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Diario de Verano IV – Final

Hoy mi marido, en la barca, ha comenzado a meterme mano en mi coño, primero un dedo, después dos, y al final casi toda la mano. He comenzado a convulsionarme de placer mientras le pedía que se quitase el bañador. Ya desnudos los dos me he puesto a mamarle su polla mientras él seguía con sus dedos en mi clítoris.

Discoteca

Cuando me dio la mano y me dijo "vamos a bailar" yo le dije que si, pero me dio la impresión que habría sido inútil decir que no, puesto que el ya me arrastraba hacia la pista. Nos pusimos a bailar en un rincón de la pista, estaba llena, ya dije antes que era una disco pequeña, así que estábamos bailando bastante cerca el uno del otro.

Portero di notte

Con las copas aún en la mano sólo sentía como con su boca me succionaba como muy pocas veces me lo habían hecho. Casi le entraba entera, la mojó muy bien, haciéndola llegar hasta su garganta, mientras con las manos me quitaba el cinturón y desabrochaba el pantalón para dejarlo caer al suelo junto al slip. Su amiga no perdía ni un momento de la escena.

Noche de verano

Marga es mi novia desde hace seis meses y esta imponente; de cara es preciosa y su largo pelo castaño y sus ojos verdes me vuelven loco, del resto del cuerpo mejor ni comentarlo, mide 1,68 m. y tiene un tipazo.

Una cena de antiguos alumnos

No suelo acudir a ese tipo de actos, me aburren soberanamente, pero la insistencia de Lucía eran tus amigos... esos reencuentros son bonitos me hizo claudicar. Desde que nos mudamos a Madrid apenas habíamos tenido contacto con ninguno de mis antiguos compañeros, algunos de los cuales me resultaron casi irreconocibles.

En una discoteca conozco a una travesti sudafricana muy guapa

El placer era indescriptible. No era capaz de pensar en nada, únicamente en las sensaciones que sentía: la polla de Bianca dentro de mi culo, deslizándose muy adentro, sus caderas y su vello púbico golpeando rítmicamente mis nalgas, el roce de sus durísimos pezones, su cabeza apoyada en mi espalda y sus manos pellizcando mis tetillas. Me despertó un gemido y unas palabras confusas en inglés. Supe que se había corrido dentro de mi.

Hans

Uno de los socios de una discoteca le hace una proposición a la mujer de uno de sus trabajadores: convertirse en su putita particular, con conocimiento y consentimiento del marido.