Capítulo 25
- Chantaje a mi puta perra I
- Chantaje a mi puta perra II
- Chantaje a mi puta perra III
- Chantaje a mi puta perra IV
- Chantaje a mi puta perra V
- Chantaje a mi puta perra VI
- Chantaje a mi puta perra VII
- Chantaje a mi puta perra VIII
- Chantaje a mi puta perra IX
- Chantaje a mi puta perra X
- Chantaje a mi puta perra XI
- Chantaje a mi puta perra XII
- Chantaje a mi puta perra XIII
- Chantaje a mi puta perra XIV
- Chantaje a mi puta perra XV
- Chantaje a mi puta perra XVI
- Chantaje a mi puta perra XVII
- Chantaje a mi puta perra XVIII
- Chantaje a mi puta perra XIX
- Chantaje a mi puta perra XX
- Chantaje a mi puta perra XXI
- Chantaje a mi puta perra XXII
- Chantaje a mi puta perra XXII
- Chantaje a mi puta perra XXIII
- Chantaje a mi puta perra XXIV
- Chantaje a mi puta perra XXV
-Martina. -Buenos días SEÑOR, hace un rato entro Ji-woo y dejo su móvil y su ropa y mi respuesta es…
Así termino el último capítulo…
…es sí .
-A la ducha.
Pegó un salto con una sonrisa, llevándome la primera sorpresa de la mañana, al entrar la vi de rodillas en esa enorme ducha. Me gusto, pero no era lo que quería… la cogí del pelo, la levante y sin palabras la pegué con brusquedad a la cristalera de la ducha, con una mano la hice sacar el culo, mientras con la otra le mantenía la cabeza levantada, tirándole del pelo.
-Esto es lo que deseo PERRA, bienvenida a la familia.
De un golpe se la metí, la muy PERRA estaba chorreando, y durante un rato me la estuve follando, sintiendo como su cabeza chocaba con la cristalera, hasta que me corrí…
-Ufffffff, me gusta este coño estrecho PERRA.
Me gusto que se fijara en las demás para saber lo que tenía que hacer, dejándose caer de rodillas, se giró y se metió mi polla en la boca, la volví a coger del pelo y con brusquedad saque mi polla de su deliciosa boca y apuntándole a su cara, a sus grandes y duros pechos me meé en ella. La solté y me giré a ducharme…
-Martina. – ¿Puedo correrme SEÑOR?
-Si.
Exploto sin tocarse en un estruendoso orgasmo que la llevo a caer del todo al suelo. Vi su cara de felicidad, la deje recuperarse y terminé de ducharme.
-Dúchate PERRA, vamos tarde.
Se lo dije mientras me dirigía secándome a la habitación. Cuando entré en la cocina, Lu y Juani estaban sentadas con el café en la mano, mientras Lu estaba ya vestida, Juani solo llevaba un conjunto negro de encaje, unas medias negras y descalza, a Ji-woo la vi de espaldas, desnuda, salvo una medias de rejilla negras y unos bonitos zapatos abiertos por atrás de color negro.
-Buenos días chicas, Ji-woo ponme el café.
– Ji-woo. -Ahora mismo AMO.
-Lu. – ¿Y?
-Mira que sois cotillas, jajajaja, sabéis la respuesta.
Si no la sabían, lo supieron al ver entrar en ese momento a una radiante y totalmente desnuda Martina.
-Juani. -Jajajaja, la imaginábamos, y no nos hace falta que lo digas.
-Martina. -Buenos días.
-Juani. – ¿Café? o quieres otra cosa Martina.
-Martina. -Café, ya me lo preparo yo.
-No, para eso está la ESCLAVA.
-Martina. -Solo por favor -con cara de circunstancias-.
-No te equivoques Martina, para ella es normal, es más, disfruta siendo tratada así, te lo voy a demostrar. ESCLAVA ponte delante de ella, y ábrete de piernas.
Soltó el café que llevaba en las manos y rápidamente se puso delante, abriéndose todo lo que pudo de piernas, llevando sus manos a la nuca.
-Tócala.
Llevo su mano al coño de Ji-woo…
-Martina. -Uffff, es cierto SEÑOR, está chorreando.
