Al principio su reacción fue de enojo pero, cuando quiso darse cuenta, se encontraba apoyada en el quicio de la puerta con la bata en el suelo, las piernas abiertas, dos dedos de su mano izquierda dentro de su coño, frotándose el clítoris con el dedo corazón de la otra.
Fui bajándoselo muy despacio y fue apareciendo su coño, muy bien depilado, solo tenía un pequeño hilo de vellos, cuando le quité el tanga, acerqué mi lengua y le recorrí la raja de abajo hacia arriba, muy despacio, cuando llegué al clítoris, me entretuve en el, mientras uno de mis dedos empezaba a hurgar en el interior de esa maravillosa y cálida cueva.
Ahí empecé a chupar y lamer como un loco, primero sus muslos, que ya estaban secos, pues no los había mojado, luego me fui acercando, poco a poco a su clítoris.
Cuando iniciamos el juego rápidamente Gloria fue perdiendo hasta quedar en basare y pantis, Sandra en brasier y Pantalón, Eduardo en pantalón y camisa al igual que yo. Se giro la botella y al detenerse señalo a Sandra quien pensamos que se iba a quitar el pantalón pero decidió perder el brasier dejándonos ver unos senos grandes con unos pezones grandes y oscuros, después predio Gloria y procedió a quitarse su brasier dejándonos ver unos senos mas pequeños
Por fortuna una de mis amigas conocía a uno de sus amigos y la incite a que investigara algo mas de el, me dijo que va seguido a ese bar, que trabaja en el gobierdo y esta casado, ahora mi problema es saber que hacer le hablo, lo busco, se acordara de mi o seré una mas en su larga lista de mujeres satisfechas, realmente no se que hacer.
Sabía que su esposa era distinta a las demás y pensaba continuamente que si ella era tan insaciable para el sexo necesitaría a alguien más aparte de él.
Caso muy curioso de las sorpresas que te puede deparar el destino.