ventanas abiertas debido al calor, y me coleé por una para darle un susto a Montse, alguna vez y lo había hecho, pero el susto me lo dio ella, no la encontraba por la casa, por ningún lado, la recorrí entera, hasta que tuve que empezar a pasar por las habitaciones de los internos, cuando escuche ruidos en una, me acerque poco a poco, y cuando me asome por el filo de la puerta, allí estaba ella, totalmente desnuda y con la melena al aire, le estaba cascando un pajote a Ramón, de no te menees, a su vez este con todo lo piltrafilla que parecía tenia un pollón de mas de 30 cm, me quede impresionado de lo cachonda que parecía estar Montse, después de estar un buen rato moviéndosela de arriba abajo se la hecho a la boca y empezó a engullir, no le cabía ni la mitad, por mas ganas que pusiese, y cuando se la lubrico bien ella se puso a cuatro patas, lo nunca visto conmigo, y dijo «Ramón métesela a la nena que tiene pupa en el chochete», y Ramos Zas, Zas parecía un experto follador como si llevasen tiempo haciéndolo, Monste estaba loca se movía como una perra en celo, la muy puta, conmigo «ay me duele», mientras el otro le mete una barra del 33, le estuvo dando caña 25 minutos sin parar a toda maquina, ella se corrió 5 ó 6 veces, cuando de repente el paro saco la polla y se corrió que parecía una fuente, aquello era un sin parar, ella casi se mata para salir rápido y echársela a la boca, y se trago todo lo que pudo.
Quedaron los dos extenuados, tumbados en el suelo, y cuando yo me disponía a irme totalmente abatido, aunque totalmente empalmado, escuche aplausos desde la habitación, me asome sigilosamente y resulta que habían 5 internos mas que estaban sentados en el fondo contemplando la escena, como si en el cine, mi mujer se levanto y dijo «os habéis fijado todos, venga quien va a ser el siguiente», cuando uno que debía de medir mas de 1,90 la cogió y la volteo, y dijo yo, yo, la puso en pompas y se la quería meter por el culo, pobrecita pensé yo le va a petar el culo, ja, ja entro como la seda como si hubiese entrado 500 veces, la empezó a bombear como un loco, mientras otro le Comía el coño, ella se la chupaba a un tercero, y Ramón, mas los otros dos se la pelaban a su alrededor esperando su turno, estuvieron follando, no sé ni hasta cuando pues yo me fui, a las 6 y hay seguían aun.
Me fui a casa, a dormir pero no pude estaba totalmente empalado, pero sin ganas de hacerme nada, cuando llego a casa, se estiro a mi lado en la cama y me dijo vengo reventada, vaya noche, yo le dije te hago un masaje, ella me contesto bueno, al sentarme encima de ella par el masaje noto mi polla erecta, y me dijo aaaayyyy las erecciones matutinas, (si ella supiese lo que vi) raramente me dijo quieres hacer algo, yo le dije bueno, empecemos a tocarnos por aquí por allá, cuando le dije ponte a cuatro patas ella lo hizo a regañadientes, yo con mis 15 cm, después de tres intentos me dijo ay me haces daño, para, para.
Mi único consuelo es ir a ver de tanto en tanto, como Ramón le enfunda los 33 cm, sin que suelte un ligero ay, será zorrón mi mujer.