-Mastúrbala hasta que se corra, se lo ha ganado.
-Martina. -No lo he hecho nunca Ra… SEÑOR.
-Como si fuera el tuyo.
La verdad es que tampoco le hacía falta tener experiencia, Ji-woo nada más sentir los dedos introducirse en su coño, cerro los ojos, se mordió los labios y se corrió, me gustaba, no sé, si siempre lo hacía así, o su larga abstinencia como ESCLAVA la llevaba a eso, se corrió con un squirt, dejándole la mano perdida.
-Termina de poner los cafés, que vamos tarde.
-Juani. – ¿Puedo AMO?
Sabía perfectamente a que se refería, le asentí con una sonrisa. Se levanto de la silla y cogiendo el brazo y la mano de Martina, le limpio con su boca toda la corrida de Ji-woo.
-Vístete que tenemos que irnos.
Aun sin salir de su asombro y excitada, se tomó el café de un sorbo y se fue a la piscina a vestirse.
-Lu. -He quedado a las nueve y media con Tina, Raúl, me escribió ayer, no tiene tu número, no se lo he querido dar hasta contar con tu permiso, no lo he visto hasta esta mañana, y me ha dicho que a esa hora va un empleado de la empresa Informática que les lleva el mantenimiento, son los mismos que los de las cámaras.
-Mejor, así vamos con más tiempo, y de todas formas hay que dejar a Martina en la facultad, y para eso si vamos tarde, ya no nos da tiempo de ir a cambiarnos, espero que no se den cuenta.
-Juani. -Si quieres llévate mi coche, porque mientras esperas el taxi, no llegáis a tiempo a ningún sitio.
-Mejor el Mini…
-Juani. -Jajajaja, no sigas, que estoy gorda, pero me manejo muy bien.
Nos reímos todos.
-Vamos a hacer una cosa, nos llevamos el grande y luego tú y Ji-woo os vais a la tienda en taxi, si puedes a la una y media, yo procurare haber terminado a esa hora, y tomarnos la tarde libre.
-Juani. -Cuenta con ello, nos iremos antes, tengo que ir al despacho, mi marido aún no ha llegado y tengo que firmar las nóminas.
-Allí nos vemos, conduce tú, que yo tengo que llamar a Julio.
En cinco minutos ya estábamos de camino al Campus Universitario para dejar a Martina.
-Buenos días Julio.
-Julio. -Buenos días Raúl, ahora te iba a llamar, y supongo que tú me llamas para lo mismo.
-Para los contratos de Clara y María, supongo que los tienes preparados.
-Julio. -Si, solo esperaba tu confirmación para mandártelos, por cierto en cuanto pueda te vuelvo a llamar.
-Entiendo que no estás solo, ¿no?, llama cuando quieras.
-Julio. -Así es, hasta luego, te los mando ahora mismo.
Llegamos con la hora pegada al culo al campus.
-Espero que no te pille lejos, date prisa, y en cuando termines te vas a la residencia y lo antes que puedas a la tienda.
-Martina. -Si, allí estaré y gracias.
La salude con la mano y nos fuimos para la tienda, que por la hora que era y donde estaba, íbamos pillados de hora.
-Lu. -Creo que no le hemos dicho dónde está la tienda, y tampoco tiene nuestros teléfonos.
-No te preocupes, es lista, veras como se las apaña.
Efectivamente, llegamos pasados unos minutos de las nueve y media.
-Déjame aquí y busca aparcamiento.
Saco unas llaves del bolso y señalándome una puerta algo escondida.
-Lu. -Esa es la entrada Raúl, no tardo el parquin está a la vuelta de la esquina.
Entre sin dificultad, viendo unas escaleras estrechas que llevaban a la segunda planta y salían directamente al almacén y la oficina, coincidí con dos o tres que aún no conocía que salían del vestuario ya con su uniforme, mientras las demás, excepto las modistas, estaban sentadas hablando con Tina entre risas, por lo que supuse que ya estaban al corriente de que no iba a ver despidos.
-Buenos días, perdona Tina, odio la impuntualidad, he pagado la novatada del tráfico, y buenos días al resto, me gusta que estéis con tiempo en la tienda, ¿es lo normal o solo ha sido hoy?
