Ese oscuro objeto del deseo

Las mujeres son mi obsesión, y son las culpables de que casi todas las noches piense en ellas para realizar mi fantasía erótica.

Quiero aclarar que todos, alguna vez hemos experimentado deseos lascivos, como cualquier ser heterosexual, así pues esta no es lo único que me enajena, que esto puede ser una parafilia, pero ante todo, es solo un desahogo literario, por mi absoluta incapacidad emocional, de expresar lo que quiero, ya que si lo manifestara públicamente pasaría por vulgar y posiblemente no me mirarían a los ojos.

Sólo mi conciencia, pudor, intimidad, y privacidad son cómplices de ello. Por tanto lo que describo no es de dominio público, me declaro con la facultad consciente de libre pensamiento y de personalidad para expresar con palabras y muy poco de hechos lo que escribo.

Con esto no quiero decir que las mujeres estén obligadas a cumplir irreversiblemente mi deseo, más bien es un sueño al cual dejo a mi imaginación que maquine, embelese y cavile cuando se me antoja un pensamiento carnal.

Esta es una carta que nunca enviaré en donde se evidencia, la diferencia de criterios en cuanto pensamientos eróticos y de lo que yo quiero cuando vaya a equipararme (sexo) con una mujer.

Nosotros queremos una película porno en nuestra cama y ellas un amante gentil.

Querida Liliana, Sandra, Laura, Adriana, Maria, Jenny, Johanna, Natalia, Vivian, Diana o como sublimemente te llames te quiero poseer posteriormente, esto no es una perversión y para nada me voy a disculpar cuando soy sincero.

Pero francamente cuando te de veo de revés, llevando jeans ajustados, shorts, minifalda o tu falda de colegiala, te inclinas, caminas, contoneas y mueves tus caderas, no puedo dejar de mirar, cómo se dibuja, se marca la redondez de tu derrier, es satisfactorio pensar en ti, especular, excitarme por tu sensualidad y que te dejaras ceder por mis caprichos llevándote por los caminos de la venus posterior.

Tienes un cuerpo espectacular, que entre varias comparaciones es muy lindo, unos senos grandes que provoca adormecerme dentro de ellos, unas piernas rollizas, firmes muy atractivas a la vista, una cara cándida que aviva la llama de la pasión como una lolita latina, pero lo que más me gusta es tu cintura torneada y tus enormes caderas, porque eso lo que mas me encanta en la mujer una cola grande, abollonadita, redondita, paradita, firme que tenga con qué mostrar y como para llegar al corazón de una mujer hay tres caminos, uno habitual, otro palatino y finalmente el anormal yo escogí este último, para que de esta manera te pueda amar.

Cuando defiendo esta forma de cohabitar, mi intención es hacerte el menor daño posible, esta es una forma legítima de copular, que manifiesta nuestros más primitivos deseos, además cuando el cuerpo no espera lo que llaman amor y todos tenemos derecho a experimentar placeres, no tengo más razón que mi satisfacción y tu complacencia.

Por favor, consuélame he soñado con esta unión de mil y una maneras, pero para llevarla cabo debo hacerte partícipe y tener tu consentimiento.

Ser consecuente que es una utopía, el que te entregues de esta manera, pero es el silencio y el miedo quienes impiden que expresan sutilmente esta quimera.

Las fantasías desde que tú las reconozcas, aceptes y recibas consciente no hay porque ponerles oposición y si lo deseas tanto como yo, puedo hacer que tu cuerpo y tu ser se extasíen se regocijen.

Cuantas mujeres prefieren los caminos inversos del camino prohibido a las caricias lícitas del vaso natural y como espero encontrar en tus mejillas posteriores el altar que desahogue mis instintos, siento la necesidad agobiante de tener únicamente contigo preciosa coito por detrás.

Si te prestas de corazón a esta opción, verás cómo puedes gozar, sin mayores riesgos, ni temores, haciendo que tu libido, tu erotismo y sensualidad se realcen tanto como tú lo desees, anhelo consumar tu virginidad posterior y prodigarte así un gran placer.

Deseo tener sexo anal y sólo anal contigo quiero poseerte, quiero iniciarte en este deleite amatorio, volverte loca con mis caricias, agasajar tu cuerpo por entero y centrarme en gozar ese hermoso par de nalgas, yacer en tu retaguardia, ese perfecto par de ancas merecen ser homenajeadas con las más apasionantes caricias, besos y mimos que sabré brindar, recorrer todo tu cuerpo de pies a cabeza hasta sentir el éxtasis.

Desnudarte, adularte, recorrerte con mis manos febriles y convencerte de que si te presta a lo que yo quiero podré introducirlo hasta el final. Deseo que obedientemente te dejes llevar por el ensueño, relajes tu mente de prejuicios y prepares tu cuerpo para recibir una experiencia que te enriquecerá sexualmente y te hará descubrir cosas nuevas en la forma de amar.

