Capítulo 5

Todo lo que comienza tiene un final.

De alguna manera estaba contento que esto se terminara, le había dicho que ella se estaba enamorando, y así fue, ella misma me lo dijo, me enamoré de ti y no quiero perderte yo no quería ningún tipo de problema, le decia que una mujer en estas circunstancias es demasiado peligrosa. Lo bueno que en esos días y por casualidad a su esposo le dieron cambio a otra ciudad en otro estado. Ella me lo dijo en una llamada llorando que se tenía que ir y ya no me vería más. Cuando la escuché sentí un gran alivio, cierto que me gustaba mucho cogerla y que ya no mas sería, pero descanse debido aunque se iría un posible problemón.

Amigos, por favor tengan mucho cuidado, si notan que la mujer que se están cogiendo se está enamorando, huyan, es mejor a que les arme un gran problema con su familia y algo aún más importante no resulten ustedes los enamorados.

Y como les decía el final llegó, ella tenía que cancelar el servicio de tv satelital, le indiqué qué es lo que tenía que hacer, casualmente me llegó a mi la orden de desinstalación, llegue a su domicilio una tarde, para hacer la desinstalación del servicio.

Ella me abrió y se sorprendió al verme, ese dia tenia la visita de su sobrina una chica, de buen ver de unos 25 años, todo bien en su lugar, yo la observe y sentí un empujón de la tía que me dijo ¡epale! ¿Qué miras? Yo nada más me reí, de alguna manera se enceló.

También en la casa estaban sus dos pequeñas, su hijo no estaba, yo dije. Voy a subir a la recámara para quitar el decodificador. Ella dijo esta bien, sus hijas me dieron alcance y subieron a la habitación, ella las regañó, les dijo que bajaran, entonces escuché que le dijo a la sobrina llévate a mis hijas con mi amiga (se acuerdan que es la que se quedó con las niñas cuando fue la primera vez que fuimos al motel) y te quedas cuidando de ellas, ya ves que son muy traviesas en cuanto termine de quitar el aparato te llamo para que vengan, oí que cerraron la puerta de calle, escuché los pasos de ella que subían a la habitación donde me encontraba, yo dándome prisa para desinstalar todo, la vi entrar quitándose la blusa y el short, yo le dije qué haces, puede venir tu hijo o tu esposo a lo que ella me dijo ¡me vale!, yo le contesté a ti si pero a mi no.

Y soltó una carcajada, mi esposo no vendrá porque tiene que entregar todo al su suplente y es un chingo, mi hijo está con su novia y tengo entendido que no están los papás de ella en su casa así que se estarán despidiendo. Así que no te preocupes se dejo el bra pero el short y pantaleta se los quitó, se sentó en la cama que estaba lleno de cosas para empacar, hizo aun lado lo necesario para acostarse, quedaron colgadas sus piernas y las abrió para ofrecerme su vagina qué se abría como llamándome. Dicen por ahí, ¿a quién le pan que lloré? Así que como pude me bajé el pantalón y el boxer y sin juegos previos, caricias, o besos para humedecerla. Se la deje ir, no estaba tan húmeda, pero con lo poco fue suficiente para metersela hasta el fondo y ella no paraba de decirme, si cogeme rico, metemela toda y también dame toda tu leche, entonces lo que hice diferente a las otras veces, no empujaba con fuerza, sino que lo sustituí, por velocidad, lo que me interesaba era terminar lo mas rápido posible, no quería ser sorprendido cogiendomela, y ella gemia bien rico, yo empecé a venirme ella lo sintió y me dijo que fue rápido, pero no me detuve hasta que ella alcanzó su anhelado orgasmo.

Me dijo gracias, me has hecho gozar mucho más que toda mi vida de casada, te amo y no te olvidaré. Yo me retiré, me subí el pantalón y ni siquiera me limpie la verga de sus fluidos mezclados con mi semen, me intersaba se terminará y terminará con el servicio y salir corriendo de ahí.

Ella se levantó y se vistió, se quedó conmigo mientras me decia eres un cabrón, me hiciste gozar mucho, y estrenaste mi culo, también él te va a extrañar.

Me apuré con la desinstalación, levanté todo y le dije ya me tengo que ir, ella se paró enfrente de mi me abrazó y me besó, al momento que me agarró la verga encima del pantalón diciéndome cuídamela muy bien. Nos despedimos y esa fue la última vez que la vi. La recuerdo muy bien y recuerdo la forma tan explosiva de coger, hasta el momento no he estado con alguien así.

Hasta aquí con esta serie de relatos.

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