-Tina. -Es siempre Raúl, la hora de entrada es a las nueve, ahora íbamos a hablar de temas pendientes, hemos empezado un poco más tarde, porque he despejado la oficina.
-Gracias, ya lo sé para otro día, ¿el informático no ha llegado?
-Tina. -No ha llegado y les insistí de que estuvieran aquí a esa hora, no me gusta que se trastee en la tienda estando abierta.
Me gustaba, era responsable y se le notaba que disfrutaba con su trabajo, también me fije en lo elegante que venía.
-Está bien, seguid, voy a encender el portátil, ¿funciona la impresora?
-Tina. -Si, en la pantalla del ordenador, tienes la clave para conectarse por wi-fi.
-Perfecto, voy a imprimir los contratos de María y Clara, a ver si me da tiempo antes de que abráis.
No fue difícil distinguirlas, aunque ambas llevaban una falda y medias negras o pantys, sí que una llevaba una camiseta negra y la otra una blusa azul, viendo cómo se les ilumino la cara.
No tarde nada, por lo que me asome al almacén…
– ¿Podéis venir un momento? tú también Tina.
Entraron las cuatro a la vez, pues Lu llego en ese momento.
-Sentaros las dos, leer los contratos, las condiciones económicas son las mismas, la duración es de seis meses, pero nuestra intención es que todas paséis a tener contratos indefinidos.
Tanto Clara como María dijeron que nos le hacía falta leerlos, cogieron un bolígrafo y firmaron.
-Podéis iros a seguir con vuestras tareas.
Dándonos las gracias, la dos se fueron a sus quehaceres.
-Estas muy elegante Tina, siéntate por favor, ¿o tienes que abrir tú?
-Tina. -No, abre Penélope, es mi segunda Raúl.
-Una de las cosas que vamos a cambiar o pretendemos cambiar es el horario, en esta semana que viene, hare un estudio de los picos de mayor afluencia de clientas, queremos abrir de diez de la mañana hasta nueve de la noche de lunes a sábado, a cambio en vez de tener un día y medio de descanso, tendrían dos alternos, es decir unas descansarían una semana sábado y domingo y otras domingo y lunes, tranquila que si tenemos que meter a más gente lo haremos, por eso la semana que viene te quiero más pendiente de mí, que de estar cara al público, puedes hablarlo con ellas, y ver que opinan, como te dije ayer, quiero sinceridad en todo.
-Tina. -Más de una vez lo he hablado con ellas, porque al principio lo de no cerrar al mediodía iba a ser así.
-Lu. -Cierto Raúl, esa era nuestra intención al principio, pero luego nos acomodamos…
-Se acabó el acomodo, esta tarde o mañana lo hablas con ellas, a ver que opinan.
-Tina. -No creo que haya muchas pegas, si como has dicho sus horas en las tienda van a seguir siendo las mismas, saben que en comparación con otras tiendas, tienen suerte, el sueldo está por encima de la medía -algo que ya sabía tras la conversación del día anterior con Clara primero y María después- y siempre se han pagado las horas extras a lo que marca el convenio.
-La semana que viene, como te he dicho voy a hacer un estudio para ver los picos de ventas, y también quiero que tú me hagas una propuesta, que la consensues con todas, y entre lo que tú me digas y yo estudie, podemos quedar todos contentos.
Me gustaba ver la cara de Tina, se la veía ilusionada con la importancia y protagonismo que estaba recibiendo.
-Lu. -Queremos crear una familia, que trabajen contentas, porque eso hará que las clientas también lo estén y a la larga nosotros también ganemos.
-Vamos a invertir bastante…
En ese momento llamo Penélope…
-Penélope. -Perdonen que les interrumpa, hay abajo un comercial de mamparas o algo así, que dice que lo llamaste ayer Tina.
-Tina. -Cierto, pero le dije que llamase antes, es la misma empresa que hizo estás.
-No pasa nada, dile que suba, no vamos a tardar mucho.
Salimos los tres de la oficina, y no tarde nada en indicarle lo que quería hacer, acristalar tres mamparas a partir de la mitad, y un par de la oficina.
