Un gran placer
Esta es la gran historia de una gran noche de romance, en la que nunca antes la he pasado tan bien y sentirme tan satisfecho como esa noche, en la que con gran placer y ternura entregue, aunque ya había sucedido en ocasión atrás una vez, mi apretado trasero al chico de quien estoy super agradecido por tanto placer.
Sucede que luego de unas charlas, y platicas soeces que habíamos entablado con él, de pronto me invita a pasar un fin de semana juntos, talvez en ese momento de broma, sin pensar lo bien que la pasaríamos.
Aceptado, nos trasladamos hacia una parte del interior de mi país, a disfrutar de la compañía de ambos, era nuestro segundo encuentro, por lo que en nuestra mente discurrían infinidad de cosas por realizar.
Bien entrada ya la noche, y con el cansancio del viaje, y las charlas con amigos del lugar, dispusimos simulando cansancio disponer a descansar del viaje, mas las ansias de que nuestros cuerpos se encontraran una vez mas, eran superiores y así fue, al nomas, entrar a la habitación, me dispuse a tirarme junto a el a la cama, y tras un profundo y largo beso, rápidamente nuestras manos, temblorosas y apresuradas por el ímpetu del deseo sexual, desvestían nuestros cuerpos ya calientes hasta no decir.
Con mordiscos en la oreja, y caricias prolongadas por su espalda, discurría mi lengua hasta sus tetillas, y con mis manos acariciaba sus caderas bien formadas, mientras que su viril y fuerte miembro se levantado acorvado y con gran pronunciamiento saco mi abdomen que se calentaba cada vez mas.
Entre efusivos besos, y caricias, por parte de ambos, me dispuse a juguetear con tan voluptuoso pene, empezando con su glande, rosadito que deslumbrada mi visión, antes ya este miembro había sido absorbido por mi boca, mas en esos momentos, gua, solo me dedique a llevarme por el estasis que invadía todo mi ser.
En el momento en que dispuse arremeterme contra el y su ya bien erecto pene,
Sus dedos empezaron a dilatar mi excitado culito, pues eso me causaba gran placer y el gemido que provocado le incitaba cada vez mas, hasta que luego de meter un tercer dedo, le indique que lo deseaba tanto que no soportaba mas empezando a cabalgarlo con impaciencia, trate de introducirlo con gran cuidado en mi interior, pero el dolor que esto me ocasionaba era tanto que lagrimas, rodaron por mi rostro, las cuales con ternura el, limpio con su mano, y con leves movimientos se movía, causándome un gran placer, que me hizo abstenerme al dolor, y empezó a convertirse en placer, eso rico miembro con su saca y mete que arremetía cada vez mas fuerte contra mi, eso dolor aislado por lo grande que era, me motivaba a disfrutar cada momento, y no desear que esos momentos pasaran, mientras mi lengua se discurría por su pecho, su cara, su boca, que profunda placer y excitación la que vivíamos en ese momento.
Así, que tras un largo tiempo de placer, vino lo mejor, ya cansado y en un éxtasis tremendo, empezó a correrse y era tanto, que mi culito no pudo contener, y de entre su pene, y mi ano, discurría, su espeso liquido varonil, entremezclado de mi ya resentido ano. En ese momento tras un lago beso y gemido de placer, ambos quedamos inmóviles, y ha todo lo anterior, solo quedaba un gran y agotador recuerdo de lo bien que la pasamos.
Tras esa experiencia inolvidable vinieron unas mas, mejoradas en cierto aspecto que son ya otra historia, pero que esta en especial se la agradezco a este chico, lindo y querido por mi.