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Nuevo negocio de travestis II

Nuevo negocio de travestis II

A las cinco y media, ya estábamos preparados.

Alexia se puso un conjunto de lencería que yo le regale, y que se componía de sujetador, tanga, porta ligas y medias de color negro (todo de encaje) hasta los muslos.

Encima una mini que le resaltaba aun mas sus redondas nalgas y una blusa también de color negra con un amplio escote.

Se puso unas botas de tacón (como de diez cm) y se arreglo su bonita melena.

Estaba para hacer con ella mil diabluras, pero no era el momento, debíamos de presentarnos ante las nuevas inquilinas, lo mas serios posibles.

Yo me puse un tanga de Calvin Klein, que por detrás solo lleva un par de cintas ajustables, dejando las nalgas al descubierto.

Un pantalón de cuero, que lleva una abertura con corchetes en la entrepierna y en las nalgas, muy de amo-sado y un nikki también de color negro.

Me calce unas botas oscuras.

Parecíamos una pareja de amos esperando la vista de sus esclavos.

Nos preparamos unos refrescos y esperamos la vista viendo un poco la televisión.

Ninguno decía nada pero estábamos los dos intranquilos y nerviosos, de tan solo pensar en lo que podía representar la visita.

A las seis y diez sonó el telefonillo y raudo me apresure a contestar.

¿Quién? Dannielle y Yhadira- me contestaron.

Las abrí.

Espere un poco y cuando oí el ascensor en la planta abrí la puerta del piso.

Me encontré con dos preciosidades en el rellano del piso.

Dos diosas rubias, altas, muy atractivas y vestidas muy provocadoramente.

Detrás de Yhadira, se encontraba una chica, también muy guapa, algo mas baja y con una cara de ángel.

Las invite a entrar.

Me dieron un par de besos cada una y a la desconocida chica, le acaricie su trasero metiéndole la mano por debajo de la falda que llevaba, dándome cuenta que no llevaba bragas.

Las lleve al salón y tras saludar a Alexia, todas se sentaron en un sofá de cuero muy amplio. Yo me senté en un brazo del sillón donde estaba Alexia.

La primera en empezar a hablar fue Yhadira, quien nos presento a la desconocida, que dijo llamarse Rafaella, y que disculpáramos el no habernos avisado de que la traía con ella pero que seguro que después de conversar la íbamos aceptar en el piso.

¡Antes de empezar a hablar, tenemos que esperar a otra invitada! –dijo Alexia. Mientras si queréis algo…

Las tres pidieron Coca-Cola y Alexia una cerveza, por lo que me fui hacia la cocina a prepara el refrigerio.

Yhadira le dijo a Rafaella que me ayudara.

Se presento en la cocina y me ayudo a preparar las consumiciones y algo para picar.

Yo sin mucho disimulo la empecé a meter mano por debajo de la falda, hasta que por fin la lleve a un rincón de la cocina, donde le saque uno de sus pechos.

Ella se dejaba hacer, sin oponer la mas mínima resistencia. Busque su polla y pude ver porque no llevaba bragas.

Su polla era pequeña y se la había atado con un cordel de un tampón, y este se lo había metido en el ano, con lo cual su pene no se movía de su entrepierna.

Me desabroche parte de la entrepierna y saque mi erecta polla y le dije que se la comiera.

Se agacho y empezó a mamarla rápidamente, metiendosela hasta la garganta, mientras no paraba de mirarme.

Su provocación era tal, que en pocos momentos me corrí en su boca, tragándose ella toda mi leche.

Me separe y se levanto, se metió de nuevo el seno que yo le había sacado, se arreglo un poco la ropa y me dio un beso.

Yo me abroche la entrepierna y cogí una de las dos bandejas, donde habíamos preparado el refrigerio.

Ya en el salón ella dejo su bandeja en la mesa de cristal y yo muy cortes fui repartiendo las bebidas.

Puse algo de música relajante y nos pusimos a hablar.

Nos contaron cosas sobre su país, Brasil, sobre su estancia en España, de donde vivían.

Estuvimos un rato hablando de cosas livianas. Hasta que sonó de nuevo el timbre. Mire el reloj, eran las siete menos veinticinco.