-Comercial. – En cuando lo tengamos preparado os aviso.
Iba a replicarle yo…
-Tina. -No, primero me mandas el presupuesto y ten en cuenta que se haría un sábado por la tarde o domingo.
Me gustó mucho, era exactamente lo que iba a decir yo.
-Comercial. -No sé si dará tiempo…
-Da tiempo de sobra, -de eso por un trabajo que tuve hacía muchos años entiendo un poco-, los paneles están pillados con perfiles, así que solo es desmontarlos y cambiarlos por el doble cristal, y en la oficina es igual.
Casi se me escapa una carcajada, cuando vi la cara de Lu y Tina, al verme tan ducho en eso.
-Comercial. -Si puede ser… -lo dijo sabiendo que lo había pillado-, a lo largo de la tarde o el lunes a lo más tardar, les mando el presupuesto.
Nos despedimos de él.
-Voy a ver el contrato de mantenimiento de la empresa informática, no me gusta que ni se hayan molestado en llamar, aunque no me suena haberlo visto en los gastos fijos.
-Lu. -No tenemos contrato, como cada tienda tiene su sistema, se les paga cuando vienen.
-Mal, y lo vamos a solucionar hoy, llámalos y diles que no vengan, que prescindimos de sus servicios, y si te preguntan porque, se lo dices.
-Tina. -Ahora mismo los llamo -era la primera vez que me veía serio-, ¿no tendremos problemas?, son los que llevan las actualizaciones.
-Me da igual, lo voy a dejar solucionado hoy y si tenemos que cambiar todo, se cambia.
Entro en la oficina a buscar el teléfono, se me escapo una sonrisa al ver la cara entre admiración y sorpresa de Lu.
-No te sorprendas, ya os dije que en el trabajo soy serio.
-Lu. -Si, pero no sabía que también eras duro y resolutivo, me fijo en esos detalles, deformación profesional, jajajaja.
-Tina. -Ya está Raúl, han pedido mil disculpas, que no saben que ha pasado, pero ya les he dicho, que haya sido lo que haya sido la dirección de la tienda ha decidido prescindir de sus servicios.
-Vamos a tomar un café, mientras vemos como solucionamos esto, dile a Paqui que cuando vuelva de tomar el café me voy a reunir con ella.
-Tina. -Ahora se lo digo.
A lo tonto ya eran más de las once, salimos Lu y yo a tomar café, encontrándonos a dos dependientas sentadas, desayunando.
-Que os aproveche, -se pusieron algo nerviosas- tranquilas, que no pasa nada porque estéis aquí, desayunad tranquilas.
-Lu. -Perdona que te lo diga, pero eres increíble, como te fijas en los detalles, en los gestos de las personas.
-Jajajaja, siempre he sido observador, vamos a preguntar por el grupo si alguna conoce una empresa seria y capacitada para hacerse cargo de la instalación y mantenimiento.
-Lu. -La empresa que nos lleva el mantenimiento en Barcelona es muy buena, podíamos pedirle presupuesto.
– ¿Tienes el teléfono?
-Lu. -Lo tengo en el portátil, o para más rapidez llamo a la tienda de Barcelona.
-Hazlo.
Mientras hablaba con la tienda, yo degustaba el café.
-Lu. -Ya está Raúl, me lo va a pasar por whatsApp, me ha dicho que hasta la fecha no han fallado nunca.
-De todas formas escribe también en el grupo.
Volvimos a la tienda, viendo que Tina estaba hablando con Martina.
– ¿Qué haces aquí ya?
-Martina. -Han suspendido las últimas dos clases.
Estaba para follársela allí mismo, llevaba una falda negra de vuelo, unas medias negras, unas bailarinas, una blusa blanca y en sus brazos un abrigo.
