Rememorando mis infidelidades

Creo tal vez que lo que les contaré les encantará a algunos.

Tal vez a otros no.

A mi me fascinan y excitan las historias que leo en esta página, sean o no ciertas.

Cuando tengo enormes ganas de masturbarme me pongo a leerlas e incluso aún sin ganas, con sólo leer los relatos me pongo a millón y con solo una frotadita logro venirme rápido.

Por ello siempre estoy ávida de leer nuevos relatos, pero también deseo con locura tener nuevas experiencias, gratificantes en cuanto al sexo se refiere, en mi vida.

Pues bien, soy como dije en un relato anterior, una Infiel Sin Remedio.

Pero también contradictoriamente soy muy tímida.

Mis escapes están más que todo acá en el Internet, a pesar de que he tenido y tengo «algunos» amantes (soy casada).

La razón es una sola: Amo a mi marido, aunque suene contradictorio, pero no he podido ser plena con el en el aspecto sexual por más que he tratado. No está dotado para darme placer y ello me acongoja mucho.

Tal vez debido a mis sentimientos cuando me escriben personas por el Internet a mi e-mail, hasta de mi misma ciudad, no les concreto nada.

No soy capaz de encontrarme así… de buenas a primeras con alguien.

Necesito más que una descripción y además soy algo desconfiada.

Pocas son las veces que si me he encontrado con un desconocido pero antes he visto su foto y si me agrada trato de llegar a concretar el encuentro.

Para ello el hombre necesita ser más confiado, pues en este país (Colombia) pierde más la mujer que el hombre y yo no podría hacer nada contra el, pero el contra mi si y siento que entonces soy yo la que pierde mucho más.

Uno de los hombres que conocí personalmente tenía webcam e incluso nos vimos por ella antes de vernos en persona y me gusto cantidades, obviamente también al encontrarnos me fue placentero.

Aunque no logramos hacer todo lo que nos decíamos pues solo pudimos tener un solo encuentro debido a mis temores.

Nos pusimos de acuerdo para encontrarnos en un lugar algo solitario y entré a su carro.

De inmediato me miró de arriba abajo con lujuria y casi de inmediato me acercó hacia el y me besó mientras metía su mano por debajo de mi blusa y liberaba mis pezones.

Empezó a chuparlos deliciosamente y luego metió una mano por dentro de mi pantalón.

Ese día usaba una ropa algo holgada que le permitió a las mil maravillas todas esas maniobras.

Traté de detenerlo pero lo deseaba más que a nada y el empezó a frotar mi clítoris y a penetrarme fuertemente con sus dedos dentro de mi vagina.

Estaba llegando al orgasmo cuando empezó a besarme en la boca nuevamente y entonces estallé en un orgasmo múltiple.

Luego de reponerme un poco le bajé la cremallera y me engullí su pene. Estaba duro y tenía buen tamaño y olor. Fue riquísimo.

Me encanta sentir como crece esa verga más dentro de mi boca y sentir todo ese placer desbordante de saber que logro excitarlo cada vez más.

Sentía como sus venas se hinchaban y después de un rato se vino completamente dentro de mi boca y tragué toda aquella deliciosa esperma.

Ese día yo estaba dispuesta a todo pero el parece que no podía y yo me sentí algo decepcionada pues esperaba una penetración con esa deliciosa verga.

Así que solo nos besamos y tocamos hasta venirnos pero cuando lo recuerdo todo tal como fue…me estremezco de placer.

Pero al parecer no sé que me dijo algún día mientras hablábamos por teléfono que luego me sentí reacia a encontrarme nuevamente con el.

Soy de repente algo exigente en algunos aspectos que me parecen importantes a la hora de tener así sea una relación casual.

A veces me siento muy sucia de sentir y pensar en todo esto, pero es mi naturaleza y paso mucho tiempo masturbándome tratando de dar alivio de esa manera a toda mi calentura e imaginándome que muchas manos me tocan que muchos hombres me penetran al tiempo.

Imagino que me encuentro en diversas situaciones, pero mi favorita es ser penetrada por varios hombres (al menos dos) y mientras uno me penetra el otro me chupa los senos y me besa el cuerpo y termino dándole una buena mamada.

Me concentro tan bien en ello que termino viniéndome deliciosamente.

Pero aún cuando me alivia mucho el masturbarme, el placer de la penetración, y más si es una buena penetración por una verga deliciosa, es sencillamente indescriptible!

Mi deseo es encontrar un hombre agradable, de buenas maneras y bastante ardiente.

Que sea paciente y logre dedicar tiempo para que juntos cumplamos nuestras fantasías.

Sé que a los hombres les encanta pensar en dos mujeres, pero eso aunque no me viene mucho a la mente es algo que también me gustaría experimentar.

Me encanta dar pero también sentir el placer y más delicioso sentir el esmero de un hombre por proporcionarme placer.

