Hmmm… se hace tarde y por fin me decido a mover los dedos frente a la computadora… en un par de horas me arderán los ojos como si me hubiera rociado vinagre en ellos… Mis 2 problemas son siempre los mismos, tardo mucho en decidirme a comenzar y una vez que me decido no se comenzar… ¿qué escribir? ¿Sobre mi vida? ¿usar mi imaginación e inventar algo? Tal vez escribir como me hubieran gustados las cosas… ¿o escribir una experiencia real que olvide? Quien sabe… quizás al mezcle todos los anteriores… ya veré.
Todo empezó hace unos cuantos años… no muchos realmente. Yo tenía apenas 17 años… y ella 13… pero creo que me estoy apresurando. Seria mejor si les relatara completa mi situación de entonces.
Mis padres se casaron hace mucho tiempo cuando eran bastante jóvenes, y a los 2 años nació mi hermana mayor, Karla. Ella creció y fue feliz como niña única hasta que nací yo, 10 años después.
Si me preguntan debo decir que la decisión de mis padres de esperar tanto para otra hijo fue algo tonta, pero fue su decisión a fin de cuentas, creían que había que tomar un amplio plazo para tener, educar y atender correctamente a otro hijo.
Tiempo después, mi hermana decidió marcharse de la casa, ya tenía 20 años y le pareció que era el momento de cortar el cordón con los padres y vivir su propia vida, lejos de nosotros e independiente. Tiempo después se caso y tuvo un par de hijos, pero eso no importa, lo que importa es que entonces pase yo a ser el hijo único y a recibir mas atenciones y mimos.
Sin embargo, esta situación mía no duro mucho, lamentablemente fue interrumpida por una calamidad. A los dos años de haberse marchado mi hermana, la hermana de padre y su esposo murieron a causa de una intoxicación de gas en su apartamento, mientras su hija de 8 años estaba en la escuela.
La niña, que se llamaba Angélica quedo huérfana a la temprana edad. Pero por supuesto, la familia, unida, como casi siempre, tuvo que hacerse cargo de la criatura en sus necesidades básicas como era la escuela, vivienda y todo eso. Y ni hablar sobre los profundos miedos que nacieron en la niña, a raíz de la violenta muerte de sus padres. Sobre esto debo decir que durante años Angélica fue una niña tímida y temerosa, con una marcada inseguridad… y aun que no importe mucho, también le tuvo (y sigue teniendo) una aversión, y hasta cierto punto pánico, a las estufas.
La primera en hacerse cargo de la niña después del accidente fue mi abuela paterna. Pero esto no duro mucho, pues la abuela ya tenía sus años, hacia tiempo que había criado a sus hijos y ya no podía cargar con toda la responsabilidad de cuidar a una pequeña niña que además había pasado por un traumático suceso.
Legalmente, los padres del marido de mi tía debían de ser los siguientes en ponerse a cargo de la niña, pero estos ya habían muerto, y de los 3 hermanos de este, ninguno deseaba mantenerla o no tenía como hacerlo.
Mis padres, con un poco de pesadez al principio, decidieron convertirse en los tutores de ella. Y mi prima-hermana, paso a convertirse mas en mi hermana que en mi prima.
Las condiciones eran perfectas para la niña, mis padres tenían una cierta solvencia económica, al fin al cabo, ya habían mantenido a 2 hijos antes, y nuestra casa tenía un cuarto vació ideal para criar a una mujercita de nuevo.
Con el tiempo, el pesar de mis padres al tener que mantener de nuevo a una hija que ni era suya, se volvió en alegría. Les hizo recordar los tiempos en que criaron a mi hermana, cuando ella jugaba con sus muñecas por la casa, sus preguntas de niña, su inocencia y sobre todo la alegría que daba a la casa. Por supuesto, le tomo mucho tiempo a Angélica retomar esa alegría, pero gradualmente lo hizo, hasta convertirse en una niña perfectamente normal, con sus pequeños miedos e imperfecciones que he mencionado antes, pero que mucha gente los tiene también.
Por mi parte, estuve en la insólita situación de disfrutar de los beneficios como hermano menor y de mis derechos como hermano mayor, sin pasar por la traumática experiencia de ser el hijo de en medio.
Dije anteriormente que la llegada de Angélica lleno de alegría la casa, y lo dije porque en realidad yo no era precisamente un foco de prendidés, alegría y carisma. Después de los 10 años me amargue un poco, me hice mas callado y reservado, insoportable y en general, poco comunicativo, las riñas con mis padres empezaron a esa edad y fueron empeorando hasta que cumplí los 15.
Supongo que con esa descripción de mi personalidad es fácil deducir que no tuve muchos amigos en la secundaria ni en la preparatoria. Ni que decir de mis asuntos con las mujeres, que eran prácticamente nulos. Si una joven bonita me hablaba en la escuela era para hacer tarea, pedirme la hora o pedirme un cigarrillo gratis.
Mi mente, desde que había entrado a la secundaria, giro alrededor de los estudios, y una maquinita que había comprado mi padre llamada «Computadora» u «Ordenador» para los del otro lado del charco. Por esto yo me preocupaba un poco mas en cultivarme, aún que mis calificaciones no fueran las mejores, mi conocimiento sobre muchas materias era superior que el promedio y, con la llegada de la computadora, mis tardes se pasaban en navegar por Internet, jugar videojuegos y, por supuesto, coleccionar pornografía.
En cuanto a mi trato con Angélica sucedió algo muy curioso. Al principio yo la veía como nuevo intruso en mi casa, pero en cuestión de pocos meses nos convertimos en grandes amigos. Supongo que la experiencia por la que paso la hizo madurar mas rápidamente, sin olvidar que a pesar de su inseguridad era una niña bastante tierna, amistosa y optimista. Se que resultan algo contradictorios los conceptos de «Inseguridad» y «Optimismo», esto es por que dentro de la casa, esencialmente conmigo, su primo, su personalidad era una, pero en su escuela ella era otra; tímida e introvertida. Muy parecida a mi propia actitud en mi escuela, solo que yo seguía igual de frío e indiferente en mi casa.
Poco a poco, y a través de los años, Angélica y yo, Josué, nos convertimos en inseparables amigos… quizás exagero, pues la diferencia de edades hacia que yo no confiara tanto en ella como ella lo hacia en mí. Esto significa que yo era su confidente, su amigo y prácticamente su mundo, mientras que ella para mí, solo era una amiga. Ahora que lo pienso, eso era algo triste en cierto sentido, pues yo era lo único que ella tenía, por lo demás estaba sola, claro, sin olvidar el cariño y apoyo incondicional de mis padres.
La mas probable causa de porque ella confiaba mas en mi que en mis padres, era el hecho de que ellos casi nunca estaban en casa. Mi madre era profesora de Historia en una universidad pública y su hora de llegada era después de las 9:30 de la noche. En cuanto a mi padre, el era ingeniero industrial, aún que no estoy muy seguro de lo que realmente eso significa , (pues jamás tuve animo de preguntarle ni de estudiar esa carrera), solo sé que su empleo lo hacía trabajar hasta muy tarde. Y generalmente llegaba hasta después de las 10:00 de la noche.
Entonces, a falta de mis padres, yo era la persona de mas confianza, y probablemente la que mejor la trataba en este mundo.
Sobre mis padres, por supuesto no puedo recriminarles nada, pues trabajaban para nuestro bienestar, solo que no pasaban suficiente tiempo con nosotros como para que les diéramos nuestra plena confianza, sobre todo en materias que nos avergüenzan un poco, como nuestras relaciones personales, algunas dudas un poco vergonzosas y por supuesto el sexo.
Después de unos años, ya que yo había terminado con mi difícil adolescencia, puede vivir y disfrutar la de Angélica. A partir de los 12 empezó la transformación típica de su edad. Sus pechos crecieron, su cintura se hizo mas angosta, sus caderas se ensancharon, sus nalgas y piernas se abultaron y sus rozados labios se hincharon.
No tardo en empezar a arreglarse su rostro y de comprar ropa mas acorde a su nuevo cuerpo. Yo no dudaba que en cualquier momento le empezarían a caer los novios. Pues su cuerpo había crecido de forma muy armoniosa, proporcionada y voluptuosa para su edad, y sin duda tenía un rostro agradable de formas finas, ojos ligeramente verdes con cierta luz (aún que eran en realidad su color era mas parecido al marrón claro), sus mejillas rosadas y una nariz normal llena de pecas. También tenía un precioso cabello largo hasta los hombros color castaño claro.
Mis pronósticos fueron acertados. Poco después de sus transformaciones me fue platicando de un par de noviecillos que tuvo. Nada serio ni nada que en realidad sintiera, nada pasaba de besitos y manoseadas por parte de ambos que no llegaban muy lejos. Acerca de ellos me hablo un poco (muy poco en realidad) sobre sus inquietudes sexuales, de las que yo trate de explicar lo mas que pude.
Eso fue algo que me deprimió hasta cierto punto, yo podía ayudarla en Historia, Matemáticas, etc. Pero no podía ayudarle en estas cuestiones de personalidad y de amor que son tan importantes, pues en realidad, yo no tuve ninguna experiencia en dar besos o en mantener un noviazgo.
Pero como he dicho, esos noviazgos no duraron mucho, un par de meses cada uno a lo mucho.
No paso ni un año de eso cuando le llego la menstruación, no hubo realmente gran revuelo, mis padres no fueron de los tradicionalistas puritanos, desde hacia tiempo que le habían hablado a Angélica sobre el sexo, quizás no como los «grandes padres liberales de nuestro tiempo» pero hicieron lo suficiente, al fin al cabo, no es fácil hablar de sexo con los hijos. El día en que le bajo la regla a Angélica solamente mi madre horneo un pastel, tomamos café e hicimos un par de fotografías para celebrar el evento; «la completa transformación física de Angélica, de niña a mujer» según palabras cursis de mi padre.
Mi siguiente pronostico era que pronto Angélica se iba a enamorar, esos primeros amores que todos, incluido yo, tuvimos durante la adolescencia. Me pude imaginar que seria un tipo medio galán, medio patán que le diría cosas bonitas, y Angélica «lo amaría» y ella «creería que el es gran amor de su vida». Es decir, lo típico.
Sin embargo me fallo un poco el calculo.
Empezó un día de marzo, no me acuerdo cual exactamente, en que entro a mi habitación para platicarme su día. Lo que había visto en la escuela y algunos chismes que platicaba con sus pocas amigas. De repente, dijo un chisme medio importante:
Y oí que Daniel y Patricia ya lo han hecho…- me dijo
¿Hacer que? – conteste
Ya sabes… hacer el amor…
Ah… eso… ¿Y lo crees? – le cuestione
Pues… no mucho… pero en realidad que los dos andan muy juntos siempre…
Hm… yo espero que en realidad sea un rumor, no soy muy puritano pero me parece que están aún muy jóvenes para eso… digo ¿cuántos años tienen? ¿13, los mismos que tú?
Más o menos… pero entonces… ¿para ti cual es la mejor edad para empezar a hacerlo?
Hm… – este sonido bucal es clásico en mí- pues la verdad no se… pero más de 15, por lo menos.
Jajaja… pues ya te tardaste gordito… jajaja
Déjame en paz, no estoy para tus ironías.
Solo estoy jugando… anda, no te pongas tan gruñón
Se recostó boca abajo sobre la cama, que estaba colocada junto a la ventana a lo largo, y con la cabeza acomodada sobre las manos se puso a observar el cielo. Yo estaba metido en la computadora desde que ella había llegado, en un experimental juego de ajedrez con algún gringo creído. Ella estuvo en silencio un rato, contemplando el movimiento de las nubes con un aire soñador. Llevaba la falda a cuadros de la escuela y la camisa blanca reglamentaria, se había quitado los zapatos y los calcetines y balanceaba sus blancas piernas al borde de la cama.
Yo sabía que era atractiva, y esa belleza de sus piernas desnudas me lo confirmaba. Pero esto me daba temores sobre hasta donde podría llegar la curiosidad de ella en respecto al sexo. Para confirmar esos temores, ahora ella pregunto.
¿Cómo se sentirá?
¿Cómo se sentirá qué?
Ya sabes gordo… hacer el amor…
Supongo que bien…
Se incorpora hasta estar sentada al borde de la cama, de frente a mí.
¿Dolerá la primera vez, tal como dicen?
No lo creo… para mí que es puro mito. He leído que en realidad muchas mujeres no tienen ninguna molestia en su primera relación sexual….
Leído, leído, leído… ya consíguete una novia para que me platiques, ¿no?
No, simplemente por que no tengo ganas de tener una, ni curiosidad por saber sobre el sexo.
Suspiro y mantuvo su mirada fija a mi monitor. Estuvimos en silencio un momento, en lo que el gringo me hacía pedazos con su reina y un caballo. Me despedí y cerré la sesión.