-Vamos a la oficina Tina, -no tardamos nada en subir-, ya veo que se ha presentado, ella es la que te dije ayer que íbamos a contratar, es de la familia -lo recalque-, pero el único beneficio son los estudios, quiero que te pongas con ella, que veas sus horarios de clase y le organices un horario. Vamos a hacerle un contrato de cuatro horas, pero los estudios tienen prioridad, si algún día no viene o echa menos horas, justificándolas por supuesto, las tiene que recuperar, o un sábado o un domingo o festivo que se abra, y mensualmente, va a empezar esta tarde y mañana, en horario normal, y para la semana que viene te pones de acuerdo con ella. Va a estar quince días a prueba, si ves que no sirve o que no cumple, se lo comunicas a Lu, que sea de la familia no quiere decir que tengamos ningún compromiso y si tiene ratos libres que se pegue a sus compañeras y que vaya aprendiendo a estar cara al público.
-Tina. -Lo entiendo, puedes estar tranquilo que si no cumple se lo hare saber a Lu.
-Sigue con tu trabajo Tina, ahora te la mando en cuanto firme el contrato.
Se fue, mientras Lu, que sabía el motivo de porque había dicho lo del contrato, cuando este ni existía, cerro con el pestillo.
-Desnúdate PERRA.
Dejo caer el abrigo al suelo, se desabrocho la falda dejándola caer junto al abrigo, quedándose con unas braguitas blancas de encaje preciosas y unas medias negras.
-Descálzate.
Mientras se desabrochaba la blusa blanca, se descalzo.
-No te voy a castigar, porque fui yo el que te dijo elegante pero cómoda, pero no te quiero ver nunca más con zapatos planos.
Lleve mi mano a su coño, escapándosele un gemido, lo que me hizo cambiar los planes, pues Lu sí que estaba ya acostumbrada.
-Siéntate en la mesa Lu, no quiero que sientan a esta PERRA en la tienda.
Lo entendió muy bien, se subió la falda, se sentó, se apartó las bragas y tirando de Martina, la hizo inclinarse hasta que cogiéndola con fuerza le metió la cabeza en su coño, dejándole su culo expuesto, aunque me quede con las ganas, no lo use, aparte sus bragas y se la metí de un golpe seco en el coño, llevando mis manos a sus preciosos y grandes pechos, que saque del sujetador blanco de encaje y acaricie y pellizque. Hacía esfuerzos para respirar y para no gritar.
-Ufff, me voy a correr, podéis correros.
Los tres a la vez lo hicimos, vi como Lu, tuvo que llevar una de sus manos a la boca para evitar que la escucharan. Me salí y me senté en la silla, siendo rápidamente atendido por Martina, que girándose se llevó mi polla a la boca, dejándola reluciente.
-Vístete, pero ni se te ocurra limpiarte y ve a buscar a Tina.
Sonriendo, se vistió y sin pedirme permiso me dio un pico, vio que tanto Lu como yo ya estábamos recompuestos se fue…
-Martina. -Que sepa que no le voy a defraudar SEÑOR, hoy he hablado con mi hermana y con mi madre, Rosa me ha dicho como tenía que venir vestida, siento lo de las bailarinas, pero calzado adecuado no tengo, por cierto -ya en la puerta, guiñándome-, mi madre me lo ha contado todo.
Tanto Lu como yo nos reímos, me gustaba la confianza que Carmen tenía con Martina, y creo que ya con Rosa.
-Avisa a Paqui por favor.
No tardo en volver con ella.
-Siéntate, -espere a que lo hiciera-, pronto vamos a acristalar parte de tu zona de trabajo. ¿Estáis cómodas con esa ropa?
-Paqui. -Si, pero eso era algo de lo que quería hablarte, están pasados de moda.
-Mi intención es que tú dejes el uniforme, que por ahora solo tu hija lo lleve, quiero que cuando atiendas a las clientes lo hagas cómodamente, pero también elegantemente, así que o buscamos un uniforme elegante, o tú eliges la ropa que te pones, siempre siguiendo los entandares de elegancia que vamos a implantar en la tienda.
-Paqui. -Podemos empezar eligiendo yo mi ropa, y aquí le traigo una foto del uniforme más acorde a la tienda para mi hija, porque ese es el otro tema que te quería hablar.
-Si eso lo he leído, Tina ya lo ha hecho constar, y meteremos a alguien más, así que si tú conoces a alguien…
-Paqui. -Si, tengo una antigua compañera que trabajaba conmigo en mi anterior trabajo, que se ha quedado parada, y verdaderamente le hace falta.
