¿Mi santa madre?

Mi nombre es Carlos, tengo 19 años y quiero relatarles lo que me sucedió el sábado pasado en el que tuve oportunidad de comprobar que mi madre no es tan santa como parece.

Mi madre se llama Julia, es una señora muy guapa, alta, pelirroja, tetas normales pero eso sí, un culo que sacaría de quicio a cualquiera.

Es muy religiosa, va a misa casi todos los días y no pierde la oportunidad de regañarme a mi y a mi hermana por que según ella somos pecadores.

Pues resulta que en esa ocasión había una fiesta en mi casa a la que se habían dado cita varios familiares y amigos de mis padres.

La fiesta transcurría de lo mejor, pero llegó un momento en el que yo me sentí cansado y aburrido, así que como a las 2 de la mañana abandoné el jardín en donde se llevaba a cabo la fiesta sin avisar a nadie y me metí a mi casa, subí a mi cuarto y me puse a leer un rato.

A la media hora me dieron ganas de ir al baño, y no sé por qué azares del destino el de la planta de arriba donde está mi cuarto estaba cerrado, por lo cual decidí bajar al de la planta baja.

Bajé de manera silenciosa, y noté que la luz del baño estaba encendida y se escuchaban ruidos extraños, me acerqué sigilosamente y me encontré con ese cuadro: mi madre estaba hincada, con la falda de su vestido a la cintura y las tetas al aire y se la estaba chupando a un «amigo» de mi padre.

Mi madre parecía una experta, engullía casi completo el miembro de ese tipo, y debo decir que no era un pene chico, medía fácil más de 20 centímetros, pero mi madre parecía poder con eso y mas, lo miraba y le pasaba la lengua por todo el tronco mientras le decía:

-«prepárate cariño porque quiero tener tu vergota dentro de mi culo».

¿Pueden creerlo? Mi santa madre que tantas oraciones pronuncia al día diciendo esas cosas… Para ese momento mi pene estaba más duro que nunca, moría por hacerme una paja pero decidí esperar porque iba a haber espectáculo para rato. Después de 5 minutos de chupadas. Mi madre se incorporó, le dio un beso muy apasionado en la boca y le dijo:

-«ahora sí, métemela hasta el fondo de un solo golpe, quiero que me duela».

Y el tipo ni tardo no perezoso la volteó, la recargó sobre el lavabo, la inclinó y le acomodó la verga en la entrada de su culo (que por cierto se veía divino) y se la enterró, mi madre abrió los ojos muy grandes y hacía esfuerzos por no gritar, ya que afuera de la casa seguían mi padre y los demás invitados. El tipo la penetraba a toda velocidad mientras mi madre susurraba:

-«así papito que rico me coges, más rápido por favor más rápidoooooo sácame la caca., méteme tu verga así, así!!».

Yo no podía creer tal espectáculo que estaba presenciando. El tipo no se quedaba callado, y le respondía a mi madre:

-«¿así te gusta que te coja pinche puta? Sabía que te encanta la verga, se te ve en la cara, ¿te gusta que te la meta verdad? ¿Te encanta que te abra el culo con mi verga verdad zorra? Eres una puta genial, cómete mi verga».

A lo que ella respondía:

-«aaaghhhhh. Métemela mas adentro mi rey, la siento hasta la garganta, me llenas completa apriétame las chiches y sigue metiéndola, así, así, sigue abriéndome el culo, ¿te gusta como aprieto tu verga con mi culo?».

Mi madre se empujaba hacia atrás para comerse por completo la verga del tipo, parecía que estaban en una batalla, a pesar de que mi madre era la que recibía los vergazos, ella también arremetía contra él con su enorme trasero, mi madre ya debía tener experiencia en esas prácticas porque si no, no comprendo cómo es que se aguantaba semejante pedazo de carne.

Después de un tiempo de lucha sin descanso, el tipo avisó que se iba a venir, mi madre al escuchar esto, se volteó, se agachó y empezó a chuparle el pito al tipo mientras decía:

-«anda mi rey, vente en mi boca, mmmmm que rico sabe mi mierda, mmm anda vente vente».

El tipo puso cara de placer y empezó a soltar chorros de semen sobre la boca de mi madre, que hábilmente no dejó escapar ni una sola gota y se comió todo por completo.

Después de que él terminó de venirse, ella le limpió toda la verga y se separó de él. Se limpió la cola y la boca, se acomodó el pelo, en ese momento yo me fui hacia el jardín de nuevo, no quería que mi madre se enterara de que la había visto comiendo verga. Tenía la verga súper dura, y no podía creer que mi madre comiera verga de semejante manera, fácilmente desbancaría a muchas actrices porno que no le ponen «feeling» a su trabajo.

Primero salió él y a los 10 minutos salió mi madre, fresca como una lechuga, fue por una copa y se sentó con mi padre y le daba besos, ja ja le estaba dando a probar la leche del tipo y él feliz de la vida. mi madre y el tipo no dejaban de mirarse de manera discreta.

Yo me sentía supercaliente, quería saber que se sentía besar a una mujer tan caliente así que fui con mi madre, le dije que iba a dormir y le di un beso. Pude percibir claramente el aroma a semen.

Me fui a mi cuarto y me pajeé como tres veces.

A partir de ese día veo a mi madre con otros ojos, reviso sus cajones y rapto sus bragas. He empezado a espiarla cuando sale a ver si la sorprendo con otro.

¡Ah! Se me olvidaba, encontré un par de fotos de ella en bragas en uno de sus cajones.