Nuevo La madura del terminal

Los mejores historias calientes

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Últimos historias calientes:

Sabrina

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Hace un par de años, en una convención, conocí a una azafata que trabajaba en un stand de una compañía que participaba en el evento.

La encerrona

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No sabia que hacer, mi mujer se acostaba con Carlos y yo había propiciado eso, y, yo lo único que quería era montar un trío

De como terminó el juego erótico con un amigo de mi marido

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Mas tarde al terminar de cenar subí por el postre mientras los demás seguían abajo en la bodega y me dijo José yo te ayudo, ahí me abrazo por atrás y pude sentir su pene duro que se apretaba a mi culo, me beso el cuello y me dijo me vuelves loco, yo estaba empapada y le dije venga para y bajemos, me contesto tu primero que a mi se me nota y a ti no.

Yo soy Julieta II: Carlos

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En mi relato anterior describí los inicios de mi deseo por sentirme mujer y como fui descubriendo que era posible hacerlo. Descubrí una serie de increíbles sensaciones al jugar con mi cuerpo y la exploración comenzó.

La esposa fantasma

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Una última firma en el acto de compra y finalmente me convertiría en el dueño de la que seria mi primera casa. Sentí una gran satisfacción al ser capaz de independizarme de mis padres: una casa propia, un trabajo, un salario, una  carrera laboral prometedora. Faltaba una mujer; con la última nos habíamos separado hace poco por incomprensiones. Pero no estaba desesperado, tarde o temprano, conocería a alguien con quien compartir mi vida.

Me tiré a la puta de mi suegra

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Empezó a acariciarla en redondo, arriba y abajo, con las dos manos, moviendo suavemente sus dedos bajándome la piel del capullo y dejando el glande a la vista, gordo y rosado, con una gotita de liquido preseminal en la punta.

Mi historia V

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Yo al ver esto no pude más y no pude evitar correrme como un loco, agarrándole las caderas a mi novia, mientras esta al notarlo empezó a menearlas frenéticamente con movimientos circulares diciendo: ¿Qué haces cabrón? no te corras, no me dejes así.

Adicto a la masturbación anal

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Paso el tiempo y a medida que iba creciendo me volví adicto a las revistas y las películas porno y empecé a usar ropa femenina, sobre todo medias veladas, me exita mucho ponerme medias veladas y sentir esa sensación tan rica y suave, mirando mis piernas torneadas con esos colores y esa licra que me hace ver las piernas mas bonitas que las de muchas mujeres.