-Llámala, dile si puede venir antes de que nos vayamos al mediodía, o ya el lunes le haría la entrevista Lu por video llamada. ¿Te hace falta alguna maquina o accesorio?
-Paqui. -No, la verdad es que en ese sentido pocos talleres existen tan preparados como este.
-Ve a llamar a tu amiga y con lo que te diga, hablas con Lu, ella lleva todo lo relativo al personal.
Al final no la pudo localizar, quedando con Lu en que cuando supiese algo se lo haría saber a través de Tina, que en ese momento se asomó a la oficina…
-Tina. -Hay abajo unas señoras que preguntan por ti Raúl.
Bajamos y entendí porque dijo señoras, Ji-woo venia elegantísima con un vestido beige de lana, unas medias de rejilla del mismo color y zapatos a juego.
-Son dos nuevas clientas Tina, ya te aviso que van a ser de las mejores y de las asiduas. De hecho quiero que le abras cuenta, sé que no es nuestra política, pero con ellas vamos a hacer una prueba.
Me acerqué a las dos y las saludé con dos besos,
-Juani. -Ya estamos aquí Raúl, hoy no me voy a llevar nada, pero si Ji-woo.
-Perfecto Juani, te dejo con Tina y Lu.
Me volví a la oficina a seguir viendo y ordenando papeles, que era uno de los motivos por lo que quería centralizarlo todo.
-Lu. – -Entrando en la oficina-, Tina esta flipada, jajajaja, ya han cerrado, -eso lo sabía, menos Penélope y Tina habían desfilado todas por delante de mí puerta-, nada más en lencería y medias para Ji-woo lleva gastados más de 500€, y ahora le está comprando unos vestidos preciosos.
-Llama a Gema a ver por donde andan, y queda para comer.
-Lu. -Hace un rato que hemos hablado, me ha llamado para eso y para decirme que a lo mejor nos puede ayudar en lo de los informáticos.
-Tina. – -Entrando-, Llevabas razón, le he dicho lo de abrirle cuenta, y ha contestado que otro día, que hoy prefería pagar.
-Son buenas amigas nuestras Tina, y sé que nos van a traer clientas, así que procura siempre que puedas, atenderlas tú o Penélope, por favor.
-Tina. -Así lo haré Raúl, descuida.
-Vámonos que es tarde.
Salimos los cuatro por la puerta, viendo en una esquina a Juani y a Ji-woo, y en la otra a Martina, me dio por reír, pero me gusto la discreción de Martina, Penélope y Tina se fueron juntas.
-Ve a por el coche Lu, ¿Dónde vamos a ir a comer?
-Lu. -Gema está preparando la comida, pero si quieres le digo que…
-No, nos va a venir bien el descanso.
No tardamos nada en llegar los cinco a casa de Gema, viendo a Yolanda que con señas nos llevó al garaje, tenía, como luego supe, gracias a la farmacia tres plazas de garaje más aparte de la del piso.
-Buenas tardes Gema, uhmmmm que bien huele.
-Gema. -Buenas tarde AMO, se me da bien la cocina, espero que le guste el arroz caldoso.
-Me encanta, -mientras el resto se desnudaban-, ¿Cómo va la aprendiz?
-Gema. -Mejor de lo que esperaba, además como estudia medicina, le está resultando fácil.
Nos sentamos todos a comer, por suerte la mesa del salón era grande, me senté entre Yolanda y Martina.
– ¿Cuándo te podrás mudar?
-Martina. -Como muy tarde el lunes.
-Como el domingo no trabajas, por ahora, hazla el domingo, ¿necesitaras ayuda?
-Martina. -No, solo es ropa y el portátil.
-Ahora te dire cuál es tu cuarto, en principio hasta que empiece Yolanda el curso vivirás sola.
Se le ilumino la cara, el piso era grande y luminoso.
-Gema. -Le he dicho a Lu, que tengo una empresa contratada, que me lleva el mantenimiento, es a nivel nacional, por lo que sería más fácil.
-Dales mi número y que me llamen, de todas formas también vamos a hablar con la de Barcelona.
-Gema, ahora cuando baje a la farmacia los llamo.