¿Me prestarías una de tus revistas?- me pregunto de repente.
Me voltee hacia ella, sabía a lo que se refería, pero fingí demencia.
¿Qué revistas?
Ya sabes cuales… las que guardas debajo de la computadora…
Era cierto, yo guardaba un par de revistas debajo del mueble de la computadora, esas revistas medio porno que todo mundo obtiene de alguna manera cuando es niño. En realidad no puedo decir si eran revistas en realidad, una era un montón de hojas sueltas que fueron en algún momento una edición de abril de playboy, que le compre a un compañero por $10 pesos. La otra, mas completa y no tan desbaratada, era una edición de una revista española, donde aparecían actos sexuales sugeridos, es decir, no se mostraba alguna penetración de ningún tipo, pero se rellenaban esos espacios con muy poca imaginación.
¿Y para que quieres esas revistas?- le pregunte mirándola a los ojos.
Pues… ya sabes- me esquivo la mirada y se puso a mirar el tirol- por curiosidad… es que… bueno… tengo curiosidad de ver a un hombre desnudo… ya sabes… ver sus cosas… todo eso.
Hm… tu siempre asumes que yo lo se todo.
Bueno en historia eres el mejor… vamos, no me hagas la vida difícil, ¿qué te cuesta que las ojee un rato?
Vamos, apuesto que ya haz visto un pené antes… con las amigas o en alguna película.
Bueno… sí… – sus mejillas comenzaban a sonrojarse- pero eran de mis amigas, lo vi muy rápido, para que no lo vieran los maestros y todo eso. Pero se que tu tienes algunas, podría entrar a tu cuarto sin permiso y tomarlas, pero prefiero decirte primero… somos primos y… ¡caramba! ¡No lo hagas mas difícil para mí! Todavía que vengo aquí a contarte esto y…
Esta bien… esta bien… no hagas un pancho de esto, no tiene mucha importancia. Solo que me siento algo raro dándole mis revistas sucias a mi primita menor.
Me agache y me puse a esculcar el lugar, no tan secreto, de mis revistas, mientras Angélica miraba como hacía todo el procedimiento bastante interesada en ello. Saque primero la edición desgarbada de playboy, evitando sacar un par de hojas que no estaban presentables para una jovencita de 13 años, debido a cierta «suciedad» blanquecina que tenían. Se las entregue, y me dispuse a contemplarla en su labor lectora.
Tomaba cada hoja y la miraba con curiosidad, fijándose en los detalles de los esculturales cuerpos de las modelos, y sus sensuales poses. Pasaba unos 30 segundos mirando cada hoja, para cambiar a la siguiente. Cuando hubo terminado me las entrego diciéndome:
Están interesantes pero esto no es precisamente lo que andaba buscando… ahí hay puras viejas desnudas, ¿y yo para que quiero verlas? Las veo cada vez que voy los vestidores del deportivo.
Bueno ¿qué esperabas? Soy normal, no tengo revistas especializadas en hombres.
Pero tienes mas, ¿no?.
Bueno sí…
Ahora que lo pienso, de haber dicho «No» en ese momento tal vez nada hubiera pasado.
Pues pásame otra
Es que… la otra esta un poco mas fuerte…
¿A que te refieres?
Hm… hay escenas ya mas fuertes… quiero decir, ya aparecen parejas teniendo sexo.
Hay, ¡por favor! ¿y crees tú que me va a hacer daño eso? Ya tengo 13 años…
Y por que ya tienes 13 años ya te crees lista para cualquier cosa, ¿no?
Pues… no para cualquier cosa, pero cuando menos de sexo, sin duda.
Bueno… supongo que hay cosas que aún ignoras.
¿Cómo que? Se de donde vienen los bebés si a eso te refieres, jajajaja.
Mira… lo mejor será que te diga algunas cosas introductorias sobre esto…
Bueno, me parece bien.
A ver… empecemos con lo más básico- Trague saliva, esto no iba a ser nada fácil- ¿Sabes que es masturbarse?
Eh… es cuando te induces con las manos al orgasmo, ¿no?- ahora su cara estaba roja como un tomate.
Pues… sí, es una definición algo científica pero sí. ¿Sabes como se masturba un hombre?.
… eh… bueno, cuando tiene su cosa erecta, hace la mano así, ¿no?- hizo el gesto típico de masturbación.
Bien, correcto, ahora…
¿Tú te haz masturbado?
No sobra decir que la pregunta me dejo bastante sorprendido, dude incluso si debía en realidad contestarle eso.
Pues… ¿tú para que quieres saber eso?
Curiosidad…
Pues…- puedo jurar que mi cara de seguro se puso tan roja como la de ella- Si, lo he hecho algunas veces
¡En serio! Guau, ¿y como se siente?
Pues bien… ¿cómo crees que se ha de sentir?
Creo que tienes razón… oye… y el semen es tan blanco como dicen.
Hm… sí… si… yo diría que sí, es por eso que en lenguaje vulgar le dicen «leche».
Vaya… ¿qué extraño, no?
¿Y tu te haz masturbado?- Tenía que cobrarme el bochorno de alguna manera
Oye… no veo…
Vamos, tu misma me hiciste esa misma pregunta, recuerda que estoy algo así como evaluando tus conocimientos.
Bueno…- tardo como 10 segundos en decidirse a contestar, su bochorno era tal que note que comenzaba a respirar algo mas rápido- bueno… es que… sí… lo he hecho…
¡Bien! ¿y como sentiste?
Muy rico… supongo…
Pues lo mismo siente un hombre cuando se masturba
¿y por qué algunos le llaman «paja»?
No tengo la mas remota idea… pero siguieres llámale así, es mas corto que «mas-tur-ba-ción»
Esta bien, paja pues.
Bueno, supongo que no te tengo que decir como se masturban las mujeres, ¿verdad?
¡Ya! ¡No te burles!
No me estoy burlando, solo aclarando… ahora… que es lo siguiente que debes saber… ¿Sabes que es el sexo oral?
Me suena… pero no estoy segura, he oído de eso al respecto pero…
Entonces te explico, el sexo oral es cuando el hombre le lame a la mujer su vulva y su clítoris o cuando la mujer se mete el pené de su pareja en la boca
¿¡En serio!? ¡No manches! ¿A quien le pude gustar eso?
Pues créelo, a mucha gente le gusta. ¿A poco no te gustaría sentir una humeda lengüita en ese puntito que te da placer cuando te lo frotas.
Bueno… sí… pero ha de ser un asco para el hombre, digo, sé que algunas veces no huele muy bien por ahí. Además, yo nunca me metería uno de esos en la boca, que asco, ¿y que tal se suelta su esperma en mi boca? No, jamás…
Bueno, creo que eyacular en la boca es parte del acto.
Me estas dando un asco… no lo estas inventado ¿verdad?.
Claro que no, ¿qué ganaría con mentirte?, y bueno, si te sirve de cultura general, no te puedes embarazar por tragarte esperma.
Me parece más que obvio.
Bueno… decía, hay personas que lo dudan.
La conversación ya iba mas relajada, ella ya no tenía la cara tan roja y su respiración había vuelto a lo normal, supongo que lo mismo pasaba conmigo. Ya mas relajados continué con lo mas «pesado».
Ahora… ¿Sabes que es el sexo anal?
Pues me supongo que es cuando se lo meten a uno por el ano.
Correcto, como te imaginaras no muchas mujeres les gusta eso. Aún que he leido por ahí que por el ano puedes excitar el punto G de las mujeres, por lo que hay algunas a las que les gusta….
¿Punto G? ¿qué es eso?
Se me olvidaba… veras, el punto G es un lugar, dentro de tu vagina… bueno, de la de todas las mujeres donde se siente un placer, muy parecido al placer que se siente en el clítoris, solo que dentro de la vagina… bueno… eso he oído… En los hombres, este punto esta junto a la próstata, una bolsita que esta alrededor de la vejiga, y se llega ahí por el ano. Ahora ya sabes como los gays tienen sus relaciones.
Vaya… que interesente… en serio…
¿Y te gustaría probar el sexo anal algún día?
Bueno… dices que se estimula este «punto G» por ahí, ¿no? Tal vez no sea tan malo como me parece el oral.
Supongo que es mas fácil estimular el punto G por la vagina, como en una relación normalita.
Bien… eso me ha quedado claro.
Entonces ahora pasaremos por… bueno, creo que ya no hay mas lugares donde introducir las cosas… ahora que… hay algo mas, para concluir las relaciones y practicas mas o menos normales. Es costumbre de algunos, poner sus penes entre los senos de su pareja y masturbarse con ellos. Pero supongo que es un placer solo para el hombre.
Bueno quien sabe… pero… bueno… me imagino a veces que me acarician los senos y siento que… como que me gusta. Pero supongo que se necesita tener los pechos algo grandes para eso.
Hm… creo que no es necesario tenerlos muy grandes, los de tamaño normal han de ser suficientes.
¿Así como los mios?
Puso sus manos junto a sus senos y saco el pecho con una gran sonrisa burlona, como presumiéndome el tamaño que ya habían desarrollado.
Pues claro, digo, apenas tienes 13 años, espérate otros cinco y de seguro los tendrás tamaño jumbo. ¿Pero para que los quieres tan grandes? ¿Para estar haciendo esas cosas por ahí?
Jajaja, no ha de ser tan malo, digo, que mi novio se entretenga poniendo su cosa por ahí, si con solo tocarme los senos con las manos y ya me pongo como un motor, con eso solo tendré que tocarme para sentirme de lo lindo.
Bueno, ¡ya! No tienes que platicarme como serán tus relaciones, mira que te platico algo y ve como te pones
Jajaja… solo decía… bueno… ya se hizo algo tarde. ¿Seguimos hablando mañana, no?
Claro, piensa en lo que te he dicho y te muestro la revista mañana.
Va, tengo mucha tarea que hacer, te dejo solo.
Y se marcho dando pequeños brinquitos de niña picara rumbo a su habitación, que estaba justo frente a la mía.
Tengo que decir que estar hablando de sexo con Angélica me «emociono» un poco, mas cuando describió la forma en que planeaba dar rusas a sus novios. Pero en realidad no pensé en ella ni en su cuerpo, solo en lo extraño que había sido el evento en sí. Volví a mi computadora y a las tareas que tenia para ese día.
El resto del día fue normal, sospeche que en la noche iba a querer que le mostrara la revista. Pero la llegada temprana de mis padres marco lo contrario. Toda la noche fue como las demás, sentados en la sala viendo la tele hasta que nos ganaba el sueño.
También el día siguiente fue como los anteriores, levantarse, ir a la escuela y regresar. Yo siempre llego primero a la casa, pues ya en mi último año de preparatoria salgo bastante temprano, hasta después de las 2:00 pm llega Angélica, si es que no se va a alguna parte a caminar con sus amigas.
A las 2:15 en punto la oí llegar, por supuesto, yo estaba frente a mi computadora terminando una tarea. Me imagine que llegando lo primero que me pediría era que finalmente le enseñara la condenada revista. Pero una vez más me equivoque. Tan solo me saludo, y como una hora después, (tiempo hacía que yo había terminado con mis tareas), ella me pidió que le explicara algunas cosas sobre historia antigua.
No fue sino como hasta las cuatro y algo de la tarde que llego a mi cuarto, supongo que primero termino su tarea, vino vestida con unos pantalones deportivos azules con tiras blancas a los costados, una blusa azul sin mangas algo pegada a su cuerpo y sus apestosos tenis negros con válvula de aire. Se tiro boca abajo a verme jugar un videojuego de estrategia un rato. Con la cabeza sobre las manos bastante pensativa.
Por supuesto yo ya sabía a que venía y de inmediato cerré mi partida para poder hablar con ella. De hecho así era la costumbre, ella entraba, se tumbaba sobre la cama y esperaba a que yo terminara de hacer lo que fuese que estuviera haciendo, para poder hablar con calma y detenidamente. Por supuesto, para prestarle toda mi atención. Cuando cerré el videojuego, ella comenzó a hablar.
¿Cómo te fue en tú día?
Pues… lo de siempre, ya sabes. ¿Qué tal el tuyo? ¿Pensaste en lo que platicamos?.
Pues claro- me mostró una de sus magnificas sonrisas- fue bastante interesante, y de hecho, me encanto que habláramos de todo eso.
Me di cuenta que el tema de sexo ahora sería para nosotros como cualquier otro tema. Lo íbamos a hablar con seriedad y naturalidad, yo mostraría mi típica personalidad casi sin forma y ella hablaría con su alegría y optimismo, sonriéndome a cada momento, moviendo los ojos de un lado a otro y molestándome con inocentes bromas.
Pero tu día, ¿qué tal te fue?- le pregunte
Pues nada del otro mundo, lo de todos los días. Pero parece que el rumor sobre Luis y Paty resulto ser otra mentira formulada por alguien.
