Capítulo 6
- Mónica y el director I: La entrevista de trabajo
- Mónica y el Director II: De regreso en casa
- Mónica y el director III: Cumpleaños en sucio motel
- Mónica y el director VI: Aceptando el puesto
- Mónica y el director VII: Regreso con él del aeropuerto a casa
- Mónica y el director VIII: De vuelta a la oficina
- Mónica y el director IX – Todo bajo control
- Mónica y el director X – Una ardua negociación
Mónica y el director VIII: De vuelta a la oficina
A partir del siguiente lunes cuando veía algún grupo cuchicheando., de inmediato se tensaba al pensar que pudieran estar hablando de ella., preguntándose si acaso podría alguien ya haberse enterado de lo suyo con el Sr. Hernández y haberla encasillado dentro de aquel grupo de «mujeres fáciles para consumo de los jefes y clientes distinguidos».
A partir del siguiente lunes cuando se presento nuevamente a trabajar en la oficina., las cosas cambiaron definitivamente para Mónica, quien además de volverse más cautelosa respecto a aquellas reuniones de pasillo o elevador en las que los compañeros y secretarias, hacían y deshacían las virtudes y buen nombre de las demás compañeras de trabajo que en algún momento habían sido sospechosas de buscar la «ruta fácil del éxito» (o «facial» como ella había alguna vez escuchado a alguien )., le resultaba sumamente vergonzoso saber que para estas alturas, ella ya también había protagonizado una de esas sórdidas historias de las que se hablaba.
Y ahora en vez de acercarse a esas platicas de pasillo, las rehuía sintiendo que no tenía cara para hablar de alguien más conociendo su propia situación personal. Y en cambio cuando veía algún grupo cuchicheando., de inmediato se tensaba al pensar que pudieran estar hablando de ella., preguntándose si acaso podría alguien ya haberse enterado de lo suyo con el Sr. Hernández y haberla encasillado dentro de aquel grupo de «mujeres fáciles para consumo de los jefes y clientes distinguidos»., o si acaso todo podría haber permanecido en discreción y podría ella seguir aparentando el decoro y pudor., cuya falta en tantas ocasiones ella abiertamente había criticado en otras mujeres.
Lejos estaba ella de saber que desde aquel mismo día en que regresara a laborar después de aquel viaje. Su jefe había mostrado entregado a su secretaria, las notas de consumos realizados, incluyendo las del collar de perlas y algunas prendas de ropa intima que le había obsequiado a su acompañante y que al ser llamado por el asistente del director de contabilidad indicándole la improcedencia del pago de aquellas notas., este había tomado de su escritorio el contrato firmado con aquellos japoneses y un sobre con fotografías y salido de su oficina al encuentro de Tesorero General que en esos momentos se encontraba en la oficina del Director General de la Compañía.
Y que en aquel sobre de fotografías se encontraban algunas de las que les fueran tomadas durante la cena con los sonrientes asiáticos, que aparecían en las fotos casi babeando, mientras que alegres se concentraban en mirar hacia la escasa y poco recatada prenda de la mujer que se encontraba con nerviosa sonrisa rodeada por ellos. … » Oye Sam., no me hagas esto., mira nada mas las caras de los pinches chinitos estos., se las tuve que vestir bien para que se interesaran en ella y no en lo que decían las cláusulas de nuestro contrato!!!»
Causando con su comentario que él Director General, se sonriera y mirara detenidamente las fotos mientras le , preguntaba … «Diosito ¡!!…Y ahora tu de donde sacaste a este Bombon o en que lupanar de Nueva York te la conseguiste???»… En tanto que pasaba una a una las fotos que iba viendo, para después extendérselas al Contador.
Una vez hecha su reclamación, y mostrado las firmas estampadas, comentó el monto del contrato obtenido con los japoneses., cuando finalmente el Director aclaró al Tesorero que los pagos debían de pensarse como gastos de operación o si esto no era posible aceptarlo como gasto no comprobable., pero de cualquier manera deberían de reembolsarse al Sr. Hernández , el clima de la reunión cambió y él les platico que en realidad se trataba de una asistente nueva que estaba prueba.
…»Ya me imagino las clases de «pruebas que le habrás estado haciendo verdad cabrón ??… dime quien es para que pida que me la trasladen para acá»… Dijo entre risas Sam, el Director General.
«Mira que melones… Siempre me han gustado las tetoncitas !!» terció el tesorero. Y luego añadió … «Mándamela para que le haga un examen de aptitudes y vea si se le podemos acomodar un aumento tan jugoso como sus tetas»…
Entonces hablo el Sr. Hernández … «Señores, por favor, que son esos modos, están hablando de una de nuestras empleadas, una lindísima y felizmente casada dama»…
«Pues igual lo mama» hizo el juego de palabras Sam, ocasionando que todos soltaran la carcajada y cuando se hubieron calmado preguntó … » No estas hablando en serio verdad?»