Terminamos de comer en un ambiente muy agradable.
-Voy a descansar un rato, y antes y como tienes buen gusto Gema, quiero que montes las otras habitaciones, por ahora Martina y tú dormiréis en la otra habitación juntas, y cuando este aquí Yolanda, si aún no has terminado con la decoración, se quedara en mi habitación, ella podrá decidir con quien dormir o si quiere dormir sola, por ahora que Martina monte la sala de estudio aquí en el salón, y ten en cuenta, que tanto en el dormitorio que le asigne a Yolanda como a Martina, tiene que tener mesa de estudio.
-Gema. -Me pondré en seguida a ello, a ver si me da tiempo entre hoy y mañana a encargarlo todo, el lunes tengo que estar sin falta en Alicante, antes he hecho dos copias más de las llaves del piso.
-Antes de que se vaya Martina a trabajar, le das una copia y las claves.
-Juani. – ¿Qué vamos a hacer esta tarde?
-Vamos a ir a comprar a la calle San Bernardo, hay una tienda BDSM, quiero comprar varias cosas, y luego iremos a tomar una copa en el local de mis amigos.
-Juani. -Yo no podré ir, mi marido llega a las siete y ya me ha llamado dos veces.
-Tú te lo pierdes, jajajaja, pero Ji-woo, se queda con nosotros hasta mañana.
-Juani. -Es tuya, tú decides.
Me gusto, además vi cómo se le ilumino la cara a Ji-woo.
-Voy a mi habitación, si a las cinco no he salido me llamas, y vosotras a trabajar.
-Lu. -Yo también voy a descansar un rato, si me lo permites AMO.
-Si, como Gema, Yolanda y Martina se van, usa el otro dormitorio, Ji-woo y Juani seguidme, -ambas se pusieron a cuatro patas y entraron conmigo en la habitación-, de rodillas PERRAS.
Me fui desnudando, me seguía haciendo gracia el contraste de cuerpos de Ji-woo y Juani, me acerqué a Juani y viendo como lo deseaba, me meé en ella.
-Ni se te ocurra moverte PERRA, Ji-woo a la cama, tienes mi permiso para correrte cuanto desees, hasta que yo lo haga ESCLAVA.
– Ji-woo. -Gracias AMO.
Se subió a la cama, cogiéndola del pelo la arrastre hasta el cabecero, y besándola y mordiéndola con fuerza, fui bajando a través de su cuerpo de sus pequeños pechos, hasta llegar a un coño, brillante y húmedo, que bese y mordí, notando su squirt en mi boca, que tragué y saboreé, sin dejarla recuperarse, la puse a cuatro patas y esta vez sí, penetre su pequeño pero dilatado culo, entrando con más facilidad que en su coño, viendo como volvía a correrse, poniendo mis piernas y la cama chorreando. Mientras entraba y salía de ella, una mano la usaba para martirizar sus pezones y la otra para tirar de su pelo, con fuerza.
-Me corro ESCLAVA, ufffffff -antes de correrme me salí de su culo y lo hice en su espalda-. ¡¡¡GORDA arriba!!!
Sabía perfectamente lo que tenía que hacer, se metió mi polla en la boca, dejándola reluciente, con un asentimiento mío, se fue a por Ji-woo, primero lamio mi corrida de su espalda y luego agarrándola de las piernas, hundió su cabeza en el culo y en el coño de Ji-woo, que me sorprendió, porque esperaba que se corriera, para poder castigarla, pero tenía muy asumido su ser, se agarraba a las sábanas con fuerza.
-Buena ESCLAVA, te lo has ganado, córrete.
Se volvió a correr en la cara de Juani, que no dudo en tragársela…
-Juani. – ¿Por favor puedo correrme AMO?
-Jajajaja que guarra eres, si puedes.
Su corrida fue tan intensa que perdiendo la estabilidad cayó sobre Ji-woo, tuve que apartarla, para dejarla respirar.
-Quedaos aquí, a las cinco os quiero en el salón, ni se os ocurra limpiaros ni tocaros.