No soy fea, pero si estoy algo gordita y ello me hace sentir un poco insegura a veces.

Sin embargo tengo uno que otro «amigo» que he conocido a lo largo de mi vida y ellos me buscan activamente, aun cuando los evado un poco a veces debido a mis prejuicios y temores y también porque en algunos aspectos no han logrado llenarme pues logro satisfacerlos a ellos pero ellos no completamente a mi.

Así como a los hombres les encanta que les mame la verga a nosotras nos encanta venirnos también en su boca.

Es delicioso encontrar un hombre que sepa como chupar bien una chucha y que sepa como darle placer a la mujer.

Esa joya es difícil de encontrar.

Además la mayoría son como los políticos: Prometen que nos mostraran el cielo (en cuanto a sexo se refiere) pero terminan hastiándonos en ocasiones.

No me gustan las personas guaches, es decir «patanes» y obviamente si me gusta que el hombre tenga un cierto nivel de cultura para que sea más interesante todo.

Pero eso no significa que no me gusten las palabras obscenas al momento de tener sexo.

En cuanto a esto me vengo imaginándome que el hombre me grita miles de palabrotas pero dándome verga con fuerza y haciéndome gozar tremendamente.

Hace ya algunos años, antes de casarme, conocí a un chico que en ese momento estaba casado pero que me dijo que era divorciado, y que al conocer no me agrado demasiado, pero su forma de ser y detalles lograron hacer que luego me derritiese por el.

Me detuvo el hecho de que supe que era casado y no quería ser simplemente su amante (era mi pensamiento de ese entonces).

Nos conocimos por una amiga común que incluso gustaba de él (a pesar de ser novia de un amigo de el) y empezó a invitarme de una manera tierna un par de veces (tierna. Es decir: nada de nada, solo amistad).

Un día habíamos tomado de más y ya el solo roce de su cuerpo me excitaba enormemente y a pesar de no estar solos (estábamos con unas amigas mías) no pudimos evitar acercarnos y besarnos de manera apasionada.

Como en ese momento no podíamos hacer nada y dada las circunstancias de mis «prejuicios» de ese entonces, simplemente quedamos a encontrarnos más tarde para ir a bailar.

Llegó la noche y solo me acompañó una amiga a quien el le llevó un parejo.

Nos divertimos durante un rato y nos besábamos y tratábamos de sentirnos tranquilos hasta que no pudimos más.

El deseo era más fuerte y cuando el me dijo que quería estar conmigo yo accedí de inmediato y le dije a mi amiga que me iría para estar a solas con el.

Ella se asustó, me dijo que si estaba segura pero luego hasta me deseó buena suerte.

Eran tiempos de mucha ternura, de sentir seguridad en el amor y esas cosas.

Nos fuimos a un motel y yo temblaba mientras el me besaba y quitaba la ropa.

Aún en esa época a pesar de que ya no era señorita no era muy experta en las lindes del sexo pero lo que sentí con él fue delicioso.

Fue muy paciente y en todo momento antepuso mi placer antes que el suyo.

Me beso delicadamente todo mi cuerpo y yo solo ansiaba sentirlo dentro de mi.

Como estábamos con tragos el accedió un poco rápido y cuando me penetró con su deliciosa y gran verga sentí llegar al séptimo cielo.

Logré venirme muchas veces antes de que el llegara, pero como no podía llegar tan tarde a casa, nos fuimos prontamente con el compromiso de mi parte de encontrarnos temprano al día siguiente (o mejor dicho ese mismo día más tarde pues ya era de madrugada) y así lo hice.

Llegué al lugar donde el se hospedaba y casi de inmediato nos comimos a besos.

El me quitó la ropa (yo no llevaba interiores) y empezó a besar todo mi cuerpo llevándome al éxtasis y suplicándole cada vez más que me penetraba, que quería sentirlo dentro de mi.

El prolongó mucho tiempo sus caricias hasta que no podía más y me penetró.

Sentir como entraba dentro de mi fue tan delicioso! Me vine antes que terminara de penetrarme por completo.

Luego la manera tan deliciosa que se movía provocó nuevamente en mi otro orgasmo.

Fue el día más exquisito que jamás tuve. Hicimos el amor infinidad de veces y sentía tanto!

Hablamos mientras hacíamos el amor ya que no me desmontaba al venirse, como no me ha vuelto a pasar con nadie y recuerdo que sentía tanto placer que mientras me decía algo yo sentía la llegada de un nuevo orgasmo.

Ese día me vine tantas veces como jamás me ha vuelto a pasar.

Hicimos el amor una y otra vez.

Me dijo que se vino todas las veces y aún ahora me dice que jamás le pasó ni le ha vuelto a pasar cosa semejante con nadie más, pues en pocas oportunidades saco su pene de mi vagina, aun cuando ya se hubiese venido.

