Ely y la fiesta de Halloween
Mi nombre es Francisco soy un chavo muy bien parecido, y gracias a ello tengo a veces muchos ligues muy fáciles, esta historia sucedió una noche de Halloween en la cual pretendía salir a divertirme a Coatzacoalcos con Ely, una chica preciosa realmente, tiene una cara de ángel, rubia, ojos grandes y expresivos, una boca de labios gruesos y una nariz chica y paradita, su cuerpo sin exagerar es el de una auténtica modelo, es muy delgada, unas tetas chicas y paraditas, una cintura estrechísima exageradamente y un culo respingón con unas nalgas paraditas y firmes, en fin un auténtico bombón.
Ella es novia de un «cuate» mío que estudia en Monterrey, el pobre iluso la tiene en un estatus de santa, le escribe y le habla todos lo días por teléfono mientras que su putita novia se va de fiesta todos los días con el primer hombre agradable que se lo propone.
Yo nunca hubiese intentado algo con ella por el temor de que le dijera algo a mi «amigo» pero otro amigo me platicó acerca de los rumores que corrían acerca de la putería está chica y decidí comprobarlo, la historia comienza así, es la fiesta de Halloween en la ciudad de Coatzacoalcos Veracruz, una ciudad que queda muy cerca del pueblo donde vivimos y como la mayoría de los chavos nos vamos para allá a festejar cualquier evento importante muchos (los que tenemos auto propio) les damos el aventón a los que no tienen, ese día yo tenía que ir a la plaza principal del pueblo donde vivimos y la vi ahí platicando con unas amigas, como la vi muy bien arreglada, llevaba un vestido blanco pegado con falda hasta las rodillas a través del cual se notaba una tanga y que además como no traía sostén dejaba ver la silueta de sus pezones y unas botas igualmente blancas que la hacían ver muy zorrita deduje que se dirigía a buscar batalla a «sus andadas», sin dudarlo me estacioné cerca de donde se encontraban todas las chicas y me le acerqué, como tengo conciencia de mi buen porte me sentí en confianza y la saludé efusivamente de beso, ella no me rechazó, al contrario me saludó como si fuésemos amiguísimos, cabe señalar que solo la conocía de vista en ese entonces, comenzamos a platicar y le comenté de los planes que tenía de irme a Coatzacoalcos a festejar toda la noche y la invité, le dije que yo pagaría todo y que yo me encargada de traerla de regreso a la ciudad, al principio como que se hacía del rogar pero a medida que insistía su resistencia bajaba, al cabo de unos 15 minutos de estarle insistiendo por fin aceptó acompañarme con la condición de que nadie se enterara que habíamos salido juntos, nos despedimos de sus amigas con el pretexto de que la llevaría a su casa.
Cuando tomamos el camino hacia la ciudad de Coatzacoalcos comencé a subir de tono la plática, empecé preguntándole acerca de su novio, que si lo quería, y ella contestaba que mucho y que lo extrañaba, empecé a preguntar acerca de las cosas que hacía con su novio cuando estaban a sola, ella me dijo que no hacían nada pues el pobre tonto la respetaba demasiado y que esto a ella no le agradaba, me dijo que por más que ella le insistía el quería respetarla hasta que se casaran, le pregunté que que cosas le gustaba a ella hacer con un hombre, me contó que ya no era virgen y que algo que le encantaba era estar abrazada por horas, acariciar a su hombre por todo el cuerpo, sin tocar las zonas erógenas, hasta casi hacerlo desquiciar y después de esto tener mucho sexo de manera salvaje, y que el único con el que no había realizado esto era con su actual novio, fue entonces que le aventé el reto de que yo igual podía aguantar tanto como su novio, incluso le hice una apuesta, le ofrecí 1000 pesos si es que en 5 minutos lograba ponerme cachondo y que si lo no lograba ella haría lo que yo quisiera , ella se carcajeó y me dijo que no desperdiciara mi dinero, que iba a perder, yo insistí y ella aceptó, estacioné el vehículo a un costado de la autopista y me acomodé esperando sus caricias, lo que no me esperaba era que fuera a desvestirse la muy puta, abrió el zipper de su entallado vestido y lo sacó de un solo golpe, al instante dejó al aire sus levantados pechos y unos pezones desafiantes , quedó solo en la minúscula tanga que traía, tomó mis manos y las colocó en sus pechos, de inmediato sentí como se estremeció al sentirlas, mientras comenzaba a pasar su lengua por mi oreja, le daba vueltas alrededor, yo trataba con todas mis fuerzas de contener mi excitación, de repente comenzó a desabotonar mi camisa y cuando terminó bajó su lengua hasta mis pezones, los cuales lamía como poseída, yo estaba que explotaba, de repente no aguanté más y bajé mis manos hasta su enorme y firme trasero, mientras le decía que acababa de ganar la apuesta, ella no protestó y solo reaccionó con una sonrisa en su rostro y un leve gemido al sentir como magreaba sus carnes, me desabroché el pantalón y lo aventé hacia el asiento delantero, me quedé solo en bóxers, ella bajó poco a poco sus lamidas hasta mi ombligo, y mientras introducía sus manos en mis bóxers para tomar mi pene entre sus manos, iba bajando su rostro, no se detuvo hasta que su cara quedó frente a mi paquete, tomaba mi verga entre sus manos y observaba lo enorme que se había puesto, la miraba con hambre, como perra que se va a comer un enorme filete, de repente siento una serie de lengüetazos en mi enorme trozo de carne, y una corriente eléctrica seguida de éstos, mamaba como una diosa, sin borrar la sonrisa de su cara me hacía ver la satisfacción que esto