Yo no quería abrir los ojos, por que ya sabia lo que me esperaba, pero me acorde de mi hermana y la busque con la mirada y se encontraba en el suelo, también le habían bajado el pantalón y le habían abierto su blusa, ella se retorcía en el suelo, pero uno de los tipos la sostenía de las manos mientras el otro acariciaba sus piernas.
Notaba como no cesaba de mirarme, como me estudiaba tanto como a los papeles que tenía delante.... cada vez su mirada era mas penetrante, ya no sabía qué hacer, dónde esconderme, fue entonces cuando pensé en que tenía que acercarme a su mesa... lo hice, me levanté y lentamente me dirigí donde ella estaba, me senté a su lado, se acercó a mi y me dijo algo al oído...
Aún no se por que, para abrir el grifo puse una pierna a cada lado del fontanero, por lo que al quedar abierta de aquella forma le di una ocasión para verme todas las bragas que ya debían estar un poco húmedas, ya que cada vez me estaba poniendo más cachonda.
Mi relación con Harold se limitaba a la ayuda que me prestaba con la clase de alemán. Con Klaus nunca había tratado mucho fuera de clases debido a que poco se juntaba con los de la clases porque sus actividades bomberiles que le quitaban mucho tiempo. Ya tienen una idea entonces de cómo serían mis compañeros de cuarto.
Ese fin de semana me fui a pasarlo a la costa, y me acompaño Miguel, con quien teníamos un tiempo de conocernos y me invito al viaje y acepté, él era muy agradable y atractivo, no es una relación seria, pero la pasamos bien juntos y nos vemos de vez en cuando para tener buen sexo y pasar un momento agradable, me sorprendió un poco al invitarme pero necesitaba relajarme un poco así que acepté con gusto.
En este último el vestíbulo era mucho más grande y largo, y la oscuridad nos ocultaba bastante. Como yo ya estaba tan pero que tan empalmado y caliente de tanto que me había sobado, me fui dejando bajar los pantalones. Pero…
Hace tiempo que escribí mis experiencias de amor y sexo en mi vida, no es mi fantasía es mi realidad, lo hice en forma de diario aunque en pocas partes, ahora que encontré este lugar en la red me gustaría compartirlas con ustedes.
Desde niña lo había visto siempre por la casa, era uno más de la familia, pero para Mercy era algo más………era el hombre del que estaba enamorada, y estaba dispuesta a hacer lo que fuera por tenerlo. Y lo haría, estaba decidida.
Unos chico de 17 años durante una fiesta en casa de uno de ellos empiezan a jugar y nuestro portagonista descubre ke con los chicos tampoco se aburre.
Ella se recuesta en el sofá, el le baja la tanga y comienza besar lentamente los labios de su vulva a lo que ella le pide urgencia por llegar a un orgasmo, veo como el empieza a comerle el clítoris y con una gran facilidad le mete dos dedos en su ya empapada cuevita