Me dirigí a la puerta y cogí el telefonillo. Era Déborah. La espere ya sin cerrar la puerta y cuando la abrí, me quede con la boca abierta. ¡Joder Déborah, que buena estas! –le dije.

Ella alargo su mano hasta mi paquete y me dio un dio un beso con lengua que me hizo ver las estrellas, al notar su larga lengua entre mis encías.

Me separe y le dije en bajito que ya estaban todas y que la estábamos esperando.

La lleve hasta el salón y de nuevo las presentaciones.

Le dije que si quería algo y me dijo que lo que quisiera, por lo que me fui hasta la cocina y le prepare una Coca-Cola. Fui de nuevo al salón y se la di.

Fue el momento en que Alexia empezó a contarles las reglas de la casa, el horario en que esta iba a estar abierta y los precios.

Les dijo que la casa se quedaba con un 50% y que si eran buenas en su trabajo, en un mes se podían llevar cada unos 3.000 euros.

La primera regla que les impuso fue que tanto ella como yo, vivíamos en esa casa y que yo era su macho y que si alguien quería tener sexo conmigo, antes se lo tenían que preguntar a ella.

Yo me quede sorprendido pero me halagó bastante su “preocupación”.

La segunda era que no le gustaban los papelones y que no los iba admitir. La tercera que siempre que ella y yo tuviéramos ganas, podíamos elegir alguna de ellas para que nos acompañara por la noche, dando a entender, que se podía hacer lo que los tres quisiéramos.

Y así regla, tras regla hasta que llego a la décima y ultima.

Todas aceptaron encantadas, pues la peligrosidad de la noche y el frío, les hicieron ver que se podía trabajar mejor en un piso que a pie de calle.

Además el horario terminaba a las dos de la mañana, dejándolas plena libertad a partir de esa hora para hacer lo que quisieran.

Alexia le pregunto a Yhadira por Rafaella, y esta le pregunto que era una amiga que había llegado con ella desde Río y que era una travestí jovencita pero con mucha experiencia. Alexia le pregunto a Rafaella si le gustaría quedarse y ella le dijo que si.

¡Perfecto! Ya esta todo dicho. ¡Perdón! Avisaros que el próximo sábado es el primer día de trabajo y que me gusta la puntualidad-agrego Alexia, mirando de reojo a Déborah. ¡Y ahora si me hacéis el favor, quiero veros desnudas! Sin vacilación la primera en levantarse fue Rafaella que se desnudo en un abrir y cerrar de ojos. Se quito el cordel y a la orden de Alexia se dejo solo los tacos.

Dio un par de vueltas, se toco los pechos, la cola y de nuevo se sentó. ¡Perfecto!-dijo Alexia. ¡La siguiente!

Esta vez le toco a Déborah, que sin muchos miramientos se encuero por completo, dejando a la vista su enorme polla, hecho que hizo que las brasileñas le miraran con infinita desesperación.

Yhadira y Dannielle, se desnudaron al unísono, mostrándonos un completito numero lesbico entre travestís.

Yo ya estaba al 100 % aunque el nikki que llevaba me tapaba la enorme excitación.

Cuando ya estaban las cuatro desnudas, Déborah le pidió a Alexia que hiciera lo mismo. Alexia no se hizo de rogar y en un santiamén se desnudo dejándose solo las portaligas, las medias y las botas.

Antes de sentarse Rafaella se dirigió hacia ella, se agacho y se metió el pene de mi amada en la boca.

Mientras que Alexia le acariciaba la cabeza, Rafaella no dejaba de mamar la polla que pronto empezó a crecer.

Yo me quite la parte de la entrepierna y el nikki, dejando salir a mi erecto pene de su escondite. Déborah lo empezó a pajear mientras se tocaba su pene.

A nosotros se unieron Yhadira y Dannielle.

Las dos se agacharon y a tiempos se metían la polla de la mulata en la boca.

Déborah dejo de pajearme para empezar darme un francés muy sabroso. Fue el momento en que mire a Alexia y nuestras miradas se cruzaron.

Estaba cogiendo a la jovencita Rafaella, quien jadeaba cada vez que mi amada le metía su grueso pene en su ano.

La tenia encima del sillón, con las piernas muy abiertas, mientras le nalgueaba el trasero.

Esta visión me calentó aun mas, por lo que sin dudarlo me baje hasta el pollon de Déborah y me hice sitio entre las brasileñas para poder mamar aquella grandiosa verga.

