Últimos relatos calientes:

A la fuerza

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Había dejado de llorar, y su respiración comenzó a hacerse más agitada aún de lo que ya estaba, alcancé a escuchar un leve gemido, que pronto aumentó de volumen, al tiempo que ella agarraba mi cabeza y la presionaba fuertemente contra su sexo.

Mi otra primera vez

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Lo solté por un segundo para menearlo y él saltó sobre el mío intentando metérselo todo en la boca como yo había hecho con el suyo, pero no podía, y así empecé a sentir que se corría en mi mano derecha mientras chupaba la base de mi pene.

Un león con copas

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Comenzamos con nuestra planeada parranda en el "Tuli" en donde escuchamos música y bebemos tequila, ahí ella se empezó a poner cachonda y daba unos besos largos y apasionados, con decirles que hasta los músicos del bar nos mandaban saludos como la pareja romántica de la noche.

Sorpresas bajo la falda

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No se como pero de repente me encontré con una de aquellas enormes pollas dentro de mi boca, entrando y saliendo, estaba excitadísimo, ellas se dieron cuenta de ello, y me preguntaron es tu primera vez, les dije que si, bueno pues no te preocupes demasiado y déjanos hacer a nosotras, aquella polla que entraba y salia de mi boca estaba a punto de estallar

Confesiones de Malena

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Ese domingo salimos hacia Mar del Plata, la primer sorpresa fue que me pasaron a buscar a casa mis tíos y mi primo, yo creía que íbamos a ir solos, como mis padres, mi tía se quedo en su casa puesto que ella rendía una tesis, la sonrisa irónica de mi tío me preocupo.

José 20

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Tenía al Dios falo delante de mí y sin más dilación deslicé mi lengua por todo su glande. De repente se puso duro, muy duro, y la flacidez musculosa de ese cuerpo poderoso se tornó en rigidez y tórrida tensión. Me puso a 1.000.

Mi amigo Miguel

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Entonces metí el dedo anular en mi boca y embadurnándolo de saliva se lo metí en el ano sin demasiado problema mientras con mi otra mano seguía masturbando aquella mi primera polla.

Una sesión de sexo inolvidable

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Cuando ya mi pene se perdía en su ano, empecé a bombearla, ella gritaba como una loca, yo cada vez lo hacia mas fuerte y ella me decía que más, y yo ya no podía, mis huevos chocaban con sus glúteos dos veces cada segundo.
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