» Claro que es en serio!!! ., es más , hoy en el aeropuerto conocí a su marido y lo salude de mano, apenas cinco minutos después de habérmela cogido en el avión»…. Comentó orgulloso el infame hombre a sus incrédulos amigos
» No seas mentiroso!!!»… dijo el Tesorero y luego añadió ….»Yo jamás permitiría que mi mujer apareciera en unas fotos o saliera de casa vestida así»…
» Bueno no, yo tampoco!!!» Aclaró Hernández , pero después precisó … » Mi mujer es una santa, pero da el caso de que esta putita no es mi mujer sino la del otro buey que se caso con ella»…
«Wowww, pues eso si esta cabrón»… Comentó el Director General, para luego volver a preguntar … » Y ella así sin más te tiro la onda?? O como hiciste para que aceptara vestirse así para la cena con estos nipones?»
«Bueno al principio le daba pena, pero ya que me vio el garrote quedo fascinada y no podía parar de pedírmelo. Y ya para lo la cena igual que con cualquier otra golfita, casada o no., con dos o tres regalitos aceptan lo que les pidas»…
» Una vez nacida putona., a putear hasta la muerte???» … Comentó a modo de pregunta el Tesorero
«Bueno pero en este caso tanto su marido como ella deben tener ambos unas grandes «P’s» en la frente no creen???
«Exacto!!» Concluyó Hernández
Así es de que para el lunes por la mañana, cuando Mónica llego a la recepción del edificio, perturbada ante la posibilidad de que aquello que siempre le había preocupado tanto, incluso mas que haber cedido ante los avances de aquel hombre, tirando por la borda la fidelidad y respeto por su matrimonio., de la noche a la mañana se había convertido en una realidad, al haberse enterado más de la mitad de los empleados de la compañía sobre su infidelidad y saber ahora todos, hasta los que aún no la habían conocido que ella era una mujer casada que existía en la empresa y, que en su caso no se trataba simplemente de una muchachita loca dispuesta a tener alguna aventura, sino de una golfa de oficina, dispuesta a todo con tal de obtener a cambio algún aumento o promoción.
Y no fue si no hasta el siguiente viernes, el día en que tras una semana de incertidumbre, por fin la secretaria de Joel Hernández, le pidió que pasara el privado de este pues había algún asunto que requería que ella se presentara a atender., cuando por fin volvió a verle
Sin saber ni como actuar o que decir., Mónica entró a la oficina acompañada de la secretaria de su jefe, quien apenas unos instantes después salió cerrando la puerta tras de sí. Ella se quedó parada entre las dos butacas, esperando ansiosamente escucharle decir palabra alguna y al menos así terminar la angustia de no saber ni que esperar de lo ocurrido.
«Hola primor., como has estado?? ., no te he visto en toda la semana»… fue su primer pregunta
«Bien., es que he estado con muchos papeleo sobre la publicidad que el gobierno nos quiere prohibir colocar en las vías rápidas» … Contestó ella intentando sonar lo más familiar y despreocupada posible.
» Que bueno que lo mencionas»…. comentó él y luego siguió …» Precisamente sobre eso quería hablarte y encargarte una tarea que tengo al respecto»
Mónica comenzó a calmarse y reducir los brincos que su agitado corazón daba dentro de su pecho, y se dispuso a escuchar la solicitud., cuando él de modo casi casual preguntó … «Has usado las pantaletitas, ropita o medias que te regalé??? … Que traes puesto?????»… Llego la inesperada pregunta.
De inmediato sintió ruborizarse sus mejillas en tanto que buscaba en su cabeza una respuesta coherente, sin encontrarla … » Hhhhuh ., ehhhh hu , No., no lo he hecho»… Mintió aun cuando en ese preciso momento recordó que llevaba puesto uno de los juegos de Brassiere y Pantaleta color casi dorado que comprara en Victoria Secret’s
«Pues deberías de hacerlo, con ellos te veras mejor y así yo siempre sabré que llevas bajo tus ropas algo que a mi me agradé verte puesto» …. Comentó como si cualquier cosa su interlocutor.
» Bueno, lo tendré en cuenta.»…. Intentó conciliar sin profundizar más en el tema
«Enséñame lo que traes puesto»… Exigió él mirándola fijamente a los ojos.
