Violada por necesidad. Tuve que dejarme violar para poder llevar dinero a mi familia y sobrevivir yo misma.
Acabando los tres juntos dentro de nuestras bocas, tragamos todo nuestro semen y nos besamos pasándonos el seme de una al otro y mezclándose con nuestras salivas se convirtió en un exquisito cóctel de lujuria y amor.
Todo empezó cuando yo estaba en 3° de secundaria y me encontraba ,en ese entonces con mi mejor amigo Carlos, a lo largo del año fuimos conociendo dos chicas no muy lindas pero eran realmente buenas.
Después de mi primera experiencia con mi primo, quise tener algo con alguien mas experimentado; la primera persona que vino a mi mente fue el rector de mi colegio: Harold. Mi rector, era un hombre de 35 años, súper velludo, fornido pero retierno, era la persona ideal para que me enseñara a disfrutar mas de las mieles del sexo.
Un hombre apuesto y educado, hombre de recia figura; me llamaba para invitarme a cenar con mi cuñada, pues yo sabía de antemano que ella estaba cumpliendo años ese día, y mi esposo estaba en el trabajo; así que decidí acompañarlo.
A las once de la noche mas o menos yo ya iba algo mareada, mientras que David aun estaba muy entero y fue él quien me propuso ir a su casa, a mi no me pareció buena idea porque mis padres me esperaban a las dos como muy tarde pero como David me prometió que él mismo me llevaría a casa antes de las dos accedí y nos fuimos a su piso.
Este relato esta basado en un hecho real que fue silenciado en su tiempo por oscuros poderes...
Esa tarde, el que mi novia no se encontrara fue una bendición porque mi cuñada estaba esperando la oportunidad para cogerme...
Un hombre lleva a su mujer a una clínica para ser sometida a una intervención quirúrgica. Como se trata de una operación larga, el individuo regresa a su casa para atender a sus hijos, que se habían quedado solos. Más tarde, llama a la clínica para enterarse del resultado de la operación.
Como buen machito le hacía guardia a mi virginidad, hasta que unos días antes de casarnos se la entregué completita en la sala de mi casa. Hasta la fecha queda una manchita de sangre en un cojín.