Primera vez en Roma

Os voy a contar la que fue mi primera experiencia y nunca olvidaré.

Yo estaba en 3º de BUP, tenía 18 años, y en ese curso como tantos otros institutos el mío realizaba un viaje de fin de curso a Italia.

Ese era el viaje que siempre habíamos estado esperando los alumnos que entramos en esa escuela desde muy niños.

Recuerdo que mi mejor amigo, David, y yo fantaseábamos con lo que haríamos en ese viaje con las italianas, más adelante yo me di cuenta que a mí me motivaban más los italianos que las italianas pero nunca se lo dije a David porque no quería arriesgarme a perder mi amistad con él, aunque a veces me costaba tanto disimular…

Veréis David no era un chico imponente pero la verdad es que desde que dejó de ser un niño y se hizo hombre empezó a ponerme mucho, no era muy alto y estaba muy delgado pero no se le veía mal porque era proporcional a su estatura, además era muy blanco de piel y tenía el pelo muy muy negro y ese contraste era brutal, aunque lo mejor de David era el gran bulto que marcaba en su pantalón corto de las clases de educación física, más de una vez se me escapaba la vista sin querer…

Bueno, el hecho es que por fin llegó el ansiado viaje a Italia, y como no, después de llevar juntos desde los 5 años David y yo hicimos pareja para las habitaciones de todos los hoteles.

El viaje fue un placer para mí, la primera noche la pasamos en Florencia, en un pequeño hotel de las afueras de la ciudad.

Cuando llegó la noche me lleve el primer regalo, David se paseó todo el rato por la habitación en slip y cuando llegó la noche al apagar la luz me dijo: te importa que me la casque?? Y se hizo una paja al lado mío (dormíamos en camas de matrimonio). 20 minutos a oscuras oyendo sus jadeos, el sonido de su mano revoloteando por su polla y el momento final en el que se corrió puede sentir como se agitaba y se aceleraba…

La segunda noche la pasamos en Roma como si nada y la tercera también, esa noche, en Roma, aprovechamos para ir todos a una discoteca, empezamos a bailar y a beber y en un momento determinado de la noche David se me acercó y me dijo:

No te asustes estoy ligando con unas tias así que te voy ha hacer una cosa en plan de broma y me puso la mano encima del paquete y la movió por encima, por supuesto yo no pude evitar que esta se pusiera dura como una columna, cosa que David aprovechó para hacer como que me la meneaba por encima del pantalón y de golpe me soltó y se fue.

A la vuelta al hotel no me dijo nada así que cuando nos fuimos a la cama yo no podía dormir pensando en lo sucedido y decidí darme una ducha y reflexionar bajo el agua.

Y en eso estaba yo cuando de golpe una mano pasa por entre mis piernas desde atrás me agarra los huevos y la polla y empieza a tiras de ellos diciéndome:

Venga Joel a ver si es tan dura y grande como me pareció antes??

Mi polla no tardó mucho en demostrar lo que se le pedía y me puse a mil enseguida, entonces me soltó y al girarme me encontré a David en pelotas con la polla mirando al cielo, entonces entendí ese gran bulto del pantalón de gimnasia, David solo con 17 años tenia la polla de 20 cm, no me lo podía creer, mi mejor amigo me estaba ofreciendo lo que yo tanto quería experimentar, mi primera vez con un hombre.

Enseguida se agachó y empezó a comerme los huevos y a succionarlos, luego subió a mi capullo y lo lamió lentamente como un helado para ir tragándose luego toda la polla y subía y bajaba por ella sin parar.

Era fantástico estaba a punto de correrme y no hacía ni 5 minutos que había empezado, pero el se dio cuenta y me hizo cambiar.

Empecé a lamer ese pollón que me volvía loco, como no sabía muy bien lo que tenía que hacer David me fue guiando hasta que de repente me cogió la cabeza me metió la polla en la boca y empezó a moverse follándome la boca sin parar mientras yo le masajeaba los huevos.

Poco a poco fui llevando una de mis manos hacia su culo y empecé a masajearle su agujerito hasta que mi dedo se metió de repente dentro, y justo en ese momento David me lleno la boca de leche, no podía creer la de leche que salía de allí, ni en mis mejores pajas, creo que soltó como diez grandes chorros inmensos de leche que se desbordaron por mi boca y que luego restregó por mi cara con la polla como si esta fuera un pincel.

Una vez su polla se hubo relajado me dijo: Venga Joel, llegó el momento, de que te estrenes, metemela que lo estoy deseando!!

Y yo que estaba a mil no me hice de rogar y empecé a intentar penetrarlo pero ante mi torpeza por la inexperiencia David me hizo sentar el suelo de la ducha, me escupió la polla y se sentó de golpe encima, fue mágico el grito que soltamos al unísono los dos para indicar que eso era genial y entonces empezamos a sincronizar nuestros movimientos bajo el agua caliente de la ducha hasta que me corrí en el culo de mi amigo, que rápidamente se la quitó de dentro y se volvió para mi para dejármela bien limpia.

Fue tal la excitación y el placer que estaba sintiendo que mi polla no tuvo tiempo de relajarse porque estaba otra vez superdura deseando sexo.

Pero esta vez David quería metérmela a mí, así que me puso en ángulo recto apoyado en la pared y empezó pasándome el chorro de agua por el culo haciendo movimientos que hacía vibrar a mi agujerito.

De repente entre el agua empecé anotar otra cosa húmeda que pasaba arriba y abajo y que quería entra dentro, Dios que lengua más poderosa me estaba medio penetrando con ella, aunque eso no era nada.

Poco a poco y mientras con una mano me iba masturbando y pellizcando los pezoncitos con la otra me fue metiendo primero un dedo y luego otro hasta que tuvo tres en mi interior.

Era sensacional, esos tres dedos entraban y salían, se movían en mi interior, giraban, acariciaban…

Y cuando más lo estaba disfrutando en 5 segundos los saco y me partió en dos con ese pollazo.

Sentía un dolor horrible pero en pocos segundos empecé a disfrutar el ir y venir de su tranca, los golpecitos de sus cojones chocando justo con los míos por el vaivén de los movimientos en cada embestida y las cosquillas de sus pelos púbicos cada vez que se acoplaban al máximo a mí.

Cada vez me embestía más rápido a la par que yo no paraba de culear y culear.

Me soltó la polla y me agarró por la cadera con las dos manos y empezó a taladrarme como si le fuera la vida hasta que en su tercera embestida de toro se mantuvo clavado hasta el fondo sin despegarme de él y se corrio en mi interior como un animal.

En ese momento mi polla se tensó al máximo y al sentir el calor de su leche en mi interior y lo que se escapaba de mi ano resbalando por mis huevos mi polla empezó a soltar leche sin parar.

Nos quedamos un rato inmóviles y luego nos fundimos en un beso larguísimo que puso fin a la maravillosa escena.

Después de eso nuestra amistad sigue siendo tan buena o incluso mejor que antes y aunque hablamos de ello en repetidas ocasiones solo nos volvimos a acostar otra vez, cuando acabamos C.O.U. y él se marchó a estudiar a otra ciudad, pero esta es otra historia que ya os contaré.