Psicólogo Dr. Díaz - bueno Alberto es muy bueno que hayas podido contarme todo, soltar lo sucedido. primero vos no Tenes la culpa de esto. dejamos la sección por hoy y seguimos mañana, te parece bien? yo - si como usted diga doctor-
Podría haber seguido toda la noche, pero los tres desnudos nos fuimos a mi cama, despertándome varias veces, siempre con sus manos jugando en mi vagina y yo teniendo alguna de esas vergas en mi mano , que tanto extrañaba.
Comencé sacándome el suéter, luego me desabroché la falda larga que llevaba, la cual cayó sola. Quedé solo con un conjunto de sostén y tanga de encaje azul. Después me saqué lentamente el sostén mostrándole nuevamente mis tetas, el corazón de nuevo casi se me arrancaba, veía su cara de asombro, parecía gustarle mucho el espectáculo
Vivía sola con mis abuelos, pues seguía soltera, aunque nunca le faltaron pretendientes dispuestos a casarse con ella, pero mi tía resulto demasiado exigente con ellos y finalmente termino por desanimarlos uno tras otro. Por lo que supe, mi tía había tenido una desilusión amorosa con su primer pretendiente y eso la había marcado para siempre.
Nuestra protagonista, desde el momento en que llega a casa de sus tíos, sospecha que puede ocurrir algo que le lleve a seguir disfrutando del sexo, como efectivamente pasa. El trío con sus tíos mientras ven una película porno es la muestra.
Todo se aclara y se comparte en la fiesta que montan los miembros de la familia en el apartamento de montaña.
Tío y sobrino comparten un apartamento en unas vacaciones. Y tras ver una película de sexo suave, comparten placeres homosexuales.
El sobrino, que está a todo dar tras espiar la visita del amante de su tía, obtiene el objeto de su deseo con una espléndida mamada de su tía.
Un muchacho que va a recoger a su sobrino al colegio traba conocimiento con un profesor que empieza a cortejarle hasta que ambos disfrutan como locos de sus cuerpos y sus pollas y culos.