Estábamos ambos plenamente excitados.

Ese día supe que mis orgasmos podían ser múltiples y disfruté cada momento.

Más adelante me enseñó a disfrutar el placer del sexo oral y sin embargo no me exigía que yo le hiciese igual. Siempre estaba pendiente de que fuese yo quien sintiese muchos orgasmos y fue quien me inició en ello.

Antes prácticamente solo me venia en mis relaciones muy de vez en cuando o simplemente recurría a masturbarme, pero con el ¡mmmmm! Era sencillamente delicioso hacer el amor.

Me enamoré perdidamente, pero no pude seguir siendo tan solo la amante y por ello dejamos de frecuentarnos, ya que tenía un novio al que no quise dejar a pesar de que el me lo exigía.

Nos fuimos con los años acostumbrando a sentir solamente el placer de estar juntos, el placer del buen sexo.

Pero las cosas se fueron complicando por sus exigencias de cada vez.

Aun más luego de casarme, pues quería que hiciese cosas a horas no apropiadas o en momentos inadecuados que podían hacer peligrar mi matrimonio.

Siento que el aún tiene la esperanza de que vivamos juntos.

Pero yo ya no siento igual. Además han pasado muchos años y he tenido muchos otros amantes desde entonces (aunque el no lo sabe).

Últimamente hasta hablábamos de hacerlo a manera grupal, pero solo quería que fuese con sus amigos y a mi no me agrada ninguno de los que el proponía para ello.

Eso nos distanció mucho, hasta el grado que no quise recibirle en muchas oportunidades sus llamadas.

Por otro lado no he podido hacerlo con él por el culo. No sé que ha pasado, pero es algo que hemos intentado en vano o quizás no se ha hecho de manera adecuada.

El no sabe que tengo otras relaciones (no sé si lo sospechara) pero el insiste que no quiere que las relaciones grupales sean con un amigo mío sino de él.

Rememoro todo esto tratando de encontrar alguien que realmente entienda mi sentir y logre cumplir mi deseo de ser penetrada por dos hombres.

Pocas veces he sido penetrada por el culo.

La primera vez fue con un gran amigo con el que tenia relaciones esporádicas y prácticamente me obligó diciéndome que si otras podían, yo por que no iba a poder y la verdad a pesar de que me gustó mucho, no volví a hacerlo y tal vez ello hace que me olvide del placer y piense nuevamente en el dolor.

La segunda vez fue con mi novio con el cual estaba pasada de tragos y realmente fue delicioso.

Y la tercera y ultima vez la conté en mi anterior relato «Infiel sin remedio» y solo fue esa ocasión, pues luego a pesar de seguir teniendo relaciones con esa persona, no volvimos a hacerlo de esa forma.

Hubo una cuarta vez… pero no fue lo más placentero aunque si me encontraba bastante excitada. Pero solo fue sexo y no más ya que no hubo esa chispita adicional que nos hace enloquecer (si saben a lo que me refiero).

Imagino que también les ha pasado que llegan a encontrarse teniendo relaciones con alguien con quien realmente no les es placentero estar en ese momento o nunca y definitivamente es una sensación tremendamente frustrante.

Sobre todo que si la persona es buen «polvo» uno termina entusiasmándose, pero si no lo es: que agonía!

Hoy día busco encontrar alguien que sea culto, que entienda lo que siento.

Que no me atosigue. Pero que con el tiempo me ayude a cumplir mis fantasías.

Alguien que no quiera compromisos y de ser posible que sea mejor casado (creo que un soltero querría que me separara y siento temor de que me ocasione líos).

Obviamente me gustaría que nos conociéramos por e-mail primero para conocernos por medio de fotos e incluso cámara de ser preciso.

Podemos incluso masturbarnos a través de la cámara.

Esto si lo he hecho en infinidad de ocasiones con gente de todo el mundo y al principio era delicioso.

Con el tiempo me fue agradando menos, pues requiero de una penetración.

Pero es delicioso si se hace como antesala de un encuentro real.

Quiero aclarar que para mi si es importante el tamaño del pene.

Al menos que erecto no tenga menos de unos 16 ó 17 cm como mínimo, pues mi vagina es profunda y requiere una buena penetración para sentirme a gusto.

También deseo que la persona no sea asquienta, que me de una buena mamada y me haga venir con su lengua antes de penetrarme.

Yo puedo asegurarle que le corresponderé de igual forma de ser preciso, ya que me encanta, me fascina…mamar una buena verga y más si quien la tiene logra deleitarme y se esmera mucho en conseguir también mi placer.

Soy algo tímida en los comienzos así que igual me gusta la paciencia.

Realmente y contradictoriamente a lo que parece, no soy tan «lanzada», pero creo que con una persona adecuada que me sepa dar el empujón lo aprendería a ser.

