Quiero que sepas que esto que hago, lo hago pensando en ti, en ese pedazo de polla juvenil que tienes la cual me pone muy caliente- dijo ella, quitándome la toalla que cubría mi sexo.
Ella me atraía muchísimo y lo sabía, sus miradas, sus manos que disimuladamente me tocaban, incluso hasta rozaban mi verga, la forma en que su culo se apoyaba cada vez que podía en mi paquete, me mostraba sus pechos, yo estaba enloqueciendo y no sabia muy bien que hacer.
Luego una pequeña discusión entre la tía y yo , contra los otros dos por el nivel de la penitencia . Ya para esos momentos, con mis tragos encima , y todo lo que estábamos haciendo , y como estábamos súper caliente, así que sin reclamar mucho le di una suave pasadita por su concha, por sobre su pantalón.
Esa visión me estaba poniendo caliente y entonces me dije Evelyn tiene que ser mia, mientras pensaba cómo hacer para que ocurriera eso empecé a tocarme la verga por encima del short ya se me había empalmado bueno mi verga mide unos 18 cm y en ese entonces ya se me había empalmado y sentía como si se quisiera romper el short por la presión que hacia mi verga y cuando me di cuenta ya estaba terminando de tomar la ducha y me apure en esconderme para que no me vea en esa situación.
En ese momento de excitación en silencio, sabía que esas imágenes se me estaban grabando en lo más profundo de mi retina, por lo que suavemente pero decidido me quite el pequeño pantalón de baño, quedando así en igualdad de condiciones con mis anónimas compañeras.
El tiempo pasaba y estos fantasmas fueron aventándose, pero al mismo tiempo mi esclavitud se acentuaba no solo por la forma en que me trataban sino porque yo demostraba cada vez una mayor sumisión y aceptación de mi lugar en la casa. Me fui convenciendo de que no tenía ningún tipo de derechos y que era lógico que así fuera ya que ellas eran distintas y superiores a mí y les debía estar agradecido sirviéndolas lo mejor posible.
Ella vestía solo una bata, y yo estaba bañándome, déjenme describirles el baño de mi tía, es de color verde, con un pequeño jacuzzi, y las puertas de la regadera es de esas transparentes, por lo que mi tía me estaba viendo como me duchaba. En eso se acercó y me dijo que si no-tenía problemas por la hora, a lo que velozmente le conteste que no.
Hasta que un día llego el momento perfecto, mi tía siempre ha tenido confianza conmigo y no era extraño que mientras yo me duchase ella entrase así como así al baño a coger cualquier cosa y eso me ponía cachondo, me excitaba que me viese desnudo e incluso más de una vez empalmado porque me estaba ojeando pensando en ella, pero ella se lo callaba.
Reconozco que estaba disfrutando como loca, quería comerme todo su pico, lo lamía con desesperación, su cabeza estaba hinchada al máximo, de pronto, mientras subía, comenzó a soltar chorros de semen que cayeron en mi pelo, mi frente, mi mejilla y finalmente en mis labios.
Vivía sola con mis abuelos, pues seguía soltera, aunque nunca le faltaron pretendientes dispuestos a casarse con ella, pero mi tía resulto demasiado exigente con ellos y finalmente termino por desanimarlos uno tras otro. Por lo que supe, mi tía había tenido una desilusión amorosa con su primer pretendiente y eso la había marcado para siempre.
Nuestro protagonista relata el principio de una aventura en la que una recién conocida chica le empuja en brazos de su tía, una madurita muy apetecible y marchosa.
Un adorador de pies nos narra la historia de cómo se convirtió en fetichista de pies. Todo debido a la devoción que tenía por los hermosos pies de su tía, y de su hermosa primita.