Las chicas de la estación de servicio

Esta historia es real, y me anime a escribirla después de leer todos los relatos publicados aquí en esta web, especialmente los de Ángela, creo que debido a ellos sucedió esto que les voy a relatar.

Les cuento que yo soy un muchacho de 28 años de edad, soy rubio, ojos verdes y mido 1,80 mts. en cuanto al físico me mantengo con dos horas de gimnasio diarias, trabajando los diferentes grupos musculares para aprovechar más el ejercicio, vivo en Argentina, para más datos Capital Federal.

Hay una estación de servicios ( para los que no son argentinos una expendedora de combustible) atendida por una cantidad de señoritas muy pero muy bonitas, además de estar que parten la tierra el dueño de este negocio las viste muy provocativas, les hace poner unas calzas largas y una remera ajustada que le llega al ombligo, por lo cual no les tapa la cola dejando a la vista esos hermosos y bien formados glúteos, y sobretodo marcados por las calzas, y cuando están de frente se les marca esa montañita que forman sus hermosas conchitas, con respecto a los tops les hacen resaltar bien los pechos, los cuales la mayoría de las veces no están sostenidos por un corpiño sino solo por el top marcándose los pezones a través de la tela.

Demás está decir que es la única estación de servicio en la que cargar nafta a mi auto.

Cuando te están cargando nafta son muy amables, y te dan charla preguntándote cosas, como yo soy un asiduo cliente ya las conozco a todas, además les dejo propina cuando me limpian el vidrio, y como tienen que estirarse muestran la colita dentro de las calzas ajustadas o cuando se agachan sobre el capot del auto puedes observar sus abultadas tetas por el top ajustado, así pude entablar charla con una de ellas, Paola una rubia espectacular, de 1,70 mts mas o menos, y como me enteré en una de las charlas mientras me cargaban combustible, 94- 62- 92 eran sus medidas, y se le incineró la cara de la vergüenza cuando me las dijo.

Dio la casualidad, que un día no pude cargarle nafta en los horarios habituales y pase después de las 9 PM un viernes, ella estaba terminando su turno y se estaba yendo, a lo cual le ofrecí alcanzarla en mi auto hasta donde le quedase cómodo, me miro un poco desconfiada y dudaba en si subir o no, a lo cual con mucha caballerosidad le dije que no me mal interprete que no-tenía malas intenciones ( aunque estaba deseando revolcarme en la cama con ella en ese instante), entonces Paola dijo:

-bueno esta bien acepto, total hace bastante que te conozco y me pareces un tipo serio
-entonces adelante- le dije abriéndole la puerta del lado del acompañante

Paola subió al auto y nos fuimos, había un cierta tensión en el aire ninguno hablaba, hasta que el ruido de un celular corto el aire, era el suyo.

Su mejor amiga la llamaba para cancelar algo, Paola le decía que no le podía decir esto menos un viernes a la noche y corto enojada, yo le pregunte si tenia algún problema y me dijo que no que estaba todo bien.

Cuando llegamos a su departamento me saludo con un beso en la mejilla y me dijo gracias, la verdad que hubiera tardado una hora en llegar, antes de cerrar la puerta del auto me dijo, :

– No quedes bajar y acompañarme a cenar ya que hoy voy a estar sola, y mi amiga cancelo la salida que íbamos a hacer hoy, claro si no tenias otros planes y no te incomoda.

A lo que conteste con un inmediato Sí, y que no tenia otros planes.

Ya hacia mas de 5 meses que venía hablando con ella y que quería tener sexo salvaje con esta hembra, así que ahora cancele yo la salida a bailar ( que se traduce como ir a buscar mujeres para bajar la calentura ) con los chicos del gimnasio, y estacione el auto mientras ella había subido a su departamento.

