Capítulo 1
- Affaire de oficina parte III
- Affaire de oficina parte II
- Affaire de oficina parte I
La noche no terminó ahí, nos tomamos un respiro, nos recostamos y vimos un poco de tv, pedimos otra bebida, platicamos y comencé a acariciarla, el tener ahí junto ese par de tetas con pezones perfectos me provocaba demasiado, no podía quedarme ahí sin hacer nada así que la besé, mordí sus labios, mordió los míos, su mirada llena de deseo, de lujuria, me pedía que la tomara e hiciera con ella lo que me viniera en gana.
Bajé por su cuello con mi boca besándola y lamiéndola mis manos acariciaban sus senos, sus pezones, llevé mi boca hasta ellos, tomé uno con mi mano firmemente y lamí la areola, acercándome lentamente al pezón para lamerlo y chuparlo, primero suave, despacio y poco a poco subí la intensidad, chupé un poco más fuerte y le di pequeños mordiscos, pasé a la otra para darle el mismo trato, el estar en sus tetas me permitía ver en su pecho la agitación que le provocaba, bajé mi mano y acaricié su pubis, sus muslos hasta llegar justo entre sus piernas. Mis dedos se deslizaban estimulando sus labios, su clítoris y entraban en ella ocasionalmente, entraba uno, dos, hacían pequeños círculos dentro de ella y cada vez se humedecía más, la puse boca abajo sobre la cama y comencé a besar y lamer su espalda, la recorrí de arriba a abajo, fui bajando por el centro, abrí sus nalgas hasta llegar a su ano, ahhhh me encanta ponerle la boca en ese lugar, le di pequeñas chupadas, lo lamí una y otra vez, entré un poco con mi lengua, ella gemía y movía su culo pegándolo a mi boca para que yo continuara con lo que estaba haciendo, me quedé un buen rato en él.
Me levanté, mi miembro estaba ya listo para penetrarla, duro, caliente pero antes recorrí su espalda con él frotándolo y bajando por el centro, al llegar a su culo lo puse entre sus nalgas, las junté y lo deslicé entre ellas (como una paja rusa pero en su trasero) le abrí las piernas, pusimos una almohada bajo su pubis para que quedara un poco levantado su culo y la penetré por su vagina, ya estaba muy mojada así que entré rápido me recosté sobre ella y empezó a moverse en círculos, era demasiado excitante, ambos gemíamos de placer, ella gritó un poco: «así, así, ahhhhhhh», «que rico te mueves» le dije, «no te vengas todavía, quiero probar algo más» respondió.
Nos paramos de la cama, dejé que ella me acomodara, «siéntate en la orilla de la cama» dijo, me abrió las piernas, se colocó entre ellas dándome la espalda, tomó mi verga con su mano para acomodarla mientras se sentaba en ella, sentía un poco de dolor por la inclinación que necesitaba para esa posición pero logré aguantar, después de ella tomó el control y comenzó a moverse dando sentones en mi miembro, lo hacía lento, estaba escurriendo, tomé un poco de su néctar con mis dedos y lo llevé a su ano, con mi pulgar lo acaricié, lo mojé mientras ella seguía moviéndose, poco a poco deslicé mi dedo, ella se detuvo un poco como esperando que terminara de meterlo «ahhhh, ahhhh» gritaba mientras iba entrando, comenzó a moverse de nuevo, mi dedo se movía despacio en círculos en su apretado agujero, ahora entraba y salía al mismo ritmo que mi pene lo hacía en su vagina, su respiración era más intensa, sus gritos eran más fuertes «que rico, me voy a venir, ahhhh, ahhhh» saqué mi dedo para tomarla del cabello, tiré de él con algo de fuerza mientras ella se corría, sentí como su vagina se contraía «ahhhhhhhhh» gritó finalmente, se quedó un momento sentada con mi verga adentro «ahora tú» dijo, se paró para arrodillarse frente a mí, mi miembro estaba escurriendo por sus jugos, lo tomó con sus manos y comenzó a estimularme, acercó su boca para lamerlo, paso su lengua por la punta y luego lo metió todo a su boca, ahhhhh su forma de hacerme el oral era tan excitante, lo chupó una y otra vez, la tomé del cabello y la movía a mi ritmo aumentándolo cada vez más, mi respiración estaba muy agitada, estaba a punto de derramarme, ella lo notó así que lo tomó con su mano, se acercó para quedar con sus tetas justo frente a él y comenzó a jalarlo, lo hacía tan rico, «voy a terminar» entre gemidos «vente mi amor, vente» dijo ella, con una mano sostuvo un pecho justo para recibir mi leche y con la otra siguió masturbándome, nuestras miradas se fijaron en sus pechos, no pude contener mi grito mientras mi semen se derramaba en sus tetas, exprimió hasta la última gota, llevó su lengua hasta su pecho y lamió un poco, me arrodillé y también pasé mi lengua por su pecho, nos besamos con mucho deseo y mientras nuestras lenguas jugueteaban acaricié sus senos esparciendo mi leche por ellos, nos levantamos y fuimos a tomar una ducha.