Llevaba un vestido muy suelto y corto, que dejaba ver mis piernas. Gilson estaba tan absorto en mi foto que ni siquiera se dio cuenta de que estaba allí.
Recordaba, la niña, cuando una noche se despertó toda sudada, y como unas leves pulsaciones recorrían su vagina, se asusto, no sabia lo que le pasaba, se daba cuenta que inconscientemente le daban ganas de abrirse de piernas, pero NO, pesaba la nena, eso no era bueno, no era de niñas decentes, pero
Este capítulo, tampoco forma parte de la primera versión que publicó Pedro casi en su totalidad hace ya algunos años, en este segundo capítulo nuevo, suceden cosas que en mi vida había pensado podría vivir, pero eso se lo dejamos a la narrativa que continua….
Nos quedamos un rato en la cama, abrazados. Mi polla no se desinflaba del todo, seguía dura, medio latente. Ella se tocaba, con la respiración agitada, y me jadeaba al oído. Yo jugaba con el dildo que seguía metido en su culo, moviéndolo lento, disfrutando del momento.
El trato de Thiago con Sofia, aparte de salvar a Dianita supondría tener que alejarse de ella, pero era un sacrificio al que estaba dispuesto a pagar por el bienestar de Dianita.
¿Qué me vas a regalar tío? Le mostré un “Butt plug” con una cuenta de vidrio rosada en forma de corazón, tomé el gel para lubricarla y sonreí con malicia… Este es uno de los regalos que tengo para ti nena... - Está bonito, aunque creo que un poco grande no crees?