Capítulo 1
Inocente a los 18 I
He estado en el internado desde los 6 años, mis padres quieren que sea alguien en la vida, no les fallare, sin embargo ahora no iré al pueblo con ellos, iré a la ciudad a casa de mi tía, la única hermana de mi padre, mi madre lo tuvo que convencer, pues mi tía es el escandalo de la familia, no se porque, dicen que ella es muy liberal, no entiendo porque lo dicen, ella es casada, tiene un hijo un poco mayor que yo, casi no van al pueblo, no conozco ni a su hijo ni a su esposo, ella les dijo a mis padres que me daría estudios, estoy contenta del esfuerzo que Clara mi tía ha hecho y que yo no defraudare, sin embargo no entiendo porque dejaron mis padres que este las vacaciones con ella, no entiendo porque si no quieren a mi tía, porque permitieron que me diera estudios, ella me visita mas que ellos, tal vez porque mis padres ya son muy grandes, pero no importa yo estoy contenta porque han llegado las vacaciones tan esperadas, mi maleta ya estaba lista, pues no hay mucho que poner en ella, solo tengo mi ropa interior, mi camisón y el uniforme, esta vez no vendrán mis padres, tampoco iré al pueblo, conoceré por primera vez la ciudad y en ella viviré las próximas vacaciones, conoceré a mi primo y a mi tío.
Por fin llego mi tía, ella viste muy raro, usa faldas muy cortas y blusas muy escotadas, se ve muy bonita, tome la maleta y subí al coche con ella, me dijo que me divertiría como nunca, me dice que seré su confidente, no entiendo porque me dice eso, me dice que a mis 18 años soy una chica muy linda, me platica sobre su familia, realmente no le escucho tanto pues voy admirando los edificios muy bonitos, realmente la ciudad es muy bonita, hemos llegado a su casa, es una casa hermosa y grande, al entrar hay un pasillo, a la derecha esta la sala, a la izquierda esta la cocina, al final del pasillo las escaleras las cuales subimos y me enseña mi habitación, en frente esta el baño, a un lado la habitación de ella y le sigue la de su hijo, me pregunta si tengo ropa para cambiarme el uniforme, le dije que no, que por esa razón quería ir al pueblo, me dice que iremos de compras, Entramos a una boutique fantástica, es enorme, escogió varias faldas, pantalones y blusas, me dice que vayamos al probador, realmente la ropa esta muy escasa, las blusas me quedan casi embarradas al cuerpo, los pantalones son tan apretados que se nota claramente que no llevo pantaleta pues ella me dijo que me quitara las que traía, aun no me las ha dado, las faldas son demasiado cortas pero me gusta el color, todo esto ella me lo comprara?, no sabe como le agradezco tan lindo detalle, me dio unas pantaletas dice que son tangas, no me tapan nada y el hilo se mete en mis nalguitas y por delante se sale todo mi vello, cuando le digo esto se bota de la risa, voltea a verme y me dice que estoy hermosa, que tengo unas tetas y un culo de locura, nos reímos juntas, no entiendo porque me dijo así, me dice que me enseñara como rasurarme esa parte, me dio un sostén que solo tapa la mitad de mi pezón, dice que así se usan, creo que es una grosería decir que no, me dio un pantalón y una blusa para llevármela puesta, de zapatos dice que ella tiene una montaña de ellos y los compartirá conmigo, cuando llegamos nuevamente a su casa ahí ya estaba Luis su esposo, un hombre guapo y fornido, primero me observo de arriba abajo.
Después me dio un abrazo muy apretado, será que me quiere, o mi tía tanto le platico de mi que también estaba emocionado, veo que no quita la mirada de la ropa que traigo, seguramente pensara que es de mi tía, el pobre no sabe cuanto dinero ha gastado mi tía, sin embargo no quita su mirada de mi, me disculpo y subo a mi recamara y cuando volteo a preguntar si puedo encender el televisor veo que el ahora esta viendo el trasero del pantalón no entiendo porque.
Se oye el timbre, se oye que abren y saludan, creo que es mi primo, no se si estará bien que baje o Clara le dirá que suba, escucho los pasos, tocan a mi puerta, abro y Pepe mi primo se abalanza sobre mi, me tumba en la cama y esta sobre mi, me dice que esta muy contento de que no haya ido al pueblo, pero su peso me ahoga, suavemente se quita y nuevamente me abraza, de igual manera me mira la blusa y el pantalón cuando me levanto porque ya vamos a cenar, camino en frente de el, sin embargo cuando volteo también esta viéndome el trasero, será que le deje la etiqueta o que es lo que ven en el pantalón.
Cenamos algo ligero y nuevamente me retiro, subo a la habitación, es tarde y hay que dormir, me quito la blusa, me costo mucho por lo apretada que estaba, no puedo quitarme el sostén, nunca había usado y este se tiene que desabrochar por atrás, mejor me quitare primero los zapatos, por fin mis pies están descansando de los tacones, tendré que mirarme al espejo para poder quitarme el sostén, alguien toca a la puerta, abro y es Luis, se me queda mirando con los ojos muy abiertos, no entiendo porque, le dije que pasara que estoy tratando de quitarme el sostén pero es muy difícil, le pido ayuda la cual no me niega, al darle la espalda no intenta quitármelo, cuando volteo esta nuevamente viendo el trasero del pantalón, insisto en que me ayude, lo hace con mucha delicadeza, me pregunta si me aprieta mucho, le contesto que si, lo ha desenganchado me esta sobando la marca que dejaron y yo me siento bien, me dice que alce los brazos para maniobrar mejor, y me esta sobando tan bien que el dolor esta desapareciendo, poco a poco pasa sus manos a lo ancho de mi espalda y al frente hasta tocar mi pezones, ya le dije que ahí no me duele nada, pero dice que es parte del masaje cuando esta a punto de tocar con toda la palma de su mano mis pechos Clara le llama y brinca como si se hubiera espantado, sale muy rápido de la recamara, no supe a que iba, yo me pongo una bata que me dio Clara que no me cubre nada, es transparente y solo cubre desde la mitad de mis pechos hasta el ombligo, me acuesto, no puedo pegar el ojo, todo esto ha sido tan bonito, la ciudad, la ropa, la cena y el masaje que me dio Luis, las sabanas son muy suaves…