El reemplazo
La mañana en la quinta dejaba respirar vida natural, los gorriones empezaban sus tareas con chillidos que cortaron los sueños de ese fin de semana de una noche tranquila de sábado extraño en ella que después de ver las paginas y relatos en Internet (su hobby) se había dormido antes de la medianoche, sus sueños fueron sobre sexo, atemporalmente recordó su botella de Coca Cola, las penetraciones que gozaba hasta el punto de mantenerla de compañera en sus tiroteos , llegando a guardarla dentro suyo cerrando las piernas y acabando innumerables veces masajeando su clítoris.
Sonriendo se acordó de su prima que se la había regalado, recordando se fue despertando y acariciando sus senos, un instrumento se le dibujaba en su mente, pese a estar guardado en una valija de viaje, no se extraño de levantarse y buscarlo, era un consolador muy especial (también regalo de su prima) se lo acomodo entre las piernas y se fue al baño , donde después de ducharse y orinar, lo lavo y preparo con agua caliente dentro, no le costo introducirlo, casi al tope.
Regresar a su pieza donde encerrada con llave, en posición de piernas abiertas, consolador introducido la traslado a momento anteriores con desesperación refregaba sus senos con ambas manos mientras que cerrando las piernas sentía a su «amigo» hasta acabar y sentir cual pene, en su canal, como otras veces esa era una masturbación prologo de alguna aventura circunstancial desesperada en el intento de calmar ese frenesí que posteriormente surgía en su sangre incitaba por cada sesión.
La botella se había roto en un juego de orgía al caer sobre un pie de bronce de una lampara, el nuevo amigo la reemplazo es un plástico quirúrgico que succionado deja pasar pequeñas cantidades de agua simulando semen, el manejo de sus labios y músculos del canal por varias sesiones previas estaban a pleno, acabar gozada fue el primer paso en busca de la aventura necesaria para calmar la tormenta en su sangre iniciada.
Se cambio puso en su cartera a su «amigo» y fue a misa, dejando el auto a varias cuadras, pavoneo su cuerpo sabiendo que alguno de sus amantes tomarían vista y como siempre hasta ahora podría volver tranquila y satisfecha.
Su compañero de banco no la dejaba de mirar, una sonrisa de sus labios le llamo la atención al encontrar a su «amigo» al final de la vista de el guapo extraño, se dio cuenta que la cartera estaba abierta y la punta se veía indisimuladamente, la invitación en sus oídos del extraño fue aceptada con otra sonrisa salieron del templo un auto nuevo e importado los recibió , el camino al motel, fue suficiente para las presentaciones de nombres falsos y algunos toqueteos mutuos.
Su calentura la desencajaba, desnudos al pie de la cama, saco a su «amigo» y corriendo a la ducha lo llamo, para que sea testigo de la carga, regresaron a la cama donde penetrada vaginalmente acabo cuando le introducía en el culo a su «amigo», ya sabia que cualquier acto no era completo sin el.
Higienizado con jabón el juego de mamar al extraño y jugar hasta el clímax mutuo permitió que su vagina recibiera el reemplazo imprescindible para calmar esa fiebre de ganas que desde la mañana la enloquecía.
Ya en su casa bien cogida no pudo dejar de sonreír al guardar su amante y recordar a su inolvidable «botella y amiga» hoy reemplazada.