Me había dejado un papelito en el asiento en el que decía 7 A, así que llegue y toque el timbre, subí hasta el 7 y la puerta estaba entreabierta, ella estaba preparando algo en la cocina, me dijo con una voz dulce pero sexy a la vez :

-Pasa estas en tu casa, en la heladera hay cervezas y vino blanco o tinto, lo que prefieras para mí una copa de vino blanco y bien frío

Tome dos copas y serví el vino le lleve una y la tomó de un saque, me pidió que cuide la salsa que estaba cocinando pero antes me quito la copa y se la hecho dentro de la salsa.

– Ahora si esta completa, yo me voy a ir a bañar y ponerme cómoda, si la salsa pasa más de 15 minutos en el fuego después no va servir cuídala por favor.

– No hay problema le dije. Y me quede viendo su hermoso culito, mientras se alejaba hacia el baño.

Cuando volvió, vino vestida con unas calzas cortas de color blanco en el cual se notaba una tanguita chiquita blanca, y un top de color blanco también sin corpiño y escotado que hacían resaltar sus tetas en dos globos hermosos y deliciosos quede con la boca abierta ella se me acercó me paso un dedo por mi barbilla, típico gesto de deja de babearte y me cerro la boca, diciéndome:

– No es para tanto- y me quitó la corbata y desabrocho dos botones de la camisa.- Ahora estarás más cómodo, afirmó y con menos calor.

Yo a este punto estaba con una erección tremenda, que ya me quemaba dentro del slip, y como tenía un pantalón de lino, ya que aquí es verano y nos toca usar ropas livianas, se hacia mas que evidente la cual no trate de disimular, me había invitado a su casa y estaba jugando un juego de seducción evidente, puse música suave en su equipo de música y nos dispusimos en la mesa a cenar, seguimos tomando vino y hablando, la comida estaba deliciosa y tenía un gusto especial que no pude adivinar, todo esto en conjunto con la terrible hembra que tenía delante estaba muy caliente y deseaba que esos labios que me estaban hablando se posaran sobre la cabeza de mi pija y me llevaran a la gloria, donde me entere que con 26 años era divorciada hacia 2, y desde que se había divorciado no había tenido la oportunidad de estar con nadie, y el enojo con su amiga era casualmente en que hoy iban a ir a bailar para buscar un hombre que la satisficiera sexualmente.

Cuando me dijo esto quede mudo, estábamos sentados en el sillón ella bajó los ojos hasta mi entrepierna, miro mi erección y dijo en una voz de perra:

– Me parece que hoy es tu día bombón, yo soy el postre que va a bajar es erección terrible que tiene tu verga por culpa de la comida afrodisíaca y mi cuerpo deseoso de sexo salvaje.

Me quito la copa de vino y lo tomó de un saque desbordando por sus labios y recorriendo su cuello hasta la unión de sus pechos. Yo me levanté para besarla pero ella me paro con una mano sobre el pecho diciendo:

-Primero te voy a desnudar porque no quiero que se arrugue tu traje o se manche con mi excitación.

Me agarro mi mano derecha y la llevó a su conchita estaba hirviendo sobre la calza y ya estaba mojada, su flujo había traspasado la bombachita y la calza eso me puso a loquito, nunca me había sucedido algo así, mientras ellas me desabrochaba la camisa y el pantalón, yo me dedicaba a besar su cuello que tenía un gusto delicioso mezcla de su perfume con transpiración, baje a sus pechos y me dedique a comerlos suavemente, mientras ella me había desnudado y me estaba acariciando la verga por encima del slip, y sus gemidos resonaban en mis oídos.

Le arranque su top prácticamente dejando libre de la prisión a sus maravillosas tetas, y baje su calza dejándola con su diminuta bombachita blanca, ya hecha una esponja, se subió arriba mío y empezó a fregar su caliente conchita sobre mi verga, muy despacio, disfrutando de la refregada mientras yo comía sus pezones, uno por vez saboreando su transpiración mezclada con el vino, sudábamos, gemíamos nos besábamos, nos tocábamos presionábamos las manos contra nuestros cuerpos, en paso previo a la cogida que nos íbamos a dar, de repente Pao se levantó y se puso de espaldas dejándome su precioso culito ante mi cara, se saco su tanguita blanca, agachándose y mostrándome su conchita totalmente depilada, se dio vuelta y me arranco mi slip, rompiéndolo y haciendo saltar mi dura verga de su prisión, ahí dijo con voz ronca y sexy:

