Leticia era una mujer de 20 años a la que la vida le había enseñado que no había razón para esconder sus pasiones.

Tenía un cuerpo maravilloso: Unos senos 34 B espeluznantes, su piel era tersa y blanca como la nieve su cabellera era rubia y rizada.

A Leticia le gustaban muchísimos las aventuras apasionadas y era una experta en el arte de la autocomplacencia.

A los 20 años en lo único que podía pensar era en buscar un amante que saciara sus apetitos sexuales incontenibles.

Con ese cuerpo de diosa todos los hombres del pueblo la deseaban con locura, pero era difícil conseguir sus favores y no se trataba de dinero, se trataba de que ella elegía aquel hombre que le pareciese mayor.

Leticia llego a tener muchas aventuras y aquí hay una de ellas.

Leticia vivía en un pueblo al sur de la Francia imperial cuyo nombre era Necrese Dulón (aunque el nombre no importa mucho).

Cuando Leticia no encontraba un amante la única opción que tenía era sus propias caricias: Tocaba sus muslos blancos como la nieve muy lentamente hasta un intenso calor la invadía completamente. Después pasaba sus manos lentamente por cada uno de sus senos hasta ponerlos en total estado de excitación.

Cuando tenía oportunidad de hacerlo con un amante era mucho mejor. He aquí una de sus historias:

En una ocasión Leticia paseaba por los bosques del Palacio de Versalles.

De pronto mientras caminaba por los jardines uno de los vasallos del rey del dijo: «Pero que hace una hermosura como tu sola en estos jardines??, podrías perderte, yo te ayudare».

Leticia solo respondio «Gracias». Entonces se fueron juntos a correr por los jardines…

De pronto se encontraron a solas en una sección de los jardines que estaba deshabitada totalmente.

Leticia se acerco al guardia y le dijo: «Debo hacer algo para recompensarte», acto seguido ella dejo caer su largo vestido rojo carmesí y lo beso apasionadamente totalmente desnuda.

Inmediatamente Francois (el guardia) se sintió excitado y empezó a manosear sus blancos y grandes senos 34 B mientras una de sus manos se metía en su clítoris y le daba un masaje lento muy lento y placentero. Leticia comenzaba a sentir sus líquidos íntimos correrse poco a poco y empezaba a tener la sensación de estar mojada. Francois le dijo «Te deseo, quiero hacerte mía» y Leticia en ese momento respondió «soy tuya, haz de mi lo que te plasca».

Leticia comenzó a jugar con su miembro viril y empezó a sentirlo erecto en sus manos. Después lo introdujo en su boca y empezó a chuparlo lentamente muy despacio, mientras Francois gritaba y gemía de placer: «si, si, si, si, siguee, siguee» y mientras Francois acariciaba su cabello ella no dejaba de chupar su miembro hasta que Francois empezó a sentir que se corría poco a poco…»agghhh. Agghhhh»…Su excitación era tanta que Francois terminó viniéndose en la boca de Leticia y ella empezó a sentir el liquido vital de Francois vaciarse completamente en su boca.

Después de esto ella se puso de pie y rozo a Francois con sus nalgas, a lo que este respondió poniéndose aún más excitado. Entonces empezó la faena y Francois se introdujo lentamente en Leticia, deposito delicadamente su cuerpo sobre un árbol y acto seguido empezó a penetrar en ella…La metía y la sacaba mientras Leticia decía «así, así, así no pares»…La penetro apasionadamente hasta que logro venirse por segunda ocasión en el interior de Leticia. Después Francois y ella se besaron apasionadamente y este continuo penetrándola…

Después la auxilio para recargarse en un árbol cercano de forma tal que sus nalgas quedaron justo frente al miembro viril de Francois y después de unas cuantas caricias de Leticia éste volvió a sentirse excitado y nuevamente la penetro lentamente, pero esta vez empezaba a acelerar la velocidad de sus embestidas y cada vez la penetraba más y más rápido mientras Leticia gozaba como una gata en celo y solo decía «así, así, no pares, así» Luego de un momento de estar así ella volvió a ponerse el objeto de placer entre sus labios y empezó a chuparlo como si no importara nada más, hasta que Francois se vació en su boca nuevamente.

Después ella volvio a su posición incial y Francois la penetro con locura mientras ella gemía «ahhhh…te deseo….»….. Los dos estaban realmente exitdos y para terminar la faena Leticia montó con pasión sobre Francois: Sus piernas abiertas y el miembro de Francois penetrandola lentamente la volvieron completamente loca de palcer y ella no dejaba de subir y bajar mientras sus senos se iban poniendo duros y su clítoris emanaba sus líquidos vitales de exitación.

Los dos terminaron abrazados mientras se besaban apasionadamente. Jamás se imaginaron que un paseo por Versalles terminaría así.

Pd:Si te gusto el relato, espero tus mails…