Sexo en la oficina
A mi novio y a mi siempre nos gusto tener un muy buen sexo y disfrutar del mismo en distintos momentos y situaciones, particularmente a veces nos daba ganas de hacerlo en lugares especiales con cierto riesgo de que pudiera vernos o descubrirnos alguien.
Esta historia que les voy a contar es una de las tantas aventuras que tuvimos en lugares prohibidos.
Un día de semana después de nuestras tareas laborales nos juntamos para tomar algo en un café y conversar sobre nuestro día laboral, etc., etc.
Particularmente nuestra conversación paso de los temas personales y laborales hasta una conversación con cierto tono erótico en donde la situación se hizo insostenible a punto tal de tener ganas de sexo en ese preciso momento.
A mi novio se le ocurrió una idea que en principio me pareció loca pero luego me comenzó a gustar.
La idea era volver a su oficina, en la cual debido a la hora que era (21 horas) no debería haber nadie en ella y ya que el tenía llave de la misma no tendríamos problema en ingresar.
Quería contarles que esta anécdota ocurrió en Buenos Aires en pleno centro de la capital a una cuadra del obelisco, para los que conocen es el corazón de Buenos Aires y esta lleno de edificios muy altos los cuales son en su mayoría dedicados a oficinas de empresas.
Nos volvimos a la oficina e ingresamos a la cochera con el auto, subimos con el ascensor hasta la oficina, entramos y cerramos la misma nuevamente con llave cuidando de no encender demasiado las luces para que no se notara tanto desde afuera que había gente en la misma y que realmente no estaban trabajando sino teniendo sexo.
Comenzamos besándonos en la oficina de mi novio lo cual hizo que comenzáramos a tocarnos con mucho deseo y descontrol.
Sus besos en mi boca y mi cuello hacían que me excitará demasiado rápido hasta que se me ocurrió bajarle el cierre de su pantalón y tomar su pija con mi mano.
Sin ser una sorpresa para mi lo que descubrí fue que estaba con su pija tan dura y excitada como nunca.
El por su parte comenzó a acariciar mi cola por debajo de mi pollera y luego se dirigió hacia mi concha la cual estaba totalmente empapada de ese flujo que tengo cada vez que me excito con tantas ganas.
Llegamos al punto tal de sacarnos toda la ropa parte por parte mientras nos besábamos y nos tocábamos sin poder parar.
En un momento mi novio me sentó arriba de su escritorio y comenzó a chupar mis tetas como a mi me gusta con lo cual mis pezones su pusieron duros como siempre, el solo hecho de sentir su lengua en mis pezones y sus dedos en mi clítoris hace que entre en un estado de excitación tal, que es difícil de explicar.
No pudiendo soportar mas la situación me recosté sobre el escritorio, abrí mis piernas y le pedí que me la metiera como solo el sabe hacerlo.
Luego de coger sobre el escritorio se nos ocurrió interesante comenzar a recorrer toda la oficina desnudos y buscar distintos lugares para tener sexo, parada de espalda y apoyada contra la ventana de la calle en la oficina de la directora de marketing, mientras mi novio me la metía en mi concha por detrás y yo miraba por la ventana desde arriba la gente pasar en la calle, hasta un escritorio en la oficina del presidente de la empresa en el cual me puse en cuatro patas como una perra y él me agarro de atrás como un perro en celo descontrolado, esta posición hace que me excite tanto que no pude contener mis gritos y quejidos acabando de una manera espectacular y teniendo una cantidad de orgasmos descontrolados uno tras otro.
Luego de esto terminamos en la sala de reuniones en el piso haciendo un espectacular 69 hasta que le pedí que se pare en frente mio y yo de rodillas ante él le chupe la verga ardiente como se que le gusta y solo yo puedo hacerlo, con esto logré mi cometido, se excito tanto dentro de mi boca que termino acabando una cantidad de semen impresionante en mi boca y yo como es costumbre me lo trague sin desperdiciar una sola gota ya que me encanta.
Hemos hecho esto en varias oportunidades y en una de ellas decidimos jugar un juego diferente que nos pone locos.
Comenzamos de la misma manera besándonos, tocándonos y chupándonos al punto tal de quedar completamente desnudos.
Luego de esto yo me siento en el sillón de la oficina y completamente desnuda abro mis piernas y apoyo mis pies en su escritorio, en esta posición aparece mi juguete favorito que me regalo mi novio el cual usamos en varias oportunidades, es un vibrador espectacular, lo chupo con mi boca y comienzo a meterlo y sacármelo de mi concha caliente y mojada, lo enciendo y me pongo a gozar, lo saco de adentro mio y lo chupo todo con el gusto de mi flujo que me vuelve loca.
Mientras, mi novio se para enfrente mio del otro lado del escritorio y comienza a masturbarse, esta situación de vernos gozar cada uno por su lado nos vuelve loco hasta que termino acabando y gritando mis orgasmos y él acaba toda su leche sobre la mesa, cosa que me enloquece pero me quedo con las ganas de tragármela toda.
Estas son algunas de las tantas aventuras, espero que les haya gustado y en otro momento les cuento otra.