Capítulo 4
- Diario de verano I
- Diario de verano II
- Diario de verano III
- Diario de Verano IV – Final
Diario de Verano IV – Final
Viernes 23
Hoy, hemos ido a la discoteca, pero mí marido, que se encontraba cansado, me ha obligado a ir a casa temprano, con lo que me he quedado con ganas de follar.
Sábado 25
Hoy hemos ido a la discoteca mi marido y yo, en la barra nos encontramos con Sergio y una amiga. Nos pusimos a charlar los cuatro durante un rato hasta que Sergio le dijo a mi marido si podía sacarme a bailar.
– Si claro – respondió él
Nos fuimos a la pista. En ella Sergio comenzó a manosearme, poco a poco me fue llevando hacia la parte más oscura de la pista y alejada de la barra. Entonces vimos como mi marido se besaba con la amiga de él
– Vaya con tu marido. No pierde el tiempo ¿eh?
– No, sé esta poniendo las botas
– Pues mira, ahora se van los dos
Sergio aprovecha y me besa, luego me dice de ir a algún lugar más discreto. Yo le bese y le dije que sí.
Salimos y me subí en su coche. Sergio arranca y al poco paro en una calle solitaria. Pasamos al asiento posterior y me pidió que le chupara su polla pues ya la tenia en la mano.
Comencé a mamarle la polla mientras el me quitaba las bragas y me metía sus dedos en mi coño, cuando lo tuve mojado me dijo
– ven, súbete encima de mí.
Yo me subí encima de su verga y comencé a follar con locura, no tarde en correrme y como él todavía no lo había hecho volví a correrme un par de veces más antes que él.
Volvimos a la discoteca y allí estaba mi marido con la amiga de Sergio, tomamos unas copas más y nos fuimos a casa
Domingo 26
Un día normal, sin sexo.
Lunes 27
Sigo sin sexo.
Martes 28
Hoy mi marido, en la barca, ha comenzado a meterme mano en mi coño, primero un dedo, después dos, y al final casi toda la mano. He comenzado a convulsionarme de placer mientras le pedía que se quitase el bañador. Ya desnudos los dos me he puesto a mamarle su polla mientras él seguía con sus dedos en mi clítoris.
Tal como estaba, mi marido me puso a cuatro patas y me penetro por detrás, me estuvo dando embestidas y como yo no me corría se puso él debajo y yo monte encima de su verga. Comencé a moverme con ímpetu y no tarde en correrme, él me dio unas embestidas mas y se corrió.
Por la noche nos quedamos en casa viendo la ‘tele’.
Miércoles 29
Nada de nada, además estoy cansada de hacer las maletas.
Jueves 30
Ultimo día de vacaciones. Ya por la noche, mi marido que no quería ir a la discoteca me ha dejado ir sola, aunque me ha dicho que vuelva antes de las 3.
En la discoteca no había nadie conocido ni ningún hombre que me gustara lo suficiente, y a eso de las dos he regresado a casa sin comerme una rosca.
Al día siguiente volvíamos a Barcelona y otra vez la rutina de siempre, trabajo, colegios, etc.
Fin del relato de mis vacaciones. Un beso a todos mis lectores/as.
NOTA
A raíz de algunos comentarios que me han llegado preguntando si todo eso es cierto he de decir que sí. ¿Os preguntáis por qué me gusta tanto el sexo?.
Pues no sé si es debido a la temprana edad en que comencé a tener relaciones o a que simplemente soy una mujer caliente. Mi marido, que es bastante frío siempre me dice que él atrae a las mujeres calientes, pues antes de conocerme salía con otra que también le gustaba follar a todas horas. Será el contraste, digo yo.
El primer hombre con el que mantuve relaciones sexuales era 10 años mayor que yo, entonces yo sólo tenia 13 años, y durante los casi dos años que duro (a escondidas de mis padres) me lo enseño casi todo en materia de sexo, en el sexo anal me inicio mi marido.
Luego, cuando se termino nuestra relación, estuve saliendo (en realidad yendo de mano en mano, o, si lo preferís de polla en polla) con bastantes hombres hasta que tuve novio (mi marido), a él le he sido fiel (bueno, más o menos), pero fue hace unos años en que volví a encontrar a mi primer amor, y aunque duro poco, volvió a renacer en mi la pasión por el sexo, y, como mi marido no puede darme todo lo que yo necesito hemos llegado a un ‘acuerdo’.
Quizás algún día os relate las historia de mi adolescencia.