Capítulo 3

Diario de verano III

Viernes 16

Sin follar

Sábado 17

Otra vez sin follar, estoy que me subo por las paredes y el cabrón de mi marido siempre esta cansado o ha bebido demasiado.

Domingo 18

¡Milagro!, No me lo puedo creer, hoy mi marido en menos de 15 horas me ha follado cuatro, cuatro veces, estoy que no salgo de mi asombro.

Todo comenzó esta mañana, al despertarnos, me abrace a él y comencé a acariciar su polla, esta pronto se puso dura, mientras mi marido jugaba con sus muy habilidosos dedos con mi clítoris.

Cuando tuve el coño completamente chorreando, mi marido me echo en la cama y abriéndome de piernas me clavo su polla dentro de mi, en cuanto me corrí nos dimos la vuelta y yo quede encima de él.

En esa postura comencé a cabalgar loca de deseo hasta que volví a correrme, entonces mi marido en esa misma postura comenzó a meter y sacar su polla con brío hasta que se corrió.

El segundo polvo ocurrió en la barca, mi marido llevaba rato interrogándome sobre que había hecho el día 14, miércoles pasado, pues yo creo que sospechaba algo.

Estuvo casi dos horas insistiendo hasta que al final metí la pata y tuve que contarle la verdad, bueno sólo una parte.

Le dije que había encontrado un amigo y me había acostado con él, no le dije que en realidad fueron dos pues no se como habría reaccionado.

Me hizo contárselo con todo lujo de detalle, a medida que avanzaba mi relato, vi como su polla se ponía dura como una piedra, él me dijo

– Chúpamela como se la chupabas a él, puta de mierda

Apenas le di tres mamadas que me empujo contra la borda de la barca y me follo por detrás, fue corto pero intenso, pues los dos nos corrimos a la vez. Al terminar me dijo

– Eres una zorra, pero me gusta que se te follen, putita mía.

El tercer polvo fue al llegar a casa y después de ducharnos los dos, mi marido me agarro con violencia y me empujo hasta la cama, mi cuerpo quedo apoyado en ella mientras mis piernas quedaban apoyadas en el suelo, me separo las piernas y comenzó a lamerme el culo, mi coño no tardo en estar completamente mojado.

– Te gusta, verdad puta, esto no te lo hacia Yves, verdad zorra – me decía mientras su lengua hurgaba en mi ano.

Mientras me moría de placer, dudaba si decirle la verdad, cuando una fuerte embestida me saco de mis pensamientos, mi marido me metió todo lo que pudo el puño cerrado en mi mojadísimo coño y no le entro del todo por poco. Yo comencé a gritarle a mi esposo

– Méteme tu polla, necesito una polla, fóllame, por favor fóllame

Me hizo echar en la cama y él se coloca encima de mí clavando su polla hasta el fondo, luego monte encima de él hasta que me corrí, entonces mi marido me puso de rodillas y me follo por detrás hasta que se corrió aunque yo sólo note una pequeña cantidad de leche, luego saco su polla y me agarro por el pelo y me dijo

– límpiamela puta

Y le limpie el poco semen que quedaba, a continuación nos vestimos y fuimos a pasear.

El cuarto y último polvo fue al acostarnos. Mi marido comenzó a decirme

– No entiendo como has podido hacerme esto, María. ¿No puedes controlar tus instintos sexuales?

– Tu sabes que soy una mujer que en verano necesita sexo en cantidad y tu no me lo das, además tampoco es la primera vez que me acuesto con otros y hasta ahora no te importaba

– Lo que pasa es que te gusta follar más que a una puta

– bueno, a ti te gusta – le toque la polla y vi que la tenia dura como una piedra – y eso te pone cachondo ¿verdad?

Mi marido se puso de rodillas en la cama y me dijo

– Mámame la polla como se lo haces a los otros

Yo me acerque y comencé a chuparle la polla, al cabo de un buen rato me dijo

– Ven, te voy a enseñar lo que hay que hacerles a las putas como tu

Me hizo poner de rodillas contra la cabecera de la cama y me ato las manos a los extremos de la misma, separo mis nalgas y casi sin darme tiempo me enculo

– ¿Esto también te lo hacen los otros? Puta – mientras su dura polla entraba y salía de mi culo con furia

– Siii, y me gusta cuando me lo hacen varios

– ¿así que te gusta que te follen varios? Zorra

– Sii, una polla en cada uno de mis agujeros y en mis manos, Oh que placer cinco pollas para mí. – le iba diciendo.