HMMMM, me va a costar bajar esto, le puse doble medida de afrodisíaco para que no te me canses enseguida, – y ahí la tomo con su mano derecha y me empezó a pajear lentamente subiendo y bajando despacio por toda su longitud, yo puse mi mano sobre su conchita y metí mi dedo mayor en su interior, liberando de esta manera sus jugos y quemando mi piel debido a su calentura, exclame un AAAAHHHHHH esta hirviendo, a lo que Pao contesto,

– Hace mas de un ano que no me cojo a ningún macho y tampoco me masturbo, debe estar un poco estrecha, imagina el hambre a pija que tiene mi conchita, y mi boquitaaaaaa – y en ese instante se abalanzó sobre mi verga a la cual me estaba haciendo una deliciosa, lenta e insoportable paja, poso sus pequeños labios sobre la cabeza de mi pija y empezó a succionar lentamente sobre mi capullo absorbiendo el liquido pre seminal que mi pija esta liberando, apoyaba su lengua sobre el ojo de la cabeza produciéndome pequeños shocks de placer, gracias a ese afrodisíaco no había explotado aún en un mar de semen, yo seguía acariciando el interior de su conchita con mi dedo, de pronto dejo de chupar sin soltar mi verga en su mano y prácticamente me arrastró hasta la cama, me hizo acostar boca arriba volviendo a posar sus dulces labios sobre la cabeza de mi verga y comenzó a darle pequeños lengüetazos a como si fuera un chupetín al que quería saborear y que no acabase nunca y al mismo tiempo poso su conchita sobre mi boca dándome de beber ese delicioso jugo que vertían sus labios hambrientos de sexo, y dejándome así saborear el gusto a calentura y lujuria de esta terrible hembra, estuvimos así por mas de 15 minutos comiéndonos nuestros respectivos sexos, con cada arremetida de mi lengua contra su clítoris ella succionaba cada vez más fuerte mi verga, hasta que noto que estaba a punto de acabar, entonces paro de chuparme y me dijo entre gemidos mientras le seguía chupando la concha

– AHHH, AH, Quiero que, AHHHH me acabes AHHH dentro de mí MMMMM Seguí comiéndome la conchita

AHHH así que estoy por llegar AHHHHh, DALE QUE ACABOOOO, ACABOOOOO, MMM, MMM, MMM, AHHH, ACABEEEEEEEE, SI,SI , SI, SIIIIIII, mas, quiero mas cojéme ahora, dame tu pija que mi conchita esta hambrienta, tiene mas de un ano sin sentir una buena verga. En ese momento la baje de mi boca me, limpie el resto de sus jugos de la boca con su bombachita, la acosté boca arriba mientras ella seguía colapsada por el terrible orgasmo que acababa de tener, y dirigí mi pija hacia su conchita depilada entrando y sintiendo su interior ardiendo casi quemando la piel de mi verga, metiendo despacio ya que como había dicho ella estaba un poco estrecha y se iba amoldando para recibir mi verga , empecé a meter y sacar suave al principio para sentir esa concha hambrienta de sexo, mientras ella decía, MAS FUERTE, PARTEMELA, MÁS FUERTE, QUIERO QUE MI CONCHITA APRENDA DE NUEVO LO QUE ES UNA PIJA DURA, en ese momento acelere el ritmo y Paola se dio vuelta y quedo arriba mío y me empezó a cabalgar frenéticamente yo estaba a punto de explotar y se lo hice saber, entonces acelero mas el ritmo haciendo que explotara en un bestial orgasmo ahogado en un gemido ronco, y llenando su ajustada conchita de mi leche espesa y caliente logrando que con ese primer chorro que Pao llegará a su segundo orgasmo, más intenso este que el primero echándose para atrás y quedando tendida sobre la cama boca arriba.

