Si bien tiene el perfil de una mujer seria y de su hogar, Marcela se convirtió en la musa de mis fantasías eróticas.
Un argentino de 60 años agobiado por sus escasas erecciones y eyaculación precoz se resigna a que su esposa de 36 años tenga sexo con otros hombres estando el presente y haciendo catarsis lo describe en primera persona.