Tal vez el propio Luis… ya sabes, a muchos hombres les gusta presumir de sus novias y de su vida sexual.
… Tal vez… no lo sé… pero bueno, supongo que ya sabes para que estoy aquí.
Apague la computadora y voltee mi silla, como de costumbre, para mirarla de frente.
Oh… sí… eso… ¡Claro que se para que vienes!
Bueno, bueno, no te sulfures… ¿ya me vas a dejar verla o se te olvido hablarme de algo mas?.
No, me parece que no… ya te hable de todo lo «normal»…
¿Y que es lo «anormal»?
Cosas raras… ya sabes… como sado-masoquismo…
Ese es de sentir placer con el sufrimiento de otras personas y masoquismo es sentir placer con el sufrimiento mismo, ¿estoy bien?
Perfecto.
¿ya vez? No soy tan ingenua.
Tambien hay otras cosas, como hacerlo con los pies, masturbarse con la mierda, o a los que les gusta hacerlo con niños.
Creo saber un poco de esas, claro, antes de lo de ayer no sabía muy bien como lo hacían, jeje… Solo tengo un poco de duda, he oído algo así como «Eyaculación Precoz» ¿Qué rayos es eso? Me da idea sobre eyacular, pero «precoz» es una palabra que no me sé muy bien.
Bueno, precoz significa algo así como «joven» o «anticipado». Cuando se habla de eyaculación precoz es cuando el hombre, pues… se corre antes de que lo bueno empiece, es decir, que con solo acariciarlo o algo así, ya termino con todo.
¿Se corre? Te refieres a cuando eyacula, ¿verdad?.
Sí, es otra forma de decirlo, mas vulgar, por supuesto, también se aplica a las mujeres cuando obtienen su orgasmo. También se le dice «venirse» y cosas por el estilo, creo que con la entonación basta para que te des cuenta, y antes de que me lo preguntes, no tengo la mas remota idea del por que se le llama así.
¿Y no sabes si muchos hombres sufren eso de la eyaculación precoz?
Creo que bastantes. Supongo que es algo natural, sobretodo en tipos jóvenes.
Y tú, ¿te pasa eso? Jeje.
No lo se, digo, con masturbarse creo que no importa mucho.
¿Y hay algo parecido con las mujeres?
Pues lo dudo mucho… pero pasa algo extraño; cuando un hombre termina, tiene que pasar un tiempo antes de que den ganas otra vez. Mientras que una mujer puede volver a sentir un orgasmo en menor tiempo. Es decir, sigue con cierta exitación, por lo que creo que nadie le importa mucho.
Ya veo… pues bien, creo que ya entendí todo lo que necesito saber… ¿ya puedo ver la condenada revista?
Si… creo que no te hará daño…
Saque la revista «buena» donde venía lo que a ella tanto le interesaba. En cuanto se la entregue ella se puso a ojear, como borracho buscando un tequila, ya que había visto todo rápidamente, se dedico a observar detenidamente, tal como lo había hecho la tarde anterior, cada página, estudiándola y analizándola con mucho cuidado. Y yo, como la tarde anterior, la contemple en su minucioso estudio.
Ahora, me asustaba con lo que pensaba, el día anterior admití ante mi mismo, que la situación de darle clases sexuales a mi primita me había excitado un poco. Pero ahora, al verla ahí sentada sobre mi cama, ojeando una revista pornográfica con la que me había masturbado varias veces, de nuevo, debo admitir que me estaba excitando no solo la situación, sino ella.
Sin que ella lo notara la fui recorriendo con la vista. Su rostro era simplemente precioso, su playera un poco ajustada me permitía ver perfectamente sus preciosos tetas, erguidas y de MUY buen tamaño, sobre todo para su corta edad (como siempre en estas historias, ¿no?), su vientre era plano e igualmente precioso, y sus piernas, regordetas y algo musculosas, eran simplemente perfectas, incluso con esos tenis se veía altamente sensual. Y ni que hablar de sus nalgas, perfectas y firmes. Me puse a pensar en lo afortunado que sería yo cuando ella cumpliera más edad, su cuerpo perfectamente desarrollado caminando por la casa seria una bendición a mi alma atormentada, alejada de cualquier contacto con el sexo opuesto… Pero por un momento me espante de lo que estaba pensando… estaba a nada de meter ese suculento cuerpo en mis fantasías eróticas, pero ese cuerpo era de mi prima Angélica, mas que una prima, una hermana menor que confiaba en mi. Pero ese remordimiento de conciencia no duro mucho, me di cuenta que no hacía nada malo. Sí, era mi prima, pero en el aspecto físico era como cualquier mujer, pensé que si no hacía nada realmente malo, como proponerle tener sexo, realmente no cometía ningún crimen, de hecho me fije que en realidad solo pensaba en su cuerpo, no pesaba realmente en tener sexo con ella, solo admitía que me gustaban bastante sus…
¡Carajo!- Exclamo de repente al ver una página de la revista, sacándome completamente de mi pensamiento.
¡¿Qué ocurre?!- Pregunte cuando me sentaba a su lado para ver lo que había visto. Por un momento me asuste al pensar que las páginas «sucias» se habían mezclado en esa revista.
Mira el tamaño del pene de este tipo- me dijo señalando el pedazo de miembro monstruoso que había en la revista. Era un primer plano al tipo en cuestión, con su miembro en descanso, para que en la siguiente foto, se le viera totalmente erecto, apunto de penetrar a una morena de pechos grandes.
Ah… eso…
¿Así lo tienen todos los hombres?
Claro que no… eso es algo exagerado… creo… debe medir, mínimo, 25 centímetros.
Dios mío… y mira todas esas venas que tiene por ahí, que asco…
Bien, supongo que esto termina con tu curiosidad.
Vaya que sí! Que cosa…- dio vuelta a la página y continuo viendo detenidamente toda esa sección de fotografías.
Debo recordar que todas eran imágenes sugeridas, no había ninguna penetración real, por lo que las fotos incluían a la pareja en distintas posiciones. Terminaba la sección con una foto en que la morena tomaba el miembro erecto con ambas manos y se lo pegaba completamente al rostro.
Tenías razón…- me dijo- no te creía mucho eso de meter en la boca, pero yo no creo posible que eso le quepa a ella en su pequeña boca.
Sin duda, pero te tengo que decir que esto es puro sexo sugerido, quizas en ningún momento se la mete por ninguna parte.
Hm… tal vez tengas razón…- y continuo pasando las hojas.
Yo ya andaba como una locomotora, la situación me parecía tan… tan… morbosa. Ya tenía una erección en estado puro, y mi respiración se estaba acelerando, pero trate de controlarme y de regular normalmente mi respiración. Cruce la piernas y me concentre en que esto era lo mas normal del mundo.
Una vez hubo terminado me entrego la revista y yo la devolví a su lugar. Después le dije:
Supongo que esto aclaro casi todas tus dudas.
Claro, esta algo explicita… pero no había ningún acto en realidad.
Eso es todo lo que tengo, lo lamento pero no te puedo proporcionar mas.
¿Y por que carajos estamos hablando tan técnico?
¿Yo que se?- trague saliva- yo siempre hablo así, tu eres la que no habla como niña de teta.
Bah… como sea, muchas gracias gordo, no se como te lo puedo agradecer…
Podrías limpiar mi cuarto de vez en cuando, por ejemplo…
UUUYYY… perdón, yo pensé que lo hacías de buena fe.
En realidad lo decía en broma.
Pues bueno… – miro su reloj- yo me retiro… quizás vaya con mis amigas a ver una película o algo…
Que te vaya bien.
Ella se levanto de mi cama y se fue de mi habitación, en seguida prendí la computadora y me puse a meditar sobre lo que había pasado. Cuando la vi haciendo su tarea primero, antes de hablar conmigo, y también vi la blusa ajustada pensé que lo hacía para dedicar mucho tiempo en hablar de sexo… es más… una vez más tenía que aceptar que por algún momento llegue a considerar la posibilidad de que pasara «algo más». Pero me daba cuenta de que estaba muy incorrecto, estaba así vestida y había acabado a tiempo su tarea para poder ir al cine con sus amigas.
Descubrir que había pensado que podía pasar «algo más» me lleno de pánico, no era ahora solo una fantasía pensada en un rato de ocio, sino que inconscientemente pensé en la posibilidad de que algo pasara, lo que fuera.
Después de pensar eso, trate nuevamente de convencerme que no tenía nada de anormal, como hombre que soy seguramente tenía que pensar primitivamente sobre las hembras que me rodean… o algo así me invente para sentirme tranquilo y sin culpa.
También me puse a meditar sobre lo que me dijeron mil veces en la escuela, sobre eso de que «La excitación de los hombres es externa y la mujer interna» y todo eso. Por mi reciente experiencia eso tenía algo de razón, si yo como hombre hubiera estado en la misma situación que Angélica, probablemente me hubiera pasado todo el día en la escuela pensando en eso, no habría esperado a terminar mis deberes sin que apenas saliendo de la escuela hubiera corrido a la casa para ver la condenada revista. Y eso me tranquilizaba, me hacía pensar que Angélica tenía algo de madurez y no debía de preocuparme de que hiciera alguna estupidez por curiosidad. Yo era su confidente, si planeaba hacer cualquier cosa «peligrosa» al menos me aseguraría de que se protegiera debidamente.
Ella era afortunada, me tenía a mi como amigo, algunas personas, como yo, solo podemos relatar nuestra verdad o nuestra historia frente a una computadora, para que gente extraña que ni conocemos nos lea. Cuando en la realidad no hablamos ni sobre nuestro trabajo con nuestros padres…
Bueno, esto no importa. Ella se marcho al cine temprano y volvió temprano, nada fuera de lo común. La noche termino como siempre, ella tumbada en mi cama boca abajo, con su cabeza sostenida sobre sus manos, sonriéndome, balanceando lentamente sus desnudas piernas (le era una afición andar descalza por la casa), contándome como le había ido en el paseo.
Por una semana la situación se mantuvo como lo ha sido siempre, con la misma rutina, ni siquiera volvimos a hablar del tema, solo una tarde en que me había preguntado si podía tomar las revistas cuando ella quisiera. Le había respondido que sí, solo que me avisara cuando las tomara.
Otra cosa digna de mencionarse, es que evite, cuando menos concientemente, el tener alguna fantasía con el prodigioso cuerpo de Angélica. Pensé que en el subconsciente estaban bien, pero ya en mi mente normal no, y me podía inducir a hacer cosas que no me parecían correctas.
Pero bueno, como se ha de estar imaginando querido lector, las cosas no pararon donde creí que habían parado.
Como dije, paso una semana aproximadamente, y un jueves de marzo, (de nuevo no recuerdo bien el día del mes), se dio otro evento interesante.
Eran ya como las 6 de la tarde, ya habíamos comido y terminado con nuestros deberes, (que incluyeron asear los baños de la casa), nos encontrábamos tranquilamente en la sala de televisión. Ella, con una sudadera negra y una falda normal, también negra, tendida de espaldas sobre un sillón, en el costado de la sala, cambiando distraídamente los canales de la televisión al tiempo que se restregaba sus pies desnudos, y yo un poco mas apartado, leyendo un libro basura de ciencia ficción. De un momento a otro me pregunto:
Oye… me permites ver tu revista otra vez…
Con toda naturalidad le di la afirmativa. Por cierto, ya había retirado las «hojas sucias» a otra parte, entre otros documentos listos para ser tiradas a la basura, pues preveía que alguna vez Angélica tomaría tanta confianza que se le podría olvidar avisarme.
Apago el televisor, paso tranquilamente a mi cuarto, tomo el material «de lectura» y volvió a la sala a hojear la revista, con la misma serenidad como lo había hecho hacía una semana en mi cuarto.
Pensé que a lo mejor ella deseaba quedarse a solas con la revista para «entretenerse» con ella, sabía que esas revistas no estaban precisamente diseñadas para la mujer, pero podría haber una posibilidad de que le agradaran. Con tacto le pregunte:
¿Te gustaría llevársela a tus amigas mañana? Si quieres guárdala de una vez en tu mochila para que no se te olvide.
Eso le daría tiempo de hacer lo que ella quisiera en la noche. Pero contesto:
No… no es eso… no se las llevaría en realidad, no confío mucho en ellas…
Hm… pero bueno, hablan de vez en cuando de estas cosas, ¿no? Cuando menos en broma.- supuse que a lo mejor no había captado la idea que le proponía.
Si, solo en broma… no puedo hablar seriamente con ellas… no es que no sean maduras… solo que… no les puedo contar eso… ya ves como son ellas de chismosas.
Pero tienes que confiar en alguien, ¿no?- cerré mi libro y la mire a los ojos- sino ¿en quien puedes confiar?