Tu cuerpo voluptuoso se entregara y se te indicaría como colocarte, que hermoso seria verte en cuatro, de rodillas, de espaldas, arrodillada colocando tu cara contra la almohada, agachada, de pie, sentada a horcajadas, acuclillada, descansada encima de ti con un cojín debajo de tu vientre, para que se levanten tus riñones o en cualquier posición que me permita presenciar esa preciosa luna dorsal en toda su extensión y así sumisa disponer de tu trasero para vaciar toda mi esencia seminal como tanto lo he anhelado.

Como bien se dice en la guerra y en el amor todo se vale y nada a los ojos de la pasión es ilícito después de tener tu preciosa fragua abierta y levantada, separaría tus nalgas para extraviarme en ese precioso anillo de carne doblada, te bañaría, ungiría tu orificio anal con gel para abrir el camino con mayor suavidad y sin perjuicio, tu mientras tanto te puedes masturbar, excitando hábilmente esa cresita escondida en tu abertura, para complementar y hacer más deliciosa esta sesión de lujuria, metería un dedo por tu recto, esta precisa caricia habituara tu ser para que obedientemente te sometas ha este ejercicio de libídine y goce, luego metería dos y separaría tu esfínter, poco a poco ensancharía tu preciosa salida plisada.

Al tener tu desembocadura lista para mi embate, untare mi miembro con gel para rozar mas suavemente tu recto, mis testículos estarían llenos de semen en espera por salir, mi cuerpo ansioso en poseer tu anterior y con mi pene hinchado de deseo enfilaría su objetivo y consumaría la sodomización.

Para comenzar la cabalgata por tus posaderas, empezaría suavemente ha hundírtelo muy despacio pero a medida que sientas que la excitación y el arrebato se apoderen de tu ser, tu misma impondrías las condiciones de ritmo y penetración, al principio puede doler, pero en la medida que acostumbres tu cámara a ser penetrada analmente comprobarás que el placer y el éxtasis recorrerán como una corriente todo tu cuerpo, te estremecerás, harás que siga estimulando, hirviendo de voluptuosidad, hasta sentir como se aproximan el paroxismo y el orgasmo.

Te provocarán movimientos involuntarios, instintivos que nos acoplarán en una unión de frenesí y placer, por la cual me pedirás empalarte con más frecuencia, mi hermosa diva.

Ya te imagino, divina fruta carnosa, postrada ofreciendo tu grupa, como se mueven tu cintura, culata, cola «culo»? no, porque algo tan bello no debería llamarse así, taladrando ese prodigio de trasero que tienes, que excitante es abrigar tus posaderas junto a mis piernas, poner a trabajar mi pistón de carne en ese lindo orificio, sentir como mis testículos golpean tus nalgas y con el frotamiento sentir el gusto de empalarte, encubarte, tesoro cuánto gozamos.

Languidecida de recibir tanto placer, escuchando tus suspiros cada vez más agudos, que al principio son inspiraciones incontenibles, que terminan en una súplica, en tus gemidos, quiero sentir tu excitación por mí, tus movimientos de cadera contra mi abdomen, clamando por metertelo mas fuerte y más profundo hasta sentir que perforó tu estomago, mi pene saliendo de tu ano dilatado para luego ser engullido por tu posadero, exigiendo que no abandone el receptáculo donde delicadamente lo albergas, aceleradamente aumentaría mis acometidas ensartándose y desensartándose hasta enhebrarte y luego cuando sincronicemos nuestro espasmo sentiré tu estremecimiento al recibir doblemente esta revelación del placer que te produces tú misma al masturbarte y otro tanto cuando yo eyacule con gran fuerza dentro de ti.

Y mientras tus músculos estirados aspiran el caliente licor, mis hilos de esperma inundarán tu trasero, tu espalda o boca, de tu grito extasiado brotará tu néctar vaginal.

Ambos derrengados por la fuerza de la conmoción, rodaremos sobre nuestro lecho extenuados con la mirada perdida de felicidad. Nuestro vínculo sicalíptico se cumplirá.

Que rico es tenerte así, consolarme contigo en muchas ocasiones, y de muchas maneras con el correr de los días descubriríamos que hay inconmensurables maneras de deleitarnos, embebería tus fluidos cuando te propine sexo oral y mis ojos nublados por el placer asegurarían nuestra dicha carnal.

Hay muchas poses para inventar, crear y que si me dejas intentar dispondría de ti para empalarte, perforarte diametralmente, abrirte por la puerta de atrás, penetrarte, atravesarte, clavarte, surcarte en una expedición anal, bucal, vaginal sin restricciones, respetando tus condiciones y disposición sin ser imperativos ni autoritarios, copulando cada vez que se nos antoje y hacerlo de la forma normal, natural u oral, en orgías o de masturbación mutua. Postrada así en buena posición te devoraría, el libertinaje, el exceso y el arrobamiento harían que tu hermosa retaguardia, vagina, grupa, útero, garganta, anca, matriz, cadera, embocadura, labios, boca, cola, ano, recto, nalga y trasero, beberían el néctar intenso de esta desenfrenada pasión.