En el colectivo
Soy Esteban, les cuento que tengo 24 años y soy de la ciudad de bahía blanca.
Esta historia sucedió en la línea de colectivos 500. resulta que tome el colectivo, el cual estaba repleto de gente, y con mucha dificultad me dirigí al fondo del mismo pidiendo gentilmente permiso. transcurrieron unas cuadras y note que delante mío había parada una mujer de unos 30 años, robusta pero linda, alta, morocha, un poco ancha de caderas y con un culo grande pero bien formado. llevaba puesto una blusa blanca, un suéter negro, un pantalón de vestir negro bastante apretado que permitía observar su hermoso culo y de su hombro colgaba un bolso relativamente grande.
En un momento, al frenar el colectivo, sin querer me abalancé hacia delante, apoyando mi cuerpo sobre ella y por un instante mi pene estuvo en contacto con ese gran culo.
Inmediatamente le pedí disculpas, a lo que ella me contesto que no había problemas con una sonrisa. en ese momento sentía que mi pene comenzaba a endurecerse, estaba muy excitado con el culo que tenia delante mío.
Trate de tranquilizarme, pero no pude. entonces de a poco comencé a rozar con mi pene su culo y al ver que a ella no le molestaba ese movimiento, pegue mi cuerpo al suyo y continúe moviéndome.
En un momento ella se despega de mi cuerpo, pero solo para darse vuelta y quedar frente a mi. en ese momento note que además tenia un buen par de tetas.
Me sonrió nuevamente, y sin decir una palabra, me tomo la mano y la llevo hasta su entrepierna, luego tomo el bolso que llevaba y lo coloco delante de ella, de esta manera no se veía en donde se encontraba mi mano.
Comencé a acariciarle la concha sobre el pantalón y notaba en su rostro que se estaba calentando demasiado, seguí fregando con mi mano esa concha hasta que con un movimiento se alejo un poco de mi, y con una sonrisa me dijo que bajaba en la próxima parada.
Yo en ese momento no recordaba que tenia que haber, solo sentía que mi verga estaba por estallar.
Baje tras de ella, y la alcance a unos metros, intente besarla pero ella me detuvo diciéndome que era casada y que la podía comprometer. me dijo que la esperara que iba hasta su casa y en unos minutos regresaba.
Me quede en la esquina fumando un cigarrillo mientras esperaba que volviese.
Estaba oscureciendo cuando observé que regresaba. se había cambiado, llevaba una calza blanca con unos vivos negros y un amplio buzo de color gris.
Paso al lado mío y sin detenerse, me dijo que la siguiera, a una distancia prudente, hasta el parque. la seguí hasta que se detuvo detrás de un arbusto, me conto que todos los días salía a caminar por el parque, pero que tenia poco tiempo ya que si tardaba mucho su marido la salía a buscar.
Sin perder tiempo la tome en mis brazos y la comencé a besar, metí mi mano debajo de su buzo y note que no llevaba corpiños, alocadamente le acariciaba las tetas y con mi otra mano le comencé a acariciar la entre pierna y note que tampoco llevaba tanga.
Tras unos minutos en que la seguía masturbando bajo el cierre de mi pantalón y comenzó a acariciarme frenéticamente mi verga, yo estaba a punto de estallar, comencé a bajarle suavemente la calza mientras ella se retorcía de placer me pidió que la penetrara ahí mismo, y abriendo sus piernas acerco la cabeza de mi pene a su concha.
Sentí sus jugos en mi pene que estaba totalmente parado, pero como ambos estábamos parados se hacia muy difícil la penetración.
La di vuelta para que quedase de espaldas a mi e hice que arqueara su cuerpo. enfile mi verga hasta su concha y de un solo golpe la metí hasta el fondo a lo que ella respondió con un gemido. mientras la penetraba, con una mano acariciaba sus tetas y con la otra le dilataba el otro agujero. por nada del mundo me pensaba perder ese culo.
Termino dos veces antes que derramase mi caliente semen dentro de ella. inmediatamente lo saque de su concha y comencé a rozar el ano con mi glande.
Comencé a introducirlo de a poco y ella comenzó a gemir cada vez mas fuerte, por lo que le puse un pañuelo en su boca para que mordiera, cuando tenia media verga dentro de un solo golpe introduje todo el resto dentro de su culo, mientras me arañaba los brazos yo la penetraba frenéticamente, volvimos a terminar los dos y en una explosión bañe su ano de semen.
Fue hermoso poseer a esa mujer y mas por detrás.
Después de esa ocasión nos encontramos un par de veces mas, hasta que su marido comenzó a sospechar.