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Atada y humillada

A las once de la noche mas o menos yo ya iba algo mareada, mientras que David aun estaba muy entero y fue él quien me propuso ir a su casa, a mi no me pareció buena idea porque mis padres me esperaban a las dos como muy tarde pero como David me prometió que él mismo me llevaría a casa antes de las dos accedí y nos fuimos a su piso.

Discoteca

Cuando me dio la mano y me dijo "vamos a bailar" yo le dije que si, pero me dio la impresión que habría sido inútil decir que no, puesto que el ya me arrastraba hacia la pista. Nos pusimos a bailar en un rincón de la pista, estaba llena, ya dije antes que era una disco pequeña, así que estábamos bailando bastante cerca el uno del otro.