le provocaba, se metía mi verga en la boca y chupaba como si en ello se le fuera la vida, succionaba como una puta profesional, con apenas la fuerza necesaria para que no me corriese instantáneamente, yo mientras tanto llevé mis manos a su nuca y la tomé fuertemente e los pelos, le decía: Mámala puta!!!, mámala!! Y piensa en tu novio, mámala que te voy a pagar por ello, de repente sentí que me venía y la tomé aún más fuerte de los cabellos, entonces me vine en su boca, aún no terminaba de correrme y al muy perra se saco mi pene de la boca, haciendo así que además de terminar en su boca le llenara de semen el rostro, la puta tragó todo lo que cayó en su boca y lamía su cara para obtener mas leche, mientra me miraba con esa cara de puta tan suya, luego de eso se acercó otra vez a mi tronco y lo lamió como desesperada, hasta dejarlo totalmente limpio, fue ahí hincada ante mí cuando decidí sodomizarla, la empujé y quedó en posición de perrito con el culo al aire, mostrándome su rosado ojito, comencé a mamarle el culito como un desesperado, le introducía la lengua hasta donde podía y escupía en su ojete, luego me puse a desearla y la muy puta empujaba hacia atrás su agujerito como deseando una más profunda metida de dedos, llegó el momento en que gritaba: Ya métemela por favor!!!, no aguanto más!!, ya por favor!!!, ante tal situación no pude negarme y una vez que mi pija alcanzó nuevamente su gran envergadura procedí a recargarla en su hoyito, su culito se fruncía y abría como queriéndola masticar, y de pronto sin avisarle le dejé ir todo el tronco de mi verga hasta donde toparon mis huevos con sus nalgas, la zorra solo pego un grito ahogado:
Ahhhggh!! y apretó los labios, yo dejé la tranca hasta el fondo de su ser, esperando que se acomodara para ser cogida, la puta solo abrió un poco más las piernas, arqueó más la espalda y recargó su cara en el sillón del auto, entonces me aferré a sus enormes nalgas y comencé a empujar con fuerza, un mete saca formidable a un ritmo semi lento, por la facilidad con que resbalaba mi pene pude darme cuenta que no era la primera vez que era culeada, mientras yo aumentaba el ritmo de las embestidas la muy puta empujaba el culo hacia atrás y lo movía haciendo círculos, solo oía pequeños quejidos, dejé que mi peso cayera de lleno en su cuerpo, haciéndola sentir así más que dominada y le doblé los brazos hacia atrás en forma de llave, la puta gemía más fuerte mientras me insultaba, maldito, me rompes, ahhhhh!! Maldito me haces sentir tan puta!!! Ahh!!! Rómpeme el ano, rómpemelo!!! Esas palabras no hicieron más que excitarme y hacer que acelerara el ritmo de los empujones y la fuerza que éstos traían, para esto yo solté sus manos y la zorrita las llevó a sus nalgas, tomo con cada mano una nalga y las separó con fuerza, se veía sensacional, semejante hembra empinada ahí en mi auto, con el culo atravesado por mi tranca y abriéndose las nalgas para recibir más placer, yo empujaba con todas mis fuerzas hasta que sentí que ella se dejaba caer en el sillón, solo pegó un suspiro y cayó como desmayada, en ese momento me dejé llevar por la sensación de poder y eyaculé en sus intestinos, le llené el culo de mi semen, y permanecí inmóvil sobre ella unos minutos, aún con la verga metida en su culo, cuando la saqué ya flácida noté como su culo que estaba como mirándome todo abierto dejaba escapar unas cantidades grandísimas de semen, nunca antes había echado tanto semen como en aquella ocasión, ella estaba como ida, con la mirada perdida y sonriente.
Yo me vestí, y me pasé al asiento delantero del auto y di media vuelta de regreso al pueblo, para esto ya eran como las 4 a.m. y nadie había en las calles, ella siguió acostada con el trasero y el cuerpo desnudos, con la cola levantada y esa sonrisa todo el camino.
Cuando por fin estábamos por llegar al pueblo me detuve y le ordené que se vistiera, ella obedeció y se colocó el vestido, no se limpió el rostro que denotaba claramente muestras de mi semen ya seco en sus mejillas y su frente, se acomodó el peinado y se pasó conmigo al asiento delantero, al querer sentarme pegó un leve gritito y dijo: ayyy, me duele el culo amorcito, de verdad que me lo has roto!!! Todo lo demás del camino fue sentada de lado, porque el dolor que le provocó mi enorme tolete no la dejaba sentarse, al llegar a la esquina de su casa me detuve, le ordené bajarse no sin antes sacar dos billetes de 500 y ponerlos en su escote, al abrir su portezula y bajarse ella intentó despedirse de beso en la boca pero yo no la dejé, y haciendo un rápido movimiento deslicé mi mano por mi pantalón y saqué mi verga, la hice bajar y hacerme una mamada ahí mismo, ésta vez ya no me corrí pero estoy seguro que unos muchachos que se encontraban en la esquina siguiente se dieron cuenta de todo lo que pasó, al terminar se despidió aventando un beso al aire y diciendo: gracias por la cena calientita y por el desayuno también, empezó a caminar alejándose mientras contoneaba sus caderas como la puta que era, yo arranqué el auto a toda velocidad y me alejé del lugar, al llegar a mi casa descubrí su pequeña tanguita tirada en el piso de mi carro, la recogí y la guardé entre mis ropas, ahora mismo estoy sobándome la verga y oliendo su calzoncito mientras recuerdo la noche en que me cogí a la perrita ésa, aún me parece gracioso recordar la cara del pobre diablo de su novio cuando la besa en la boca, esa boca que alguna vez tuvo espermas míos en ella. Y en la cual desahogué mis mas obscenos sentimientos.