Mi padre, tiene una hermana por parte de padre, en un valle que dista unas ocho horas de viaje por carretera, hacían muchísimos años que no se veían, razón demás y aprovechando mis vacaciones, emprendimos la travesía al encuentro
Nos levantamos y para evitar la aglomeración salimos antes de que encendieran la luz, saliendo del cine me percaté que me estaba escurriendo fluido entre las piernas, la tanga estaba mojada de lo que había absorbido; llegamos al auto y me limpié las piernas.
Soy adicto a la lencería erótica, llámese corseletes, portaligas, hilos dentales, brasieres, medias de seda, baby dolls, etc., adicción que desde el inicio de mi matrimonio encontró eco en mi esposa, ella es una hermosa mujer de 1,68 metros, 49 kilos de peso y con unos espectaculares 90-60-95, que resultan casi perfectos para cualquier clase de lencería.
No me detengo durante cada una de mis descargas de placer, al hacerse más espaciadas y suaves, me dejo caer, agotada, manteniendo su verga bien dentro de mi, sintiendo como su semen inunda todos los rincones de mi adolorido recto.
Esa noche Aurora entró a su recámara a dormir, se cambió de ropa y se acostó; de rato llegó su mamá y le pidió que durmiera con ella, contestando Aurora, que mañana porque estaba cómoda en su cama; la mamá se retiró cerrando la puerta.
Ella me estaba masturbando; para este tiempo la cabeza del pene se descubría sin problema, y sentía delicioso; el ardor y las incomodidades eran más fuertes; parecía como si quisiera hacer pipí y no pudiera aguantarme más por lo intenso; momentos antes de eyacular sentí un ardor fuerte en mi abdomen y pene
Con lo que ellas me estaban haciendo yo sentía que explotaba en orgasmos uno tras otro y arrojando líquido; mi tía tomó con su dedo de mi líquido y lo untó en su clítoris para masturbarse; la amiga se acercó a Laura y también se empezó a masturbar mientras me acariciaba los testículos.
Dentro de los temas que tratábamos en nuestras loras, era de actualidad música y sobre todo cine, y esa fue la excusa para un día invitarle de mi parte al cine lo dije como jugando pero me acepto y sería la primera vez que salíamos después del trabajo.
Su clítoris está erecto y resulta imposible pasarlo por alto, me entretengo con él, lo beso y succiono delicadamente, lo coloco entre mis labios y procedo a hacerle una paja con ellos, esto la lleva rápidamente a su orgasmo que la hace temblar de pies a cabeza, sus jugos me resbalan por la boca, mojando todo mi cuello y pecho.
En este tempo mi cariño se lo doy a brando, convirtiéndose en mi compañero ideal; claro como toda mujer espero encontrar a mi príncipe azul para entregarme a en el matrimonio; pero desde hace días mi cariño por brando y la no llegada de ese príncipe azul- han creado en mi pensamientos morbosos- que me dan miedo e inquietan.