» No !!!… Por Dios!!! …como cree usted que yo voy a aceptar eso., estamos en el trabajo y lo de la semana pasada nunca debió de haber ocurrido entre nosotros»… Estalló la automática respuesta de Mónica que sentía en ese momento que su carrera en la empresa había definitivamente llegado a su fin.
«Mira chula, ya se que estamos en el trabajo y precisamente por eso te estoy pidiendo que me muestres que traes puesto bajo la falda !!!!» Vino la cínica respuesta … «Tu trabajo aquí, no es el de llevar esos papeles de asuntos problemáticos y conseguir nuevos prospectos de clientes… Tu asunto aquí es empezando por mi y los directivos de esta empresa hacer lo que consideremos que es útil que tu hagas con los clientes, amigos o quien te digamos, mantenerlos entretenidos y complacidos con lo que sea que te pidan que consigas o les hagas… Entendiste??»….
Mónica aun pese a no querer dar su brazo a torcer delante de su marido, decidió que aquello sería más humillación de la que ella podría jamás tolerar, por lo que dispuesta a regresar con la cola entre las patas se decidía a salir de la oficina y volver a su casa, donde tragándose su orgullo, esperaba pronto olvidar todo el incidente y que rezar por que su marido nunca se enterara de lo ocurrido.
Comenzaba a girar sobre sus talones cuando el Sr. Hernández llamo su atención extendiendo sobre su escritorio. aquellas fotos y algunas más que les mostrará a sus compañeros el viernes anterior … » En verdad es difícil decidir en cual de todas te ves mejor no crees ??» … Pregunto al tiempo que tomando una de las fotos le extendía una fotografía a color en la cual de inmediato Mónica se reconoció a si misma totalmente desnuda, tirada sobre las sabanas que cubrían la cama de la habitación del hombre.
Sin poder evitar el impulso con sus trémulas manos tomó la fotografía y descubrió con mas detalle, que salvo las medias obscuras y al menos uno de sus zapatillas de charol negro que aún cubría uno de sus delicados pies y alcanzaba a aparecer en la imagen, ella se encontraba totalmente desnuda con los ojos cerrados y los labios entreabiertos, aparentemente dormida y no pudiendo creer lo que veía y tratando de salir de su estupor escudriñó la foto como intentando apartar de si la realidad y darse cuenta de que aquello era un error y se trataba de alguna fotografía sacada de algún magazine de los que su esposo ocasionalmente llevaba a la casa y tanta molestia le causaban a ella.
Sin embargo esto no era así y pronto ella se dio cuenta que efectiva e irremediablemente se trataba de su rostro y figura con el cabello revuelto el maquillaje y lápiz labial corridos. Retratada sobre la cama casi acomodada boca abajo pero aun lo suficientemente ladeada como para reconocerla y distinguir uno de sus senos que se aplastaba bajo su peso y con partes del cuerpo cubierto por una delicada capa de transpiración que se acentuaba en su espalda y poco a poco se hacía más tenue conforme se acercaba a sus glúteos. Pero al buscar un poco más abajo., descubrió que en la posición que ella se encontraba con las piernas un tanto separadas y la forma en que fuera tomada la foto., se alcanzaba claramente a distinguir su expuesta feminidad con algunos de sus vellos pubicos empapados con los restos de la copiosa eyaculación que al culminar la copula aquel hombre había depositado dentro de desprotegida vulva.
Aterrorizada, volteo a mirar al Sr. Hernández antes de tomar otra de las fotos en la que ahora aparecía casi en la misma posición que en la anterior, salvo que se alcanzaba a distinguir un hilillo de semen que salía de su profanada hendidura, resbalando por su entrepierna y parte de su muslo, alcanzando a llegar hasta la sabana de color schedron donde se hacía mas evidente el resultado de su ilícito apareamiento.
Finalmente y aun sin decir palabra, tomó otras de las fotos para descubrir cosas similares a las que ya había visto., con la excepción de que en una de ellas aparecía en primer plano la mano de un hombre que con una prenda en la mano parecía cubrir su miembro y en la siguiente aparecía una prenda del mismo color cubierta con una viscosa y aparentemente pegajosa sustancia embarrada sobre la misma., a escasos cinco centímetros de su labios que permanecían entreabiertos, luego una panorámica más donde se veía desde lejos todo el panorama que ella había ofrecido a quien hubiera tomado las fotos.
…»Sabias que roncas y duermes como un bebito??»… Pregunto divertido Joel Hernández …Podria haber pasado un regimiento por encima de ti y tu ni en cuenta de lo que estábamos haciendo»… Termino de decir el malvado hombre.
«Que es lo que quiere de mi???., yo que puedo darle que usted no tenga??» Pregunto Mónica.