… confío en ti, nunca me has fallado…
El comentario me halago bastante, no pude evitar sonreír y decir «Gracias». Nos mantuvimos en silencio, ella algo pensativa, su rostro se puso rojo y bajo la mirada para seguir hojeando la revista. Creí que eso había terminado con esa parte de la conversación, pero ella se detuvo de nuevo y volvió a mirarme a los ojos… estaba muy avergonzada por lo que iba a decir, su rostro estaba rojo, rojo como un tomate maduro y me parecía que su nariz temblaba un poco.
Oye Josué… bueno… por favor, cr-creeme que esto solo te… te lo digo por que confío mucho en ti.. y… y… por favor, no me tomes a mal lo que te diga pero… bueno..
Tenía idea de lo que iba a decir, estaba casi seguro, pero mi cerebro no podía cuadrar hasta que ella dijera esas palabras, que muy dentro de mí esperaba que las pronunciara, aun que no tuviera idea de cuales eran (bien claro, ¿no?). Al final, miro al suelo y dijo, casi como un susurro:
¿M.. me… p… podrías… mostrar tú… tú.. cuerpo…?
Me parece corto decir simplemente que me quede sorprendido. Fue mucho más, fue un gran golpe a mi lógica y mi razonamiento, me sentí confundido y no sabía ni para donde mirar. ¿qué debía decir? Lo natural era negarme, pero cuando menos debía saber las causas de la pregunta. Le pregunte en voz entre cortada.
¿P-para que quieres eso? ¿no te basta la revista?
B-bueno… y..y… yo quería ver uno de verdad… algo común ¿me comprendes? Estos cuates están muy exagerados… yo… quería conocer algo real… tu sabes… y… tú… pues…
Siguió un largo silencio… de nuevo no sabía si negarme o aceptar. Pero hubo algo dentro de mí que me decía que debía satisfacerle esa curiosidad… ella no confiaba ni en sus amigas ni en nadie, solo en mí. ¿cómo iba a satisfacer su curiosidad? ¿con algún noviecillo estúpido?. Además ¿qué tan malo podría ser mostrarme desnudo ante ella? Ahora que, yo no era muy guapo, mi vida era bastante sedentaria y con muy pocos deportes, como la cascarita llanera que jugábamos de vez en cuando en la prepa… pero me decidí, no tenía nada de malo lo que me pedía, sabía que ella era mas madura de lo que en un principio creía. Pero lo primero era tranquilizarla, hacer que se calmarla y mostrarle que no tenía nada de malo lo que me pedía. Claro, eso suena fácil, pero no lo era, más cuando yo mismo dudaba un poco sobre el asunto.
¡Pero calmada!- le dije con una sonrisa- Tranquila, esto es normal. No te preocupes.
Ella sonrió un poco pero no dijo nada.
Perdón si me algo raro cuando me lo preguntabas, pero, bueno, me tomo por sorpresa. Es muy natural tu curiosidad, pero no me pasa todos los días.
¿Eso significa un sí?
Bueno… sí, claro, ¿por qué no? No tiene nada de malo. Pero no comprendo por qué yo. Digo, no estoy en muy buena forma…
Ay… ¡por favor!, ¿crees que los de mi secundaria están mejor que tú?
Hm… buen punto…
Había logrado lo primero, nos estábamos tranquilizando, un poco mas y ya seria esto como cualquier otro tema.
Pus bueno…- digo al fin, con la cara ya menos roja y con una gran sonrisa- ¿cuándo podrías… pues… ponerte en cueros para mí?.
Bueno…- mire mi reloj- supongo que ahora tenemos tiempo, vamos a mi cuarto.
Subimos las escaleras como si nada, pero en realidad, mi corazón me latía a mil, supuse que ahora yo era el que estaba rojo. Una vez adentro, cerramos la puerta y le indique que se sentara en la silla de la computadora y yo me senté en la cama.
A pesar de todo, ella seguía nerviosa, pero era natural. Comencé quitándome los tenis y los calcetines, acto seguido continué con la playera y la camisa. Ya con el dorso desnudo le pregunte:
Bueno, pues ya vez en que desastre estoy- me golpe un poco el abdomen con la palma- como vez no estoy en muy buenas condiciones.
Bah… no hay problema, todo mundo tiene algo- se levanto su sudadera un poco y también se golpeo su inexistente panza.
Continué desabrochándome los pantalones de mezclilla, mirándola de reojo, se veía mas que interesada… mas que eso, se veía emocionada. Deslice los pantalones y me quede en calzoncillos. Entonces la mire de nuevo.
¿Estas segura de esto?
Si…
¿Pero segura?
Si, en serio
Segura, segura, segura…
¡SI! Ya, no le hagas de emoción.
Me levanté y tire hacia abajo la trusa, aventándola hacía un lado junto con el pantalón, me lleve las manos a la cintura y me puse a pensar en lo gracioso que me debía de ver en pelotas frente a mi curiosa prima.
En cuanto el estado de mi pene, la había tratado de mantener en semi-erección, a pesar que la situación era de lo mas morbosa, pero debía seguir dando el aire de naturalidad.
¿Y bien?- le pregunte
Pues si que es diferente a las que había visto… la tienes grande…
Eh… gracias…
No se si mentía o su curiosidad la hacía ver mas grande de lo que era, en cuanto al tamaño de mi miembro supongo que debo decir la verdad, era de tamaño normal, de 12 a 14 centímetros cuando erecta… bueno, esta bien, lo tengo muy chico, pero nunca me ha preocupado en realidad. Uno debe quererse como es porque es lo único que se tiene, ¿no?.
Ella se levanto y miro mi aparato por varios ángulos, tratando de asimilar toda esa nueva información. Al verla con esa curiosidad, con sus tiernos ojitos esculcando mi cuerpo, no pude contener unos pequeños saltos que dio mi pene.
¡Vaya! ¿qué fue eso?- me pregunto
Pues…- decidi que lo mejor era hablar con la verdad- es que… bueno… tu sabes, estar aquí, desnudo frente a ti, me esta excitando un poco.
Ya veo… ¿y siempre da esos brinquitos cuando se te comienza a parar?
Bueno… no, solo cuando trato de que no se me pare.
¿y por que no dejas que se ponga dura? Yo quiero verla de muchas formas, además te hará sufrir menos, jaja.
Tan solo basto su autorización y se paro como pocas veces, la sentía muy dura y a nada de reventar.
¡Vaya! Que cosa… ¿ya viste como la traes?
Pues claro… hmmm… caramba, se siente muy raro contigo aquí.
No te preocupes… ¿se siente bien traerla así?
Hmmm… sí… pero como que siempre dan ganas de hacerla estallar.
Se rio un poco y se sentó de nuevo, acto seguido me pidió que diera algunas vueltas en la habitación, me miro las nalgas y las piernas. Después me pidió que diera algunos saltos, para ver como se me movia.
JAJAJA, se ve muy gracioso- exclamo- y tienes buenas nalgas, gordito.
Supongo que gracias… ahora que lo viste bien, ¿qué piensas?
Pues a diferencia de los que tienes en la revista el tuyo si esta bonito.
Me parecía que se me ponía mas dura, pero parecía imposible.
Tu no tienes tantas venas y todo eso… y esta muy graciosa la cabecita de tu pene… y estubo muy gracioso como dio esos saltitos, jaja…
No pude resistir y me acaricie un poco, jalando le prepucio para que cubriera mi glande.
¡orale! Así es como se masturban los hombres, ¿verdad?.
Sí… veras… tomas con la mano el pito, como lo hago yo ahora, y lo agitas para arriba y para bajo… vez… hmmm…
¿Te esta gustando?
Sí… mucho… te… te… ¿te molestaría que me masturbara aquí… contigo viéndome?
Claro que no… te lo iba a pedir… ¿sacas mucho semen?
Hmmm… pues algo…- me sente y me puse a cascarmela con mucho gusto- depende cuando lleve sin jalármela o que tan exitado esté…
Ya veo… ¿y llevas mucho sin masturbarte?
Como un semana…
Y supongo que estas muy exitado…
Sí… bastante… voy a soltar mucho esta vez… hmmm… sigueme hablando por favor…
Pues… ¿qué quieres que te diga? ¡Mira! Ya te esta saliendo un poco…
Eh?… no… no… eso es… liquido lubricante… ya sabes, para cuando uno este cogiendo… hmmm…
Eso no lo sabía… ¿y como sale el esperma?
Esperame… ya lo vaz a ver pronto… hmmm… ya… ya casi… ven… siéntate junto a mí para que lo veas bien…
De inmediato ella se sentó a mi derecha, con los ojos clavados en el agujerito de mi polla, esperando ver algo distinto. En apenas nada explote, puse mi mano izquierda para que frenara el chorro, pero al segundo que se impacto, se empezó a desparramar por el piso. Yo estaba ido, en uno de los mejores orgasmos de mi vida, y mi prima con los ojos abiertos como platos para no perderse el espectáculo. Mientras aumentaban mis espasmos de placer, también la cantidad de «materia» que se llenaba en mis manos. Al final tenía mi mano izquierda empapada y el suelo con un pequeño charco de liquido. Pasaron unos instantes que tome para recuperarme. Los dos nos quedamos en silencio, ni siquiera la mire, solo cerré los ojos y me relaje…
¡Que cosa! Mira todo lo que sacaste, no manches…- dijo después de un rato, tomando mi mano izquierda y observando muy atentamente los restos del delito.
Me hubiera gustado que lo probara o mínimo que lo hubiera tocado, pero no se atrevió, ni a mi me dieron ganas de pedírselo.
Es muy blanca… como habías dicho…
¿Ya satisficiste tu curiosidad?
Ya lo creo… me parece que no me quedan dudas ya de nada.
Bien… créeme que lo disfrute bastante.
Uy… ¡si no me dices no me doy cuenta!
Bueno, deja tus sarcasmos para otra ocasión… ¿me podrías traer algo para limpiar todo esto?
Claro.. claro…
Fue por un par de pañuelos al baño y regreso en seguida a mi lado. Me limpie las manos y todo lo que había en el suelo. Cuando termine, ella tomo uno de los pañuelos y lo aspiro.
Hmmm… huelen raro… como a… no se… fresco… menta… algo así…
Algo mas que aprendiste… deberías tener mas dudas como estas… me lo pase genial…
Puedo tenerlas si tu quieres… – me sonrió pícaramente y se fue a buscar la revista que habíamos olvidado en la sala.
Una vez que me vestí y pusimos las cosas en su lugar, el resto del día siguió con su curso rutinario.
El fin de semana, con mis padres presentes, era muy raro que nos habláramos, y ese sábado y domingo no fue la excepción. Fueron días como cualquier otros, al menos en las actividades. Sin embargo, yo me seguía debatiendo conmigo mismo si lo que estaba haciendo era correcto. Pero para el lunes, llegue a la conclusión que no había pasado nada malo. Me había masturbado enfrente de ella, ¿y? Al fin al cabo, era parte del conocimiento que ella quería aprender. Como podrá ver, mi querido lector, yo ya había caído en un circulo de auto-complacencia, en que, con falsos razonamientos justificaba mis actos, esto paso mil veces mas.
Llego el martes, el lunes ella no me había hablado, tampoco ese martes, solo se había limitado a saludarme y a platicar de cualquier tontería en la hora de comer. No nos veíamos mucho a los ojos, de hecho, no profundizábamos en esas charlas tontas. Los dos nos sentíamos cohibidos por lo que había pasado el viernes. Pero pensé que era normal. Pero el miércoles me preocupe, generalmente nos íbamos cada quien con sus amigos a ver una película a un cine distinto, y en la noche, nos la pasábamos hablando de cómo había estado la película que habíamos visto, eso era casi una tradición (pues nos gusta mucho el cine). Pero ese día fue también fue la excepción. Las cosas se ponían raras y yo no quería ni pensar que lo había hecho estaba mal. Lo mismo paso el jueves. Ella solo llegaba, decía que tenía mucha tarea y se encerraba en su cuarto a escuchar música. Yo dudaba mucho, pensaba que quizás nuestra agradable relación que habíamos tenido durante años se esfumaba. ¿Debía disculparme? ¿Debía dejar las cosas como estaban? No lo sabía.
Pero mis dudas desaparecieron el viernes (como usted probablemente pronosticaba). Ella llego a su cuarto, me saludo y entro en el suyo para cambiarse. Y desde ahí me dijo en voz festiva:
Oye gordo… ¿sabes que día es hoy?
Eh… viernes…
¡Exacto! ¡Día de platica sexual!
¿Qué?
Y ella entro a mi cuarto con una playera roja ajustada (que marcaba su sostén) y unos jeans normales. Y dando un brincó se tumbo sobre mi cama, como solía hacerlo siempre.
Pero si ya hablamos mucho- le dije sorprendido- y además… ya viste todo…
Bueno sí… ¿y?
Sin olvidar que toda la semana estuviste esquivándome, ni entrabas a hablarme…
Ay tonto… estoy en semana de exámenes de periodo, tu ya sabes que en esa época nunca vengo a verte.