Había quedado la cama tan mal, que me fui al otro, viendo a Lu, solo con las medias, totalmente dormida, me pegue a ella, abrió los ojos, sonrió, me abrazo y se quedó dormida otra vez. Un poco antes de las cinco abrí los ojos y Lu ya no estaba, salí al salón y allí estaban las tres, Juani y Lu sentadas, la primera en una silla, para no manchar los sillones y Lu en un sillón, mientras Ji-woo estaba en el suelo y al verme se puso de rodillas con su culo pegando en los talones.
-Uffff, que bien me ha venido este descanso, Ji-woo, vístete, y ni se te ocurra limpiarte, tú si puedes ducharte y cambiarte, vaya que se mosquee tu marido cuando te vea.
-Juani. -Si mejor, no tardo AMO.
Vi que tenía dos llamadas perdidas, una de Julio y otra de Gema, llamé primero a Gema.
-Gema. -Buenas tardes Raúl, perdona que te haya llamado, pero al hablar con la empresa que me lleva el mantenimiento, y al darles el nombre de vuestra empresa, resulta que son los mismos que llevan el mantenimiento en Barcelona.
-Mejor, porque tanto Lu como tú me habéis hablado bien de ellos, como Lu tiene el teléfono los llamare para reunirnos la semana que viene en Alicante, gracias Gema.
-Gema. – -Bajando la voz mucho-, de nada AMO.
-Escríbele a Julio y pregúntale si está solo, que en un rato lo llamo, voy a ducharme y nos vamos.
-Lu. -Voy AMO.
Al entrar en mi dormitorio me reí, Juani, se había cambiado de lencería.
-Juani. -Jajajaja, he aprendido de Lu, AMO.
-Vístete, que te de las llaves Lu y baja a por el coche, me ducho y salimos enseguida.
No tarde en vestirme, salí al salón donde ya estaban Lu y Ji-woo esperándome, y nos bajamos a la calle, donde ya nos esperaba Juani en el coche. Le di la dirección, tuvimos suerte porque a esa hora había poco tráfico, metimos el coche en un parquin cercano a la tienda. Me gusto ver la cara de las tres al entrar en la tienda que es todo de temática BDSM.
-Alba. -Buenas tardes Sire Leo, ¿Cuánto tiempo?, veo que vienes muy bien acompañado.
Me acerqué y le di dos besos, tanto ella como su Amo, son amigos míos desde hace más de treinta años, cuando estaba descubriéndome a mí mismo.
-Buenas tardes Alba, quiero que me saques collares, no te asustes eh, pero necesito tres bonitos y lujosos, tres grandes y horribles, y uno para hombre que sea elegante, y para terminar doce normales, pero no muy grandes.
-Alba. -Jajajaja, con razón me has pedido que no me asuste, mejor que te enseñe el catálogo y que tú decidas.
-De rodillas Ji-woo, aquí no eres nada más que una ESCLAVA.
Se quito el vestido, sorprendiéndonos a todos, porque cualquiera que entrase en la tienda la podía ver, pero lo hizo con una sonrisa.
-Alba. -Ufffff, bien educada, que ganas…
-Úsala si quieres Alba, siempre que tengas permiso de tu Amo, pero antes déjame el catálogo.
Me entrego dos catálogos, uno eran de collares especiales y otro de collares normales.
-Alba. -Sígueme ESCLAVA.
-Ve con ellas, sabes que hacer y procura no mancharte, jajajaja.
-Juani. -Gracias AMO -se fue quitando la ropa conforme entraba en la trastienda-.
-Lu. – ¿Puedo mirar?
-Si, pero no participar.
Mientras iba eligiendo los collares, sentía los gemidos de Alba, conociéndola, les había colocado una mordaza. Cuando termine me asome, pegándome a Lu, mientras observamos como Alba estaba de rodillas comiéndole el coño a Ji-woo, lleve mis manos a los pechos, ya duros de Lu…
CONTINUARÁ…
Soy Amo, me encanta la dominación, me gusta tener, someter y humillar a parejas y a quien se quiera iniciar, necesitar un tutor o conocer este estilo de vida.
Mi Skype es ra_ul1967, mi correo ra_ul1967@hotmail.com y mi Telegram @Amo_Leo, hablo y respondo a todo el mundo, siempre que lo haga con respeto.