Todo comenzó cuando lucía una tía mía hermana de Ampara a la cual me había follado ya empezó a despertar en mí un instinto sexual, como os decía mantengo con Amparo una relación sexual bastante buena tengo 17 años y ella casi el doble pero no nos importa que seamos tía-sobrino y mucho menos la edad.
Estaba un poco gordita, aunque conservaba un buen cuerpo. Se quitó el sostén y la bragas. Ante mi aparecieron dos pechos no muy grandes, algo caídos por la edad, con unos pezones enormes y oscuros. Su coño era peludisimo.
Mis padres se divorciaron cuando yo tenia solamente 4 años desde entonces he vivido con mi madre y mi hermana menor, mi padre se olvidó de nosotros, se fue a vivir a otra ciudad, pocas veces venía a vernos ni nos llamaba, ni siquiera por el dia de mi cumpleaños, pero cuando venía a mi me daba mucha alegría.
Mamá estaba preciosa en aquella pose, me entraron ganas de dejarme caer de la viga y subirme sobre ella, y penetrarla, mi madre es una mujer preciosa y tiene un cuerpazo de miedo, además su sexualidad es muy potente y seguro que cualquier hombre disfrutaría con ella como con ninguna.
Carla se agacho y comenzo a chuparmela con maestría , mama la agarro de la cabeza mientras con la otra mano me sobaba, yo por mi parte le sobaba las tetas a mama, luego mama se separo un poco para desnudarse mientra la tia seguia chupándomela, cuando se hubo desnudado del todo tomó el relevo y Carla fue a desnudarse, yo podía ver sus enormes pechos y su coño,luego las dos continuaron la mamada intercambiándose besos cerca de mi polla.
Llegó la hora de dormir, y mi madre ni corta ni perezosa me dijo que como solo estaba su cama y la habitación de los muchachos que esa noche la pasaría con ella, y que al día siguiente arreglaríamos la otra habitación.
Que me pasara un condón y ella me dijo no, que lo quería sentir natural, le dije abre bien las piernas y ella las abrió, me comencé a meter mi verga y sentía como ella me clavaba las unas en mi espalda y quería massssss así fue
Antes que nada déjenme presentarme mi nombre es Lorenza soy una mujer de 40 años de buen cuerpo de 1.59 cms. de estatura, pues trato de cuidarme mucho me case a los 20 años a los 21 años nació un hijo el único, porque mi esposo tuvo problemas y no pudimos tener más hijos.
Los dos comenzaron a moverse más rápido y yo ya estaba empalmado por la excitación, mi hermana era una chica de 20 años bastante guapa, se parece a mamá aunque estaba un poco rellenita para su edad, pero tenia dos tetas que quitan el hipo y un precioso trasero, además era muy simpática con todo el mundo y yo ya me habia pajeado alguna vez pensando en ella.
Al rato apareció mi madre con cara de sorprendida, llevaba puesta una bata y se había duchado. Me pregunto que hacia en casa tan pronto y yo le explique el asunto de mi amigo y que me pasaría el resto del dia en casa. Más tarde apareció el abuelo y dijo que se iba a comer con unos amigos del imserso.
En realidad yo me sentía como un chofer o un invitado que sobraba, puesto que yo no salía nunca con mi hermana, y todos los que subían eran amigos más bien de ellas, y no claro es lógico que no supiera qué pintaba yo allí, excepto que iba a ver un partido.
De ahí me dirigí a mi salón y me pase el resto de las clases pensando en eso, ya a la hora de la salida pase por el salón de mi hermana y ahí estaba Julieta, mi hermana me habló para darme las llaves de la casa, y cuando me estaba dando las llaves note a Julieta viéndome bastante y me acuerdo que hasta me dijo bye...
Después de que nos corrieramos la coloque a cuatro patas y la lamí bien el culo lubricado para metersela hasta las entrañas, la cogí de las tetorras que le colgaban y se la endiñé con fuerza ella gimió de dolor que pronto se convirtió en puro gozo y segui dandole por el culo hasta que estaba a punto de correrme, cuando se lo dije ella se dio la vuelta y puso su boca para que yo se la llenara de semen, que además se trago.
Cuando me puse al lado de mi prima, esta me recibió con un gran beso en la boca, y empecé a magrearle sus tetas que estaban a reventar, pero sus dedos seguían hundidos en el culo de Eva, bajé mi mano a su chocho y ésta estaba súper mojado, a lo cual mis dedos jugaron a diestra y siniestra con su clítoris, a lo cual ella respondía, mordiéndome los labios.
