Kiyone finalmente llegó al límite de su paciencia. Si la rubia atolondrada quiere que se quede con ella, entonces tendrá que pagar el precio. Lo que Mihoshi nunca imaginó, es que el precio sería tener sexo con Kiyone. (Yuri)
Sexo en la oficina. Todo sucedió hace un mes en la oficina de mi mamâ, ella es gerente de una empresa, y como yo ya había salido de vacaciones, me pidio que le ayudara a arreglar unas cosas de su archivero, y de sus papeles.
Los días siguientes fueron una verdadera tortura; en las noches mientras estaba acostada al lado de mi marido pensaba en Alfredo, en cómo me había hecho el amor y deseaba que volviera a pasar pero estaba consciente que estaba mal aún pensarlo.
Al alcanzar el día, piqué a mi propia puerta, esperando acoger mi cordial saludo, pero entonces, quise entenderlo todo, y comprendí que nada en absoluto te ama.
Yo había agarrado la costumbre de masturbarme en las noches también, en una ocasión que no recuerdo porque mi hermano no estaba, mi mamá paso al cuarto como de costumbre para ver si estaba dormido, yo tuve que dejar de hacer lo que estaba haciendo, por temor a que ella me viera así, ella se sentó a los pies de mi cama y esta vez hizo algo totalmente diferente, ella me empezó a acariciar las piernas y los pies y a decirme palabras cariñosas, como es de suponerse, yo fingía que estaba dormido,
El presente relato es real y me ocurrió cuando tenia quince años con mi gran amigo Raúl éramos unas inocentes criaturas y todo comenzó como un juego inocente.
Yo acepte y lo tome de la mano y lo conduje hasta las escaleras y subimos por ella hasta que llegamos a la habitación de mis padres ya en ella me pidió que me sentara en la cama de ellos y el se puso detrás de mi y me abrazo
Una relación que no busque, pero cuando se presento no la rechace, esta relación es con mi hermanita, que hoy se a convertido en mi mujer, en mi amante, en mi puta, vamos en todo...
Abro mis ojos, por que no quiero dejar ese lindo sueño...y miro el cielo, esas estrellas tan inalcanzables en el firmamento y pienso....¡¡ Es posible que los dos , estemos cubiertos estando uno de el otro tan lejos...por este mismo cielo ¡¡ Que extraña la vida, tan lejos y es posible que miremos el mismo cielo, la misma estrella!!.
Aprovechábamos cualquier momento, con mi madre ausente, para que él me acariciara, y yo respondía profundamente llevándome, y llevándolo siempre al goce feliz, a la cúspide del placer sexual sin dejar fuera ninguna de las caricias nacidas el primer día y otra más inventadas sobre la marcha del placer. Cientos de sublimes orgasmo me conmovieron, y me hicieron convulsionar no pocas veces de tanto placer; lo mismo a él.
Muchas veces les he escrito confesiones y creo que lo hago para liberarme de la carga que me entregan y tengo que decirles que en parte he sacado al viento propias bastante pesadas.
Allí estabas, enfrente de un grandioso mural realizado con la técnica del óleo; representaba un muchacho, casi desnudo, que yacía sobre una cama de cabezal de hierro, rodeado de sábanas blancas y muchos cojines. Sobre sus blancas y bellas nalgas, apenas tapándole las caderas, una camiseta de seda color hueso, con muchos bolsillos, que le llegaba hasta las rodillas. Posición fetal de un bello durmiente.
Se sabe también que las mujeres maduras son muy perspicaces y bueno notan siempre mas rápido las intenciones de algún hombre pero eso no quita que a ellas les gusta mucho ser observadas y queridas por los jóvenes ya que son también muy orgullosas con lo que son, y bueno eso a mi me fascina, bueno no alargare mas esto así que les contare:
Lo conocí en casa de un amigo, el cuarto estaba lleno de gente pero fue como si estuviésemos solos, sentí como si me hubiera despertado de un largo sueño o que en ese momento se iniciara un sueño, solo lo veía a él y supe que nunca había visto antes a un hombre, que allí había recibido el don de la vista y del sentimiento.
Empiezo con decirles que lo relatado es real. Yo nunca he estado de acuerdo con esta incestuosa relación que hemos mantenido durante tantos años, pero debo aceptar que me he acostumbrado a ser mujer de mi hermano, sobre todo después de casarme, que recibo sus visitas dos veces por semana.
Cuando mi madre notó mi primera convulsión también gritó, sus uñas se clavaron en mi espalda y mordió con fuerza mi hombro para intentar sofocar su chillido de placer. Me dolía ,pero el gusto era tan intenso, notando el enorme cuerpo de mi madre abrazado al mío, sintiendo como ella se convulsionaba por su orgasmo, como yo su hijo la estaba haciendo correrse de gusto, que el dolor se convirtió en una sensación alucinante.
Después de lo que me paso el 4 de julio anduve con una depresión fuertísimo con ganas de no vivir, mis pocos amigos se dieron cuenta y trataban de animarme pero como podría decirles que me había enamorado de otro hombre, sin embargo conforme pasaron los días me empecé a meter en los llamados chat y ahí conocía a alguien que cambio mi vida por completo.
En el colegio algunos compañeros me contaban las guarradas sexuales que habían visto hacer a sus padres y hermanos, o algunos de ellos, muy fanfarrones para su edad, presumían de que varias chicas del pueblo se las habían mamado y a otras hasta "pasado por la piedra".
Todo empezó con un encuentro casual en el mes de septiembre de 1989 con un antiguo alumno con el cual habíamos compartido unas cuantas farras llegando a ser buenos amigos. El había partido para los Estados Unidos y había regresado después que su tío, donde se alojaba, lo encontró con su esposa en plena acción.
La sangre de mi virginidad recién entregada a mi dueño. Por amor, amor mío, por amor. Que es la unión de un dueño y un esclavo; nunca de dos seres iguales.
Una vez atrapadas las miradas, nuestros labios se juntan y adormecen y explosionan los besos, multiplicándose hasta el infinito, recorriendo, milímetro a milímetro, el espacio interior de nuestros cuerpos, allí donde es imposible que lleguen los labios, allí donde no alcanzan las caricias.
Así cuando esculpas en el mármol carnal mi cuerpo, cuando tus dedos recorran las incógnitas de mi torso, y me moldees como si fuera arcilla, sentirás como nacen de tus senos las auroras, como tus pezones se agitan y se convierten en pétalos irisados, en flores nocturnas, en madreselvas.