Sexo a los 43 con el cabello suelto, con mis rulos desafiantes y abundantes y finalmente el rojo de mis labios en un tono furioso.
En la época que menciono, se me presentó la primera oportunidad en la vida de viajar a otro país y no era lejos de mi ciudad, vivía yo en Monterrey, México y el viaje era por dos semanas a San Antonio, Texas, USA.
Yo acepte y lo tome de la mano y lo conduje hasta las escaleras y subimos por ella hasta que llegamos a la habitación de mis padres ya en ella me pidió que me sentara en la cama de ellos y el se puso detrás de mi y me abrazo
Con mi esposa dormíamos en camas separadas. Isabel, mi vecina, tenía su esposo postrado. Ambos hacía tiempo no teníamos sexo. Un día decidimos ayudarnos mutuamente...
Una relación que no busque, pero cuando se presento no la rechace, esta relación es con mi hermanita, que hoy se a convertido en mi mujer, en mi amante, en mi puta, vamos en todo...
En este relato, cuento la vez que tuve sexo por primera vez con otro hombre. Yo siempre había tenido sexo con mujeres y nunca había tenido en mente tenerlo con hombres.
Nunca antes me había interesado escribir sobre sexo, pero lo que me ocurrió fue tan raro y excitante, que sentí la necesidad de contarlo, y me hubiera dado mucha vergüenza hablarlo con una amiga.
Tenía su departamento muy bien puesto en un piso veinte y era un placer extra contemplar la ciudad mientras te echabas un polvo o te hacía una impresionante mamada.
Yo era un joven universitario que para pagarse los estudios tenía que trabajar los fines de semana, pero por fin había llegado el verano y con ello las vacaciones, unas vacaciones relativas ya que tenía que estudiar para las asignaturas que me habían quedado y a la vez trabajar sirviendo copas.
Como cada tarde, los primos se detenían en un arrochuelo para dar de beber a las vacas y de paso darse un baño y lavar sus humildes vestimentas.