Era cierto, por el nerviosismo que tenía lo había olvidado.
Hm… si es cierto… lo había olvidado…
Uta gordo… ya se te van las hebras.
Pero como dije, ya hablamos todo lo que pudimos, ¿no?.
Bueno, sí… pero no he visto todo.
¿De qué estas hablando? Ya me viste hasta eyacular ¿qué mas quieres?
Pues…- bajo su mirada- quería verte otra vez… es que fue muy rápido y no vi mucho… ¡caramba, tu si te corres rápido!
No me molestes.
Jajaja… vamos, no te hagas del rogar… se lo mucho que te gusto, tú mismo me lo dijiste
Pues si… me gusto mucho.
Pues ahí esta… oye, una pregunta ¿qué fue lo que mas te gusto, que te estuviera viendo… o yo?
La niña no era nada tonta, todo lo contrario, demasiado astuta, de seguro que eso no venía de mi familia. Me tome unos minutos para pensar la respuesta, y llegue a la conclusión de decirle la verdad, era muy lista para mi.
Pues… yo diría que ambas…
¿Ambas? Explícate.
Pues… me excitó mucho que una niña tan guapa como tú me estuviera viendo…
Ella se quedo callada un momento, pero no muy sorprendida.
¿En serio estoy muy guapa?- pregunto con cierta timidez.
¿Guapa? ¿Guapa? Quise decir, estas ¡MUY BUENA!
Uy… gracias primo, es todo un piropo viniendo de alguien como tú que nunca se le acerca a las mujeres.
No me molestes.
¿Qué es lo que mas te gusta de mí?
Hm… tus piernas… las tienes tan bonitas y bien formadas… y son largas y tus pies son preciosos y…
Bueno, bueno, bueno… ¡ya entendí!- se incorporo hasta estar sentada en la cama- que te parece esto… que tal si me quito los pantalones y tu te vuelves a masturbar ¿eh?
Pues…- no pude hacerme del rogar- esta bien…
Casi desesperadamente me quite de mis prendas, hasta de los calcetines, quedando sentado con mi pito bien empalmado y con la cabeza roja fuera. Ella también, a una gran velocidad, se quito sus pantalones quedando con unas deliciosas bragas azules, con flores en el pubis.
¿Qué tal?- me pregunto mientras se acariciaba las rodillas.
Hm… deliciosa- y comencé a pajearme- hm… las tienes tan bonitas… no voy a durar mucho viéndolas.
Hay gordo… sufres de eyaculación precoz.
¿Sufro? Yo no sufro nada, disfruto de eyaculación precoz.
Jajajaja… estas bien loco…
Me recosté en mi silla y cerré un poco los ojos…
¿Te quitarías la blusa por favor?
¿La blusa? ¿No te gusta? Me la puse para ti.
Si, esta muy bien, pero pues…
Mira, me voy a quitar el brasiere y así se marcan bien mi senos.
Ok… pero llámales tetas- yo estaba ya muy ido.
Ya… ya mis tetotas. ¿ya?
Le sonreí. Rápidamente, con esa habilidad que solo tienen las mujeres, se quito su sujetador (que también era azul) por debajo de la blusa y lo dejo a un lado, también se apretó la blusa, para que se marcaran mas sus senos. Yo estaba muy ido. Ni que decir de complacido.
Hmmm…. las tienes bien grandes prima…
Gracias… supongo que eso es todo lo que me vaz a pedir.
Pues… hay algo mas… quieres verlo bien ¿no?
Si… eso he estado pidiendo.
Pues mira… túmbate sobre la cama, yo me siento sobre tus pechos y así vez mejor mi pene.
No se si ella considero muy cansado estar arrodillada frente a mí o era mucha su curiosidad, pero acepto y se tumbo de espaldas para que yo me sentara sobre ella. Tal vez solo era que quería ver hasta donde llegaba yo.
Deje de hacer mi movimiento y se senté parcialmente sobre sus tetas, sin aplastarla, la tenía parada como nunca y estaba justo frente a su rostro. Ella de inmediato comenzó a observarla y analizarla, toda, la cabeza, los testículos (que era lo que mas le llamaba la atención) y el tronco. Ella y yo solo suspirábamos.
Te digo primo… la tienes bien bonita… y grande…
Gracias, ¿no quieres tocarla? Digo, ya que estoy aquí.
B… bueno… sí.
Sus delicadas manitas se acercaron a mi tubo, y con delicadeza la tomaron como había visto ella que lo tomaba yo. No hizo el movimiento, solo recorrió con sus palmas y dedos por toda su extensión, luego, con su mano derecha, apretó con sus dedos mi glande, di un sonido de aprobación y la mire, se veía hermosa, ruborizada, mordiéndose el labio inferior y con la vista clavada en mí.
¿Te puedo masturbar?- me pregunto con voz entre cortada.
¡Sí!, claro, hazlo!
Con la misma delicadeza, y con esa suavidad de seda en sus manos, comenzó a hacerme una exquisita paja, yo solo rebuznaba de pasión y ella miraba, satisfecha, como me retorcía sobre ella. En algún momento apretaba de nuevo mi glande.
¿Lo estoy haciendo bien?- me preguntaba de vez en cuando. Yo ni podía responder, solo movía la cabeza como idiota.
De un momento a otro, paso lo inevitable. No quise avisarle pues quería correrme sobre ella, quería mancharla de mis fluidos. El primer chorro la tomo desprevenida, cayo sobre su cabello, el segundo paso a lo largo de su rostro, desde la frente hasta la barbilla, ella cerro los ojos y la boca con fuerza, pero no dejo de hacer su trabajo con las manos, hasta que los chorros 3, 4 y 5 cubrieron completamente su rostro, mientras yo me convulsionaba violentamente ante el volcánico y salvaje orgasmo que sentía. No fue hasta que ella retiro sus manos y las llevo a su cara cuando yo reaccione. Me baje de inmediato de ella y saque algunos pañuelos que llevaba en mi pantalón, y la limpie lo mas rápido que pude «Perdón… perdóname» decía «Enserio, discúlpame, por favor… por favor»
Una vez que le limpie el rostro ella se incorporo y se atrevió a abrir los ojos y la boca. Me miro un momento, un momento en el que sentí que se me rompía el corazón. Pero después, su boca se abrió con una sonrisa, calmando mi espíritu.
Jajaja… estas bien pervertido gordo… te viniste en mi cara… ¡que asco!
Discúlpame… en serio discúlpame…
No te voy a perdonar, ¿eh? Mínimo avísame la próxima vez… jaja…
Ah… ¿va a ver próxima?
Jajaja… chale, apenas terminaste y ya estas empezando de nuevo. ¿te gusto mucho?
Uff… un putero…
¿por qué te la hice yo o por qué te corriste en mi cara?
Por ambas…
¿Otra vez?
Es que… bueno, me la hiciste de un millón de dólares, y… no se… realmente no tengo idea de por que me gusto mancharte tu dulce y precioso rostro.
Hm…. ¿con qué también te gusta mi rostro?
Me gustas toda, Angélica.
Jajaja… gracias… que bueno que no manchaste mi blusa, aún que no huele muy bien…
Eso se quita rápido, ¿nos vestimos?
Sí, creo que ya es tiempo. Voy a salir al rato con las amigas a tomar café. ¿Vienes?
No… tengo que verme con mis amigos, vamos jugar billar.
Bueno pues… ya vistámonos antes de que se te ponga grande de nuevo. Yo creo que me voy a bañar, aún tengo tu cosa pegada al cabello.
Tomo sus pantalones y se fue rumbo a su cuarto, pero antes de que saliera le dije:
¿Y te gusto?
Se dio la vuelta y me miro a los ojos. Después me dio otra de sus hermosas sonrisas.
¡Claro que me gusto! La tienes bien bonita, en serio, me dio gusto agarrartela.
¿Lo podremos repetir?
Te lo iba a preguntar. El próximo viernes, hasta entonces.
Y se fue a bañar.
Me vestí y me recosté en la cama, me encontraba sumamente cansado, sin muchas ganas de ir a la reunión prevista. Hice algunas respiraciones profundas y me relaje. Un momento después escuche a Angélica salir del cuarto de baño, envuelta en sus toallas, pero yo ya estaba medio dormido y no le preste atención. Y un momento después, estaba dormido.
Me desperté como las 6 de la tarde, preocupado pues mi cita era para las 5:30 pm, de inmediato le hable a mis amigos por sus celulares, disculpándome por la tardanza e informándoles que no iba a llegar, pues me sentía de la patada. No le dieron mucha importancia al problema y se despidieron.
Colgado el auricular, me senté frente a la computadora, para despertarme y organizar un momento mis ideas. El sol se escondía detrás de los edificios frente a mi ventana, pero algunos rayos de su luz escapaban entre los edificio y las nubes, para llegar deslizándose como una manta de oro sobre mi cama. Me talle con fuerza los ojos y, solo por un momento, me parecía que todo lo que había vivido había sido un sueño desde que le mostré a Angélica esa revista porno hacía un par de semanas. Me mente aún estaba desfasada y no se ubicaba ni se preguntaba que día era. Tenía una cierta seguridad de que todo aquello jamás había pasado. Me fui rumbo a la cocina, no sin dar un par de tropezones con los sillones de la sala. Me sentía como embriagado, pero no encontraba explicación del porque.
En la cocina encontré, pegada al refrigerador, una nota de Angélica, informándome que se había ido con sus amigas una hora y media antes. Entonces supe que no había sido un sueño cachondo, sino la realidad. Pero ¿una hermosa realidad’.
Me calenté la comida y me senté tranquilamente en la mesa de la cocina a disfrutar de mis alimentos, en completo silencio. Justo como a mi me gusta. Pero entonces, como si en ese momento hubiera cometido el delito, me sentí terriblemente culpable por lo que había hecho.
Unas semanas antes me justificaba a mi mismo, diciéndome que no había tenido nada de malo haberle prestado mis revistas a mi prima, después, me volví a justificar diciéndome que haberme mostrado desnudo y haberme masturbado frente a ella, estaba justo en la línea de lo correcto, pero no debía avanzar mas.
Pero ahora había sido demasiado, incluso pude haber seguido engañándome si ella tan solo me hubiera masturbado, pude haberme dicho que le enseñaba a como hacerlo, pero ¿haber terminado encima de ella? Era demasiado, demasiado… ¿Por qué ella no lo había evitado? No, ¿cómo iba a evitarlo ella? Solo tenía 13 años. ¿Por qué yo no lo evite? Bueno, yo solo tenía 17 años…
Me detuve un momento mi furioso pensamiento y continué comiendo. Después pensé un poco mas calmado; ¿qué tan malo había estado aquello?. ¿Acaso yo no estaba abusando de la inocencia y curiosidad de ella? ¿no la estaba utilizando para satisfacer mis reprimidos deseos sexuales?. Ahora, suponiendo que no le estaba haciendo ningún daño, que no estaba haciendo algo ilegal ni nada por el estilo, ¿hasta donde iba a llegar eso? Suponiendo que era yo el que ponía los límites, ¿hasta dónde quería llegar con ella realmente? ¿A suaves y delicadas pajas? ¿Al coito? ¿al sexo anal?.
Nunca antes me en mi corta adolescencia me había sentido tan confundido y no tenía idea de que hacer. De hecho, nunca me había sentido confundido, mi vida era sencilla y sin emociones, justo como me gusta. Pero esos últimos eventos…
Ya había terminado de comer y ahora lavaba mis platos. Fue entonces cuando deje de preguntarme cosas y ahora hallaba soluciones. Ella no parecía estar sufriendo algún abuso de parte mío, al contrario, la idea principal, había sido de ella. Y además, yo tenía derecho a sentirme bien de vez en cuando. Para que eso siguiera igual, ahora la dejaría totalmente tomar la iniciativa, como lo habíamos hecho hasta entonces, la única iniciativa mía había sido correrme en su cara y ahora ya no habría ninguna iniciativa mía, si ella querría experimentar algo nuevo, me lo diría y yo la obedecería fielmente.
Era la mejor solución, o eso me pareció, no me exentaba de culpas en caso de que mis padres se dieran cuenta, pero sí me hacía sentir tranquilo de no ofender o molestar de alguna forma a Angélica, ya que ella me prestaba un placer inmenso, que no estaba acostumbrado a recibir.
Pase el resto del día dormitando y viendo televisión. Esperaba que Angélica volviera antes que mis padres, para poder hablar con ella, pero no fue así, llego media hora después de mi madre. Matando cualquier esperanza de hablar con ella durante el fín de semana, en el que no acostumbrábamos cruzar palabra por la sola presencia de mis padres. Para el lunes ella ya no tendría que estudiar para mas exámenes, y yo, pues nunca tenía problemas con las tareas para preocuparme por ellas, mis exámenes de periodo habían sido hacía ya un tiempo y no tenía pendientes.