Así quedamos rendidos después de una sección salvaje de sexo que duró por más de 3 horas.

Había pasada casi media hora de la bestial sesión sexual que habíamos tenido con Paola, yo todavía seguía embriagado por su sexo, y a pesar de la explosión de semen que había tenido dentro de su deliciosa conchita, mi pija seguía dura, cerré mis ojos y pensé que esto era la primera ves que me pasaba y debería ser un sueño, en ese preciso instante con esa vocecita de perra en celo que tenia me dijo;

MMMM esto sigue duro, parado y grande me parece que voy a tener que bajártelo.

Paso su mano por mi pija y me empezó a hacer una paja impresionante, suave y lenta, era delicioso pero a la vez insoportable, no aguante mas y le dije

– Chupamela que quiero acabar en tu boca- Ella se acercó y cuando estaba por empezar a chupar me dijo

– Falto una palabrita que quiero escuchar- No entendía la vi a los ojos y tenía una expresión de putita indescriptible así que repetí diciendo

– Chúpamela que quiero acabar en tu boca PUTITA- había adivinado era eso lo que ella quería escuchar que la empezara a tratar mas duro, mas recio, no tan dulce como hasta ahora quería sentirse usada, empezó a chupar muy suave, y luego fue acelerando el ritmo tragándose toda la envergadura de mi verga, succionado con su boca hambrienta y presionando con su lengua sobre el ojo de la cabeza de mi pija, no aguantaba más fueron 15 minutos de placer intenso hasta que le hice saber que iba a acabar, entonces empezó a chupar con mas fuerza y explote nuevamente dentro de ella llenando su boquita de mi leche caliente y espesa, había acabado por segunda vez, y en esta oportunidad en la boquita de esta hembra que saboreaba mientras tragaba mi leche, una vez que termino de limpiarme la verga con su boca comiéndose todo rastro de semen que había eyaculado, me dijo

– Había olvidado el sabor del semen, hace más de un ano que no lo pruebo, y el tuyo me parece un manjar- me siguió chupando la pija unos minutos hasta que se me paro nuevamente, entonces la agarre de la mano y la lleve a una silla me senté, y la hice sentar arriba mío dejando sus pechos sobre mi cara, ella coloco mi pija a la entrada de su conchita y empezamos una nueva cabalgata, yo estaba extenuado y sabía que no iba a acabar rápido nuevamente, así que gozaba de esa concha que me devoraba la pija a cada segundo, mientras subía y bajaba por el movimiento de sus piernas y caderas, tenía sus deliciosos pechos a la altura de mi boca los cuales, me dedicaba a comer dando pequeños besos y suaves mordiscos en sus pezones, entonces empecé a sentir que ella estaba por explotar en un tremendo y colosal orgasmo, su conchita se contrajo sobre mi pija ensartada hasta el fondo de su sexo, y empezó a colapsar en gemidos, y jadeos lo cual me éxito de sobremanera y empecé a alcanzar el clímax, su conchita se contrajo, me clavó sus unas en mi espalda y emitió un gemido casi eterno, ronco y ahogado, yo también acabe ese instante dejando en este tercer polvo, toda el semen que quedaba dentro de mis testículos, me levanté de la silla con sus piernas entrelazadas en mi espalda, y sin sacar mi verga de u conchita la alce y caminamos unos pasos hasta la cama, la acosté saque mi pija de su rica conchita, trepe con las fuerzas que me quedaban y deposite mi verga en su boca dejándola probar los restos de mi semen con su boquita, me miro con ojos de Putita satisfecha, y me dijo,

-Múltiple, el ultimo fue un orgasmo múltiple, como lo hiciste turrito- no sabia que responderle, solo le dije – Simplemente te cogí.- Cerro sus ojos y se durmió, yo quede
me quede mirándola me recosté a su lado y me dormi tambien. Continuara ……

Esta historia no termina aquí, sigue con el resto del fin de semana, y lo seguiré en la segunda parte de esta serie para no hacerlo tan largo.