«Bueno, simplemente de ver las fotos, sabemos que tienes dos o tres cosas que yo no tengo !!… y lo mejor de todo es que prestas!!! Je Je!!!»… Exclamó con sorna su jefe y luego siguió.
«Pero no, no te apures que no es nada de dinero ni chantajitos babosos lo que yo quiero, sólo pensé que te gustaría ver lo linda que te vez cuando sabes que le has sido infiel a tu marido y me digas que cara crees que él ponga cuando vea a su mujer como nunca antes imagino verla!!! … Chorreando del semen de otro macho que se la acaba de picar, cojer y gozar como nunca antes se lo han hecho!!!»…
«No por favor no haga eso Sr. Hernández , se lo suplico., tengo familia e hijos!!!!… Haré lo que sea que usted me pida pero no haga que nadie se entere»… Le suplicó Mónica.
«Mira Móniquita chula ya para con esto, que yo no te pido que hagas nada fuera de lo normal y que no hayas hecho antes!!!… Tan sólo que ahora quiero que desde ahora formalicemos nuestra relación y te conviertas en mi «Damita» de entretenimiento personal. …Me gustaste para ser mi putita de ocasión y que de pasada me ayudes con algunas cosas que yo te encargue. Mientras tanto tu seguirás tu vida casi habitual ., vendrás a trabajar y cobraras tu cheque como hasta ahora» … Aclaró en tono más bonachón y luego de una pausa aclaró.
«Ocasionalmente me acompañaras a algunas citas «especiales» y viajes que tenga que hacer al exterior y donde sea requerida tu presencia., como con aquellos ojos de alcancía!!!… mientras tanto yo veré por ti en esta empresa y te comprare las cosas que quiera que te pongas para venir a trabajar o atender alguna de mis citas de negocios»…
«P- ero M-mi Marido…» Iba ella a decir algo cuando él la atajo.
» Tu marido ya es cosa tuya, no problema mío, que le digas o que hagas yo no sabría decirte., aunque no creo que para nada le vaya a molestar lo bien vestida y atendida que te voy a tener»… terminaba el de decir cuando por el altavoz de su intercomunicador se alcanzó a escuchar un ruido que inmediatamente fue apagado del otro lado, dejando a Mónica petrificada ante la posibilidad de que alguien se hubiera podido haber enterado del indecoroso ofrecimiento que acababa de recibir.
De pronto el altavoz volvió a sonar, pero esta vez se escuchó la voz de la secretaria del Sr. Hernández que le anunciaba ….» Don Joel ., aquí esta un señor que me dice que no tiene cita con usted, pero que viene a ver lo de los anuncios que quieren retirar de la vía publica y que usted ya sabe quien es y a que viene»
Joel Hernández contestó que lo esperara unos segundos mientras que él terminaba de acordar con la Srita. Mónica. … «Dame unos instantes y luego hazle pasar» terminó su instrucción y volteándose a ver a Mónica que aun no se recuperaba del shock recibido por semejante chantaje le preguntó.
«Tu dime Mónica., que hacemos?., te subes o te quedas?., atiendes esta cita conmigo o pido que llamen a personal para que te preparen tu cheque de finiquito, recojas tus cosas y te vayas?., te quedas a hacer algo que a una mujer de tu tipo le sale tan natural o prefieres llevarte estas fotos a tu casa para mostrárselas a tu marido y explicarle por que ya no tienes trabajo?»… Blandía sobre Mónica todas aquellas amenazantes preguntas., quien dentro de su aturdida cabeza no atinaba a encontrar otra salida como no fuera la de quedarse ahí parada en tanto que aquel hombre escupía a su cara todos aquellos humillantes comentarios y consecuencias que podría acarrearle el hecho de no aceptar su ofrecimiento., mientras lo veía recoger las fotos regadas sobre su escritorio.
En eso estaban., con Mónica a punto de comenzara llorar por la vida que veía que se le iba de las manos., queriendo pedir, suplicar o implorar por que le permitiera seguir las cosas como habían sido hasta antes de aquel viaje, queriendo salir corriendo de aquel sitio antes de dar el «Si» que sabía que de todas maneras tendría que dar. Cuando de pronto de un golpe la puerta se abrió de par en par… » Óyeme Bien Infeliz !!!!… ya se lo que has estado haciendo y te enseñare a no hacer lo que no debes !!!! Se escuchó una perturbada voz que reclamaba.
De inmediato, la única reacción de Mónica fue la de apartarse al momento de oír aquel reclamo y alcanzar a distinguir aquella figura que parecía llevarse la mano hacia el saco, como si buscara algún arma con que amenazar a su jefe., quien pese al exabrupto parecía querer conservar la calma y apenas se incorporo de su asiento
Continuará…