Pero cuando dio el día lunes, mientras esperaba con ansia la llegada de Angélica para poder hablar con ella, me pareció que estaba haciendo mal, yo no debía tener ninguna iniciativa, ni siquiera la de hablar de sexo. Ella sola sabía cuando quería hacerlo, incluso había puesto que el día viernes era el día reglamentario de «platica sexual» que era mas bien practica.
Así, llegó como todos los días lunes hacía, dejo sus cosas y se tumbo boca abajo sobre mi cama, agitando sus pies envueltos en esas horrendas calcetas blancas y platicándome todo lo que le había ocurrido en el día. Totalmente normal, como si el viernes pasado no me hubiera derretido de placer sobre su rostro, como si ella nunca hubiera visto mis revistas viejas. Incluso llegue a pensar que en realidad todo sí había sido un sueño, que en realidad lo había imaginado todo. Pero no, yo se distinguir entre la realidad y la fantasía, entre lo correcto y lo incorrecto y, sobre todo, entre el duermevela y el sueño.
Avanzaba la semana hacia el esperado día, que por cierto, sería el último día de clases antes de las vacaciones de semana santa y la semana extra de descanso administrativo de las escuelas. Ese viernes podría ser el principio de hermosas vacaciones si sabía mover mis piezas… no… disculpen… no es cierto, ella daría la pauta y solo si ella me permitía, pasaríamos unas excelentes vacaciones, yo debía de mantenerme con mi compromiso de no dar ningún paso hacia ningún lado.
Durante la semana en cuestión, todo seguía su curso normal, lo único que se agrego a sus platicas era lo bien que le había ido en los exámenes de fin de periodo. Esto me sorprendió mucho, no porque ella fuera una niña tonta, no, pero me parecía difícil que ella pudiera concentrarse sabiendo que cada día viernes iba a pasar «algo nuevo». ¿Cómo pudo concentrarse? Solo con una gran determinación y sentido de la responsabilidad. Yo recordaba que a su edad, un amigo me prometió prestarme una película porno para cierto día después de 2 semanas después de darme el anuncio. ¿Qué paso conmigo? Bueno, no atendí a las clases, no hacía la tarea, no hacía nada mas que ponerme a esperar estúpidamente la llegada del día para ver la mendiga película porno, que para colmo fue un asco. Ahora, en bachillerato, recuerdo a un amigo cuya novia le había prometido darle una «sorpresa» (ya se imaginaran de que tipo) el día de el cumpleaños de él. Y estuvo un mes entero ido, muerto de ansiedad en espera del día prometido.
En cambio, Angélica, se comportaba completamente madura y responsable. Había hecho correctamente todas sus tareas y todos sus exámenes en esa semana tan… diferente. ¿o había sido que no le importaba el asunto? No lo creo, esos 2 viernes llegaba algo alegre, sobre todo el último, casi como si diera gracias a dios de que por fin era el viernes de «Platica Sexual».
Hablando del tal, por fin había llegado. Yo había regresado de la escuela, ansioso, como era de esperar, por fin había llegado el día y como bono, era el fin de clases por 2 semanas. Como todos los días me senté frente a la computadora y me puse a navegar… y a pensar… ¿cómo debía de recibirla? ¿con una sonrisa? ¿hablando de lo que había pasado? ¿diciéndole lo que estaba sintiendo en esos momentos? ¿Desnudo? ¿masturbándome quizás?. Pero cuando llego, todas esas dudas se borraron, haría lo que había estado haciendo en toda la semana… nada…
Y como todos los días, ella dejo sus cosas en su cuarto y se fue a tumbar a mi cama, con la única diferencia que ahora lo hizo boca arriba, estirando sus extremidades por toda la cama, aspirando profundamente y cerrando con tranquilidad los ojos.
Por fin… vacaciones… – dijo
Si… tranquilidad… paz y calma… – le conteste algo preocupado, no había llegado como el viernes anterior… ¿ya no querría nada?
Hmm… me siento tan bien… ¿tienes planes para hoy?
Hm.. nope… ¿y tú?
Tampoco… hoy quería descansar y sentirme bien… ¿sabes de que es tiempo?.
Mi corazón brinco de alegría.
Este… ¡Es tiempo de herramientas!
Jajajaja!! No te hagas el tonto ¡Es tiempo de hablar de sexo!- y con alegria se incorporo sobre la cama, estirando los brazos hacia el cielo con alegría.
Cierto, cierto… esperaba con ansia este día- trate de mostrarme tan frío como de costumbre, pero tenía los fuertes deseos de empezar a desvestirme.
Ella se quito el chaleco de la escuela, y se desabotonaba los botones del a blusa rápidamente.
¿Qué haces? – le pregunte
¿No te parece obvio?
Pensé que íbamos a hablar de sexo.
Bueno… yo le llamo día de «Platica Sexual» porque no me gusta como suena «Día de que Josuesito se apriete el pito viendo a su primita». Jajaja.
Y continuo desabotonándose la blusa, después se la quito, y me mostró el sujetador que llevaba, un hermoso modelo negro, totalmente liso y no muy grande, que levantaba de forma espléndida sus regordetas tetas.
Y tu ¿qué esperas?- me pregunto- ya empiézale, pensé que estabas esperando este día con angustia.
Oh sí… pero bueno… 7 días merecen una recompensa, ¿no?. Ni me hablaste ni nada en toda la semana.
Ya… no seas llorón… ¿qué quieres?.
Quiero vértelas…
¿Mis senos?
Sip… por favor…
No! Estas muy enfermo.
Es que me gustan mucho… te las vi un poco el otro día pero quiero verlas en vivo y a todo color.
Chale gordo… estas pero bien sacado.
Yo le veía nada de safado, digo, si ya hasta me había corrido sobre ella, me parecía increíble que siguiera sin aceptar que viera sus tetas. Pero no le dio mas importancia y se quito el precioso sujetador, abriéndolo por el frente y dejando que se deslizara hacia atrás por sus brazos, dejando a la vista ante mis lujuriosos ojos, el par de tetas mas preciosas que hubiese visto nunca, ligeramente blancas, regordetas, con un hermoso pezón, que parecía ser el bocadillo servido en el centro de un suculento plato. Me sentí en las nubes, creí que me correría en ese instante. Cerré los ojos justo a tiempo para reordenar mis ideas e impedir la pronta conclusión del día.
Wow… le dije casi en un suspiro- son… hermosas… tan hermosas como tus piernas…
Ay.. ya…- sonrió de oreja a oreja- no es para tanto.
Oh sí… eres tan hermosa- volví a abrir los ojos- uff… me voy a correr con tocarme.
¿Pues que esperas? Desnúdate y córrete.
La obedecí, me comencé a denudar, hasta quedar solo en calzoncillos, de los que se notaba de sobra el empalme que me cargaba, me senté de nuevo en mi silla. Ahí me detuve.
¿Qué esperas?- pregunto- ya sácatela y córrete de lo lindo…
Espérame… ¿té gusta mi polla, Angélica?.- estaba de nuevo ido, hablando lento y suspirando.
Claro… la tienes muy linda…
¿Cuándo te gusta mas?.
Ella se sonrio y se puso colorada.
Tu ya sabes cuando me gusta mas.
No, no lo se… dímelo…
Bueno… es que… tu ya sabes…
Ya no te hagas del rogar y dímelo…
Hmm… esta bien… me gusta… me gusta mucho cuando esta grande y bien parada… y cuando le empieza a salir lechita por la punta, toda disparada.
No me esperaba algo tan… este… ustedes saben… una vez mas, tuve que recordar todos esos consejos que alguna vez me dijo mi medico para controlarme.
Hmmm… ven… acércate…- le dije- vela de cerca… déjame correrme en tu cara otra vez…
Sumisa, ella se acerco y se arrodillo ante mí, algo nerviosa, como siempre. Pero como siempre tomo la iniciativa, y con mucho cuidado fue ella quien me saco el calzoncillo, yo solo me limitaba a acariciarle el pelo y mirarla a los ojos. Se puso debajo de mi muy erecto palo, mirando justo a la orificio donde salía mi placer. Respirábamos muy rápido, su cara se encontraba tan limpia y pura, su sedoso pelo colgaba detrás de el, tratando de alcanzar sus tobillos. Se veía muy hermosa…
¿Te gusta ver como me corro?- le dije, esperando la respuesta que me desataría.
Si… – me contesto en suspiros iguales a los míos- me gusta mucho verte… me gusta verte gozar…
Y cerro los ojos, sabiendo lo que seguía. Yo, por mi parte, solo tuve que relajarme y apagar mi resistencia. Y una vez mas salió un chorro disparado, una gota pequeña que se fue directo a mi cama, sin tocarla, pero no hubo un potente segundo chorro impulsado hacia arriba, solo un grueso hilo de semen que se deslizó de mi verga hacía Angélica, como si siempre hubiera sabido a donde ir, los siguientes espasmos que sentía aumentaron la cantidad de leche que salía de mí, todo iba hacía el rostro de mi prima, cubriéndola, bañándola en mi esencia, con delicadeza, casi con amor, ella se mantenía con los ojos cerrados, temblando por un orgasmo sentido cuando la primera gota de mi semen la toco, pero se resistió a estallar en gritos, solo gimió suavemente, casi como si susurrara alguna palabra de amor. Yo tampoco hice ningún ruido aparte de leves gemidos, me sentía tan bien… había sido algo volcánico… ella no me había tocado, ni yo me había tocado, me vine solo, quizás como un pobre pendejo precoz, pero no me importaba, me sentía muy bien y ella también lo estaba gozando. Finalmente, después de 8 o 9 espasmos sentí que ya había terminado. El esperma acumulado de una semana se encontraba ahora sobre el lindo rostro de Angélica, ella seguía sin moverse, con la cara rebosante de jugo blanco, que se deslizaba lentamente hacia sus pechos. Cerraba los ojos delicadamente, sin esforzarse, al igual que su boca, sabía que le preocupaba tragarse mi esperma, pero cuidaba en no arruinar el momento y seguir viéndose hermosa, cubierta de mí.
Desperté del mágico momento y tome unos pañuelos que había puesto junto a la computadora para la ocasión. Y la limpie, eternamente agradecido por aquel regalo que me hacía, lo hacía lo mas tiernamente que podía, quería que sintiera cuanto la quería, aun que fuese torpe para declarar mis sentimientos. La limpie bien, y justo a tiempo, antes de que se manchara más ella o el piso. Cuando ella sintió seguro poder abrir los ojos, lo hizo mirándome directamente a mi, hundiéndose en mis obscuros ojos, con toda su ternura y belleza.
Gracias- me dijo suavemente.
No… no… gracias a ti… – le conteste aún mas tiernamente.
No… gracias por limpiarme pero… sobre todo… gracias por correrte en mí… gracias por regalarme tu esencia… gracias… muchas gracias.
No pude resistir mas, le levante, la abrase y la bese, todo algo rápido, pero no me importo, nos tumbamos en la cama para acariciarnos y seguir besándonos por algunos momentos, dándonos mutuamente las gracias por el increíble momento vivido, fue un momento mágico, y muy romántico (para mí al menos), después nos acurrucamos, ella entre mis brazos, y dormitamos un momento.
Me desperté 1 o 2 horas después, ella aún entre mis brazos, dándome la espalda sobre nuestros costados izquierdos. No falta decir que fue un dulce despertar, la bese junto a la oreja y aspire el dulce olor de su largo cabello castaño. Con cuidado, para no despertarla, pase mis manos desde sus hombros hasta sus piernas… estaba tibia y olía muy bien… me entretuve acariciando sus piernas, entonces sentí que despertaba.
¿Te desperté?- pregunte
Oh… no… ya estaba despierta, pero pensaba dormir un poco mas.
Hmmm… hueles muy bien…
Gracias… creo…
Volteo un poco para darme un beso que recibí gustosamente. Mientras bajaba mis manos hacía su entrepierna, topándome con su delicado coño, tenía un poco de vello alrededor, y pase mis manos con cuidado sobre su vagina, esperando su autorización para entrar.
Por aquí… por aquí…- me dijo, tomando mis manos con las suyas se las llevo a la boca para humedecerlas, para después llevarlas de nuevo a su entrepierna para mostrarme el camino hacía su punto privado, que hasta ahora solo ella había tocado.
Con gusto me deje llevar, ella, aún que algo temerosa llevo mis dedos a su clítoris y me ayudo a acariciarlo, mostrándome como le gustaba que se lo acariciara. Pasaba sus dedos alrededor, para después moverlos con algo de vigor hacia arriba y hacia abajo, con gusto la remplazo mi mano derecha, copiando a la perfección sus movimientos, agregando una nueva caricia que estimulaba la parte baja de su botón. Ella respondió mordiéndose los labios y aplicando presión de su mano derecha sobre la mía, mientras que con la izquierda se acariciaba lentamente sus senos.
