En los baños publicos
Hola amigos soy yo nuevamente para contarles lo que me paso en otro día cuando andaba en pleno centro de mi ciudad. Quise ir de compras y por esas cosas de la vida me entraron ganas de ir a los servicios higiénicos de un conocido centro comercial. Estando allí pude ver que había dos personas orinando, uno joven como de unos 25 años y otro un poco mayor como de unos 40.
Me acerque a ellos y desabroche mi pantalón dejando libre mi verga, enseguida comencé a mirar hacia el lado constatando que ambos estaban con sus vergas muy erectas, masturbándose lentamente. Después de orinar, comencé a masturbarme suavemente mientras el más joven se decidió y le agarro la verga al otro que debía medir unos 18 centímetros y se arrodillo metiéndosela completamente en la boca.
En ese momento aproveche de agarrarle el culo al mayor que la verdad se veía apetitoso, gordito y apretado. El giro un poco y sonrío, mientras el muchacho comenzó a chupar más rápido a la vez que se masturbaba, lo que produjo que muy luego acabara lanzando su semen en el suelo. Enseguida se limpio con su pañuelo, se abrocho el pantalón y se retiro. Mientras que el otro que dijo llamarse Ruben, dijo ¡¡¡mira como me ha dejado!!!. Mostrándome una tremenda erección, entonces acerca su mano y la posa sobre mi verga y dice, ¡¡¡entremos a uno de los baños para saciar nuestra calentura!!!. No dije nada solo le seguí, cerrando la puerta con el seguro.
Se sienta en el excusado no sin antes bajarse los pantalones y el calzoncillo, inmediatamente me arrodille y le comencé a mamar esa verga que estaba llena de sus jugos producto de su excitación. Ruben me tomaba la cabeza ejerciendo presión haciendo que tragara más de su pedazo de carne. Estuvimos así por un par de minutos hasta que sentí movimiento en la letrina del lado y me levante del suelo poniendo mi verga en la boca de Ruben, quien enseguida comenzó a chuparla suavemente mientras se masturbaba.
Luego se levanto y me dijo al oído que desea que lo penetrara e indicándome que se me sentara en el excusado, se quito los zapatos y posteriormente los pantalones junto con los calzoncillos. Por mi parte me baje los pantalones y me senté en el water, luego él se sentó sobre mi verga la cual había lubricado un poco con mi saliva.
Lentamente se la fue enterrando hasta que sus nalgas chocaron con mis testículos, y comenzó un sube y baja fabuloso mientras se masturbaba suavemente. Estando en pleno acto sexual podía escuchar como otros hombres entraban a mear y pasaban a las otras letrinas contiguas sin percatarse que yo estaba culiando a un desconocido que gozaba con mis 21 centímetros dentro. Luego de un rato todo se torno en silencio, el cual se vio interrumpido por una voz que golpeo nuestra puerta diciendo, "hace mucho rato que están ahí, salgan por favor".
Hicimos caso omiso a la petición y seguimos culiando hasta que la misma voz, esta vez con rostro que no debía tener más de 20 años, se asoma por la letrina del lado y nos dice, Si no pueden salir tan rápido dejenme que les ayude. Enseguida le abrimos la puerta, entrando un muchacho bien parecido, atlético, con un delantal de aseo y con una escoba en la mano.
Enseguida dijo llamarse Juan y se arrodillo y tomo la verga de Ruben, la cual se trago enseguida chupando al compás de las cabalgadas que este ejercía sobre mi verga. Luego de un rato Ruben se levanta y le dice a Juan que se lo meta, este se quita su delantal y se baja los pantalones mostrando una tremenda verga un poco más grande que la mía, pero de un grosor considerable.
Me levante y Ruben se apoyo en la pared mientras Juan le ensartaba su tremendo cañón haciéndole dar un pequeño grito de dolor que posteriormente sé convierte en quejidos de placer. Mientras tanto yo me masturbaba viendo aquella escena y sobretodo ese culito blanquito que se movía suavemente. No aguante más y me acerque y puse la punta de mi verga que estaba lubricada por mis propios jugos. Al principio Juan me dijo que no, porque nunca se lo había metido, pero yo insistí dándole pequeños golpes con mi verga hasta que sólito fue abriendo las piernas para que mi tranca entrara en ese culito que estaba por desvirgarse. Le metí la punta y se quejo, pero luego fue entrando al ritmo de su cabalgada.
Hasta que sin darse cuenta mis bolas chocaron con sus nalgas. Le escuchaba gemir, su goce era perfecto, estaba dando pico (verga) y a la vez estaba recibiendo. Su culiada era tan suave que muy luego me excito tanto que no pude aguantar y lance mi semen llenándole su esfínter. A su vez él vacío su leche dentro de Ruben. Luego Ruben se sentó en el escusado y se pajeo expulsando su semen en el suelo.
Rápidamente nos vestimos y salimos con Ruben del baño y nos fuimos en direcciones diferentes.
Espero que les haya gustado mi relato y les invito a escribirme a: gustavofigueroaa@hotmail.com
Excelente relato, muy morboso y caliente, que rica desvirgada le dieron al jovencito.