Mi marido estaba tan caliente que me embestía con furia, el agujero de mi culo debía parecer el túnel del metro, el sudor resbalaba por mi frente, no recuerdo cuantas veces llegue a correrme. Al cabo de mucho rato mi marido por fin se corrió, me desato y echándose a dormir me dio un beso al tiempo que me decía

– ¿te lo has pasado bien putita mía? – y se quedo traspuesto

Pues si, no me lo podía creer, mi marido me había follado cuatro veces un mismo día, yo también me dormí.

Lunes 19

Después de lo de ayer hoy no tengo ‘necesidades’.

Martes 20

Esta tarde he ido a la playa y al irme mi marido me ha preguntado

– ¿qué, a la playa a follar, puta?

– No, voy a tomar el sol, y sino te lo crees ven.

Por suerte no ha venido puesto que me he encontrado con Yves y Rene, los tres nos echamos desnudos en un lugar discreto. Yo me puse entre los dos, los cuales no tardaron en poner sus manos encima de mis nalgas pues yo estaba boca abajo y ellos boca arriba. Por mi parte puse mis manos en sus penes que ya comenzaban a estar duros.

Me di la vuelta y me puse a chupar la polla de Rene, este acariciaba mis pezones. Por su parte, Yves, hurgaba con sus dedos mi coño y mi culo. Rene me dijo que me pusiera de rodillas y les mamara la polla a ambos, cosa que así hice, mientras, chupaba les pajeaba.

Cuando Rene se iba a correr me cogió del pelo y me dijo abre la boca, un chorro de semen salió disparado a mi boca, esparciéndose por toda mi cara. Luego se corrió Yves. Les limpie sus pollas y nos fuimos a bañar. En el agua estuvimos jugando los tres, sus dos pollas se pusieron a tono, de hecho Yves me tomo en sus brazos y me clava su polla y entre él y Rene se me estuvieron pasando y follando como si fuera su juguete. Cuando los dos terminaron de follarme en el agua fuimos a tomar el sol y una vez estuve seca regrese a casa.

Al llegar mi marido me pregunto

– ¿qué, te han follado?

– Vete a la mierda cabrón, ya que si tu no lo haces buscare a otros

Por la noche mi marido que todavía no se había recuperado de los cuatro polvos se queda en casa con los niños y yo me fui a la discoteca.

Allí me encontré con Pedro y Sergio, el primero me pregunto por mi marido y le dije que no había venido, los ojos de ambos se iluminaron. Pedro no desperdicio la ocasión pues me dijo

– ¿Quieres que vayamos a mi apartamento a tomar unas copas?

– Bueno

Los tres nos fuimos a casa de Pedro, me senté mientras Pedro y Sergio preparaban las bebidas. Yo llevaba un vestido rojo muy ajustado y corto, así que cuando me senté se veían mis bragas. Pedro medio en broma, medio en serio, se agacho para mirar al tiempo que me decía

– ¿llevas o no?

– Si ¿queréis que me las quite?

– Sí

– Bueno, pero vosotros os quitáis los pantalones

Dicho y echo, yo me quite las bragas y ellos se quedaron en calzoncillos y su abultado paquete debajo. Yo, que ya había bebido bastante, me puse hacerles un streptease, primero fui subiendo poco a poco mi vestido para enseñarles un pizca de mi culo y mi coño depilado, luego me quite un tirante, luego el otro, dejando mis pechos a su vista. Ellos habían sacado sus pollas y se masturbaban.

Pedro y Sergio se acercaron a mí, ya desnudos. Los dos comenzaron a cubrirme de besos y caricias, yo también estaba ya desnuda. Sergio que hacia días deseaba follarme no tuvo espera, me levanto una pierna y su polla me embistió, yo me agarre a su cuello y lo bese con pasión. Pedro por su parte se acerco mientras se masturbaba viendo como su amigo me follaba. Sergio se sentó en el sofá y Pedro ofreció su verga a mi boca, mientras cabalgaba con la polla de Sergio iba mamando la de Pedro.

Después fue Pedro quien se sentó en el sofá y yo encima de su polla mientras Sergio se puso de tras buscando mi culo, su polla no tardo en horadarme.

Los tres jadeábamos, sobre todo yo de las embestidas de ambos, mis gritos y jadeos eran cada vez más fuertes

– Más, más fuerte cabrones, folladme, Violadme, así, así – gritaba

Yo me había corrido varias veces cuando ellos hicieron lo mismo, después de descansar un rato me fui a casa.

Miércoles 21

Hoy he descansado

Jueves 22

Empiezo a necesitar un macho que me haga sentir una hembra, que me folle hasta más no poder, hasta reventar.

Continúa la serie