La comprendí y rodee su cuerpo con mi brazo izquierdo, para tener acceso a sus suculentos senos, inmediatamente apretuje con vigor la teta que me quedaba más cerca y mordía su hombro derecho con delicadeza y sin mucha fuerza.
No estuve mucho tiempo con eso, pues en un par de minutos arqueo su espalda, yo moví con mas vigor mis manos para darle el máximo de placer, como ella me lo había hecho a mí, sentía como una agradable sensación, que provenía de su coño, acariciaba de alguna manera mi mano, como un suave aliento de erotismo exhalado por un dragón de fuego, mientras su vulva se convulsionaba . Soltó leves sonidos de amor, para después caer rendida sobre mi de nuevo, respirando a gran velocidad. Descanso un momento para decirme:
UHF… ¿quién dijo que masturbarse no era divertido?
Pues no lo es hasta que alguien lo hace por ti.
Nos reímos un poco. Ella se volteó y me enrollo con sus piernas, y se quedo mirándome un momento, para después acercarse cerrando los ojos y besándome. Por supuesto yo respondí igual, y estuvimos un momento, jugando con nuestras lenguas, con los ojos cerrados, mordiendo nuestros labios y acariciándonos con delicadeza, como en un sueño. Solo abríamos los ojos de tiempo en tiempo para mirarnos, para excavar en lo profundo del alma del otro, para, inmediatamente, continuar besándonos. Realmente no estuvimos mucho tiempo así, poco a poco baje a su cuello, y avance en dirección a sus senos, pero ella me detuvo.
¿A dónde vas?- pregunto
A besarte en otros labios
Oye… esperate, esperate!, dame un descanso, ¿no? – seguía con esa encantadora sonrisa.
Oh… vamos, ¿no se supone que las mujeres tienen múltiples orgasmos?
Quizás, pero yo aún soy amateur, déjame descansar un rato…
Bueno…- le conteste, e inmediatamente ella apretó su cuerpo contra el mío, para notar que todo el magreo posterior ya me había hecho efecto.
Pero veo que tú ya estas listo de nuevo…- me dijo de nuevo entre risas.
Hmmm… ya paso un ratín.
Tome mi miembro con mi mano derecha y la apunte con cuidado hacía su coño, rozando la entrada con la cabeza. Pero en eso ella se movió, zafándose de la posición con las piernas pero abrazándome con sus brazos. «No… no… no…» me susurro al oído, con los ojos cerrados. Jamás le pregunte el por qué no me dejo continuar, pero no me atreví, pensé que cuando ella se sintiera lista, me permitiría penetrarla. Sin embargo, me quede algo decepcionado, pues en realidad quería poseerla en ese instante, pero agarre calma. Pensé además que no se me había ocurrido, por pendejo, haber comprado condones… que bestia!! Sabía que ese día algo iba a pasar y no compre condones… ¡lo que pasa cuando uno tiene el cerebro lleno de semen!.
Me separe un poco de ella, y me recosté sobre mi espalda completamente, para quitarme las ganas de encima, en eso ella me comienza a besar el pecho, y yo, obviamente, le acaricio la cara. Y sin que me lo esperara, me comenzó a chupar los pezones.
¿¡Qué haces!?- le dije bastante sorprendido.
¿Tu que crees que hago?- contesto para continuar con su labor.
Hmmm… bueno… sigue haciéndolo, se siente muy bien… ¿quién te enseño?
En realidad nadie… * chupetón * solo me dieron ganas de hacerlo * chupetón * ¿te gusta?.
Mucho… jajaja… me haces cosquillas… pero me gustaría mas hacerte lo mismo…
Jajaja… y a mi también… – se acostó sobre mi espalda, entregándose para que le hiciera lo mismo.
Con cuidado me acerque y metí su seno izquierdo a mi boca, chupándolo con todas mis fuerzas, después mordisque un poco su pezón, para después pasar con mi lengua el resto de su seno y repetir la operación y pasar a dar los mismos mimos a su otro seno. Ella comenzó a reírse con placer al tiempo que me acariciaba la cabeza. Al poco tiempo me di cuenta que tanto a mi como a ella, nos gustaba mas chupar con fuerza el pezón, o que intentara meterme el seno completo a la boca. Por supuesto eso me encendía aún mas, se lo hice saber llevando una de sus manos hasta mi miembro, para que le diera consuelo.
Te gustan muchos mis senos, ¿verdad?- me dijo, separándome de su pecho para hablar conmigo.
Si… mucho…
Y… ¿crees que los tengo de buen tamaño? Sinceramente.
¿Sinceramente?… bueno… yo diría que son chicos-grandes, o medianos-chicos…
Pero chicos…
Bueno… no mucho… en serio… ¿pero para que quieres tetas grandes?
Bueno… llámale orgullo… como a ustedes los hombres, les gusta tener el pito grande…
Bah… estupideces de hombre… mírame, no lo tengo grande y lo tengo pegado a una reina de belleza…
Jajaja… pero lo tienes bonito- me solto un beso rápido.
Jeje… pero en serio… no te preocupes por tus senos, además… ¡demonios, tienes 13 años! Aún no terminas de crecer, ya te dije que los tienes muy bien para la edad, cuando tengas mi edad, tendrás unos globotes.
JAJAJA… me da risa como lo dices…
Es mas… quiero que me prometas algo… respecto al sexo… desde luego.
¿qué? Depende de que…
Quiero que cuando tengas 17 me hagas una rusa…
¿Esa de poner tu pene entre mis tetas? Claro… yo encantada… hmm… nos la pasaremos muy bien…
Gracias… no puedo esperar el día
Aunque ya me imagino la escena… yo tubada, con tu pito entre mis senos… tu chorreando esperma sobre mi cara no mas poder.
Hmmm… tan solo de imaginarla… ya quiero que pase!!!.
Bueno… podríamos intentarlo hoy… si quieres…
Eh… ¿hoy? Bueno… aunque no las tienes muy frondosas supongo que se puede… ¿con todo y corrida en la cara?
Jajaja… sí gordo… con todo y todo…
Hey… sino te gusta que lo haga no hay problema.
Si me gusta, tonto… me gusta bastante que hasta me cor…
¿te corres con eso?
Bu… bueno sí… ¿tiene algo de raro?
No… solo que ahora sé que tengo entre mis brazos a la mujer soñada por todos… ¿por qué te gusta?
¿Yo que sé? ¿por qué te gusta a ti hacerlo? No me preguntes.
Tienes razón… pero… ¿te corres así, de espontáneo? ¿Con solo con que mi semen te toque?
Bueno… no tanto, me masturbo un poco, por supuesto, no soy un fenómeno. Pero cuando me toca tu semen es cuando detono…
¿Te corriste la semana pasada?
Eh… si… me estaba masturbando con la otra mano, pero tu estabas tan ido que no te diste cuenta..
Jaja… discúlpame
No hay problema
Como sea, intentamos la rusa, ¿no?.
Con muchiiiisssimo gusto…
Me senté sobre la cama y me puse a pensar en como le podríamos hacer. Si la tumbaba sobre la cama, sobre su espalda, se le hundirían los senos y terminaría masturbándome con nada, por lo que la posición tendría que ser con ella con el torso erguido, después pensé que podría yo sentarme sobre la cama, y ella hincada en el suelo para que me restregara sus tetas hasta el orgasmo, pero no me sentía con muchas ganas de explotar rápido y no quería que se le enfriaran las piernas en el frío suelo.
Termine con una buena idea, ella se pondría su sujetador, para que le apretaran las tetas, además se sentaría recargada en la cabecera, y yo, con ayuda de unos cojines que apoyarían mis rodillas, me pondría frente a su pecho. Fui a la sala por unos cojines extras y nos colocamos en posición. Me dijo que le agradaba que le encontrara trabajo a su sujetador, pues se lo había comprado exclusivamente para la ocasión.
Nos pusimos como debíamos y comencé. Ella miraba hacia mí y se sujetaba los senos con ambas manos, con cuidado fui introduciendo mi miembro en su pequeño canalillo entre sus tetas, con mucho cuidado como era costumbre, sentí ese suave calorcillo que salía de sus senos… deje escapar un gemido, entonces ella apretó con fuerza sus tetas contra mi polla, haciendo la sensación aún mejor, comenze a moverme de arriba para abajo, frotando con fuerza mi miembro contra su pecho. La sensación, esta vez, si era indescriptible, quizás no era su boca o su soñado coño, pero se sentía de todas maneras peligrosamente delicioso. Me concentre por no correrme, que como sabe cualquier chaquetero experimentado o follelón patán, después del primero del día, el segundo es mas fácil de retener. Cerré los ojos y tire la cabeza para atrás, dejando correr el tiempo y las sensaciones… después de un momento sentí que ella se movía de alguna manera, volví a mirar y la encontré arqueada, teniendo otro orgasmo. Por consideración me detuve de mi movimiento rítmico, esperando que ella terminara. Entonces me di cuenta que se había masturbado un poco mientras yo hacia lo mismo con sus senos.
¿Rico?- le dije
Muy rico… ¿y como va la tuya?
Tan bien como la tuya… ¿te gusto tener mi palo de carne entre tus tetas?
Hmmm… de mil amores… ¿ya vas a terminar?
Dame un minuto…
Volví a cerrar los ojos y continué mi movimiento… o eso intente, de repente un dolor en la parte superior del pene me detuvo, lo intente de nuevo y volvió ese dolor. Me separe de ella para revisarme y me senté sobre la cama.
¿Qué paso?- me pregunto, acercándose a mi como un felino.
No se…
Me pase la mano sobre el miembro, y el dolor volvió… entonces lo comprendí todo…
Soy un imbesil… – dije- me creí muy listo y resulte un pendejo.
¿Pero por que?.
No usamos lubricante…
Oh….
Si.. veras, tu sujetador me estuvo raspando todo el tiempo… también tus tetas pero un poco menos, pero como yo estaba gozando de lo lindo no me di cuenta o no le preste atención.
Jajaja… perdón por reírme pero me da risa… jaja… ya sabremos para la próxima vez… tendré que terminar con tus ansias como de costumbre- tomo mi miembro con su mano derecha, en esa posición en la que estaba a cuatro patas, sobre mí. Pero por mas excitante y sensual que se veía mi prima, en cuanto movió su mano con vigor volvió el dolor.
No… deberíamos de dejarle hasta aquí- le dije por el dolor- la verdad que duele mucho.
Hay no… ¿cómo crees? Me siento culpable, ya me vine 3 veces y tú solo una.
Una pero muy buena… hay que aclarar…
Oye… y si me lubrico la mano… digo, me la embarro con algo para que no te duela…
Tal vez… pero no se que es lo que se usa para lubricar… ¿tenemos aceite de bebé?
Creo que no…
Hmm… lastima… bueno, cuando ya este mejor lo volvemos a hacer…
Me tumbe de espaldas completamente, con mi pito completamente empalmado mirando al techo, y sin poder hacer nada. Angélica se dejo caer hacia abajo, y termino en la misma posición con la que siempre venía todos los días a platicarme su vida… solo que ahora desnuda… y me pareció terriblemente excitante esa posición… con sus pies desnudos cruzados, su cabeza apoyada sobre sus manos… mirando fijamente mi polla… cerre los ojos para ver si me podía correr al estilo imbésil.
Oye… – me dijo después de unos momentos.
¿Sí?
Este… – sonrió como siempre- tengo una idea… necesitas algo lubricado ¿verdad?.
Yep…
Jeje… En realidad me dio miedo cuando me lo explicaste, pero ahora pienso que es terriblemente excitante.
¿qué? ¿De qué estas hablando?.
Quiero chupartela.
Insertar brinco del corazón aquí.
P… pe… e… ¿estas segura’
Sí… bueno… eso creo… ¿qué tan malo puede ser? Ya te corriste en mi cara… esto no es nada… pero cuando ya te vayas a correr quiero que me avises ¿ok?.
Sí.. claro, claro… ¿pero sabes cómo hacerlo?
¡Pero por supuesto que no tengo idea! ¿pero que tan difícil puede ser? Me la meto a la boca y chupo con ganas, ¿no? Solo no te pongas muy exigente ¿eh?
No… ¿cómo crees?… solo te pido que me ensalives bien.
Tu no te preocupes… acuéstate… relájate y disfrútalo.
Me empujo con su mano derecha sobre la cama al tiempo que se recostaba, a mi izquierda, sobre mí. Con mucho mimo, comienza a dejar su saliba correr de su boca a mi polla, entretenida, me envuelve en ese liquido. Pasa con cuidado su mano sobre mi miembro para verificar su lubricación.
¿Te duele?- me pregunta
No mucho…
Se acomoda, y se coloca como siempre se colocaba cuando venia por las tardes a contarme sus problemas, y con esa misma tierna pose, comienza a dar lamiditas a lo largo de mi pene. Mientras la acaricio con mi mano izquierda, recogiéndole su cabello para ver mejor su técnica de lengüetazos. Mientras que con la mano derecha tuerzo la colcha, luchando conmigo mismo para retenerme y disfrutar todo lo posible el acto.