Fina besaba a Nadia sin miramientos, en la boca y en el cuello, cada vez más apretadas. Sus manos agarraban el trasero de Nadia con fuerza. No importaba que yo las viera. A mí ya no me extrañaba aquello. Pronto comencé a sentir las manos de mi hermana en mi trasero. No llegaba a darme besos en la boca, así, de pié, pero al bajarme el tirante, me los daba en esa zona indeterminada que ni es hombro, ni axila ni pecho.
Y Zack lengüeteo su clítoris, Sandra se electrizó le dio un morbo que el perro hiciera eso, pero mientras pensaba abrió sus piernas instintivamente, y el perro se dedicó a lo suyo, ella se sentó en la orilla del baño poniendo una mano en la orilla para no perder el equilibrio, y con la otra empezó a masajearse las tetas que estaban otra vez a punto de explotar...
Tartamudeando Alessandro solo comento ¡Te deseo hermanita¡ Natalia sonrió y le dijo yo también te deseo pero aquí en la carretera no podemos hacerlo mira adelante hay un Hotel vamos para allá y podremos realizar nuestros anhelos.
Me molestaba mucho su pantaloncillo y su pantaleta, pero como temía que se me fuera la oportunidad, como pude comencé una masturbadota de clítoris a toda regla, acariciando con las puras yemas de los dedos y sin apretar: suavecito, contante y remojándome los dedos cada vez posible en su humedad lubricante para acariciarla mejor en su botoncito...
Para que sepa este es un relato que me sucedió hace ya 4 meses, yo tengo 26 años próximo a cumplir los 27, mi prima sandra que tiene 15 años mide 1,55 es de tez trigueña clara de ojos pardos cintura de avispa con unos hermosos pechos para esa edad, sus medidas son 95 62 100, como ven es una hermosura de mujer.
La volví a vestir con la misma bombacha, el mismo pantaloncito y el mismo top, la llevé a la pieza y comenzamos nuestro acto de amor, la desnude completamente y ella hizo lo mismo conmigo, sacándome cada prenda como si fuera una experta en el arte del streap.
La llamó por teléfono enseguida, después de escuchar el mensaje, ella atendió y directamente le dijo que lo esperaba, quería verlo, le recordó que era su primo, ella le dijo, igual que Annabella, preocupado por el cariz de la conversación, le dijo que era una niña, un no te preocupes y con tono autoritario , un te espero a las dos de la tarde fue lo último que escuchó antes de que cortara.
Su pelo lacio, su ropa entallada a una cintura perfecta, esos senos sensuales, toda su encarnación , perfecta, también su espíritu jovial, sería seguro un adorno perfecto a la ciudad como siempre alegre, bulliciosa, al encontrarme con los tíos, no puede evitar de preguntar por ella.
Me extrañó al verla caminar hacia la pileta, era como se fuese la primera vez , que viera ese cuerpo, sencillamente hermoso, sensual, una mujer que provocaba deseos, algo bullía en mi interior, conocía el efecto de la atracción sexual, pero nunca me imaginé, que mi prima me podría producir tal revolución en mis hormonas, recién minutos atrás la había visto y nada sentí.
Ella me pedía que no siguiera recorriendo su caso sexual, pero él al encontrar la entrada de la vagina cálida y húmeda, hundí dos, tres dedos en la misma y Lola gritó mi nombre, atenazando con sus músculos íntimos esos intrusos que la hacían temblar de gusto, aumentando hasta límites insoportables los caldos que brotaban desde el interior de su conejito.
Sus caricias aumentan y una de sus manos llega a mis bragas para tocar ardientemente mi sexo por encima de la tela...luego sus dedos quedan piel con piel con mi sexo, juega con mis labios, y los entreabre suavemente para penetrar delicadamente mi intimidad y centro de mis mas dulces placeres.
Ese día se había ido de buena mañana y yo que estaba de vacaciones estaba tirado en la cama cuando sonó el teléfono me levante de un salto y me dirigí hacia el mismo, cual fue mi sorpresa al descolgar y sentir la voz de mi linda cuñada al otro lado
Se apoyó sobre mi espalda y me puso esa estaca dura de nuevo en mi esfínter empujando con delicadez y poco a poco, notando como su sable me atravesaba el culito y aunque pensé que me lo desgarraba, en unos cuantos empujones controlados logró meterme su gran salchicha en mi agujerito.
Por fin se corrió inundando mi boca de abundante semen, espeso, caliente, sabroso, que bañaba mis carrillos y mi paladar para bajar finalmente por mi garganta, aunque algo escapaba por mis labios yendo a parar a su pubis, que luego lamí con fruición rescatando esas gotitas de su vital filudo.