Pero no me decidía pues las fotos que me enviaban algunos no me calaban y otros ni siquiera querían enviar fotos sino que nos encontrásemos de una y no soy partidaria de ello. Había conocido hacia algunos días a un muchacho por medio de una webcam y lo cierto es que me agradó.
A habíamos tenido sexo a roletes, en la mesa, en la cocina, en la ducha, en el living mientras mi cuñada dormía (o sé hacia la dormida, nunca se lo he preguntado, calculo que alguna masturbación se habrá hecho mientras nos sentía), en el auto, etc.
Luego sin tardar me colocaron en el aparador y me follaban, me enculaban, me metían sus pollas en la boca, me sobaban, me chupaban, me mordían. Se apartaban unos a otros diciendo “ahora me toca a mi” e iban pasando por mi chochito una y otra polla sin parar. ¡ Que gusto ! Es una sensación alucinante.
Con él he descubierto como me gusta el sexo y he aprendido a decir lo que quiero y lo que me gusta, me encanta hacerlo con él y he descubierto lo salvajes que somos en la cama y lo que me encanta de sus embestidas.
Era una visión divina, delante de mí, sobre sus piernas musculadas, sus nalgas, dos órbitas perfectas de piel morena, entre ellas se podía ver su ano, abierto de par en par, y debajo, tras unos huevazos inmensos que formaban una esfera oscura, la mano de Marcela deslizándose a lo largo de su columna de brillante azabache.
Lola se entrega a tope en el sexo pero no tiene excesiva iniciativa, esta a la expectativa, por lo que la pongo de espaldas a cuatro patas, mientras acaricio su coño, me situó tras ella y se la meto lentamente, hay dos cosas especiales en el coñito de esta linda onubense, lo ajustadito que esta (sobre todo teniendo en cuenta que mi polla es bastante normal) y la temperatura (esta supercalentito y rico) ella comienza a emitir jadeos y grititos nada mas siente que se la tengo clavada hasta los huevos, sus juguitos hacen que mi polla se deslice en su interior de miedo, comienzo a culearla a tope y duro, sacándosela entera y encajándosela hasta las entrañas
Pues como a las dos hora llegue al bar y me dirigí con él, estuvimos platicando, casi 15 minutos antes de salir el me invito una bebida llamada Kalua, la cual el había conocido porque yo se la había invitado anteriormente, pues en fin se terminó su turno y me dijo que acabase mi bebida de un jalón porque nos teníamos que ir y no podía sacar el vaso del establecimiento.