Eso resulta difícil, demasiado… la encuentro tan encantadoramente sexual, que me parece que de haberla visto en un video porno, en esa posición, me hubiera corrido al instante. Se veía tan inocente y tierna, para estar haciendo tan extraño acto con tanto entusiasmo. De tanto en tanto me miraba, se detenía y me sonreía, para seguir lamiéndome con la misma intensidad. En mis esfuerzos para contenerme no pude contener un fuerte gemido.
Oye… – me dijo separándose un poco de mí- Tranquilo, tranquilo… relájate…
Si me sigues lamiendo me voy a correr así…
Es lo importante ¿no?
N-n-n-n-o ha-a-a-asta que te la metas…
Ya… ya… a eso voy… ¿no te querrás correr como un imbécil?
Ya no me hagas sufrir…
Me sonrió una vez más y cerrando los ojos, se metió mi capullo a la boca, haciendo me ver estrellas. Lo saco lentamente, y lo volvió a engullir para dejarlo en la comodidad de su boca unos momentos mas, y con su lengua se puso a danzar, aun que inexpertamente, sobre la punta de mi polla, acariciándome, tratando de entrar por el pequeño orificio que ahí se encontraba.
Yo, loco de placer, emitía pequeños gemidos rítmicamente, uno con cada respiración, pero seguía conteniéndome, en cambio acerque su pelvis a mí y comencé a acariciarle el clítoris, con la misma dulzura con la que ella me lamía. Ella se detuvo para sonreírme de nuevo, aprobando mi movimiento. Y volvió a introducirse mi miembro, y se atrevió a ir mas a fondo, que al no ser un miembro grande, no le dio miedo intentar hundirlo completamente a su boca, para de nuevo retirarse al capullo, a danzar su lengua, tan solo para permitirme de nuevo llegar a su garganta. Pero esta segunda vez se retiro aún mas rápidamente, sacando por completo mi órgano de ella, y acostando su cabeza sobre mi estomago. Yo apresure la velocidad de mis manos y en un par de segundos después, ella suspiro profundamente aún con sus ojos cerrados. Me pareció que esto derramaría el vaso… o mejor dicho, mi pito, pero con esfuerzos sobre humanos, debido también al cese del contacto con su boca, de nuevo retrase mi orgasmo, pero no pude dejar escapar un par de gotas de semen que lograron salir y escurrirse a los lados de mi polla, refrescándola un poco.
¿No era yo el que se tenía que correr?- le dije en tono de burla, mientras le acariciaba con ternura la cabellera.
Perdona…
No, esta bien, no te preocupes, yo me la pase muy bien, si tu también MUCHO mejor. – le continuaba acariciando su vagina con suavidad.
Es que… bueno, yo esta bien… pero de repente me puse a pensar, «Caramba Angélica, tienes un verdadero pene de hombre en la boca, algo bien dentro de ti» y eso me éxito y… mas aparte tus caricias pues… me corri.
Que bien que te gusto… ¿quieres descansar?
No… estoy bien… solo un par de minutos
¿Qué tal te supo?
Pues.. no me supo a nada, como se te chupara el dedo… solo que mas excitante… jeje… tu comprendes… lo único que me supo fue el liquido ese que te sale sin ser semen… algo salado…. ¡oye!… ¡ya deja de acariciarme o me van a dar ganas otra vez!
Que bien…
No… en serio.. es que me da un poco de pena… yo ya me vine 4 veces y tu solo una.
Ya estamos con eso, ¿qué acaso eres la contadora oficial o que? así déjalo…
Solo tengo que chupartelo un par de veces mas… – volteo para mirar mi pene envuelto en esa fina capa de semen- pero mira… si ya terminaste
No… no… me aguante mucho, pero se me salieron un par de gotas, eso es todo…
Me dio un golpe en el estomago.
Yo esforzándome y tu aguantándote… ¿no te estoy diciendo que te relajes?
Es que… te veías tan linda… y se sentía tan bien…
Ay niño… – y comenzó a besarme el pecho y el estomago
Pero entonces se me ocurrió otra idea.
Oye… ¿quieres pagarme las otras 3?
Si claro…
Bueno… – tome su cara con mis manos, asegurándome que me mirara, pues en realidad hablaba en serio- pues quiero que…
¿Sí?
Quiero que… bueno… quiero que me pruebes…
¿Qué te pruebe? – no comprendió que quería decir.
Si… tu sabes… quiero que me saborees… que me deglutas…
Oh… – pareció por fin comprender- bueno… yo…
Es que… bueno… es la parte mas pura y limpia de mí… es mi orgasmo materializado… algo que a mí me llena de placer y alegría… quiero que te lo quedes… que lo saborees que se quede contigo… en tu interior…
Se quedo estupefacta un momento…
Bueno- dijo- en realidad te lo iba a pedir…
¿QUÉ?
Si… jaja… si solo pides eso esta bien, es muy fácil… solo tengo que volver a esto…
Y se enfilo para continuar con su inconclusa felación, pero la detuve.
Espera… quiero que sea diferente…
¿Cómo?
Siéntate como estabamos con lo de la rusa, solo que ahora me pondré sobre tu boca…
Bueno… suena fácil… pero ya deja de acariciarme la vagina… ya me dieron ganas otra vez
Nos pusimos otra vez en la misma posición, agregue mas cojines donde iban mis rodillas y ella se deslizó mas hacia abajo. De nuevo, con tranquilidad y ya segura, comenzó a pajearse de nuevo, sonrió y cerro los ojos.
Ahora si… relájate y termina a gusto- me dijo
Continuo con la misma delicadeza anterior, su lengua se movía como una espada de fuego fulminante que bailaba sobre mí, tan encantadora mente como si de pronunciar un conjuro se tratase, y después de ese lento baile, se abalanzaba de mí, permitiendo que me hundiera en ella hasta la garganta, para regresar. Pero esta vez me deje ir, y apenas al tercer aventuramiento a la profundidad de su cara , le di las señales, indicándole que mi orgasmo era inminente. Con toda tranquilidad se saco casi toda mi polla de la boca, dejando solo el capullo. Puso su lengua enfrente del ardiente glande, con una maestría sorprendente pese a su poca experiencia, pues esto evitaría que los disparos de esperma le atragantasen. Al siguiente segundo, me corrí, fue algo volcánico, explosivo, sentí que una gran bomba nuclear estallaba dentro de mí y se desbordaba en dirección a la boca de Angélica, con una fuerza increíble, solté un par de gritos por la emoción.. y después.. .volví a la tranquilidad… voltee para abajo para mirarla a ella… en ese momento soltó mi pene de entre sus labios, abrió los ojos para hacerme un guiño, los volvió a cerrar y se trago el candente caldo que le había regalado con todo mi amor, lo disfruto un momento y suspiro fuertemente de nuevo… se había masturbado otra vez.
No se cual estuvo mejor- me dijo- si el tuyo o el mío.. jaja…
El mio… créeme- me deje tumbar a su lado derecho, agotado y completamente rendido.
Hmmm… caray… no lo puedo creer… otra vez me vine… dios…
Que bien… por mi muy bien…
Otra vez me puse a pensar «Caramba, Angélica, te estas comiendo leche de hombre» y me vine…
¿Qué tal sabe? ¿Bien?
Pues… no me supo a mucho – aspiro aire por la boca – pero siento en la boca el mismo olor medio mentolado que dejas en los pañuelos.
¿Algún sabor aproximado?
Hmm… como esas medicinas sabor menta, solo que con menos sabor a medicina, y otro sabor que no puedo describir…
Suspire profundamente
Gracias Angélica… estuvo genial…
No, gracias a ti por permitirme estar contigo…
Van a ser buenas vacaciones, ¿eh?.
Hmm… tal vez… pero me tienes que lamer tú, no te hagas.
Claro… ¿hoy?
NO!, ya estoy muy cansada… mañana o el lunes… cuando estemos juntos
Me va a encantar hacer lo mismo que me hiciste… veras que bien se siente
Te creo…
Me acerque y le di un beso sencillo, en los labios…
Hmm… si sabes algo rara…
Pues claro… por lo que me haces hacer…
Nos reímos un momento y guardamos silencio… nos contemplábamos, uno enfrente del otro, pero no, miento, no nos contemplábamos, solo nos mirábamos a los ojos sin decir palabra, tratando de pasar por la mirada todo el cariño que sentíamos el uno por el otro. De cuando en cuando uno de nosotros rompía el encanto para darle un beso al otro, un tierno beso, que duraba un breve instante, pero se sentía como el peso completo de un milenio, y después volvíamos a la misma posición… mirándonos… después de un tiempo del cual no estoy muy seguro, nos quedamos dormidos.
Despertamos como a las siete de la noche, con poco tiempo antes que llegaran mis padres, nos vestimos a toda velocidad y pusimos las cosas de nuevo en su lugar, también abrimos las ventanas de mi cuarto para que saliera el olor a sexo. Yo encendí un cigarrillo, como mis padres sabían que fumaba, se les haría menos extraño oler la casa a cigarro que a sexo.
A la media hora llegaron mis padres.
Puedo decir que aquí termina esta historia. Continuar con lo que paso esa semana de vacaciones seria repetir los mismo una y otra y otra vez.
Lo único a destacar fue que me permitió lamer su vagina ese lunes. Uno de los lunes mas hermosos de mi vida. Ese fue un día en que lo pasamos realmente bien, pues estuvimos casi todo el día acostados en la cama, dedicados únicamente a su sexo, como el viernes estuvimos dedicados al mío.
Ahora, la historia de lo que sucedió después quizás salga sobrando, pero quiero pensar que tal vez, alguno de ustedes les gustaría saber que paso con nuestra relación.
Esa semana de vacaciones que estuvimos sin mis padres, fue un cachondeo constante, todo era estar desnudos, acariciarnos, besarnos y masturbarnos… esto último generalmente con la lengua, como de seguro podrán imaginar. Pero en realidad, lo que mas nos gustaba era simplemente estar abrazados… juntos… haciendo cualquier cosa… dejando correr el tiempo… siempre juntos.
Durante la semana de vacaciones que pasamos con nuestros padres, y con una actividad menos… precoz… decidimos que después de las vacaciones limitaríamos nuestras relaciones a los viernes.
Pero durante las 2 siguientes meses no respetamos en lo absoluto ese acuerdo, generalmente no resistíamos la tentación de abrazarnos y besarnos ni un solo día. E incluso algunas veces, iba en la noche a sorprenderla a su cuarto, lamiendo su húmedo rincón de mujer mientras dormía, para que despertara con una sonrisa… y por supuesto ella me copio la idea mas tarde.
Después de esos 2 meses de ensueño, logramos controlar nuestras pasiones un poco, y se limitaron a los viernes que tuviéramos libres. Esta etapa de nuestra relación debió durar 5 o 6 meses.
Poco a poco tuvimos menos y menos encuentros. Así, algunas veces ella no tenía ganas, y otras yo era el que no tenía muchos ánimos.
Al año de empezar, decidimos que nuestras relaciones se limitarían a cumpleaños y otras fechas importantes. Claro que había uno que otro incumplimiento del acuerdo algunos días, pero esto sucedía muy pocas veces.
En mi último cumpleaños, ella cumplió su ataña promesa de prestarme sus, ahora desarrolladas tetas, para agradables rusas.
Pero eso ha sido todo, por suerte nuestra confianza, sigue tan inquebrantable como siempre ella sigue contándome sus problemas, planes y sueños como siempre ha sido.
Desde hace un tiempo ella tiene un novio «de verdad». Ya lo he conocido, es un buen sujeto y me ha caído muy bien. Aún que están muy jóvenes, ya tienen grandes planes para el futuro. Por ejemplo, Angélica me ha confesado que planea entregarle su virginidad, (o lo que queda de ella). Eso me tiene algo enojado, pero son celos normales, en realidad lo comprendo, ella nunca me dio su vagina para ser penetrada, y lo respeto.
Ahora llega el tiempo en que es mi turno abandonar el hogar, como hiciera mi verdadera hermana hace ya muchos años. Después me seguirá Angélica supongo…
Me he dado cuenta de que en realidad fue la única mujer que me trato bien… tal vez la única que realmente amé… la única que realmente bese… pero ¿qué puedo hacer? Yo la amo, y ella también me ama a mí, pero no de la misma manera… Es decir, al fin al cabo, todo lo que hicimos aquel año, no fue por que mutuamente nos amaramos, o nos deseáramos desde siempre… aquello fue solo por su curiosidad…
Es el mejor relato que he leído en mi vida y eso es real viniendo de un asiduo lector que empezó con Las Mil y una noches y fue paja tras paja entre Pascua y año nuevo.