Me encanta que me mimen y me hagan sentir especial (a quien no?), pero a la vez que sea salvaje en lo que se refiere a sexo. Que no sea una persona acosadora cuando no le correspondo de inmediato.

El momento para cosa llega.

Un punto importante es que sea buen conversador, pues de igual manera es incómodo no tener nada que decirse luego de tener relaciones, aunque es cierto que mientras menos se hable más se gozaría.

No es que espere que me cuente sus cosas, pero de igual manera una persona que sabe que decir en los momentos apropiados es más placentera.

Lo cierto es que recuerdo a dos más que me agradaron por la foto enviada a mi e-mail pero al tener sexo me decepcionaron.

Uno era bien dotado, ya que tenía una buena verga y se la chupé deliciosamente, pero cada vez que me penetraba se venía muy rápido.

Cómo al principio imagine que fue la excitación lo intenté nuevamente con el: dos veces lo hicimos y fue igual (y eso que decía considerarse un buen amante) por ello no me provoco volver a salir con el y ante sus preguntas por no herirlo le decía las cosas de una manera tal que entendiera y me decía que por ejemplo, para chupármela debía darle tiempo (que pensaría? 1 año tal vez? Jajaja)

El otro que me agrado me parecía prometedor.

Salimos y casi de inmediato deje que me besara y yo estaba a millón así que baje su cremallera y… oh! Sorpresa! la tenía demasiado pequeña!, sin embargo empecé a darle una buena mamada que lo puso a millón y como estaba tan caliente seguí en su juego pero tenía muy claro que jamás lo volvería a ver después, por que además de todo no quiso chupármela a pesar de que era una de las cosas que le decía que más me encantaría que hicieran.

Estas experiencias fueron las que me hicieron volver aun más cauta a la hora de encontrarme con alguien que conociese por medio del Internet.

Ahora trato dejar sentado que si se llega a producir el encuentro sexual, el hombre tendría que ir mentalizado en satisfacernos mutuamente y no en buscar solo la satisfacción de él simplemente.

Pero creo que es algo difícil de entender a veces, y más en un momento en que se le olvidan a uno todas las cosas pues se concentra simplemente en recibir el mayor placer posible.

Hubo uno que me envió su foto del pene erecto (fue una exigencia que le puse para antes de vernos) pero se notaba que era pequeño y eso me frenó de llegar a encontrarme con el.

Es triste que otros con tal de verla a una personalmente, envíen fotos que no son de ellos o penes enormes… todo para que? Soy muy analítica e intuyo cuando me mienten en la mayoría de los casos, pero obviamente tampoco soy una bruja para saberlo en el 100% de los casos.

A este que me envió la foto de su pequeño pene cometí el error de darle mi teléfono (fue antes de saber su tamaño) y pasaba llamándome mucho, lo cual tampoco era apropiado y me asusté porque si aún no me conocía y me llamaba con tanta insistencia, como sería si lograba estar conmigo y quedaba «encoñado»? Me exigiría tal vez que me separara! O quizás me armaría tal lío tratando de hacer que me separe! En fin, me asusté tanto que cambié mi número y dejé de responderle sus e-mail.

Existen personas de todos los tipos: cada quien encuentra su pareja para lo que desee, pero uno sabe como puede amoldarse en determinados casos y realmente para empezar no me gustan los bajitos tampoco, me gustan altos, o al menos con más de 1.74 metros de estatura.

Obviamente me gusta que las personas estén limpias y bien vestidas y como a todos los seres humanos pienso que nos gusta también que sean agradables sin ser unos adonis, que sea trabajador, pues creo que si su tiempo lo tiene ocupado podrá ser menos imprudente.

Los desocupados tienen tiempo de montársela muy seguido y llegan a ser una molestia. También me agrada que se organice bien a la hora de vestir.

Quizá soy más exigente en la apariencia personal que en el mismo físico en si.

Con esto quiero decir que el hombre puede no ser una belleza, pero si tener magnetismo y calar dentro de uno de inmediato de solo ver la foto o entablar una conversación por la webcam.

Quiero decir que aunque no soy choncha (muy gorda), si estoy gordita en estos momentos, tal vez debido precisamente a mis ganas de detener esto que bulle dentro de mi.

Es un mecanismo de defensa tal vez para alejar a los hombres, pero a la vez no es un problema enorme.

Sin embargo estoy tomando las medidas del caso para verme bien, de llegar a producirse el encuentro que tanto anhelo.

No soy fea como ya había dicho y sé que agrado a los hombres.

Por mi condición de casada y lo que ello implica, no siempre estoy completamente disponible, es por ello que también he recalcado la paciencia.

Vivo en Colombia, en una ciudad costera.

Si crees que das la talla que necesito puedes escribirme enviándome tu foto.

Sabes que a mi más que a nadie le conviene la discreción.