Dannielle se contento con empezar a darme un beso negro.

Metía hasta el fondo su caliente lengua en mi ano y cuando creyó que ya era el momento, apunto su pene a mi hoyo y me la metió sin miramientos.

Deje escapar un pequeño gemido pero seguí lamiendo la polla de la mulata, a medias con Yhadira, entrecruzando nuestras lenguas y nuestras respectivas salivas.

Déborah no dejaba de gemir de placer, hasta que nos pidió que parásemos.

Le dijo a Yhadira que se lubricara el hoyo que se la iba a meter. Yhadira se chupo unos dedos y se los metió en su cola.

Se volteo y cogiendo la verga de la mulata se la acerco hasta su ano, empezando a metersela.

Como no le cabía del todo se la saco y se sentó encima de Déborah y de nuevo se la volvió a meter, empezando a cabalgar sobre ella de una forma desmedida.

Mientras Dannielle seguía dándome por el culo y yo le tocaba los pechos a Yhadira y besaba a la mulata.

Alexia empezó a correrse.

Sus gemidos los conozco muy bien, por lo que alce un poco la vista y la vi como seguía cogiendo a la joven Rafaella, mientras cerraba lo ojos y le apretaba los pechos, razón inequívoca que estaba gozando como una hembra. Rafi , no dejaba de culear y de pedir mas.

Por fin mi amada se la saco y Rafi se la metió en la boca para sorber mezclándose en su boca el semen de Alexia y el sabor de su culo.

Note como los envites de Dannielle, se hacían mas rápidos por lo que me concentre en su placer y empecé yo también a culear y a moverme mas deprisa.

De pronto sentí, como el pene de Dannielle se hinchaba y como empezaba a eyacular en mi ano.

Cuando termino, se quedo tendida en mi espalada y empezó a darme pequeños besos y a lamerme las orejas y el cuello.

Mientras Yhadira no dejaba de cabalgar sobre la verga de Déborah.

Se unieron a nuestro grupo Alexia y Rafi, y como yo todavía no me había corrido, le dije a Alexia que me la chupara.

Me miro a los ojos, me dio un beso muy apasionado y se la metió en la boca, invitando a Rafi a lamerla también.

Me recostaron sobre el sofá y entre las dos se metían mi verga en sus respectivas bocas. Dannielle estaba a mi lado, y comenzó a acariciarme el pecho.

Me acerque a ella y le dije que Rafi aun no se había corrido.

Se puso detrás de ella y con un poco de gel lubricante que lo saco de su bolso, le empezó a meter los dedos en la cola de la jovencita moviéndolos muy rápidamente, a la vez que la pajeaba.

No tardo mucho en correrse, cosa que hizo en la boca de Dannielle.

Yo al poco rato también me corrí y mi semen se lo repartieron mi amada y Rafi. Nos acurrucamos todos en el sofá, viendo con exquisita ternura como Yhadira seguía cabalgando sobre la verga de Déborah.

Las dos se besaban y se tocaban los pechos. No tuvimos que esperar mucho pues un par de gemidos prolongados de las dos nos afirmaron que estaban a punto de correrse.

Rafaella corrió a la verga de Yhadira y se trago todo de lo que ella salió. Cuando Yhadira se levanto, cogió la polla de Déborah y se dejo reluciente.

Dannielle se levanto y le lamió el semen que le salía a Yhadira del ano y que le empezaban a recorrer los muslos.

Mire el reloj y no eran mas que las nueve. La noche no había hecho mas que comenzar.

Tan solo deciros que estuvimos cogiendo hasta las dos de la mañana en que Alexia y yo nos despedimos y nos fuimos a nuestra habitación.

Rafaella se fue con Déborah a otra junto con Yhadira y Dannielle.

A la mañana siguiente me desperté pronto y me dirigí a la cocina a prepararme un te.

Cuando me di la vuelta me encontré en la puerta a Rafaella completamente desnuda, se acerco, me beso y me dijo que se había enamorado de mi.

Yo me quede sin saber que decir. Solo se me ocurrió decirla que seguro que era algo pasajero.

Pero ella me dijo que me lo haría ver y que al final yo me convencería de que era verdad y sin mas se puso de rodillas y se metió mi verga flácida en la boca…

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