Una venda en los ojos, un coche en marcha y el silencio inquietante de Javier. Una noche cargada de misterio, deseo y peligro lleva a nuestra protagonista a un juego sensual en un bosque oscuro y una casa en ruinas.
En un motel aislado, la pasión se desata entre dos amantes en un encuentro clandestino. Luis, atrapado entre la mentira y el deseo, y su ardiente compañera se entregan a una noche de lujuria desenfrenada, donde cada roce enciende una chispa que amenaza con consumirlos. Pero tras el éxtasis, la realidad acecha: ¿puede el placer […]
Una joven de dieciocho años, atrapada entre la granja familiar y sus estudios, descubre un torbellino de deseo cuando conoce a Ernesto, su nuevo profesor de matemáticas.
A lo largo de mi vida he tenido muchas enfermedades, pero ninguna me ha afectado tanto como una, el aburrimiento. Hay un día extremadamente aburrido, el 15 de agosto, pero el último le esperaba una grata sorpresa a nuestra protagonista. El calor era insoportable, llamaron a la puerta y aparecieron mis dos vecinos, con una propuesta muy indecente.
No hace mucho, descubrí que mi marido me la pegaba con su secretaria, algo muy típico. Mi primera reacción fue la depresión, me derrumbé por completo, porque yo a él tenía en un pedestal de santidad. Y me pasé varios días llorando a escondidas, al final me quedé sin lágrimas.
Ella es la típica morena pequeñita y delgada pero bien proporcionada capaz de hacer perder la cabeza a cualquiera y a la que mirarías con lujuria siempre y cuando no fuese tu prima, que es exactamente lo que es para mí.
La historia que relato a continuación es real como la vida misma, en algún pueblo del norte del Perú, creo que al contarla una parte de mi se desahogará y podré liberarme de la humillación constante en la que vivo, sometida por mi marido desde hace mucho tiempo.
Durante algunos minutos, le ofrecí al excitado Mario, las suculentas mamadas que, de acuerdo con mi experiencia, enloquecen a cualquier hombre. No tardó nada en correrse en mi boca. Mi lengua, llena de su semen, distribuía sus fluidos a través de mis labios.
Últimamente he sentido la necesidad de tener algo que me llene atrás y de sentir una gran verga en mi boca, y recuerdo como tuve esa experiencia y se me mete eso a la cabeza. A pesar de que tengo buenas relaciones con mi esposa, deseo tener el falo de un hombre satisfaciendo mi gran deseo.
Desde siempre he tenido una rara afición al sexo, y no me refiero a las relaciones naturales entre hombre y mujer, sino a aquellas que se producen entre los miembros de una misma familia, sin salir de casa.