Tania vuelve a casa despues del encuentro en el lavabo de la disco y se lleva una buena sorpresa. Su amiga Cristina esta en casa, pero no sola.
Cogí su flácido pene y me lo metí en la boca, lamiendo y succionando para no dejar ni un solo grumo.
Soy un chico de 22 años que vive en España, y bueno, la que antes era mi novia (ahora exnovia) que se llamaba Laura, tenia una perrita llamada Nora que me pegó la mejor chupada de mi vida, que ahora les voy a contar.
Pronto una de mis manos se dirigió a unos de tus pechos. Lo agarré con ganas, la verdad, no me cabía en mi mano, acerqué mi lengua en tu pezón y comencé a comerlo como un lobo hambriento.
Desde que nos conocimos, parece que nos hubieran echado mal de ojo, nuestra relación era demasiado inestable, todo hay que decirlo, sin embargo, siempre hubo algo que nos mantuvo tremendamente unidos, y ese algo era lo suficientemente fuerte como para vencer todo tipo de obstáculos.